2 de enero de 2015

Santos BASILIO "Magno" y GREGORIO NACIANCENO. s. IV. Doctores y Padres de la Iglesia.


Martirologio Romano: Memoria de los santos Basilio Magno y Gregorio Nazianceno, obispos y doctores de la Iglesia. Basilio, obispo de Cesarea de Capadocia (hoy en Turquía), apellidado “Magno” por su doctrina y sabiduría, enseñó a los monjes la meditación de la Escritura, el trabajo en la obediencia y la caridad fraterna, ordenando su vida según las reglas que él mismo redactó. Con sus egregios escritos educó a los fieles y brilló por su trabajo pastoral en favor de los pobres y de los enfermos. Falleció el día uno de enero de 379. Gregorio, amigo suyo, fue obispo de Sancina, en Constantinopla y, finalmente, de Nacianzo. Defendió con vehemencia la divinidad del Verbo, mereciendo por ello ser llamado “Teólogo”. La Iglesia se alegra de celebrar conjuntamente la memoria de tan grandes doctores.

Basilio: (c.330 - 379). Nació en Cesarea de Capadocia (actual Kayseri). Hijo de santos Basilio "el Viejo" y Emelia. Hermano de san Gregorio de Nisa, san Pedro de Sebaste, Naucracio (monje a orillas del Iris) y santa Macrina. Su abuela santa Macrina "la Vieja", fue quién lo educó. Estudió primero bajo la guía de su padre, y después  en Constantinopla y Atenas, donde inició una fértil amistad con san Gregorio Nacianceno. Terminados los estudios empezó a enseñar Retórica. Como la profesión de maestro de Retórica era muy importante y bastante honorífica, Basilio soñó en alcanzar la gloria y la fama, pero las conversaciones con su hermana santa Macrina, se inició un proceso de conversión que le hicieron pedir el bautismo que recibió de manos del obispo de Cesarea, Dianio. Inició una peregrinación por distintos lugares y el ejemplo de los monjes que conoció en Egipto, Palestina y Siria le hicieron, renunciar a sus bienes en beneficio de los más pobres y junto con san Gregorio Nacianceno, seguir la vida religiosa; escribió una "Regla" para la organización del monacato sea masculino que femenino. Es la única Orden monástica que existe en la Iglesia griega. Se retiró a un lugar llamado Nisa (o Sens) a orillas del Iris, cerca de Cesarea, donde edificó un monasterio. En el 360, acompañó a su obispo Dianio al I Concilio Ecuménico de Constantinopla como lector, al regreso terminó sus dos obras ascéticas "Sobre el juicio de Dios" y las "Reglas morales"
Se distinguió por su preocupación social y por sus escritos. Fue ordenado sacerdote en el 364 por el nuevo obispo de Cesarea, san Eusebio de Samosata y lo convirtió en su colaborador. De aquí salió la obra "Liturgia de San Basilio". Asistió al concilio de Lampsaco donde conoció el arrianismo más radical representado por Eutimio y compuso la obra "Contra Eutimio" en defensa del Concilio de Nicea. 
Las relaciones con su obispo se enfriaron y Basilio regresó a su retiro monástico donde compuso "Pequeño Ascético". Fue elegido arzobispo de Cesarea, metropolitano de Capadocia y exarca del Ponto en el 370, sucediendo a san Eusebio, y desde la cátedra luchó contra el arrianismo y los macedonistas, que tenían el apoyo del emperador Valente de Bizancio; con gran coraje conservó la fe católica en toda la Capadocia. Defendió la unidad de la Iglesia y apoyó y luchó por los más pobres creando hospitales. Con este fin dedicó todas sus energías en la predicación y en la creación de obras doctrinales. Su obra "Sobre el Espíritu Santo" todavía no ha sido superada por la teología católica donde se defendió de falta de ortodoxia. 
Sabemos que era incorregiblemente testarudo y temerario; luchó contra el arrianismo y fue acusado de ser él también hereje. Frustrado y desanimado, escribió: “Por mis pecados, parezco no tener éxito en nada”, sin embargo no permitió que los pensamientos negativos le dominaran. La razón de este desánimo fue que tuvo que soportar el cisma de Antioquía, entre dos obispos ortodoxos, san Melecio y Paulino, Basilio intentó informar al Occidente cristiano, al papa san Dámaso y a las iglesias de las Galias, que ignorantes de la situación de Oriente, condenaron al obispo legítimo san Melecio. Será para Oriente lo que san Benito para Occidente. En Oriente es el primero de los tres santos Jerarcas. 

Gregorio Nacianceno: (c.329 - c.390). Nació probablemente en Arianzo en Nacianzo en Capadocia, donde era obispo de Nacianzo su padre; fue el hijo mayor de santos Gregorio Nacianceno "el Viejo" y de Nonna. Hermano de santos Cesáreo de Capadocia y Gorgonia. Durante 16 años estudió Cesarea de Capadocia, (donde conoció a san Basilio) en Cesarea de Palestina y, sobre todo, en Alejandría y, finalmente en Atenas, donde fue compañero de estudios de Juliano el Apóstata, y de san Basilio, donde nació una gran  amistad. Regresó a Nacianzo, y ya con cerca de 30 años, recibió el bautismo de manos de su padre. El carácter de Gregorio era muy inestable y sensible, capaz de repentinos entusiasmos y desilusiones, lo que le acarreó no pocos problemas.
Se unió con su amigo Basilio en el eremitorio monástico de Annesi de Ponto, donde combatieron la herejía arriana; en el 361 fue ordenado sacerdote por su padre para que le ayudase en las funciones de su episcopado, y en el 372, obligado por Basilio, obispo de la pequeña ciudad de Sasima, pero se negó a aceptar esta sede, cosa que enturbió las relaciones entre ambos. Pero cuando Basilio murió, Gregorio le hizo un panegírico recordando con emoción los años vividos. La amistad de estos dos hombres se traduce en el elocuente sermón de alabanza que Gregorio escribió para su amigo, en el que resaltó la hondura, la fecundidad y calidad de su mutua amistad:
"Nos movía un mismo deseo de saber, actitud que suele ocasionar profundas envidias, y sin embargo carecíamos de envidia. En cambio teníamos en gran aprecio la emulación. Contendíamos entre nosotros, no para ver quién era el primero, sino para averiguar quién cedía al otro la primacía. Cada uno de nosotros consideraba la gloria del otro como propia".
"Una sola tarea y afán había para ambos, y era la virtud, así como vivir para las esperanzas futuras, de tal modo que, aun antes de haber partido de esta vida, pudiese decirse que habíamos emigrado ya de ella. Ese fue el ideal que nos propusimos, y así tratábamos de dirigir nuestra vida  y todas nuestras acciones, dóciles a la dirección del mandato divino, acuciándonos mutuamente en el empeño de la virtud. Y, a no ser que decir esto vaya a parecer arrogante en exceso, éramos el uno para el otro la norma y regla con la que se discierne lo recto de lo torcido".
Al morir su padre, tuvo que aceptar se nombrado obispo de Nacianzo, pero al fallecer su familia se retiró a Seleucia, buscando la soledad. En el 380, el emperador Teodosio, lo nombró al obispado de Constantinopla. Estuvo solamente un mes en este cargo, donde consiguió que 36 obispos arrianos regresaran al seno de la Iglesia. Asistió a el II Concilio Ecuménico de Constantinopla, donde se condenó una vez más, el arrianismo, a los penumatómacos, apolinaristas y sabelianos. La oposición de algunos elementos hostiles, especialmente los obispos de Egipto y Macedonio, determino su  retiró a Nacianzo, para regirla por poco tiempo, ya que designó para el cargo a un sacerdote llamado Eulalio, que era su primo. Posteriormente se trasladó a Arianzo, donde se dedicó a la oración y al estudio, y allí murió. La tragedia de su vida fue la consagración episcopal porque no tenía carácter para ello y que le valió el distanciamento temporal con Basilio. Defendió la ortodoxia contra la herejía arriana, y a él se debe la conversión de Constantinopla que había caído en la herejía de Arrio. 
Fue un gran teólogo y poeta, escribió sus célebres "Homilías". Suya es la célebre frase cristológica antiapolinarista: “No es sanado lo no asumido”. Los griegos le llaman "el Teólogo" por sus "Discursos teológicos" u "Homilias". MEMORIA OBLIGATORIA. 

San TEODORO DE MARSELLA. M. 594.


(fr.: Théodore de Marseille). 

Martirologio Romano: En Marsella, ciudad de la Provenza, en Galia (hoy Francia), san Teodoro, obispo, que, esforzándose en establecer la disciplina eclesiástica, fue objeto de persecución por parte de los reyes Childeberto y Guntramno, quienes le exiliaron por tres veces.

Obispo de Marsella (582-591) que, esforzándose en establecer la disciplina eclesiástica, fue objeto de persecución por parte de los reyes Childeberto y san Gontrán, quienes le exiliaron por tres veces. Teodoro fue obispo de Marsella desde 582. Gondovaldo, que se llamaba hijo del rey Clotario I desembarcó en Marsella proveniente de Constantinopla; y Teodoro le proporcionó caballos para que pudiese ir al encuentro del duque Múmmol, al servicio de Childeberto II. Su actitud de lealtad al austrasiano representaba un obstáculo a los planes de Dinamio de Marsella que, con Gontran Boson, duque de Auvernia, hizo detener al obispo, acusándole de haber ayudado al extranjero por poner el reino bajo la dominación bizantina. Teodoro fue llevado ante Gontran, con el obispo san Epifanio de Pavia que, en su paso por Marsella, también fue acusado de los mismos cargos. 
Un sínodo a Mâcon, en 585, le tenía que condenar en el exilio pero no lo hizo y volvió a Marsella, donde fue recibido triunfalmente por su pueblo. Mientras tanto, Dinamio se había apoderado de toda la ciudad y alrededores y se rebeló abiertamente contra Childeberto. En junio de 591, una carta del papa san Gregorio Magno confía a Teodoro que reparase la falta hecha por algunos presbíteros que habían bautizado judíos en la fuerza. El papa le exhorta a predicar a los judíos para que se convirtieran convencidos.

San JUAN “el Bueno”. M. c. 660.


(it.: Giovanni il Buono).

Martirologio Romano: En Milán, ciudad de Lombardía (hoy Italia), san Juan Bueno, obispo, que restituyó a esta población la sede episcopal, trasladada por causa de los lombardos a la ciudad de Génova. Por su fe y sus buenas costumbres fue agradable a Dios y a los hombres.

Nació en Camogli  (Génova, Italia). Las vicisitudes de su historia están indisolublemente entretejidas con la leyenda. Un anónimo autor afirma que Juan nació el seno de una familia noble del valle de Recco, y esto podría ser una explicación de la antigua rivalidad acerca de su ciudad natal. Ya de niño Juan fue llevado a Milán, donde emprendió los estudios eclesiásticos y fue incardinado en la Iglesia de Milán. 
Mientras tanto, después de casi ochenta años de exilio forzoso, Rotario, el famoso rey lombardo, que había invadido incluso la Riviera italiana, acuerda con el clero ambrosiano el regreso del obispo de Milán a su lugar natural (por culpa de las invasiones tuvieron que trasladar la sede ambrosiana a la Liguria). Así fue que Juan, apreciado por todos por su calidad humana y por su inteligencia, en el 641 fue aclamado XXXVIº obispo de Milán, primero en gobernar nuevamente en la restaurada sede episcopal de Lombardía.
Su humildad y su generosidad se convirtieron casi en proverbiales entre la grey confiada a sus cuidados pastorales, que pronto comenzó a llamarlo cariñosa y afectuosamente Juan «el bueno». Un poema lo recuerda así: «Solícito en confortar y consolar a los pobres, alimentar al hambriento, vestir al desnudo, dar de beber al sediento, visitar a los enfermos y los presos, ofrecer hospitalidad a los viajeros. Lleno de gracia, fe y buenas costumbres, agradable a Dios y a los hombres, brilló en sus acciones. Juan se mostraba tan humilde ante todos que, por esa humildad, era difícil discernir si realmente era el obispo». 
El único episodio históricamente bien señalado en su vida fue un viaje a Roma que hizo a finales del 649, para asistir a un sínodo convocado por el papa Martín I, que se celebró en la basílica lateranense. Trabajó con éxito contra el arrianismo y el monotelismo. 
Murió en Milán después de al menos diez años de episcopado y sus restos mortales fueron sepultados en la actual iglesia de San Miguel in Duomo. Cuatro siglos después el obispo Ariberto reavivó el culto en toda la diócesis, tras el descubrimiento del cuerpo que se creía perdido. Pero fue san carlos Borromeo quien trasladó las reliquias a la catedral, en 1582, y erigió un altar en su honor. En 1951, el beato cardenal Ildefonso Schuster ordenó un nuevo reconocimiento de los restos del santo, que resultó medir 190 centímetros de altura, y los hizo colocar en una nueva urna metálica.

San VINCENCIANO. M. c. 730.


(Viance, Viancio, Viants, Vicentiano. fr.: Viance, Vincentien).

Martirologio Romano: En la región de Tulle, en Aquitania (hoy Francia), san Vincenciano, eremita.

La única fuente de información que poseemos sobre este santo es muy poco de fiar. Se trata de una biografía cuyo autor, un diácono llamado Hermemberto, intenta hacerse pasar por tutor de Vicenciano, aunque vivió lo suficiente para escribir esta vida después de muerto su pupilo. Según dicha «biografía», Vicenciano perdió a sus padres cuando era todavía muy niño, y fue educado por un tal Heraldo, duque de Aquitania. De acuerdo con san Didier, obispo de Cahors, Heraldo decidió que un talento tan brillante como el de Vicenciano no podía encontrar mejor empleo que sirviendo a Dios en el sacerdocio. Pero Beraldo murió poco después y su hijo y heredero obligó al obispo a enviar a Vicenciano a servir en los establos del nuevo duque. Para entonces Vicenciano había adquirido ya una ferviente piedad; repartió, pues, sus vestidos entre los pobres, se negó a casarse con la mujer que su señor quería imponerle y, por último, ante la fuerza de los golpes y de las amenazas, huyó al bosque, donde vivió como ermitaño en la región de Tulle, en Aquitania (hoy Francia). Discípulo de san Menelao.
Inútil hablar de los extravagantes milagros que caracterizan cada una de las etapas de esta vida. Vicenciano murió, como le había sido revelado en una visión. Y la leyenda continúa... un carro tirado por dos bueyes transportó las reliquias del santo al sitio que éstas iban a hacer famoso. En el camino, un oso mató a uno de los bueyes, pero un discípulo del santo mandó al oso que ocupara el sitio del buey que había matado, y la fiera obedeció dócilmente y se puso a tirar el carro. Tiene culto local.

San ADALARDO DE CORBIE. (752-827).


(Adalhard, Adalaro, Adelardo, Adelhard, Alard, Alardo. fr.: Adélard de Corbie).

Martirologio Romano: En el monasterio de Corbie, en la Galia Ambianense, san Adalardo, abad, que dispuso las cosas para que todos tuviesen lo necesario, de modo que nadie abundase en lo superfluo o pereciese por la miseria, y así dieran alabanza a Dios.

Nació en Huysse, cerca de Audenarde. Nieto de Carlos Martel. El recibió una buena educación en el Colegio Palatino en la Corte de Carlomagno, y mientras aún muy joven fue hecho Conde del Palacio. Los altos y bajos de su carrera política pertenecen a la historia general. Cambió en el 773, su vida en la Corte por la vida benedictina, donde fue jardinero. Para estar más apartado, el fue a Montecasino (abadía en Italia), pero le fue ordenado por Carlomagno regresar a Corbie, donde el fue elegido abad. Al mismo tiempo Carlomagno lo hizo primer ministro de su hijo Pipino, que era rey de Italia. 
Cuando en el año 814, Bernardo, hijo de Pipino, aspiró después la corona real, Luis el Debonnaire sospechó de Adalardo de estar en simpatía con Bernardo y lo desterró al convento de Saint Philibert Hermoutier (monasterio benedictino), el moderno Noirmoutier, en la isla del mismo nombre. Después de siete años Louis el Debonnaire reconoció su error he hizo a Adalardo uno de sus consejeros principales. 
En el año 822 Adalardo y su hermano Wala fundaron un monasterio en Westfalia, con el nombre de Corbey una Nueva Corbie, filial de la abadía de Picardía, de donde fue abad. Murió de fiebre. Se caracterizó por su caridad. Adalardo es honrado como patrón de muchas iglesias y ciudades en Francia y a lo largo del bajo Rhin.  Fue canonizado por el papa Juan XIX en 1024.

San SILVESTRE DE TROINA. s. XII.


(it.: Silvestro di Troina).

Martirologio Romano: En Troina, en Sicilia (hoy Italia), san Silvestre, abad, que vivió bajo la disciplina de los santos Padres de Oriente.

Nació en Troina (Sicilia, Italia). No se sabe mucho de él, pero nos han llegado algunos relatos de varios episodios de los que fue protagonista. Ingresó muy joven en el monasterio de San Michele de Troina, de monjes basilianos, y se destacó por su gran caridad.
Los historiadores locales nos narran que un día marchó a Catania para venerar a santa Águeda en el día de su festividad; el milagro está en que el monasterio dista de la ciudad siciliana unas 40 millas y el fue a pie ida y vuelta en una hora. Otra vez se encontró con un pobre mendigo al que demostró su caridad y resultó ser el mismo Jesucristo.
Hacia el 1155 se fue hasta Roma para visitar al nuevo papa Adriano VI, el cual lo ordenó sacerdote. A su regreso, hizo un alto en Palermo, aquí curó el joven Guillermo, hijo del rey de Sicilia, Guillermo I, este hecho le procuró una gran fama de santidad y cuando volvió a su monasterio de Troina fue elegido abad.
Años después se retiró, deseando una mayor ascesis, en una celda que estaba junto a un oratorio dedicado a san Bartolomé, a poca distancia del monasterio. Murió en Troina. Su culto “ab immemorabili”, fue confirmado por el papa Julio III.

Beato MARCOLINO AMANNI. (1317-1397).


Martirologio Romano: En Forlí, en la región de Emilia (hoy Italia), beato Marcolino Amanni, presbítero de la Orden de Predicadores, que dedicó con gran simplicidad toda su vida, en el silencio y la soledad, al servicio de los pobres y de los niños.

Nació en Forlí e ingresó en los dominicos siendo muy joven, a los 10 años de edad; fue un religioso modelo que destacó por la exacta observancia de las reglas, el amor a la pobreza y a la obediencia, pero sobre todo, el espíritu de humildad, que le impulsaba a evitar todas las ocasiones de hacerse notar, encontrando su mayor gozo en el ejercicio de los oficios más bajos y humildes. 
Se nos dice también que practicaba rigurosas penitencias corporales, que amaba mucho a los pobres y a los niños, y que el cielo le favorecía con frecuentes éxtasis. Tan prolongadas y constantes eran las oraciones de Marcolino que, a su muerte, se descubrió que sus rodillas eran dos enormes callos. 
El beato Raimundo de Capua, superior general de la orden de Santo Domingo, tenía en alta estima al P. Marcolino, aunque la timidez de éste le había impedido colaborar activamente en la reforma de la Orden de Predicadores, a raíz de la peste negra y de las dificultades producidas por el Gran Cisma. El P. Marcolino, que había predicho su muerte, según se cuenta, falleció en Forli, a los ochenta años de edad. 
Para sorpresa de sus hermanos, a cuyos ojos había pasado inadvertida la santidad del religioso, una gran multitud asistió a sus funerales, congregada, según dice la leyenda, por un ángel disfrazado de niño que había anunciado la noticia por los alrededores. Su culto fue confirmado por el papa Benedicto XIV el 9 de mayo de 1750.

Beata ESTEFANÍA QUINZANI. (1457-1530).


(Estéfana. it.: Stefana Quinzani)
Coronada.

Martirologio Romano: En Soncino, de la Lombardía (hoy Italia), beata Estefanía Quinzani, virgen, de la Tercera Orden de Santo Domingo, dedicada enteramente a la contemplación de la Pasión del Señor y a la instrucción cristiana de las jóvenes.

Nacida en Orzinuovi (Brescia) y la familia muy pronto se trasladó en Soncino. La vocación religiosa la había heredado de su padre Lorenzo Quinzani, el cual era Terciario dominico. A los siete años hizo voto de celibato, y tuvo una visión de Cristo que le puso un anillo en el dedo. Muerto su padre en 1472, se marchó a Crema, donde vivió hasta 1500, como criada en varias casas. Cuando era niña, el dominico el beato Mateo Carreri, le predijo una herida del divino amor. 
Se hizo Terciaria dominica seglar con 15 años, pero ya antes fue revestida con el hábito por santo Domingo de Guzmán en una celeste visión. Los ángeles le pusieron el cíngulo de santo Tomás de Aquino, quedando, para siempre, confirmada en la perfecta pureza. Durante 40 años, todos los viernes, experimentó la entera Pasión de Cristo y sufrió los estigmas de la pasión. Como santa Catalina de Siena, le fue cambiado, milagrosamente, el corazón. Dotada del don de consejo se convirtió en oráculo de muchas personas, y fue recibia con grandes honores en las varias ciudades que visitó. Un día Cristo se le apareció y le dijo: “Hijita, tu me has dado el don completo de tu voluntad, ¿qué recompensa quieres?”; “No quiero otra merced que Tú mismo”, respondió Estefanía.  
Fundó un convento en Soncino (con santa Ángela de Merici) en 1512, pero no llegó a profesar como religiosa. Se dedicó a las prácticas de la misericordia espiritual para la formación y edificación de sus hermanas, sobre todo las más jóvenes. No le faltaron las tribulaciones, las pruebas y las tentaciones. Las aceptó y las superó como escalones necesarios hacia la santidad. Tuvo que dejar el convento diez años antes de su muerte. El beato Mateo Carreri, gran director de almas le predijo que sería su heredera. Murio santamente pronunciando las palabras de Jesús en la cruz: “In manus tuas Domine, commendo spiritum meum!”. Sus reliquias reposan en Soncino. Su culto fue confirmado en 1740 por el papa Benedicto XIV.

Beatos GUILLERMO REPIN y LORENZO BÂTARD. M. 1794.


(fr.: Guillaume Repin et Laurent Bâtard)

Martirologio Romano: En la ciudad de Angers, en Francia, beatos Guillermo Repin y Lorenzo Bâtard, presbíteros y mártires, que fueron decapitados durante la Revolución Francesa por su fidelidad a la Iglesia.

Guillermo Repin nació en Thouarcé (Francia). Estudió en el seminario de Angers, donde fue ordenado sacerdote en 1734. Fue coadjutor de la parroquia de San Julián de Angers, y en 1749 fue párroco de San Simpliciano en Martigné-Briand, y además canónigo. Llevó el trabajo pastoral con gran dedicación, ganándose la fama de sacerdote piadoso y celoso dentro y fuera de su parroquia. En 1791, se negó a jurar la Constitución Civil del Clero, y por ello fue expulsado de su parroquia y arrestado y encerrado en el seminario de Angers con otros sacerdotes, a los que sólo a él se le permitió decir misa y dar la comunión, por ser el más anciano. 
Cuando tuvo que prestar el nuevo juramento llamado “Libertad-Igualdad”, se negó y con otros compañeros fueron trasladados a las antiguas escuelas lasalianas, llamadas la Rossignolerie, de donde les sacaron los soldados vandeanos cuando tomaron la ciudad. Siguió al ejercitó, hasta que por edad, determinó esconderse en Mauges. En 1793, fue apresado de nuevo y enviado a Angers, donde fue juzgado y acusado de traición, por lo que fue guillotinado en la plaza del Rallienment. 

Lorenzo Bâtard nació en Chalonnes-sur-Loire, Francia. Párroco de la iglesia de Santa María de Chalonnes-sur-Loire, y ejerció su cargo hasta que en 1791 al negarse a prestar juramento constitucional fue expulsado de su parroquia. Posteriormente fue arrestado y encarcelado hasta que fue liberado por los soldados vandeanos, cae de nuevo en manos de los revolucionarios, que lo llevan a juicio bajo la acusación de traición. Fue guillotinado en la plaza de Ralliement, junto con Guillermo Repín y otras dos víctimas más. Fueron beatificados por Juan Pablo II el 19 de febrero de 1984.

Beata MARÍA ANA SOUREAU-BLONDIN. (1809-1890).


(fr.: Marie-Anne Blondin).

Martirologio Romano: En la ciudad de Lachine, en la provincia canadiense de Quebec, beata María Ana (María Stella) Soureau-Blondin, virgen, la cual, aunque analfabeta en su juventud, fundó la Congregación de las Hermanas de Santa Ana, para la educación de los hijos de los campesinos, y dio siempre muestras de un carisma extraordinario.

Se llamaba Maria Ester Sureau-Biondin. Nació en Terrebonne (Quebec, Canadá), en el seno de una familia de campesinos. Esther y su familia fueron víctimas del analfabetismo que reinaba en los ambientes franco-canadienses del siglo XIX. A los 22 años trabajó como sirvienta en el convento de las Hermanas de la Congregación de Nuestra Señora, llegadas hacía poco a su país. Un año después se inscribió como pensionista para aprender a leer y a escribir. Pronto ingresó en el noviciado, pero tuvo que dejarlo a causa de su mala salud.
En 1833, fue nombrada maestra de la escuela del pueblo de Vaudreuil y descubrió que una de las causas del analfabetismo era una regla de la Iglesia que impedía a las mujeres enseñar a los niños y a los hombres enseñar a las mujeres, y como las parroquias no podían financiar dos escuelas parroquiales los parrócos se decantaban por tener una de niños o no tener ninguna. Esther en 1848 propuso a su obispo la idea de fundar una congregación religiosa para la educación de los jóvenes del campo en un ambiente mixto. Era una gran innovación, que el Estado estaba de acuerdo, con lo que el obispo dio su atorización para evitar un mal mayor.
En 1850 fundó en Vaudreuil, la Congregación de las Hermanas de Santa Ana, y ella tomó el nombre de María Ana y fue su primera superiora. Tuvo conflictos con el capellán que les asignaron que se inmiscuyó de tal manera en la vida interna de la comunidad, que sor María Ana, fue obligada a dimitir de su cargo y no aceptarlo nunca más, a pesar de que la regla recogía la reelección. María Ana vio en ello la mano de la Providencia y obedeció. Fue nombrada directora del convento del pueblo de Sainte-Geneviève, pero el despotismo del capellán, padre Louis-Adolphe Maréchal, la denunció calumniosamente, en 1858, de mala administración y consiguió la orden episcopal de que no ocupara jamás cargo alguno, a pesar de que en los Capítulos de 1872 y 1878 le había reelegido superiora. Fue destinada a los trabajos más oscuros: a la lavandería y la plancha y aquí, en el silencio de la sala de plancha y lavado, formó a numerosas novicias en la vida de obediencia, humildad y caridad heróica. Una novicia le preguntó un día por qué siendo la fundadora estaba en aquella situación y ella le contestó: "Cuanto más un árbol se enraíza más profundamente en la tierra, tiene más posibilidad de crecer y de dar fruto". A causa de este mal capellán se le quitó hasta el título de fundadora y de que la llamaran "Madre", y ella supo perdonar a todos y rogó por sus enemigos y por la gloria de su Congregación. Murió en la casa madre de Lachine "feliz de ir al encuentro del buen Dios". Fue beatificada por SS Juan Pablo II el 29 de abril de 2001.

Beatos PEDRO CORTASA MONCLÚS, NARCISO ARRIBAS ARNÁIZ, NESTOR EUGENIO ORTEGA VILLAMUDRIO y COLUMBANUS PAUL OZA MOTINOT. M. 1937.


Martirologio Romano: En Novales (Cantabria), España, beatos Pedro (Jaime) Cortasa Monclús, Narciso (Baldomero) Arribas Arnáiz, Néstor Eugenio (Tesifonte) Ortega Villamudrio, Columbanus Paul (Henri) Oza Motinot, religiosos de los Hermanos Maristas, mártires de la persecución religiosa en época de la Guerra Civil.

Jaime Cortasa Monclús nació en Millá (Lérida, España) en 1883. En 1898 ingresó en el noviciado marista de Vic (Barcelona). Allí vistió el hábito religioso al año siguiente y recibió el nombre de Hermano Pedro. Se consagró de por vida al Señor, haciendo su profesión perpetua en el Instituto marista el 27 de agosto de 1905, en Manresa (Barcelona).
 Antes de emitir el voto de obediencia, estuvo de empleado en San Andrés de Palomar (Barcelona) y de cocinero en Malgrat de Mar (Barcelona). En 1900, una vez emitido el voto de obediencia, fue profesor en los colegios maristas de Sabadell (Barcelona), San Andrés de Palomar, Torrelaguna (Madrid) -donde fue profesor desde 1905 hasta 1910 y director desde 1910 hasta 1916-, Cabezón de la Sal (Cantabria) -colegio que dirigió des-de 1916 hasta 1922-, Arceniega (Álava) -cuya escuela dirigió desde 1922 hasta 1925- y Cabezón de la Sal -director desde 1925 hasta 1931, profesor desde 1931 hasta 1933, y de nuevo director desde 1933 hasta su muerte. Allí se encontraba cuando estalló la guerra civil que asoló a toda España.
Fue ejemplar, abnegado, sencillo y observante; entregado de lleno a la práctica de la virtud y al cumplimiento de sus deberes religiosos. Mientras fue director, se comportó como un verdadero padre con todos, sin exigir a nadie más de lo debido. Su ficha personal indica que toda su vida fue un excelente educador de hijos de clase humilde, de alumnos pobres, de hijos de gente trabajadora, en escuelas de fundación y de patronato. 

Baldomero Arribas Arnáiz nació Santibáñez de Esgueva (Burgos, España) en 1877. En 1890 ingresó en la casa marista de Canet de Mar (Barcelona). En 1892 pasó al noviciado en la misma casa y vistió el hábito religioso el 8 de diciembre de ese año, recibiendo el nombre de Hermano Narciso. En 1898 emitió los votos perpetuos en San Andrés de Palomar (Barcelona). En la escuela normal de Gerona, obtuvo el titulo de maestro superior. 
Empezó su apostolado entre los niños en 1894: ejerció la docencia en los colegios maristas de Canet de Mar, Gerona -en el que fue profesor entre 1895 y 1901 y director entre 1901 y 1903-, Palafrugell (Gerona), Tarazona (Zaragoza) -una escuela agrícola que dirigió en el curso 1904-05-, Cartagena, Murcia, Malgrat de Mar (Barcelona), Calatayud (Zaragoza), Cullera (Valencia), Gerona otra vez, Igualada (Barcelona), Lérida, Toledo, Zaragoza, Calatayud de nuevo y Cabezón de la Sal (Santander), donde se hallaba al estallar la guerra civil.
En .las comunidades por las que pasó, fue muy querido por los hermanos y por los alumnos; en todas ellas, se distinguió por su buen espíritu, y tuvo fama de ser un religioso muy ejemplar y fiel cumplidor de las reglas. Destacó así mismo en ia enseñanza, ya que fue un excelente profesor.
Después de 39 años de experiencia educativa, en 1933, el H. Narciso llegó a Cabezón, su último destino. Allí se sintió feliz al poder dedicarse a educar a los chicos más desfavorecidos y a atender a sus familias, hacia quienes sentía una especial predilección. Les dio tantas muestras de su caridad que era conocido con el sobrenombre de «amigo de los pobres». Sin embargo, tuvo que.sufrir y mucho por su celo y su caridad, ya que el director recibió una carta anónima en la que se reprobaba que el H. Narciso se preocupara tanto de  de las familias menesterosas. A pesar del anónimo, él no cambió su comportamiento.

Tesifonte Ortega Villamudrio nació en Arlanzón (Burgos, España) en 1912. Ingresó en el seminario marista de Arceniega en 1924. Pero no tuvo una vida fácil en él: su naturaleza enfermiza hizo que se resintiera su salud por las dificultades de los estudios y hubo de volver a su familia. Recuperada su salud, fue readmitido y en 1929 pasó al noviciado de Las Avellanas (Lérida), donde vistió el hábito marista recibiendo el nombre de Hermano Néstor Eugenio. El 8 de septiembre de 1931, a pesar de que continuaba con una salud un tanto enfermiza, pudo coronar el año de noviciado con la profesión de los votos temporales. Tendría que haber hecho los votos perpetuos en agosto de 1936, pero no los hizo, a causa de las circunstancias políticas que se vivían en aquellos nefastos días.
Terminado el noviciado, se preparó para la docencia en Las Avellanas, donde realizó estudios de pedagogía y de otras materias y desempeñó trabajos manuales. En 1933, fue destinado como cocinero y empleado al colegio marista de Haro (La Rioja); en 1935, pasó al colegio de Zaragoza como profesor de enseñanza primaria; en septiembre del mismo año, llegó a la escuela de Carrejo como profesor. Debido a la tempestad revolucionaria, su presencia en ella apenas duró.
En todas partes dejó el recuerdo de un joven religioso dócil, sencillo y piadoso, pero también muy capaz para hacer que los niños apreciaran el estudio. Los que vivieron con él dicen que era amante de la vida sosegada y de la vida de oración, lleno de buena voluntad en el servicio de Dios y siempre dispuesto a ocuparse de cualquier menester que le pidiera la obediencia. Su naturaleza enfermiza no le impedía ser fuerte en el alma y en el ánimo para ir más allá de lo que podía alcanzar con sus propias fuerzas.

Henri Oza Motinot nació en Lyon, (Francia) en 1877. En 1893 ingresó en el noviciado marista de Saint-PauI-Trois-Chateaux, en el que vistió el hábito marista cambiando su nombre de pila por el de Hermano Colombanus-PauI. El 19 de septiembre de 1901 se consagró de por vida a Dios con la profesión perpetua en el Instituto marista.
 Terminado ya el noviciado, obtuvo en Aviñón, en 1894, el “brevet obligatoire”, titulo necesario para poder ejercer la enseñanza en Francia. Después, fue enviado de cocinero a Salon-de-Provence, en el departamento de Bocas del Ródano, volviendo a Saint-Paul como empleado en 1895. Desde septiembre de 1895, fue profesor adjunto en diversas escuelas maristas de Francia.
En enero de 1904, ya se encontraba en el colegio marista de Pamplona, adonde llegó al ser expulsado de su país. A partir de junio de 1904, pasó por bastantes colegios maristas de España, en los que actuó como profesor ayudante. Estaba bien dotado intelectualmente, dominaba el francés, el español y el inglés, poseía talento musical, y tenía un gran bagaje cultural, pero era una empresa ardua para él mantener la disciplina -incluso en las clases más elementales-, porque era tímido y bueno, lo que le hacía ser débil y permisivo. Ni siquiera los continuos cambios de escuela -tanto en Francia como en España-, consiguieron remediar este problema. Pero, en agosto de 1926, pareció encontrar la deseada quietud en la escuela marista de Carrejo (Cantabria), en la comunidad formada por tres hermanos. Él tenía 49 años y estaba cargado de experiencia y de vida; era el cocinero y el encargado de los párvulos, como cuando era un hermano inexperto, al principio de su vida marista. Desempeñó ambos empleos con gran espíritu de servicio, con amabilidad y con una perfecta docilidad a las directrices del superior. Al mismo tiempo, impartía lecciones particulares de francés y era el organista de la parroquia.
Las dificultades que encontró en el ejercicio de su profesión no influyeron lo más mínimo en su vida interior. Al contrario, fueron un estimulo para relacionarse más intimamente con Dios y para consolidar su espíritu marista en la humildad, la sencillez y la modestia.  
Cuando estalló el movimiento revolucionario, él podría haberse salvado inscribiéndose en el consulado francés y, haciendo valer su nacionalidad, volver a su patria. Pero el amor por sus hermanos españoles lo empujó a correr su misma suerte.

Los cuatro hermanos de Cabezón y los tres de Carrejo fueron detenidos el 30 de diciembre de 1936 -y no el 30 de septiembre, como erróneamente se dijo en las biografías de los HH. Narciso Arribas Arnaiz y Pedro Cortasa Monclús, publicadas en el número 65 de “Testigos”-. Conducidos a la cárcel de Santander, el H. Colombanus-Paul fue «sacado» de ella junto a los HH. Narciso, Pedro y Néstor Eugenio el día primero de enero de 1937; desde entonces, nada más se supo de ellos. Lo más probable es que los asesinaran en dicho día, lanzándolos al mar desde el faro del cabo Mayor. Fueron beatificados por el papa Francisco el 13 de octubre de 2013. 

