1 de junio de 2015

San JUSTINO "el Filósofo". (c.100 - c.165).

(Justino “Mártir”).
Justísimo.

Martirologio RomanoMemoria de san Justino, mártir, que, como filósofo que era, siguió íntegramente la auténtica sabiduría conocida en la verdad de Cristo y la confirmó con sus costumbres, enseñando lo que afirmaba y defendiéndola con sus escritos. Al presentar al emperador Marco Aurelio, en Roma, su Apología en favor de la religión cristiana, fue conducido al prefecto Rústico, ante quien se declaró cristiano, siendo condenado a la pena capital.



Filósofo romano, nacido en Flavia Neópolis de Samaria (la antigua Siquén y es la actual Nablus) en el seno de una familia pagana (tal vez de origen romano), aunque él se declaraba samaritano, por haber nacido en aquella región. Buscó incansablemente la verdad en los más diversos sistemas filosóficos (estoicismo, peripatetismo, pitagorismo, platonismo) hasta que terminó encontrándolo, a los 30 años, en Éfeso cuando un sabio le encaminó al estudio del Antiguo Testamento al reprocharle: "Tú eres amante del bien hablar, pero no un amigo de la acción y de la verdad". Se convirtió al cristianismo y consideró su obligación dar a conocer aquel tesoro que tanto le había costado encontrar. "El fuego se apoderó inmediatamente de mi alma y me invadió el amor de los profetas y de los hombres que son amigos de Cristo". Otro motivo de su conversión fue el heroísmo demostrado por los mártires defendiendo la fe. Escribió después de su conversión un discurso llamado "Oratorio a los Griegos", con el fin de convencer a los paganos. Después escribió "Exhortación a los Griegos".
A partir del año 130 marchó a Roma, donde abrió una famosa escuela, que tuvo por oyente, entre otros, a Taciano (futuro apologista). Escribió sus celebres "Apologías de la fe cristiana" dirigidas a los emperadores Antonio y Marco Aurelio y al mundo pagano, y su "Dialogo con el judío Trifón" para el mundo judío. Famosa fue ordenado su frase: "Poseer la verdad, poderla decir y callarla, es atraerse la ira de Dios". Es uno de los principales apologistas del cristianismo. Escribió: “La filosofía es el conocimiento de lo que existe, y un claro entendimiento de la verdad; y la felicidad es la recompensa de un conocimiento y un entendimiento así”. Luchó con su filosofía contra la sectas gnósticas, y puso las bases para que se formara el canon del Nuevo Testamento. Fue acusado de impiedad y ateísmo por el filósofo cínico Crescencio. En su proceso, el prefecto Junio Rústico, le  preguntó: "-¿Qué ciencia has estudiado? -He estudiado sucesivamente todas las ciencias, y he terminado por pararme en la doctrina de los cristianos. - ¿cuál es esta doctrina?. - Es la doctrina que los cristianos siguen religiosamente. - Tu piensas que irás al Cielo para recibir esta recompensa? - Yo no lo pienso, yo lo sé y estoy segurísimo de no dudar lo más mínimo". Murió decapitado junto con santos Caritón, Cariti, Evelpisto, Jeracio, Liberiano y Peón, por negarse a abjurar de su fe. MEMORIA OBLIGATORIA.  

Santos Caritón, Cariti, Evelpisto, Jeracio, Peón y Liberiano. M. c. 165. 
(Santos discípulos de san Justino).
san Justino y compañeros ante
el tribunal
Martirologio RomanoTambién en Roma, santos Caritón y Cariti, Evelpisto y Jeracio, Peón y Liberiano, mártires, todos los cuales fueron discípulos de san Justino, y junto con él recibieron la corona eterna.
Mártires en Roma, con san Justino “el Filósofo”. Evelpisto dijo en su interrogatorio cuando fue preguntado sobre lo que era respondió: "también yo soy cristiano, libertado por Cristo, y, por la gracia de Cristo, participo de la misma esperanza que estos". Liberiano en su proceso le preguntaron: "¿Y tú qué dices? ¿También tú eres cristiano? ¿También tú tienes religión?. Liberiano respondió: -También yo soy cristiano; en cuanto a mi religión, adoro al solo Dios verdadero." Peón, afirmó en su interrogatorio que su fe cristiana la había recibido de sus padres. 

San CAPRASIO DE LERINS. M. 430.

(fr.: Caprais de Lérins).
Cabrerizo.

Martirologio Romano: En la isla de Lérins, en la Provenza, san Caprasio, solitario, que, juntamente con san Honorato, se retiró allí y dio comienzo a la vida monástica.

Natural de la Galia, y renunciando a las grandes perspectivas que le ofrecía el mundo, se retiró a vivir como eremita en la isla de Lérins (Costa Azul en Francia); allí junto con santos Honorato de Arles y Venancio de Lerins, visitó las colonias monásticas de Oriente. El viaje fue muy duro ya que tuvieron grandes privaciones, y apenas llegaron a Grecia, san Venancio murió. Los otros dos regresaron a la Galia y, durante algún tiempo, se refugiaron en las montañas que circundan Fréjus, y después  volvieron a Lérins, con la finalidad de imitar la vida de los padres del desierto. Pronto se les unieron otros discípulos y fue necesario formar una comunidad como la de Tabenna en Egipto, inspirándose en la regla de san Pacomio, donde un gran número de pequeñas casas religiosas adoptaron una regla común y un único superior. 
Parece históricamente acertado afirmar que Caprasio nunca fue oficialmente el superior de la comunidad monástica, quizás porque era muy anciano o porque san Honorato tenía mayor carisma como administrador, pero de todas formas Caprasio está considerado como fundador y primer abad de Lérins, en cuanto director espiritual de Honorato y de todo el complejo monástico. San Hilario de Arles también fue monje este tiempo en Lérins. Caprasio cultivó la humildad con tenacidad. 
La santidad de Caprasio fue exaltada por san Euquerio, obispo de Lyon y por san Hilario de Arles, quienes estuvieron presentes cuando murió. En un panegírico que éste último entregó a san Honorato, alude a Caprasio como a un santo que ya está en el cielo. Todo lo que sabemos sobre él, proviene de esa «laudatio» de san Hilario de Arles.

