(ing.: Thomas Pickering).
Gemelo.
Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beato Tomás (Thomas) Pickering, mártir, monje de la Orden de San Benito, el cual, varón de sincera simplicidad y de vida inocentísima, fue acusado falsamente de conjuración contra el rey Carlos II y, movido por su amor a Cristo, se encaminó con ánimo sereno hacia el patíbulo en Tyburn.
Nació en en Skelmerg en Westmorland (Inglaterra) y era hijo de un hombre que había luchado y muerto por Carlos I cuando la guerra civil que precedió al destronamiento y ejecución del monarca. Cuando rondaba los 40 años, ingresó como hermano lego en los benedictinos de San Gregorio en Douai, hizo los votos en el 1660.
Después enviado a Inglaterra y fue miembro de la pequeña comunidad de capellanes benedictinos que servían en la capilla real de la mujer de Carlos I, Catalina de Braganza que era católica. Víctima del complot papista, fue ahorcado acusado falsamente en Tyburn, Londres, durante el reinado de Carlos II. Aquí estuvo cumpliendo por años sus deberes asignados, y cuando en 1675 fueron despedidos los monjes, el hermano Tomás fue autorizado a quedarse, yendo a vivir en una casa, propiedad de san Juan Grove, donde, además, residían tres religiosos jesuitas. Tuvo lugar seguidamente la acusación de haberse organizado un complot -conocido como de Titus Oates, por el denunciante-, para asesinar al rey, y el delator dijo que Pickering y Grove eran los encargados de materializar el asesinato, siendo cómplices los otros. Pese a la falta total de pruebas, fueron llevados a juicio y condenados a muerte por conspiración.
Se fijó el 9 de mayo de 1679 para su muerte. Mientras iba al patíbulo, uno de los asistentes le insistió que confesara su culpa; levantando su gorro, el mártir respondió: «¿es éste el semblante de un hombre que muere bajo tan gruesa culpa?» En efecto, era un hombre de sincera sencillez e inocentísima vida. Es claro que fue elegido como víctima de tal acusación simplemente por ser un fervoroso católico. Ahorcado y descuartizado en Tyburn, su cuerpo fue enterrado en el cementerio de St. Giles in the Fields, en la capital londinense. Fue beatificado el 15 de diciembre de 1929 por el papa Pío XI.
Nació en en Skelmerg en Westmorland (Inglaterra) y era hijo de un hombre que había luchado y muerto por Carlos I cuando la guerra civil que precedió al destronamiento y ejecución del monarca. Cuando rondaba los 40 años, ingresó como hermano lego en los benedictinos de San Gregorio en Douai, hizo los votos en el 1660.
Después enviado a Inglaterra y fue miembro de la pequeña comunidad de capellanes benedictinos que servían en la capilla real de la mujer de Carlos I, Catalina de Braganza que era católica. Víctima del complot papista, fue ahorcado acusado falsamente en Tyburn, Londres, durante el reinado de Carlos II. Aquí estuvo cumpliendo por años sus deberes asignados, y cuando en 1675 fueron despedidos los monjes, el hermano Tomás fue autorizado a quedarse, yendo a vivir en una casa, propiedad de san Juan Grove, donde, además, residían tres religiosos jesuitas. Tuvo lugar seguidamente la acusación de haberse organizado un complot -conocido como de Titus Oates, por el denunciante-, para asesinar al rey, y el delator dijo que Pickering y Grove eran los encargados de materializar el asesinato, siendo cómplices los otros. Pese a la falta total de pruebas, fueron llevados a juicio y condenados a muerte por conspiración.
Se fijó el 9 de mayo de 1679 para su muerte. Mientras iba al patíbulo, uno de los asistentes le insistió que confesara su culpa; levantando su gorro, el mártir respondió: «¿es éste el semblante de un hombre que muere bajo tan gruesa culpa?» En efecto, era un hombre de sincera sencillez e inocentísima vida. Es claro que fue elegido como víctima de tal acusación simplemente por ser un fervoroso católico. Ahorcado y descuartizado en Tyburn, su cuerpo fue enterrado en el cementerio de St. Giles in the Fields, en la capital londinense. Fue beatificado el 15 de diciembre de 1929 por el papa Pío XI.
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