San Flavio de Nicomedia y 4 compañeros. M. 300.
Amarillo, de pelo rubio. Amargura.
Martirologio Romano: En Nicomedia, ciudad de Bitinia, san Flavio y cuatro compañeros, mártires.
Obispo de Nicomedia. Mártir en Nicomedia, junto con sus hermanos Agustín y Augusto, durante la persecución de Diocleciano.
El Martirologio Romano conmemora el martirio de los tres hermanos. Este recuerdo proviene del “Martirologio de Floro” que, a su vez, la tomó del “Martirologio Hyeronimianum”. Aquí aparece solamente el nombre de Flavio y los de Agustín y Augusto parece que son un único mártir que no está identificado. También este Martirologio afirma que eran "tres hermanos", pero posiblemente decía "y tres hermanos" con lo que se asemeja al “Martirologio Siriaco” que recuerda a Flavio con otros cuatro mártires. Pero no es posible afirmar cual de las dos formas es la correcta.
El “Nuevo Martirologio” ha optado por retomar la inscripción más antigua de todas, la del “Martirologio Siríaco”, que habla de cuatro compañeros de Flavio, aunque lamentablemente ni ese documento ni la tradición posterior identifica a ninguno de ellos por nombre. Lo único que podemos afirmar sobre todos ellos es que fueron mártires, posiblemente en la persecución de Diocleciano, a inicios del siglo IV.
San Maurilio de Ferrara. M. 644.
Amarillo, de pelo rubio. Amargura.
Martirologio Romano: En Nicomedia, ciudad de Bitinia, san Flavio y cuatro compañeros, mártires.
Obispo de Nicomedia. Mártir en Nicomedia, junto con sus hermanos Agustín y Augusto, durante la persecución de Diocleciano.
El Martirologio Romano conmemora el martirio de los tres hermanos. Este recuerdo proviene del “Martirologio de Floro” que, a su vez, la tomó del “Martirologio Hyeronimianum”. Aquí aparece solamente el nombre de Flavio y los de Agustín y Augusto parece que son un único mártir que no está identificado. También este Martirologio afirma que eran "tres hermanos", pero posiblemente decía "y tres hermanos" con lo que se asemeja al “Martirologio Siriaco” que recuerda a Flavio con otros cuatro mártires. Pero no es posible afirmar cual de las dos formas es la correcta.
El “Nuevo Martirologio” ha optado por retomar la inscripción más antigua de todas, la del “Martirologio Siríaco”, que habla de cuatro compañeros de Flavio, aunque lamentablemente ni ese documento ni la tradición posterior identifica a ninguno de ellos por nombre. Lo único que podemos afirmar sobre todos ellos es que fueron mártires, posiblemente en la persecución de Diocleciano, a inicios del siglo IV.
San Maurilio de Ferrara. M. 644.
(it.: Maurelio).
Oscuro.
Hijo de un rey pagano de Edesa, se convirtió, renunció al trono en favor de uno de sus hermanos, y se consagró a Dios; viajó a Roma y después de varias peripecias fue designado obispo de Ferrara. Cuando supo que otro de sus hermanos había mandado asesinar al rey y había regresado al paganismo, regresó a Edesa, su hermano, que había accedido al trono, lo hizo decapitar. Esto es lo que podemos sacar de un cúmulo de leyendas sobre este obispo de Voghera, primigenia sede antes de la de Ferrara.
Oscuro.
Hijo de un rey pagano de Edesa, se convirtió, renunció al trono en favor de uno de sus hermanos, y se consagró a Dios; viajó a Roma y después de varias peripecias fue designado obispo de Ferrara. Cuando supo que otro de sus hermanos había mandado asesinar al rey y había regresado al paganismo, regresó a Edesa, su hermano, que había accedido al trono, lo hizo decapitar. Esto es lo que podemos sacar de un cúmulo de leyendas sobre este obispo de Voghera, primigenia sede antes de la de Ferrara.
Martirologio Romano: En el territorio de Cenomanum, en la Galia, san Cenérico, diácono y monje, el cual, después de visitar los sepulcros de san Martín de Tours y de san Julián de Le Mans, pasó el resto de su vida en la soledad y la austeridad.
Junto con Sereno. Eran hermanos nacidos en Spoleto y decidieron hacerse benedictinos en Roma. No se quedaron mucho tiempo en esta ciudad por su aversión a los honores personales. El papa Eugenio les consagró diáconos y cardenales. Pasaron a Francia donde visitaron la tumba de san Martín de Tours y la de san Julián. En la diócesis de Mans, buscaron un lugar inhóspito, pero a Cenérico le pareció demasiado frecuentado y se separó de su hermano yendo a vivir a la soledad en Séez. Como se le añadieran muchos discípulos fundaron la abadía de San Martín bajo la regla benedictina. Sereno vivió siempre como solitario; en el 630 se retiró en Saulges, en Maine, en la diócesis de Mans, donde se le acercaron muchos enfermos, e hizo mucha penitencia para aliviar sus males. Tiene culto local.