San ÍÑIGO DE OÑA. M. 1068.

(Eneco, Enecón, Ignacio). 
Pendiente de la montaña. Bravo

Martirologio RomanoEn el monasterio de Oña, en el territorio de Burgos, de la región de Castilla, en Hispania, san Iñigo, abad, varón de paz, cuya muerte fue llorada también por judíos y musulmanes.

Nació en Calatayud, en el seno de una familia mozárabe. En 1034, ya desde hacía muchos años, vivió en soledad en los montes aragoneses, dedicado a una durísima penitencia a la oración y contemplación. Monje cluniacense en el monasterio benedictino de San Juan de la Peña. Movido de su prestigio, Sancho el Mayor, consiguió del abad de San Juan de la Peña, que Íñigo fuera destinado al monasterio de San Salvador de Oña como abad (tal como lo pedían los monjes de aquella nueva fundación burgalesa), aunque él en un principio mostró una gran resistencia a aceptar el gobierno del monasterio. 
Durante 35 años, dirigió sabiamente el monasterio y las muchas iglesias a él encomendadas. Y su presencia apareció frecuentemente junto al rey navarro García, hijo de Sancho el Mayor, tanto en las tierras riojanas de Nájera -donde había establecido la corte-, como en la fratricida batalla de Atapuerca, donde sucumbió traidoramente Don García, que vino a morir en los brazos de Íñigo. 
Íñigo no se separó de su rey ni de su monasterio, al cual engrandeció con su santidad y bien hacer. Fue un gran defensor de la convivencia y de la paz. Sustentó a los pobres y asistió a los enfermos, solícito siempre al bien de los demás. A su muerte le lloraron ya fueran cristianos, árabes o judíos. Fue canonizado por el papa Alejandro II en 1070. Patrón de Calatayud y de Oña. 

San TEOBALDO ROGGERI. (1100 - 1150).

(Teobaldo de Alba).
Príncipe del pueblo; pueblo valiente

Martirologio Romano: En la ciudad de Alba, en el Piamonte, san Teobaldo, que por amor a la pobreza dio todo su dinero para socorrer a una viuda y, trabajando como mozo de cuerda, por humildad llevó las cargas de los demás.

Nació en Vicoforte, actualmente Vico, en la provincia de Asti, en el seno de una familia de la pequeña nobleza local. Parece que cuando contaba 12 años, se quedó huérfano, dejó Vico y se trasladó a Alba donde se ocupó del taller de un zapatero para aprender el oficio, se estableció con la familia de su patrón para vivir una vida humilde entre los pobres. Después de la muerte de su benefactor, que había esperado verlo casado con su hija Virida, Teobaldo dejó Alba no sin procurar medios necesarios para vivir a la familia con la que había vivido durante casi diez años. Peregrinó a Santiago de Compostela, mendigando de puerta en puerta.
Regresó a Alba y eligió el oficio de barrendero, considerado el oficio más humilde y lo poco que ganaba se lo daba a los más pobres que él. Arrepentido por reaccionar indignado ante una ofensa recibida, quiso expiar su mal humor durante toda su vida, por ello se fue a dormir sobre la escalinata de la iglesia de San Lorenzo donde sirvió como sacristán en las horas libres que le dejaba su trabajo de mozo. 
Una noche que había ido a visitar a la viuda del zapatero, tuvo un fuerte dolor que le llevó a la muerte. Según sus deseos fue sepultado en el espacio comprendido entre las dos iglesias de San Lorenzo y San Silvestre. Su tumba fue meta de peregrinaje y de varios milagros, pero con el transcurrir del tiempo fue olvidada. 
Pero en 1429 fue descubierta por inspiración por el obispo de Alba, Alerino dei Rembaudi y en 1841, su culto fue reconocido oficialmente por la Santa Sede, siendo pontífice Gregorio XVI.  

Beato JUAN PELINGOTTO. (1240 - 1304).

(it.: Giovanni Pelingotto).
Dios es misericordioso. El que está en gracia de Dios. Admirable

Martirologio Romano: En Urbino, del Piceno, beato Juan Pelingotto, de la Tercera Orden Regular de San Francisco, que primero, siendo comerciante, procuraba favorecer más a los otros que a sí mismo, y luego, habiéndose recluido en una celda, solamente salía para atender a pobres y enfermos.

Nació en Urbino, hijo de un mercader; como no le gustaba el trabajo de mercader al que le había destinado su padre, le pidió permiso para dejarlo y dedicarse a obras del espíritu, el padre aceptó con la condición de que no ingresase en una orden religiosa, Juan aceptó. Ingresó en los Terciarios franciscanos en la iglesia de Santa María de los Ángeles y se dedicó toda su vida a la oración y a la obras de caridad, especialmente con los enfermos. Algunos pensaron que estaba loco porque siendo rico, vivía en la pobreza, pero parece que a él estas críticas no le importaban. Con sus oraciones y ejemplo logró que un hermano suyo cambiara de vida, ya que estaba en un camino muy licencioso y poco edificante. 
El amor por los pobres lo movía a privarse aun de lo necesario para socorrerlos; humildísimo, al caer en la cuenta de que sus conciudadanos lo tenían en grande estima, para despistarlos se hizo el loco, pero mientras más procuraba ocultarse, más manifiestas hacía Dios sus virtudes.
Peregrinó a Roma para el jubileo del año 1300, decretado por Bonifacio VIII. Era la primera vez que iba a la ciudad eterna y no era conocido por nadie; sin embargo, un desconocido al encontrarse con él, lo señaló a sus compañeros diciendo: "¿No es este aquel santo hombre de Urbino?". Otros varios hechos manifestaron claramente que el Señor quería hacer conocer su santidad. 
De regreso a su ciudad natal, intensificó su vida espiritual deseando ardientemente la patria celestial. Fue atacado por una gravísima enfermedad que lo redujo pronto a las últimas, y lo hizo perder hasta el habla, que recuperó completamente sólo en los últimos días de su vida terrena. Supo ser imitador de san Francisco de Asís incluso en el dolor. 
Toda su vida vivió el estado de pobreza y humildad que marcaba el estilo franciscano. El demonio no cesaba de molestar con horribles tentaciones a este terciario penitente que siempre había guardado intacta la pureza de su alma. Andaba repitiendo: "¿Por qué me molestas? ¿Por qué me echas en cara cosas que nunca he cometido y en las cuales nunca he consentido?". Y abandonándose confiado en los brazos de la misericordia divina, con voz fuerte dijo: "Y ahora, vamos con toda confianza!". Uno de los presentes dijo: "Padre, ¿adónde vas?". "¡Al Paraíso!", respondió. Dicho esto, su rostro se puso bellísimo, sus miembros se relajaron y, poco después expiró serenamente. Cuando murió en Urbino, el pueblo le tuvo como santo, porque su vida había edificado a todos. El culto al beato Juan Pelingotto fue confirmado en 1918 por Benedicto XV. 

Beato JUAN STOREY. (1504 - 1571).

(ing.: John Storey).
Dios es misericordioso. El que está en gracia de Dios. Admirable

Martirologio RomanoEn Londres, en Inglaterra, beato Juan Storey, mártir, que, experto en derecho, fue fidelísimo al Romano Pontífice. Tras haber padecido la cárcel y el exilio, por su fe católica fue condenado a muerte y ahorcado en Tyburn, alcanzando así los gozos eternos.


Nació en el norte de Inglaterra y estudió en Oxford, donde se doctoró en Derecho y fue nombrado presidente de Broadgate Hall y primer real profesor de Derecho civil. Después de 1547 se casó y fue elegido miembro del parlamento representando a Hindon en el condado de Wiltshire. Había jurado el "Acta de Supremacía" de Enrique VIII pero se opuso al acta de uniformidad y a las reformas litúrgicas de inspiración protestante de Eduardo VI y se permitió repetir en el Parlamento el versículo del "Eclesiastés" de que pobre el país que tiene por rey a un niño, lo que le valió la prisión en la Torre de Londres, de la que salió a los pocos meses. Emigró a Lovaina y no volvió hasta que subió al trono María Tudor. Fue nombrado canciller del obispado de Londres y del de Oxford, actuando de procurador en el juicio contra Cramer.
Se opuso, bajo Isabel I, al "Acta de Supremacía", lo que le valió ser arrestado dos veces, logrando fugarse en 1563 y pasando a Lovaina. Fue nombrado censor de libros por Felipe II y, admitido como súbdito suyo, subía a las naves inglesas que llegaban a Amberes para revisar los libros que traían; pero los espías de la reina Isabel le siguieron, lo raptaron y devolvieron a Inglaterra, donde fue ahorcado y descuartizado en Tyburn, Londres, con una falsa acusación de traición. Su apelación de ser súbdito del rey de España no le sirvió. El 29 de diciembre de 1886, el papa León XIII confirmó su culto, que equivale a su beatificación. 

Beatos ALFONSO NAVARRETE, FERNANDO DE SAN JOSÉ AYALA y LEÓN TANAKA. M. 1617.


Martirologio RomanoEn Omura, en Japón, beatos mártires Alfonso Navarrete, de la Orden de Predicadores, Fernando de San José de Ayala, de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, y León Tanaka, religioso de la Compañía de Jesús, que, por decisión del comandante supremo Hidetada, fueron decapitados a causa de la fe cristiana.

Los dominicos, llegados al Japón en 1602, establecieron su campo de misión en la isla de Kyóshó. Cuando llegaron ya se había promulgado el edicto de persecución contra los cristianos, a pesar de las torturas y los tormentos antes de la ejecución que practicaban los japoneses, los misioneros católicos no se detienen. El primero que llegó fue el madrileño padre el beato Francisco Morales, junto con otros cinco dominicos que se asentaron primero en Koshiki y extendieron su campo de acción por otras partes del Japón, fueron llegando nuevos misioneros, y se fueron convirtiendo los indígenas. Gracias a la relativa calma que hubo en primera década del siglo XVII fundaron las iglesias de Kyoto y Osaka. Pero en 1616 se inició una nueva persecución mucho más fuerte, y las cárceles se fueron llenando de misioneros y cristianos indígenas. Por privilegio especial los dominicos encarcelados podían admitir a la Orden, mediante la profesión, a cristianos de probada fidelidad y de piedad; dado el fervor religiosos que se respiraba en la cárcel, la cárcel parecía más un convento que una prisión. Todos compartieron la oración y el testimonio apostólico.

Alfonso Navarrete (1571 - 1617). Nació en Logroño en 1571. Ingresó en los dominicos en el convento de San Pablo de Valladolid y trabajó primero como misionero en Filipinas (1596) donde trabajó en la provincia de Cagayán pero una enfermedad le obligó a regresar a España para restablecerse; allí se dedicó a reclutar misioneros para el Extremo Oriente. En 1611 fue enviado a Miyako, Japón, de ahí a Nagasaki, de donde fue desterrado en 1614. Fue nombrado vicario provincial y promovió la Cofradía del Rosario, que dio a la Iglesia numerosos mártires, y la Hermandad de la Caridad para atender a los enfermos. Se dice que convirtió al cristianismo a muchas personas. Se le conoció como “el san Vicente de Paúl” del Japón, porque se dedicaba a rescatar a los niños abandonados. En 1617 fue a Ômura, donde predicó abiertamente el evangelio, por lo que fue detenido y llevado de una parte a otra de la bahía de Ômura, hasta ser decapitado en Tkashima junto al  agustino Fernando de San José Ayala. Es el protomártir de los dominicos en el Japón. 

Fernando de San José (1575 - 1617). Nació en Ballestero, en la diócesis de Toledo en 1575. Ingresó en los agustinos en Montilla y en 1603 fue enviado a Méjico y después al Japón (1605) como vicario provincial. Trabajó con mucho éxito en Oxaka hasta que fue capturado y ejecutado en Ômura. 

León Tanaka. Nació en el seno de una familia cristiana japonesa. En su adolescencia fue acogido por los misioneros jesuitas y lo prepararon para ser catequista tanto de niños como de catecúmenos. Profesó como jesuita. Como catequista trabajó para el beato jesuita Juan Bautista Machado de Tavora, como era costumbre de asignar a cada misionero un catequista; le acompañó en todas su correrías apostólicas, llegando a la isla de Goto, donde fueron arrestados. León se negó a separarse del misionero. Fueron encerrados en la prisión de Ômura. El padre Machado fue martirizado el 22 de Mayo, y a León se le ofreció la vida y la libertad si apostaba, pero no quiso. Fue decapitado en Ômura. Fueron beatificados el 7 de mayo de 1867 por SS Pío IX.

Beato JUAN BAUTISTA VERNOY DE MONTJOURNAL. (1736 - 1794).

(fr.: Jean-Baptiste Vernoy de Montjournal).
Dios es misericordioso. El que está en gracia de Dios. Admirable

Martirologio RomanoEn una nave prisión anclada frente al puerto de Rochefort, en Francia, beato Juan Bautista Vernoy de Montjournal, presbítero y mártir, que, canónigo de Moulins, durante la Revolución Francesa fue encarcelado por el hecho de ser sacerdote y murió a consecuencia de la enfermedad que contrajo en prisión.

Llegada de los sacerdotes deportados a Rochefort
Nació en Moulins, Francia, de donde su padre, Juan Bautista, era presidente-tesorero. Habiendo sentido la vocación eclesiástica, hizo los estudios, se ordenó sacerdote y el 22 de febrero año de 1763 fue investido como canónigo de la catedral de Notre Dame de Moulins, siendo nombrado dos años más tarde colector del trigo perteneciente al cabildo.
Llevó una vida honesta y piadosa, cumpliendo con sus obligaciones como canónigo, con fama de muy buen sacerdote y excelente director de conciencias hasta que, llegada la Revolución, su cabildo fue suprimido tal como los demás. Permaneció en Moulins y cuando se le ordenó prestar el juramento de acatamiento a la "Constitución Civil del Clero", se negó firmemente alegando que era contrario a la fe católica y a su conciencia. Por ello las autoridades del departamento de l'Allier le mandaron arrestar en 1793, figurando en la lista de los que se negaban a prestar el juramento de libertad-igualdad (18 de mayo de 1793). Llevado a la cárcel alegó enfermedad para no ser deportado, pero no le sirvió. 
Hubo de dejar Moulins en el convoy de noviembre por las costas de la Charente inferior. En abril del año siguiente consta que estaba detenido en el barco “Borée”, pasando luego al llamado “Les Deux Associés”, donde murió de miseria y enfermedad el 1 de junio de 1794, siendo una de las primeras víctimas de Rochefort. Fue beatificado con sus compañeros mártires el 1 de octubre de 1995 por san Juan Pablo II.

Beato JUAN BAUTISTA SCALABRINI. (1839 - 1905).

(it.: Giovanni Battista Scalabrini).
Dios es misericordioso. El que está en gracia de Dios. Admirable

Martirologio RomanoEn Piacenza, en Italia, beato Juan Bautista Scalabrini, obispo, quien trabajó incansable por el bien de su iglesia y mostró un especial interés por los sacerdotes, los agricultores y los obreros, llevando particularmente en su corazón a los que emigraban a los países de América, para los cuales fundó dos Pías Sociedades del Sagrado Corazón.

Nació en Fino Monasco, Como. Fue ordenado sacerdote en 1863. Fue primero profesor y luego rector del seminario de San Abundio, y en 1870 lo nombraron párroco de San Bartolomé. El beato Pío IX lo nombró obispo de Piacenza, en 1876. 
Realizó cinco visitas pastorales a su diócesis, sin importarle los riesgos de los caminos y las distancias de las parroquia. Fue un pastor excelente: fomentó el culto eucarístico, las vocaciones sacerdotales y religiosas y dio al seminario un nuevo plan de estudios en la línea que luego marcaría el papa León XIII; insistiendo en la necesidad de coherencia y unidad en el seno de la Iglesia. Practicó de forma heroica la caridad asistiendo a enfermos del cólera, visitando a los enfermos y a los encarcelados, socorriendo a los pobres y a las familias en desgracia, y siendo generoso en el perdón. Salvó del hambre a miles de campesinos y obreros, despojándose de todo, vendiendo sus caballos, así como el cáliz y la cruz pectoral que le regaló el Papa Pío IX.
Fue muy notable su labor social. Creó un instituto para sordomudos, numerosas cajas rurales, asociaciones y cooperativas obreras y sociedades de ayuda mutua. Comprendió la importancia del catecismo, celebró el primer congreso italiano de catequesis en 1889 y fundó el primer periódico catequético de Italia. Pío IX lo definió «apóstol del catecismo », porque hizo lo posible para que lo enseñaran en todas las parroquias bajo forma de escuela, incluso para los adultos. 
Llamado en Italia “padre de los emigrantes”, dedicó su vida a la protección de los millones de italianos que abandonaron su patria a finales del siglo XIX para buscar fortuna en América, a veces en condiciones de semiesclavitud. Apoyó las iniciativas de santa Francisca Javier Cabrini. Fundador en 1887 de la Congregación de los Misioneros de San Carlos (Scalabrinianos), para la asistencia material y espiritual de los emigrantes, ocho años después creó la Orden de las Hermanas Misioneras de San Carlos. 
Su intensa actividad episcopal tenía su origen e inspiración profunda en una fe ilimitada en Jesucristo. Su programa era: «Hacerme todo a todos para ganarlos a todos para Cristo». Estaba profundamente enamorado de la Eucaristía: pasaba horas en adoración delante del Santísimo; durante la jornada le hacía muchas visitas y hasta quiso ser sepultado con todo lo necesario para la celebración de la santa misa. Sentía gran pasión por la cruz y una tierna devoción a la Virgen, que se manifestaba en sus homilías y peregrinaciones a santuarios marianos. Este amor le llevó a entregar las joyas de su madre para la corona de la Virgen. Falleció en Piacenza el 1 de junio de 1905, fiesta de la Ascensión del Señor. Sus últimas palabras fueron: «¡Señor, estoy listo. Vamos!». Fue beatificado por SS. Juan Pablo II el 9 de noviembre de 1997.

San ANÍBAL MARÍA DI FRANCIA. (1851 - 1927).

(it.: Annibale Maria Di Francia).
Gracia, beneficio de Baal.

Martirologio RomanoEn Mesina, ciudad de Sicilia, de nuevo en Italia, san Aníbal María Di Francia, presbítero, que fundó la Congregación de Padres Rogacionistas del Corazón de Jesús y la de Hijas del Divino Celo, para rogar al Señor santos sacerdotes para su Iglesia y cuidar a huérfanos sin recursos.

Nació en Messina (Italia), en el seno de una familia de la nobleza; era hijo de los marqueses de Santa Catalina de Jonio. Fue ordenado sacerdote en 1882, cuando ya sus dos vocaciones específicas estuvieron bien definidas: la oración por las vocaciones sacerdotales y la opción por los pobres. 
Cuando tenía 17 años, estando orando, tuvo una iluminación acerca del mandamiento de Jesús: “Rogad al dueño que envíe operarios a su mies” (Mt 9, 38). Y decidió ser apóstol del “Rogate ergo”, de la oración por las vocaciones. Y además el encuentro con un ciego en los barrios pobres de Messina, le decidió dedicarse al apostolado con los más pobres. Con el consentimiento de su Obispo, fue a habitar en aquel «gueto» y se comprometió con todas sus fuerzas en la redención de aquellos infelices, que, se presentaban, ante su vista, según la imagen evangélica, como «ovejas sin pastor». Fue una experiencia marcada por fuertes incomprensiones, dificultades y hostilidades de todo tipo, que él superó con grande fe, viendo en los humildes y marginados al mismo Jesucristo y realizando lo que definía: «Espíritu de doble caridad: la evangelización y la ayuda a los pobres».
En 1882 abrió un orfanato de niñas, y en 1883, el de niños, que los puso bajo el patrocinio de san Antonio de Padua. Empezó a recoger limosnas en su favor, el Pan de San Antonio. En 1886, pudo colocar el Santísimo en la humilde capilla del suburbio. Después de pasar el día mendigando para los pobres, se pasaba la noche en adoración ante el Santísimo. Para difundir la oración por las vocaciones promovió numerosas iniciativas, tuvo contactos epistolares y personales con los Sumos Pontífices de su tiempo; instituyó la Sagrada Alianza para el clero y la Pía Unión de la Rogación Evangélica para todos los fieles. Fundó el periódico “Dio e il Prossimo” que tuvo gran difusión, dedicado a pedir por las vocaciones gracias a la mediación de los santos patronos locales. 
Después de varias visicitudes en las que no encontró la respuesta que esperaba de los consagrados para iniciar su ideal, en 1887, fundó los Rogacionistas del Corazón de Jesús y las religiosas Hijas del Divino Celo, promoviendo entre los fieles la conciencia de rezar intensamente por las vocaciones sacerdotales y la atención de lo pobres, especialmente en la obra asistencial para socorrer a los dañados del terremoto de 1908. 
Grande fue el amor que tuvo por el sacerdocio, convencido que sólo mediante la obra de los sacerdotes numerosos y santos es posible salvar a la humanidad. Se comprometió fuertemente en la formación espiritual de los seminaristas, que el arzobispo de Messina confió a sus cuidados. Fue él mismo, el primero, en ser buen obrero del Evangelio y sacerdote según el corazón de Dios. Su caridad, definida «sin cálculos y sin límites», se manifestó con connotaciones particulares también hacia los sacerdotes en dificultad y las monjas de clausura.
Ya durante su existencia terrenal fue acompañado por una clara y genuina fama de santidad, difundida a todos los niveles, tanto que cuando el 1 de junio de 1927 falleció en Messina, la gente decía: «Vamos a ver el santo que duerme». Fue beatificado por SS Juan Pablo II en 1990 y canonizado por el mismo pontífice el 16 de mayo de 2004.

OTROS SANTOS DEL DÍA:


mártires
Santos Amón, Zenón, Ptolomeo, Ingenuo y Teófilo. M. 249. 
Martirologio RomanoEn Alejandría de Egipto, santos mártires Amón, Zenón, Ptolomeo e Ingenuo, soldados, y el anciano Teófilo, los cuales, estando presentes en un proceso, al darse cuenta de que uno de los cristianos que era martirizado flaqueaba y se inclinaba a apostatar, con el rostro, la mirada y los gestos intentaron animarle, y al ser objeto de recriminaciones por parte del populacho, se adelantaron confesándose cristianos, y así es cómo por medio de su victoria, Cristo, que les infundió constancia, triunfó en ellos gloriosamente.
Mártires en Alejandría. Amón era el tribuno encargado de mantener el orden durante una sesión de martirio, y junto con sus compañeros, todos soldados, menos Teófilo, que era un anciano del público, al ver que uno de los mártires dudaba, pusieron las cosas en su orden dándole ánimos y compartiendo su misma suerte. 

Licópolis (actual Asyut)
San Isquirión y cinco soldados. M. 250. 
(Esquirión, Iscirión). 
Martirologio RomanoEn Licópolis, también en Egipto, santos mártires Isquirión, oficial del ejército, y otros cinco soldados, que, por orden del prefecto Arrio, y en tiempo del emperador Decio, por su fe en Cristo fueron muertos con variadas formas de martirio
Se piensa que es el mismo san Isquirión que se celebra el 22 de diciembre y que murió el mismo año en Alejandría de Egipto.

San Próculo de Bolonia. M. c. 304. 
(it.: Proclo).
Nacido en ausencia del padre
Martirologio Romano: En Bolonia, ciudad de la Emilia, san Próculo, mártir, que por su fe cristiana fue crucificado.
Soldado romano, nacido en Iliria, crucificado en Bolonia, durante la persecución de Diocleciano. Parece que es una duplicación del santo del mismo nombre que fue obispo de Bolonia. Además se celebraban en otras fechas un Próculo de Ravena, soldado hacia el 300, y un Próculo de Terni, obispo hacia mediados del 500. Tanta coincidencia dio pie a que se investigaran con más minuciosidad las tradiciones, y el resultado -al menos hasta la edición actual del Martirologio- es que parece que los cuatro no son sino el mismo, un mártir de inicios del siglo IV.

relicario de san Floro
San Floro de Lodéve. M. 389. 
 (fr.: Flour de Lodéve).
Martirologio Romano: En Auvernia, en Aquitania, san Floro, que dio nombre al monasterio que se edificó sobre su tumba, así como a la ciudad y a la sede episcopal.
Primer obispo de Lodève. Apóstol del Languedoc. Según la leyenda fue uno de los 72 discípulos de Cristo. Una tradición que parte desde el siglo XIV dice que Floro fue el primer obispo de Lodève: era un discípulo de san Pedro, que evangelizó la Alta Auvernia y murió en el actual pueblo de Saint-Flour. Puede que sea una duplicación de san Floro. Patrón de Auvernia y de la diócesis de Saint-Flour. Tiene culto local.

San Fortunato de Montefalco. M. c. 400. 
(it.: Fortunato di Spoleto).
Afortunado, dichoso
Martirologio Romano: En Montefalco, en la Umbría, san Fortunato, presbítero, de quien se dice que, siendo pobre, con su trabajo constante ayudó a los desvalidos, y que entregó su vida en favor de los hermanos.
Nació presumiblemente en Montefalco. Presbítero en Torrita cerca de Montefalco en la Umbría. Según la tradición trabajaba la tierra, y se encontró dos monedas que guardó en su bolsillo. Al llegar a casa un pobre le pidió dinero, y vio las dos monedas relucientes y de gran valor, entonces le entró la tentación de guardárselas, y como viera en ello avaricia, se las entregó al pobre. Para sus vecinos fue siempre ejemplo de trabajador y de caridad fraterna. Murió decapitado. Patrón de Montefalco. 

San Ronón de Quimper. s. VI. 
(Román, Ronán. fr.: Renan, Regnan, Cronan, Reun).
Martirologio RomanoEn Bretaña Menor, san Ronón, obispo, que, habiendo llegado por mar desde Hibernia, llevó vida eremítica en los bosques del lugar.
Antiguo obispo que trabajó en Cornualles y Bretaña; parece ser que pudo ser un anacoreta irlandés que evangelizó la zona. Fue discípulo de san Patricio y obispo en Irlanda, pero deseando mayor perfección, dejó su sede y desembarcó en Armórica donde vivió en soledad, dedicado a la oración y penitencia. Patrón de Quimper. Tiene culto local.