OTROS SANTOS DEL DÍA:



San Telesforo. Papa (125-136). M. 136. 
Que lleva al término; mensajero
Martirologio Romano: En Roma, muerte de san Telesforo, papa, que, según recuerda san Ireneo, siendo el séptimo sucesor de los apóstoles, sufrió un glorioso martirio.
Griego de origen. Antes de llegar a Roma, había llevado una vida de penitente y eremita en Egipto y Palestina (quizás entre los ermitaños del Monte Carmelo). Cuando llegó a la capital del Imperio, comenzaba la persecución de Adriano. 
Murió mártir el papa san Sixto I, y fue elegido para sucederle. Gobernó la Iglesia por 10 años, y parece que fue el que inició el ayuno cuaresmal y la prescripción del canto del “Gloria” en la Eucaristía, se le atribuye, de forma equivocada, la Misa de medianoche en Navidad y el rito de las tres misas, que también se realizaban por estas fechas, pero esto no es posible porque la fiesta de la Navidad todavía no se celebraba. Fue maestro de san Calimero de Milán. Le sucedió san Higinio.  

San Defendiente de Tebas. M. c. 303. 
(fr.: Défendant).
Soldado de la Legión tebana martirizado en la región de Marsella durante la persecución de Diocleciano. 
Es importante saber que Defendiente en el siglo XIV gozaba de culto en Italia septentrional, y que su culto se celebraba el día 2 de enero; y muchos oratorios, altares y confraternidades estaban bajo su advocación.
Su figura era representada vestido de militar y se le invocaba contra el peligro de los lobos y de los incendios. En cambio en el territorio de Marsella se le festeja el 25 de septiembre, pero sólo en épocas recientes se le ha dedicado una iglesia. Algunos historiadores piensan, quizás con razón, que el san Defendiente venerado en Italia, sea otra persona distinta al mártir tebano.

Santos Argeo, Narciso y Marcelino. M. 320. 
(it.: Argeo, Narciso e Marcellino).
Argeo: Brillante, claro, blanco. Narciso: Adormecedor. 
Martirologio Romano: En el territorio de Cori, a treinta miliarios de la ciudad de Roma, santos Argeo, Narciso y Marcelino, mártires.
Se dice que eran tres hermanos enrolados como soldados en el ejército del emperador Licinio, y que habrían sufrido el martirio en Tomis del Ponto (mar Negro). Licinio habría obligado a sus soldados a ofrecer sacrificios a los dioses. Los tres hermanos se rehusaron, por lo que fueron ejecutados hacia el año 320, quizá en Tomis, en el Ponto (Mar Negro). Argeo y Narciso fueron decapitados. Marcelino era sólo un recluta; como hubiera rechazado hacer el servicio militar fue primero flagelado con gran crueldad, y después encarcelado durante mucho tiempo hasta que fue arrojado al mar Negro. 
El Martirologio Romano señala circunstancias diferentes para su martirio ya que lo sitúa “En el territorio de Cori, a treinta miliarios de la ciudad de Roma”.
El edicto de Milán, resultado de una decisión conjunta de Constantino I y Licinio, había puesto fin a las persecuciones y concedido libertad de culto. Sin embargo, Licinio repetiría su papel de perseguidor poco antes de su muerte, acaecida en 323.

abadía de S. Columbano. Bobbio
San Bladulfo. M. c. 630. 
(Blidú. it.: Blidulfo, Bladulfo).
Martirologio Romano: En el monasterio de Bobbio en Emilia, san Bladulfo, sacerdote y monje, discípulo de san Columbano
Monje de Bobbio (Emilia, Italia), discípulo de san Columbano; vivió durante el abadiato de san Attala. Condenó la herejía del rey lombardo Ariovaldo: en la “Vita Columbani”, se relata que Ariovaldo, encontró a Bladulfo en el camino hacia Pavía, y dijo con intención de ofenderle: “He aquí uno de los monjes de Columbano que se niega a saludarme”. Entonces nuestro santo le respondió que lo habría saludado con gusto y profesara la verdadera fe y, allí mismo, le expuso el dogma trinitario. El arriano, humillado y furioso, aquella noche apostó dos esbirros con la orden que mataran al monje a bastonazos. Bladulfo, agredido, fue dejado tirado ensangrentado, convencidos que lo habían matado; pero, cuando fue socorrido, se levantó y dijo que nunca había dormido tan dulcemente. 
Este hecho acrecentó el favor popular hacia los monjes de Bobbio y se reavivó en todos la fe nicena. El mismo Ariovaldo, confundido, mandó pedir perdón a Bladulfo y después de su subida al trono, aunque siguió siendo arriano, no sólo no molestó más a los monjes, sino que los apoyó en el litigio con el obispo de Tortona. En Bobbio donde reposan sus reliquias, se le festeja, junto a otros santos monjes, el 16 de marzo. Tiene culto local.

San Mainquino de Limerick. s. VII. 
(Mainchin, Munchin. ing.: Mainchin of Limerich. galeico: Mainchin mac Setnai).
Martirologio Romano: En Luimneach, ciudad de Hibernia (hoy Irlanda), san Mainquino, celebrado como obispo.
Puede ser que fuera el primer obispo de Limerick (Irlanda) de donde es patrón. Se cuenta que Mainquino fundó Luimneach (Limerick) cuando era rey de Dál Cais, Ferdomnach, que le concedio tierras en Inis Sibtond. En realidad Mainquino no tuvo ningún sucesor en Limerick hasta el siglo XII y por ello su existencia parece muy dudosa al no poder verificarla con datos históricos. También es conocido como san Maicin o “pequeño monje”. 
En el Martirologio de Donegal su fiesta se celebra el 29 de diciembre. En Bruree, su fiesta es el 2 de enero como en el Martirologio Romano que lo nombra como obispo. Tiene culto local.

San Airaldo de Maurienne. M. 1146/60. 
(Ayraldo. fr.: Ayrald).
Destacado.
Martirologio Romano: En Maurienne, en la Saboya (hoy Francia), san Airaldo, obispo, que, tanto en la soledad de Portes como en la sede de Maurienne, supo conciliar la prudencia del pastor con la austeridad y las costumbres de los cartujos.
Fue prior de la cartuja de Portes en la diócesis de Belley. En 1132, después de la muerte del obispo Amadeo, Ayraldo le sucedió como obispo de Maurienne (Chambery) en Saboya (1132-1146). Ya sea como monje que como obispo, nuestro santo unió siempre la prudencia y el coraje del pastor a la austeridad y las costumbres propias de los cartujos. Constantemente estuvo dedicado al estudio y a la meditación, especialmente sobre la Pasión de Cristo. Ejerció santamente su ministerio hasta su muerte. Esta diócesis está hoy incorporada a las cercanas de Tarantasia y Chambery.

NUESTRA SEÑORA DEL AUXILIO.


Festividad mariana celebrada en Granada con motivo de la conquista de la ciudad por parte de los reyes católicos en 1492. Su festividad se celebra el 2 de enero, día de la capitulación.


HISTORIA:

 Singular es el patrocinio de Maria Santisima en las luchas de los cristanos españoles por la reconquista de su patria, que comienza en Covadonga y acaba ocho siglos despues en Granada.
El primer acto del recien elegido caudillo fue el de consagrar a la Madre de Dios sus menguadas huestes, encomendándole la protección de sus empresas. Para más obligarla en su favor la nombró capitana de sus ejercitos, y seguro de su auxilio se aprestó a enfrentarse al poderoso enemigo que avanzaba por el valle con más de cien mil soldados aguerridos.
Asi comenzó la reconquista, con una milagrosa victoria conseguida por la especial intercesión de Maria Santisima que buscó en Pelayo al hijo escogido que con su fe, piedad, constancia y valor debía servir de cuna a la monarquia de España.
La toma de Granada por los Reyes Católicos, que aeaeció el 2 de enero de 1492 como respuesta a un voto de los piadosos monarcas la Inmaculada Concepción de Maria.
Rendida la ciudad de Baza, antemural de Granada, Fernando e Isabel, deseosos de ver libre a toda su patria, celosos de que fuera adorado un solo Dios y honrada la Virgen Maria por todos los españoles, tomando la imagen de Nuestra Señora de las Victorias de la ciudad de Málaga, se dirigieron resueltos sobre la capital del reino moro.
El ejercito español se componia de cuarenta mil soldados y diez mil Caballeros, número insignificante para sitiar una ciudad de tan grandes dimensiones y que encerraba en su interior a más de doscientos mil habitantes; mas su verdadera fuerza no residia en su número, sino en el estandarte de la cruz, por el cual combatia, y la imagen de la Madre de Dios, bajo cuyo patrocinio entraba en los combates. No en vano el rey Don Fernando llevaba adornada su armadura con la imagen de la Inmaculada Concepción, la defensa de cuyo sublime misterio con tanto entusiasmo habia sido tomada por los reyes de la Corona de Aragón. Haciendo gala de su absoluta confianza en la Madre de Dios, la piadosa Isabel persuadió a su esposo de retirarse durante nueve dias al venerado monasterio de Guadalupe, para interesar más vivamente a la Virgen Maria en su empresa.
Mucho tiempo hacia que la ciudad estaba sitiada sin lograr los cristianos apoderarse de ella, y los ánimos comenzaban a decaer. En esta Situación, Doña Isabel propuso a su esposo prometer en voto solemne a la Madre de Dios consagrar a su Inmaculada Concepción la principal mezquita de Granada si, superadas las grandes dificultades, la capital caia en su poder. La propuesta fue muy del agrado del rey y el dia 1° de enero de 1492 los reales esposos, delante de sus tropas y ante el Cardenal Arzobispo de Toledo Don Pedro Gonzalez de Mendoza, hicieron público y solemne voto de consagrar la Madre de Dios la gran mezquita de Granada.
Con gran prontitud oyó Maria Inmaculada los votos de sus católicos reyes, pues cuando nadie lo esperaba, al dia siguiente, se presentó una embajada del rey moro al campamento cristiano a entregar a Fernando e Isabel las llaves de la ciudad y pactar las cláusulas de capitulación.
Poco después, el Cardenal de Toledo clavaba el estandarte de la Cruz y de Maria en la almena más alta del minarete de la mezquita que iba a consagrarse a la Inmaculada Concepción, mientras el Gran Maestre de la Orden de Santiago enarbolaba su estandarte en las demás torres. Los Reyes Catölicos no quisieron entrar en la ciudad hasta tanto la mezquita no se hallara purificada y en disposición de consagrarse la Purisima Concepción de Maria, lo que sucedió el dia de los Santos Reyes, en cuya fecha el ejercito y los monarcas penetraron en la ciudad cantando el Te Deum y dirigiendose ante todo a cumplir el voto que hicieron el dia primero de año.

ECOS:

¿Tenía alguna trascendencia este hecho? Pues sí, aparte de la conquista territorial, se ganaba para la cristiandad el único vestigio islámico en Europa occidental, de forma que se contraponía a la conquista de Constantinopla, hoy Estambul en 1453. Por eso no puede sorprendernos que la noticia se divulgara rápidamente por toda Europa, celebrándose con grandes fiestas, 
La noticia de la Toma de Granada fue celebrada con festejos en toda Europa: en Roma se celebró una procesión de acción de gracias del colegio cardenalicio; en Nápoles se representaron dramas alegóricos de Jacopo Sannazaro, en los que Mahoma huía del león castellano; en la Catedral de San Pablo de Londres, Enrique VII hizo leer una elogiosa proclama:
“Este hecho acaba de ser consumado gracias a la valentía y a la devoción de Fernando e Isabel, soberanos de España que, para su eterna honra, han recuperado el grande y rico reino de Granada y tomado a los infieles la poderosa capital mora, de la cual los musulmanes eran dueños desde hacía siglos”.
Precisamente a raíz de la conquista de Granada el papa Alejandro VIII en 1496 concedió a los monarcas españoles el titulo de Católicos Reyes.
Precisamente tres meses después se fundaba la Cofradía del Rosario de Granada, como un elemento primordial en la nueva evangelización del reino granadino.
Este día desde 1492 se ha celebrado en la Iglesia de Granada con el titulo de Ntra. Sra. Auxilio de los Cristianos, como acción de gracias y para poner bajo la protección de la Virgen el reino Granadino.
Un dato curioso es que hasta hace pocos años, a las tres de la tarde, las campanas de la catedral daban un toque para recordar la hora en que entraron los Reyes Católicos en Granada.
Asi terminö por intercesión de Maria la dominación agarena en España.