Martirologio Romano: En el monasterio de Niedernburg, cercano a Passau, en la región de Baviera, en Alemania, beata Gisela, que estuvo casada con san Esteban, rey de Hungría, a quien ayudó en la propagación de la fe. A la muerte de su esposo fue privada de sus bienes y de su reino, y se retiró al citado monasterio, que gobernó después como abadesa.
Reina de Hungría. Hija de Enrique II el Litigioso de Baviera y de Gisela de Borgoña, hermana del emperador san Enrique II. Esposa de san Esteban rey de Hungría (996) y madre de san Emerico. Promovió la vida cristiana en este reino, y según la tradición alemana, desempeñó un papel fundamental en la conversión de los húngaros; contribuyó a la fundación de numerosas iglesias y monasterios. Fue privada de sus bienes por el sucesor de san Esteban, Pedro Orseolo, y tuvo que abandonar Hungría en 1045. Se retiró al monasterio benedictino de Niedernburg, en Passau, Alemania, de donde fue abadesa. Su culto aparece en el Martirologio benedictino, aunque no ha sido canonizada oficialmente. Tiene culto local.
Beato Alberto de Bérgamo. (c.1214 - 1279).
(Alberto “el Agricultor”, Alberto de Villa d’Ogna).
Brillante por su nobleza.
Martirologio Romano: En Cremona, en la región de Lombardía, beato Alberto de Bérgamo, labrador, que después de soportar con paciencia las reprensiones que su mujer le hacía por su gran generosidad hacia los pobres, abandonó sus tierras y vivió como hermano de la Orden de Penitencia de Santo Domingo.
Nació en Villa d'Ogna (Bérgamo, en el seno de una familia de modestos campesinos. Fue un campesino que ayudó a los pobres. Trabajador y devoto se casó sin descuidar la piedad y la caridad. A causa de su generosidad fue perseguido por su esposa y parientes celosos. Sufrió presiones de parte de algunos poderosos, se piensa que de sus cuñados, dejó sus tierras y se trasladó a Cremona, donde continuó trabajando como agricultor para vivir y ayudar a otras personas más necesitadas que él.
Para vivir mejor su vida interior se hizo Terciario dominico. Se dedicó sin pausa a las obras de misericordia, ya que sostenía que siempre es tiempo de hacer el bien, si hay voluntad de hacerlo. Peregrinó a Roma, Santiago de Compostela y Tierra Santa. Murió en Cremona, cuya diócesis, como la de Bérgamo celebra su fiesta el 11 de Mayo.
Mucha gente se acercó a venerar el cuerpo, atraídos -según dice la tradición popular- por el milagro de las campanas, que sonaron sin ser tocadas. El papa Benedicto XIV, el 9 de mayo de 1748, aprobó el culto «ab immemorabili».
(Alberto “el Agricultor”, Alberto de Villa d’Ogna).
Brillante por su nobleza.
Martirologio Romano: En Cremona, en la región de Lombardía, beato Alberto de Bérgamo, labrador, que después de soportar con paciencia las reprensiones que su mujer le hacía por su gran generosidad hacia los pobres, abandonó sus tierras y vivió como hermano de la Orden de Penitencia de Santo Domingo.
Nació en Villa d'Ogna (Bérgamo, en el seno de una familia de modestos campesinos. Fue un campesino que ayudó a los pobres. Trabajador y devoto se casó sin descuidar la piedad y la caridad. A causa de su generosidad fue perseguido por su esposa y parientes celosos. Sufrió presiones de parte de algunos poderosos, se piensa que de sus cuñados, dejó sus tierras y se trasladó a Cremona, donde continuó trabajando como agricultor para vivir y ayudar a otras personas más necesitadas que él.
Para vivir mejor su vida interior se hizo Terciario dominico. Se dedicó sin pausa a las obras de misericordia, ya que sostenía que siempre es tiempo de hacer el bien, si hay voluntad de hacerlo. Peregrinó a Roma, Santiago de Compostela y Tierra Santa. Murió en Cremona, cuya diócesis, como la de Bérgamo celebra su fiesta el 11 de Mayo.
Mucha gente se acercó a venerar el cuerpo, atraídos -según dice la tradición popular- por el milagro de las campanas, que sonaron sin ser tocadas. El papa Benedicto XIV, el 9 de mayo de 1748, aprobó el culto «ab immemorabili».
Hola! Cristina! la estampa de San Cenérico, Corresponde a San Jerónimo, Sep 30
ResponderEliminaryo tambien cai, ya lo arregle!
Lo estuve mirando y remirando, pero en la iglesia que le está dedicada en Francia aparece como san Cenérico, que fue creado cardenal con su hermano Sereno, con el que podría confundirse. En esta parroquia, donde se encuentra la imagen lo veneran como san Cenérico.
ResponderEliminarUna cosa muy común en las imágenes es utilizar otras imágenes de otros santos, y atribuirles el nombre que les interesa... este puede ser uno de esos casos, pero me fijé que tenía un bastón de ermitaño y además en unas pinturas relativas a este santo, aparece con el sombrero cardenalicio, la misma barba, aunque vestido con sayal y cordón. Por eso la he dejado. Miraré los enlaces donde estuve mirándolo y te lo enviaré. Gracias por tu sugerencia, pero este es un caso en el que estuve investigando durante muchas horas.
Un abrazo entrañable.