San WistanM. c. 850. 
(Vistano, Winston, Wistano). 
Martirologio Romano: En la región de Leicester, en Inglaterra, san Vistano, mártir, que, perteneciente a la estirpe real de Mercia, por oponerse al matrimonio incestuoso de su madre fue asesinado por la espada del tirano.
Príncipe de la casa real de Mercia. La leyenda afirma que fue decapitado, cuando todavía era adolescente, en Wistantostow in Shroposhire, por su primo hermano Berhtric, que quería casarse con la madre de Wistan, la regente Elfreda, a lo cual él se negaba. Tiene culto local. 

San Simeón de Tréveris. M. 1035. 
(Jimeno, Ximeno. al.: Simeon von Trier).
El que obedece. Dios escucha. 
Martirologio Romano: En Tréveris, ciudad de Renania, en Lotaringia, san Simeón, el cual, nacido de padre griego en Siracusa, después de haber llevado vida eremítica en Belén y en el Sinaí, murió finalmente recluido en la torre de la Puerta Negra de esta ciudad.
Nació en Siracusa, después de estudiar en Constantinopla, se fue en peregrinación a Tierra Santa, donde conoció al arzobispo de Tréveris, san Ponón. Vivió como ermitaño en la orilla del Jordán; se unió a la comunidad de Belén, pero la dejó para vivir en el monte Sinaí como ermitaño. 
El abad de la comunidad le envió como misionero ante el duque de Normandía, y después de varias aventuras se estableció en Tréveris donde el arzobispo san Ponón de Tréveris le ordenó observar la obediencia del abad benedictino de San Martín, y le concedió vivir como recluso en la torre de Porta Negra, la antigua puerta romana de Tréveris; fue este abad quién le asistió en su muerte y escribió su vida, que está llena de leyendas fantásticas. Fue canonizado el 25 de diciembre de 1041 por el papa Benedicto IX.  

San José Tuc. (1842 - 1862). 
El acrecentará. Añadido. Crecimiento.  
Martirologio RomanoEn la ciudad de Hung Yen, en Tonkín, san José Tuc, mártir, joven campesino que se negó a pisar la Cruz, por lo que fue encarcelado y martirizado varias veces, hasta ser decapitado en tiempo del emperador Tu Duc.
Nació en Hoang-Xa, Tonkin. Joven agricultor, que mostraba un gran interés por mejorar su cultura. Acusado de ser cristiano fue arrestado y pasó por las cárceles de Hung-Yen y de Dong-Ket, en las que pasó hambre, sed, cargado con la canga y cadenas, y donde estuvo cuatro meses, hasta que le regresaron a Hung-Yen, donde se negó a pisar la cruz y apostatar, pese a su juventud y a que fue amenazado de muerte, no se volvió atrás. Fue decapitado por orden del emperador Tu Duc. Fue canonizado el 19 de junio de 1988 por SS Juan Pablo II.

Beata Hildegarda Burjan. (1883 - 1933). Fundadora de la Sociedad de Vida Apostólica Caritas Socialis. (Ver) 11 de junio.

VIRGEN DE LA LUZ.


La ciudad de Cuenca tiene por Patrona a la Virgen de la Luz, cuya fiesta se celebra con gran esplendor el día primero de junio. 
La devoción a la Virgen de la Luz es antiquísima en la ciudad de Cuenca. Del origen y vicisitudes de esta advocación existe una tradición que se mezcla entre la leyenda y la historia.


HISTORIA:

Cuenta la historia que a lo largo del siglo XII, los cristianos llegan en sus correrías hasta las mismas murallas de Cuenca, sin posibilidades, en principio de apoderarse de ella, ya que era inexpugnable  y la idea no muy clara de su conquista hace retroceder ésta hasta finales de dicho siglo. Pero cuando el rey de Castilla, Alfonso VIII decide ir a su conquista nos encontramos ya en el año 1.177. Para ello cuenta con el inestimable apoyo del Alfonso II de Aragón, la recién fundada Orden Militar de Santiago y la Orden de los Templarios.
Se cuenta que la aparición de la Virgen de la Luz al rey de Castilla Alfonso VIII, tuvo lugar en sueños; parece que la Virgen había pedido al rey que iniciase la reconquista de la ciudad, pues ella estaría de su parte prestándole una importante ayuda para que rompiese aquel cerco de rocas. De tal manera que Alfonso VIII tomó la decisión de rodear Cuenca distribuyendo sus fuerzas estratégicamente. Para ello le pone sitio el día 6 de enero de 1.177, festividad de los reyes magos. El rey Alfonso VIII pone cerco a la ciudad colocando a su ejército de tal manera que nadie pueda entrar ni salir de ella sin ser controlado por él.  
El campamento principal lo mandó instalar en el llamado Campo de San Francisco, donde hoy se encuentra emplazada la Parroquia de San Esteban y la Diputación Provincial. Ordena situar a sus fuerzas de tal manera que no puedan recibir ayuda del exterior ni ninguna clase de víveres, el hambre podría ser su gran aliado ante tan difícil empresa. 
Se montan guardias a corta distancia a fin de que no puedan ser sorprendidos, permitiendo sólo la salida de los rebaños de los cristianos que vivían en el interior de la ciudad. De varios rebaños que salieron sólo permitieron regresase uno de ellos, ya que no querían sirviesen las ovejas de los mismo de avituallamiento del enemigo que dominaba y ocupaba la ciudad. Como permitían los cristianos que algunos rebaños de ovejas pastasen en el espacio del actual Recreo Peral y la Puerta de San Juan (entonces Puerta de Aljaraz), fue motivo por el cual un día cuando un grupo de soldados cristianos vigilaban aquella parte del río divisaron como unos asnos y ovejas remontaban el terreno y desaparecían poco después. Con toda rapidez fueron en su busca, pero cuando llegaron al lugar por donde habían desaparecido observaron que había un fuerte portón de madera herméticamente cerrado, por lo que decidieron regresar al campamento y contar al rey lo que habían visto.
Enterado el rey decide que un grupo de hombres expertos estudiase el lugar durante algunos días controlando todo lo que por allí ocurra a cada momento. Sin perdida de tiempo manda a sus mejores hombres con la misión de coger a un pastor cristiano que pase diariamente por aquella puerta y les explique qué deben hacer para pasar por aquel portón y tomar la ciudad. El rey presentía que hallarían la formula, pues tenía plena confianza de lo que la Virgen le prometió en sus sueños. Cuando varios pastores regresaban a la ciudad con las ovejas fueron sorprendidos sin que los vigilantes de las almenas se diesen cuenta del hecho y en la refriega matan a dos de ellos. Cuando se acercaron al tercero (Martín Alhaja) se puso de rodillas gritando que era cristiano y que había recibido un mensaje de la Virgen para ayudarles a entrar en la ciudad. Les indicó que les ayudaría a pasar mezclados entre las ovejas y pasarían la vigilancia del encargado de su custodia por tratarse de un hombre ciego. Con la mayor rapidez fue informado el rey mandando suficientes hombres para que esa misma noche la soldadesca se apoderase de la ciudad.
Se hizo tal como había dicho el pastor, puesto que él se encargó de distraer al ciego, mientras hablaban iba tocando este las ovejas y no se percató de la hábil entrada que hicieron un buen numero de soldados cristianos, ya que se cubrieron con pieles de ovejas que mataron. Una vez dentro se lanzaron sobre los centinelas a los que mataron sin apenas darse cuenta de lo ocurrido. A una señal irrumpieron los soldados que esperaban junto al río y poco a poco pasó parte del ejército, iniciándose combates a lo largo de toda la noche. Cuando al día siguiente el sol inundaba con sus rayos la ciudad ya no era árabe sino cristiana. Era ese el día 21 de septiembre, festividad de San Mateo, cuando el rey Alfonso VIII recibía las llaves de aquella ciudad llamada Cuenca y que había sido calificada de inexpugnable.
Como había prometido aquel joven rey dio inmediatamente la orden de comenzar la ermita, puesto que se habían hecho ya las zanjas y elegido la piedra que se utilizaría. En poco tiempo se levantó siendo bautizada con el nombre de Santuario de la Virgen de la Luz, debido a que un pastor cristiano había visto una luz cuando pasaba de noche por el puente y al acercarse vio a la Virgen con un candil en la mano. También se ha conocido este Santuario con el nombre de la Virgen del Puente.
Y cuenta otra historia que aquella primera noche que el rey durmió en Cuenca tuvo, en sus sueños, una revelación en la que se le indicaba que en una hoquedad que había un poco más abajo del puente musulmán, los primitivos cristianos habían escondido una imagen de la Virgen. Sólo sería preciso efectuar unas excavaciones no muy profundas y rápidamente hallarían la imagen de aquella Virgen. Dio orden para que un grupo de soldados buscasen en el lugar soñado encontrando una preciosa talla de la que sería después denominada Virgen de la Luz, ordenando construir una ermita para recordar el suceso muy cerca de donde fue encontrada.  
Es una historia larga y rica en detalles, en nombres, en fechas y en documentos. Los favores recibidos en la ciudad por su mediación, especialmente en el siglo XVIII, fueron muchos, como así consta en documentos de diversas épocas.

SANTUARIO, IMAGEN Y RECONOCIMIENTOS:

Se cuenta que allá  por el año 1345 unos frailes llamado "Antoneros" fundaron una especie de convento-hospital en el cual se curaban aquella serie de enfermedades terriblemente peligrosas de la Edad Media, destacando entre todas ellas, el "Fuego Sacro", que algo más tarde recibiría el nombre de "mal francés". Esta congregación hospitalaria de frailes hizo mucho  bien a los enfermos, tenían a San Antón como patrono, y precisamente a esta circunstancia se debe esta duplicidad de nombre referido a esta parroquia denominada Virgen de la Luz y San Antonio Abad (San Antón). Las apariciones de la Virgen fueron varias a lo largo de los nueve meses de asedio, motivo por el cual el rey vigiló muy de cerca el levantamiento de aquella ermita cuya construcción primitiva en el siglo XIII ha ido desapareciendo en el transcurso del tiempo debido a las reformas efectuadas, pues la Parroquia es de estilo barroco, quedando aún su portada plateresca.
El santuario actual, construido en 1760, queda a muy corta distancia de donde debió de estar la primitiva ermita. Por su situación junto al puente sobre el río Júcar se le ha conocido también como ermita del Puente, y por ser la sede patronal muchos la conocen hoy como ermita de la Virgen de la Luz.
La venerada imagen fue coronada canónicamente el día 1 de junio de 1950, por el nuncio de S. S. Mons. Cocognani, siendo obispo de la diócesis D. Inocencio Rodríguez Diez. Fue un acontecimiento religioso-festivo de carácter provincial sin precedentes, en el que estuvieron presentes 83 imágenes patronales llegadas de otros tantos pueblos de la provincia.            
La Virgen de la Luz, es alcaldesa honoraria de la ciudad de Cuenca. Según escribe Francisco Gómez de Travecedo, la imagen de la Virgen está elaborada con piedra negra y lleva un Niño entre sus brazos y un candil o luminaria en la mano derecha. En esto, por cierto, coincide con una tradición medieval muy extendida en otros lares.