Según los antiguos catálogos de la archidiócesis milanesa, fue el 43º obispo de Milán (746-747). Gobernó solamente durante 14 meses, muriendo en Milán con 72 años. Según la inscripción de su lápida, fue un buen pastor. Según noticias posteriores fue un hombre de gran cultura, y tenía un profundo conocimiento del latín, del griego y del hebreo. Fue un tenaz opositor de la herejía arriana. Fue sepultado en la iglesia de San Giorgio al Palazzo, templo que él había mandado construir.
Beata Gema. (c.1375 - 1439).
(Gemma).
Yema, botón, brote.
Martirologio Romano: En el lugar llamado Goriano Sicoli, en los Abruzos, beata Gema, virgen, que vivió recluida en una pequeñísima celda adosada a la iglesia, desde la que podía ver solamente el altar.
Nació en San Sebastiano di Bisegna, en el Abruzzo, Italia, en el seno de una humilde familia de pastores. Fue pastora del pequeño rebaño familiar cuando se quedó huérfana a causa de una epidemia, y fue protegida por su comadre. Según otras fuentes, se trasladó con sus padres a Goriano Sicoli, y allí se quedó huérfana y fue protegida por su comadre. Fue una joven dedicada a la oración y el trabajo.
El conde Ruggero de Celano se enamoró de ella e intentó establecer con ella relaciones deshonestas, pero la joven lo rechazó con tal firmeza que le convenció para que le facilitara su deseo de entregarse a Dios. El conde le construyó una celda en Goriano Sicoli (Sulmona, L’Aquila) en torno a la iglesia de San Juan Bautista, donde vivió durante 42 años como reclusa, viviendo en penitencia, oración, estudio de la Biblia y prodigándose en la asistencia espiritual de todos aquellos que iban a pedirle consejo. Según otros estudios vivió en absoluta clausura. Murió con fama de santa y sus lugares familiares fueron, a su muerte, ocasión de muchos milagros, que se registraban en la iglesia parroquial, por lo que el culto fue consolidándose. Su cuerpo se encontró incorrupto en la iglesia de San Giovanni. El 28 de abril de 1890, el papa León XIII aprobó su culto.
Es una de las más célebres místicas de Inglaterra. Nació en el seno de una rica familia, y según parece cuando era niña pidió una muerte temprana: “Estaba cansada de mi vida y molesta conmigo misma, así que tenía la paciencia de seguir viviendo sólo con dificultades...”. Vivió como reclusa en Norwich bajo la dirección espiritual de los benedictinos de la ciudad; su libro "Revelación del Amor Divino" todavía se publica y es una de las más bellas obras espirituales en lengua inglesa, y en ella nos revela que en 1373, con 30 años de edad, aquejada de una enfermedad mortal, fue curada milagrosamente por una visión de la omnipotente misericordia de Dios, por medio de la muerte redentora de Cristo. Uno de sus dichos más populares fue: “Todo estará bien y todo estará bien y todo tipo de cosas estarán bien”.
En sus escritos, la relación trinitaria se expresa verbalmente por medio de la totalidad humana, en el sentido de que las metéforas masculinas y femeninas usadas para describir la Divinidad se aplican igualmente a la mujer como al hombre, en cuanto ambos sexos tienen de igual modo la imagen divina. Estableciendo de tal modo un lazo entre la Divinidad y la feminidad, esta culta ermitaña anticipó ese concepto holístico de la imagen divina, propio de la teología del siglo XX, en el que se afirma que tanto mujeres como hombres han sido creados a imagen de Dios, en cuanto seres humanos tanto de un sexo como de otro. Juliana no ha sido nunca beatificada formalmente por la Iglesia católica, pero sí por la Iglesia anglicana.
Santa Gliceria de Trajanópolis. M. c. 177. Mártir en Heraclea de Tracia. (Ver) 8 de Julio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario