12 de marzo de 2015

San LUIS ORIONE. (1872-1940).

Famoso en la guerra. Sabio.


Martirologio Romano: En Sanremo, en la región de Liguria, en Italia, san Luis Orione, presbítero, que instituyó la Pequeña Obra de la Divina Providencia, para bien de los jóvenes y de todos los marginados.


Nació en Pontecurone, Piamonte, en el seno de una modesta familia. En su infancia trabajó con su padre como picapedrero y peón caminero. Formó parte, como soldado, a las órdenes de Garibaldi, de la pérdida de los Estados Pontificios. Ingresó primero en los franciscanos de Voghera (1885), pero su escasa salud le obligó volver a su casa, pero no el ideal franciscano que le acompañará toda la vida. Discípulo de san Juan Bosco, ingresando en su Oratorio de Turín en 1886. Quiso hacerse salesiano, pero antes de ingresar en el noviciado decidió que aquel no era su camino y otra vez volvió a casa. 
Ingresó en el seminario diocesano de Tortona donde fue ordenado sacerdote en 1895; como no tenía dinero, para costearse sus estudios aceptó el puesto de guardián de la catedral. Decidió dedicarse a la juventud más abandonada. Fue un hombre de Iglesia, sencillo, humano, alegre, optimista, de oratoria fácil que supo hacer la síntesis práctica entre la caridad y la justicia social. Comenzó a formar a los niños de la calle, y nació así el Oratorio de San Luis, y antes de su ordenación fundó el colegio de San Bernardino. 
Fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia en 1903, con el fin de dedicarse al apostolado de la caridad entre los más pobres y pequeños, inspirada en la espiritual de san Juan Bosco y san José Benito Cottolengo. Decía a sus hijos: "os recomiendo que seáis y viváis humildes y pequeños a los pies de la Iglesia"; "la causa de la Cristo y de la Iglesia no se sirve más que con una gran caridad de vida y de obras, la caridad abre los ojos a la fe y caldea los corazones de amor hacia Dios. Quieren obras de caridad: éstas son  la mejor apología de la fe católica". Su congregación emite un cuarto voto de fidelidad al Papa. Están consagrados a la Virgen de la Divina Providencia y su lema es "Instaurare omnia in Christo". Fundó también las Hermanas Adoratrices, los Hermanos de la Sagrada Familia y los Eremitas de la Divina Providencia. 
En 1909, hubo un terremoto en Sicilia y allí estuvo don Orione para socorrer a los damnificados. El papa san Pío X lo nombró vicario general de la diócesis de Messina, Sicilia, una de las zonas más afectada por el terremoto. En 1916, asistió a los damnificados del terremoto de Avezzano y fundó las Pequeñas Misioneras de la Caridad, que emiten un cuarto voto de "caridad" durante la I Guerra Mundial para que atendieran a los hijos de los militares caídos, a los soldádos y a los prófugos. En 1921 realizó su primer viaje a América visitando Brasil, Argentina, Uruguay, ampliando los horizontes de su congregación y fundando los "pequeños Cottolengos". Realizará un segundo viaje (1934-1937) a América, mientras sus fundaciones se expandendieron por todo el mundo. Murió en  de un ataque cardíaco en San Remo. Su cuerpo incorrupto está enterrado en el santuario de La Guardia de Tortona. Fue canonizado por san Juan Pablo II el 16 de mayo de 2004 en la Plaza de San Pedro de Roma. 

San INOCENCIO I. Papa. (401-417). M. 417.

Que no tiene culpa. Puro

Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Ponciano, sepultura de san Inocencio I, papa, que defendió a san Juan Crisóstomo, consoló a san Jerónimo y aprobó a san Agustín.

Nació en Albano (Italia), y según san Jerónimo era hijo y sucesor de san Anastasio I papa. Se hizo monje basilio.  Defendió siempre la paz y la unidad cuando se produjo el desastre del saqueo de Roma en el 410 por Alarico. Defendió la primacía de la Iglesia de Roma y su obispo, por encima de todas las demás iglesias: "Por todo debe guardarse lo que por el príncipe de los apóstoles, Pedro, fue entregado a la Iglesia Romana y hasta ahora se ha custodiado". Los sínodos provinciales proponen siempre "sin prejuzgar a la Iglesia Romana, a la que en todas las causas se debe guardar reverencia". Recurrió al instrumento de las decretales, con las que reafirmó la autoridad de los decretos papales y las decisiones sinodales. 
Su mano firme y el heroísmo de san Almaquio, contribuyeron a terminar con el combate de gladiadores. Defendió a san Juan Crisóstomo, condenando a sus perseguidores entre ellos el emperador Arcadio. Hizo frente a la mayor herejía de su tiempo: el pelagianismo, que negaba la necesidad de la gracia, atendiendo así las peticiones que le había hecho san Agustín de Hipona. También luchó contra el priscilianismo que se había extendido por España. La caída de Roma hizo que la unidad de las iglesias con la urbe fuera más estrecha, lo que podría haber aparecido como una derrota fue la victoria. Está enterrado en la basílica romana de Santos Martín y Silvestre. Su culto universal fue suprimido en 1969. 

San PABLO AURELIANO. M. c. 575.

(Pol de León).
Pequeño, débil. El que descansa.

Martirologio Romano: En la ciudad de Léon (hoy Saint-Paul-de-Léon), en la Bretaña Armórica, san Pablo Aureliano, primer obispo de esta ciudad.

Pablo Aureliano fue el hijo de Perplises, jefe británico. Nació en Penychen (o en otro lado), en Gales del Sur. En la escuela monástica de Llantwit Major a la cual pidió ser enviado, tenía por compañeros a los santos David de Gales, Sansón de Dol y Gildo “el Sabio”: esto sucedía en Ynys Byr, en tiempos de san Iltuto. Cuando cumplió 16 años, su patrón le permitió retirar se a un lugar solitario, pero en otro lado (¿Llanddeeusant, en Carmarthenshire?). Pablo se dirigió a un sitio donde construyó unas celdas y una capilla. Allí llevó durante varios años una vida de oración, meditación y estudio; después fue ordenado sacerdote y reunió a doce compañeros para llevarlos consigo a vivir en celdas cercanas a la suya. De su retiro fue sacado a un mundo de problemas por el rey Marco, quien le pidió que se trasladara a la "Villa Bannheddos" y evangelizar a su pueblo. Esto lo hizo con tan buen éxito, que todos quisieron elegirlo obispo; pero él  no aceptó. 
A pesar de todo el santo partió con sus doce compañeros y llegó a la costa de Armorica o Britania. San Pablo y sus discípulos llegaron a la isla de Ushant o Caldey, al lugar que ahora se llama Porz-Pol. Allí construyeron celdas y vivieron felizmente durante un tiempo. Al llegar al continente, se internaron y se establecieron en Ploudalmezeau. Luego Pablo, se dirigió al señor del distrito, un buen cristiano llamado Withur, quien se hizo amigo suyo y les dio la Isla de Batz, donde se estableció Pablo y construyó un monasterio. Se cuentan relatos maravillosos sobre los beneficios que dispensó el santo.  
La gente que había sido beneficiada con las enseñanzas y los milagros de san Pablo, comenzó a pedirlo como obispo. Childeberto le nombró primer obispo de León en la Bretaña francesa que hoy es la actual diócesis de Quimper Cornualles. El nombre del "Oppidum" Ouismour donde se hallaba su sede, se cambió a Saint-Paul-de-Léon, en su memoria. Ahí llevó la misma vida austera de antes, alimentándose sólo de pan y agua, con excepción de los días festivos, en los que comía un poco de pescado. Parece que Withur le cedió su casa en la Isla de Batz, como monasterio para sus monjes. Ahí gustaba de retirarse el santo obispo para dedicarse a la oración y contemplación. Vivió hasta edad muy avanzada y renunció a su cargo algunos años antes de morir. Terminó sus días en el monasterio de Batz, luego de haber visto morir a dos obispos que él mismo consagró para que le sucedieran. San Pablo gozaba del don de profecía y previó las incursiones de los nórdicos, según Wrmonoc, el testigo que relata los últimos momentos del santo en forma sencilla y emocionante.

San BRIAN BORU. (941-1014).


(Brian Bòruimhe). 
El de gran fuerza

Se convirtió en el 978 en rey de Cashel, capital del antiguo reino irlandés de Munster. Hacia el año 984 controlaba la totalidad del reino, y en 1001 fue reconocido como Gran Rey de Irlanda. En sus batallas contra sus enemigos se mostró siempre conciliador y magnánimo, algo inusual para una época donde el exterminio del contrario estaba en los genes culturales. Desde su juventud, luchó duramente contra los vikingos que ocupaban parte de su país.
En contraste con otras partes, el Cristianismo se estructuró en Irlanda en lugar de alrededor de obispos (que controlaban diócesis) y arzobispos (que controlaban archidiócesis) en monasterios dirigidos por poderosos abades pertenecientes a las familias reales de las tierras en que se encontraban. Entre los más importantes se encontraba el monasterio de Armagh, localizado en la provincia del Ulster. Está consignado en el “Libro de Armagh” que, en el año 1005, Brian donó veintidós onzas de oro al monasterio y declaró al monasterio capital religiosa de Irlanda, al cual los demás monasterios debían enviar los diezmos que recaudaban. 
La lucha por el poder en Irlanda, les llevó a una guerra civil irlandesa con participación extranjera menor en ambos bandos, aunque las crónicas, para engrandecer la figura de Brian, hablan de una guerra contra los vikingos invasores. Finalmente, en la Batalla de Clontarf, librada el 23 de abril de 1014, los vikingos fueron derrotados por un ejército comandado por sus hijos. La batalla tendría lugar cinco días más tarde el viernes santo 18 de abril al norte de Dublín, en Clontarf. Todas las crónicas mencionan que el combate duró todo el día y, si bien es posiblemente una exageración, es un claro indicativo de que la lucha fue larga, tal vez indicio de que las fuerzas de ambos bandos estaban igualadas. El resultado final fue la desbandada de los vikingos, pero en el combate o en las postrimerías del mismo perdió la vida el Alto Rey. La mayor parte de sus hijos murieron también en la batalla, dejando el trono sin un claro sucesor. Hay muchas leyendas que cuentan como habría muerto Brian: en un heroico combate cuerpo a cuerpo, asesinado en su tienda mientras estaba rezando por un mercenario fugitivo vikingo llamado Brodir... 
Se cree que está enterrado en el extremo norte de la Catedral de San Patricio, en la ciudad de Armagh. Es uno de los grandes héroes de los irlandeses, pero en su historia se confunden la realidad y la ficción, por lo que resultaría muy complicado elaborar su biografía con precisión. Su reputación de santo parece que no es de origen irlandés y en Irlanda no existe ninguna prueba cierta de un culto dedicada a él. Los Bolandistas lo mencionan entre los “praetermissi”, el 12 de marzo.

San SIMEÓN "el nuevo Teólogo". (c.950 - 1022).

El que obedece. Dios escucha.

Nació en Paflagonia, en el seno de una familia de la nobleza. Marchó a Constantinopla para hacer carrera en la administración imperial. Abandonó este camino e ingresó como monje en el monasterio de Studios de esta ciudad. Su talante místico hecho de ardor e intransigencia, le llevó a valorar la relación directa con Dios en detrimento de la obediencia y de los vínculos monásticos, esto le causó a Simeón problemas con los monjes estuditas. 
En el 978, lo trasladaron al monasterio de San Mamas, donde en el 981, fue elegido abad o hegúmeno de San Mamas donde también tuvo problemas con la disciplina de los monjes, pero que consiguió solventar; como sus doctrinas suscitaban graves controversias, renunció al cargo y luego fue exiliado en un sínodo celebrado en 1003 a Crisopoli (Scutari), a orillas del Bósforo. Aquí fundó un monasterio dedicado a Santa Marina. No regresó a Constantinopla aunque obtuvo el perdón. 
Es uno de los más grandes místicos bizantinos y gran defensor de la defensa de la imágines y escribió mucho sobre la luz divina, poniéndola en relación con la Transfiguración; sus escritos (34 "Catequesis", los 226 "Capítulos teológicos gnósticos y prácticos" (organizados en tres "Centurias"), la "Filokalia", los 3 "Tratados teológicos" y los 15 "Tratados éticos", además se añaden 58 "Himnos"), de gran eficacia, han tenido mucha influencia en Oriente, y han contribuido a introducir nuevos usos en la oración monástica. 

San BERNARDO DE CARINOLA. (1040 - 1109).

(it.: Bernardo de Capua).
Oso fuerte.

Natural de Capua, aunque por el amor que tuvo por Carinola, se piensa que nació en este lugar y que pertenecía a una familia de la nobleza. Para completar su formación humana y social, sus padres lo enviaron a la abadía de Montecasino, entonces era el abad Desiderio, que fue el papa san Víctor III. Bernardo se distinguió por su viva inteligencia, buenas costrumbres y centrado en el estudio. Fueron sus compañeros: Hildebrando de Saona (futuro papa san Gregorio VII) y san Pedro Damián. Bernardo terminó sus estudios con la ordenación sacerdotal. Giordano, príncipe de Capua, lo eligió como su consejero y capellán de corte. 
Fue nombrado obispo de Forum Claudii en el 1087, por el papa beato Víctor III. En el 1100, se trasladó a la sede Carinola en Campania. Construyó el palacio episcopal en la nueva sede; así mismo trasladó los restos de san Martín Penitente a la nueva catedral y lo proclamó patrón de Carinola. El obispo desarrolló un nuevo apostolado e un tiempo de restauración. Procuró la reforma del clero, enriqueciendo a los buenos sacerdotes con su ejemplo y su palabra. Fue un santo auténtico, generoso, que cabalgaba por las zonas rurales pidiendo limosnas para la construcción de la catedral, lo que le valió tener un contacto directo con el pueblo. Fue un hombre humilde y de vida pobre. Murió muy viejo y es el copatrón de esta ciudad. Fue enterrado en la catedral.

Santa FINA DE SAN GIMINIANO. (c.1238 - 1253).

(Fino, Serafina). 
Delicada.

Martirologio Romano: En la ciudad de San Giminiano, en la Toscana, santa Fina, virgen, que desde sus tiernos años sobrellevó con invicta paciencia, apoyada en sólo Dios, una prolongada y grave enfermedad.

Serafina de Ciardi nació en San Giminiano (Toscana) y era hija de Cambio e Imperia, nobles venidos a  menos. Había sido muy rica pero un revés de la fortuna la dejó en la pobreza, aunque gozaba de una gran belleza. Se cuenta que un día un joven la lisonjeó ofreciéndole un fruto rarísimo, ella se lo mostró a su madre, quien la llamó la atención, para que no hablase con jóvenes que podrían pervertirla, Fina vio en ello un pecado, y pidió hacer penitencia; entonces, a los 10 años, le vino una enfermedad que la dejó paralítica y con todo el cuerpo cubierto de pústulas. Aumentó su dolor la muerte de su madre.
Así estuvo durante quince años sufriendo por los pecadores y por la pacificación de las rivalidades entre las ciudades, postrada en una tabla que le servía de cama. Su cama carcomida se había convertido en un basural donde pululaban las ratas que le comieron una oreja. Edificó a sus conciudadanos por el valor con el que soportó el sufrimiento, uniéndose espiritualmente a la pasión de Cristo y a los dolores de María. La leyenda dice que a su muerte desprendía un fragante olor a flores y que las campanas tañeron solas. Patrona de San Giminiano. Tiene culto local.

Beata JUSTINA FRANCUCCI BEZZOLI. (c. 1257/60 - 1319).

(it.: Giustina Bezzoli Francucci). 

Martirologio Romano: En Arezzo, en la Toscana, beata Justina Francucci Bezzoli, virgen de la Orden de San Benito y reclusa.

Nació en Arezzo en el seno de la noble familia de los Bezzoli Francucci. De carácter amable y humilde, pronto adquirió cierta madurez. Era hija única, heredera de grandes bienes, y tenía delante de sí un futuro envidable. A los 13 años, consiguió el permiso de su padre par ingresar como benedictina en el monasterio de San Marcos de su ciudad. Fue una novicia ejemplar. Estuvo en este monasterio durante cuatro años, hasta que toda la comunidad se vio obligada a abandonarlo a causa de la guerra que se suscitó en la ciudad. Se trasladó al monasterio de Todos los Santos. 
Años más tarde oyó que había una gruta junto al castillo de Civitella (Civitella della Chiana) y allí vivía como reclusa  una vírgen de nombre Lucía. Obtuvo el permiso del obispo, Guillermo Umbertini para vivir como reclusa en este lugar, su padre intentó hacerla regresar a casa. Las dos reclusas vivieron juntas poco tiempo, ya que Lucía murió. Justina estuvo sola dedicada a la oración y la penitencia. A los 35 años de edad, comenzó a tener problemas con la vista y se vio obligada a regresar a su monasterio. Pero el monasterio muchas veces había sido saqueado por los soldados y el obispo Hildebrando traslado a la comunidad a un lugar seguro. En 1315, Justica cambió de nuevo de lugar de residencia.
Tuvo una devoción particular a la Pasión de Cristo. Pasó los últimos veinte años de su vida completamente ciega, sufriendo muchos éxtasis. Vivió en condiciones de gran miseria pero siempre confiando en la Providencia y a cuantos la pedían ayuda les socorría como podía. Murió en la paz del Señor. Su cuerpo se conserva incorrupto en el monasterio benedictino de Santa Maria del Fiore en Lapo. Su culto fue aprobado el 14 de enero de 1891 por León XIII.

San JOSÉ ZHANG DAPENG. (1754-1815).

(José Tsang-ta-pong).
El acrecentará. Añadido. Crecimiento.

Martirologio Romano: En la ciudad de Guiyang, de la provincia china de Guangxi, san José Zhang Dapeng, mártir, el cual, recibida la luz de la fe, apenas bautizado abrió su casa a misioneros y catequistas, y ayudó a pobres, enfermos y niños hasta que, condenado a la crucifixión, derramó lágrimas de alegría por haber sido considerado digno de morir por Cristo.

Nació en Duyun, provincia de Guizhou (China), y fue desde joven espiritualmente inquieto. Se unió primero a un grupo de ayunadores llamado «Religión del agua clara» (Qingshui jiao), en busca de la rectitud y la pureza. Esta no le conformó, y se enroló en una escuela de maestros taoístas, donde llegó a ser “Daoshi”, sacerdote taoísta. Pasado el tiempo, casado y con 40 años, se instala en Guiyang, la capital de la provincia, asociado a un amigo, Wang, en el comercio de la seda.
Precisamente a través del hijo de su amigo, que se había hecho cristiano en la capital, toma contacto con los misioneros cristianos, que le hacen conocer el evangelio. El estudio del catecismo lo acerca más y más a la fe, pero José tenía en ese momento dos esposas y no podía recibir el bautismo. Finalmente se separó de la segunda, dotó a ella y al hijo de ese matrimonio, y recibió en 1800 el bautismo de manos del P. Matías Luo, y dos años más tarde la comunión.
Llegó a ser un catequista de primer nivel, pero en la persecución de 1812, atemorizado, se retiró de la capital; pero encuentró a Mons. Dufresse, quien le instó a volver a Guiyang para alentar y confortar a los fieles. José comprendió el error de huir y, de regreso en la capital, se unió en el apostolado entre sus conciudadanos, especialmente entre los pobres, enfermos y niños. José vagó de escondite en escondite, mientras el gobernador puso precio a su cabeza. Finalmente en 1815 el hermano joven de su esposa, por condicia, lo entregó, guiando él mismo a los espías hasta la guarida de su cuñado. Acusado ante los jueces, fue condenado a morir en la cruz, lo que le produjo lágrimas de emoción, por no considerarse digno de morir como Cristo. Murió en Kweyang, China, el día 12 de marzo de 1815. Fue canonizado por san Juan Pablo II el 1 de octubre de 2000.

Beata ÁNGELA SALAWA. (1881-1922).

(pol.: Aniela Salawa).
Mensajera.

Martirologio Romano: En Cracovia, en Polonia, beata Angela Salawa, virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco, que, eligiendo entregar su vida en el servicio doméstico, vivió humildemente entre las criadas, y en suma pobreza descansó en el Señor.

Nació en el seno de una familia campesina de un pueblo llamado Siepraw, próximo a Cracovia, una familia pobre y piadosa. A los 16 años empezó a servir en el servicio doméstico en una casa de Cracovia. Dos años después, conmovida por la serena muerte de su hermana Teresa e impulsada por una voz interior, tomó la firme decisión de buscar la santidad en la vida humilde y pobre. Dedicó su vida a ayudar a sus semejantes, a la amistad con otras criadas a las que ayudaba con todo lo que tenía, y en 1901 ingresó en la Unión de las sirvientas católicas (Asociación de Santa Zita), y en esta asociación desarrolló un gran apostolado entre sus compañeras, convirtiéndose en un ejemplo y guía de conducta cristiana. En 1912 se hizo Terciaria franciscana. "Amo mi trabajo porque en él encuentro la ocasión de sufrir mucho, de trabajar mucho y de orar mucho; y fuera de esto no deseo nada más en el mundo". Alimentó su vida interior leyendo libros de mística y de santos, tuvo una especial veneración por santa Gemma Galgani, que tomó como modelo de vida.
Durante la I Guerra Mundial cuidó soldados heridos y prisioneros de guerra. El año 1917, enfermó y se vio obligada a abandonar el trabajo a causa de una esclerosis. En una estrechísima habitación alquilada pasó los últimos cinco años de su vida, en medio de sufrimientos continuos, que ofrecía a Dios por la expiación de los pecados del mundo, la conversión de los pecadores, la salvación de las almas y la expansión misionera de la Iglesia. Fue beatificada el 13 de agosto de 1991 por Juan Pablo II, en Cracovia.

OTROS SANTOS DEL DÍA:



San Maximiliano de Tebeste. M. c. 295. 
(Mamilano, Mamiliano)
El más grande
Martirologio Romano: En Tebeste, en Numidia, san Maximiliano, mártir, que, siendo hijo del veterano Víctor y llamado también al ejército, respondió al procónsul Diono que a un fiel cristiano no le era lícito ser soldado y, tras rehusar el juramento militar, fue ajusticiado a espada.
Mártir en Tebessa de Numidia. Era soldado de 21 años y "era de estatura adecuada... como metro setenta de alto"; entregó al verdugo su uniforme sin estrenar. Le dijo al procónsul de África, Dión Casio: "No seré soldado, no combatiré por el siglo, pues soy soldado para mi Dios".
Cuando le preguntaron por qué no quería ponerse una medalla con la esfinge del emperador dijo: "soy soldado de Cristo y  me niego a llevar en el cuello la medalla del emperador; - porque te niegas a servir al emperador con las armas, incurrirás en la sentencia capital: - sean dadas gracias a Dios, dijo".
Cuando era conducido al suplicio le dijo a su padre Fabio Victorio: "regala al soldado que me matará el vestido nuevo que me habías preparado. Y nosotros, los dos, sin rencor, glorificaremos al Señor". Fue decapitado. Sus Actas están poco retocadas.

Santos Mígdono, Eugenio, Máximo, Domna, Mardonio, Esmaragdo e Hilario. M. 303. 
Martirologio Romano: En Nicomedia, de Bitinia, conmemoración de los santos mártires Mígdono, presbítero, y Eugenio, Máximo, Domna, Mardonio, Esmaragdo e Hilario, que fueron ahogados uno tras otro en días sucesivos, para atemorizar a los demás.
Eran ocho mártires que murieron en Nicomedia de Bitinia, durante la persecución de Diocleciano, suspendidos cabeza abajo, sofocados por el humo de una hoguera. Cada día era ejecutado uno, a fin de que los demás renegaran de su fe por miedo a la muerte. Eugenio también era presbítero.
Mígdono y Mardonio aparecen por separado en otro relato, quizás unidos al grupo de Pedro de Nicomediia, Doroteo y Gorgonio: eran altos funcionarios de la corte imperial de Roma; cuando sucedió la persecución de Diocleciano, afirmaron su fe y por ello Migdonio fue quemado en la hoguera y Mardonio ahogado en un pozo.  

Santos Pedro, Doroteo y Gorgonio. M. 303. 
Martirologio Romano: En la misma ciudad de Nicomedia, pasión de san Pedro, mártir, que, siendo ayudante de cámara del emperador Diocleciano, se lamentó con cierta libertad de los suplicios de los mártires, y por mandato del mismo augusto fue detenido y colgado, siendo torturado primero con prolongados azotes y después a fuego, en una parrilla. Doroteo y Gorgonio, servidores también del emperador, por haber protestado fueron sometidos a los mismos suplicios y, finalmente, estrangulados.
Mártires en Nicomedia de Bitinia. Pedro era camarero del emperador Diocleciano en Nicomedia; fue una de las primeras víctimas de esta persecución, aunque en principio quedó libre del martirio, esperando que abandonara su fe, pero fue en vano; sufrió atroces tormentos antes de morir en la parrilla. Doroteo y Gorgonio, compañeros de Pedro, como desaprobaron aquel castigo mortal, le siguieron en el martirio. 
Doroteo y Gorgonio eran favoritos del emperador Diocleciano y oficiales de la guardia pretoriana en Nicomedia. Obtuvieron grandes honores y como abominasen las persecuciones que se afligían a los cristianos sufrieron horrorosos tormentos. Eusebio dice que eran "fieles y honrados". 

San Mamiliano de Palermo. s. V. 
Junto con Eustocio Prócuro, Golbodeo y Ninfa de Palermo. Vivió en tiempos de la dominación vándala en Sicilia. Fue obispo de Palermo. Fue exiliado a África hacia en 450 junto a sus compañeros cristianos. Rescatado por la piedad de algunos fieles o de algún obispo africano, pasó a Cerdeña y en la isla de Montecristo y, al final, en la de Giglio, murieron mártires.
Fundó diversos monasterios, alguno para monjas eremitas entre las que recordamos los nombres de Ninfa o quizás Oliva. Una parte de sus reliquias fueron llevadas a Roma en la iglesia de Santa Maria in Monticelli y, un siglo después, también a Spoleto. La diócesis de Palermo lo celebra el 16 de Junio.

San Teófanes "el Cronógrafo". M. 818. 
Transparencia de Dios
Martirologio Romano: En Sigriana, de Bitinia, en el monasterio de Campogrande, sepultura de san Teófanes, llamado «el Cronógrafo», que siendo muy rico prefirió hacerse pobre monje, y por defender el culto de las sagradas imágenes fue encarcelado por el emperador León el Armenio durante dos años y deportado después a Samotracia, donde, agotado por los padecimientos, entregó el espíritu.
Todavía muy joven perdió a su padre, gobernador del Egeo. El mismo emperador Constantino Copronimo, se encargó de su formación. Se le confiaron cargos civiles en Constantinopla y en el Asia inferior, entre Bitinia y Troya. Pero, tanto él como su esposa, habían preferido desde la juventud el camino del celibato. Ella se hizo religiosa y él ingresó en el monasterio de Policronio en la Misia. Transformado en monasterio su patrimonio familiar de la isla de Calónimo, residió allí seis años. 
Fundó y rigió una nueva fundación en Sigriana de Misia. Frente a los iconoclastas presentó en Nicea, el año 787, la teología profunda del culto a las imágenes. Este año, y por su firmeza frente a los herejes recibió del emperador León el Armenio amenazas de cárcel. No le acobardaron y padeció prisión y torturas en Constantinopla, y destierro, el año 817, a la isla de Samotracia, donde murió de penalidades. Nos dejó su “Cronografía”, o breve historia desde el año 284 al 813.  

San Elpegio de Winchester. M. 951. 
(Elfego “el Viejo” o "el Calvo", Aelphege, Alfego. ing.: Ælfheah the Bald).
Resplandor de la altura
Martirologio Romano: En Winchester, en Inglaterra, san Elpegio, obispo y monje, que procuró con gran empeño la instauración de la vida cenobítica.
Benedictino que trabajó mucho por la renovación de la vida cenobítica. Obispo de Winchester (Inglaterra) en el 935; indujo a muchas personas a tomar el hábito benedictino, en particular a su sobrino san Dunstano de Canterbury, al que ordenó sacerdote junto san Etelwoldo de Winchester y Ethelstan. 
Según la “Crónica de Malmesbury” acerca de los obispos anglosajones, cuando Elpegio impuso las manos en la ordenación, vino sobre él el espíritu de profecía, y pronunció sobre los tres este oráculo: «Hoy, ante Dios, puse mis manos sobre tres hombres, dos de los cuales alcanzarán la gracia del orden episcopal. Uno en la ciudad de Winchester y luego en Canterbury, y el otro ocupará más tarde mi sede en sucesión legítima. El tercero, después de hacer mucho mal y revolcarse en los placeres sensuales, llegará a un final miserable.» El vaticinio se cumplió a la letra: Dunstan fue obispo de Winchester y luego de Canterbury, Ethelwold fue un santo obispo en la sede de Winchester, y Ethelstan fue un monje y presbítero disoluto, como los había tantos en la época. Tiene culto local.

Beato Jerónimo Gherarducci. M. c. 1369. 
(it.: Girolamo da Recanati).
Bosque sagrado. El que tiene un nombre sagrado
Martirologio Romano: En Recineto, del Piceno, en Italia, beato Jerónimo Gherarducci, presbítero, de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, que trabajó por la paz y la concordia de los pueblos.
Presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, dedicado a buscar la paz y la concordia entre los pueblos de Piceno, Italia. Vivió en el convento agustino de Recanati (Macerata), en soledad y oración, donde murió.  
Cuando llegaba la fiesta del beato, se escogían algunas personas que debían hacer de pacificadores en las disputas de la ciudad de Recanati. Pío VII confirmó su culto en 1804, otorgando a la diócesis misa y oficio propios.

San Gregorio I "Magno". (c.540 - 604). Doctor de la Iglesia. Papa (590-604).
Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, sepultura de san Gregorio I, papa, de sobrenombre «Magno», cuya memoria se celebra el día tres de septiembre, aniversario de su ordenación.
Aunque murió un 12 de marzo, fiesta que celebran los bizantinos, el calendario romano su fiesta se celebra el 3 de Septiembre, fecha de su consagración episcopal. (Ver) 3 de septiembre