28 de octubre de 2014

Santos SIMÓN "Apóstol" y JUDAS TADEO. s. I.


Martirologio Romano: Fiesta de los santos Simón y Judas, apóstoles, el primero apellidado Cananeo o Zelotas, y el segundo, hijo de Jacob, llamado también Tadeo, y que en la última cena preguntó al Señor acerca de su manifestación, recibiendo esta respuesta: El que me ame, observará mi palabra, y el Padre mío le amará, y vendremos a él y haremos nuestra mansión en él.

Simón: en el Evangelio aparece como "el Cananeo" o "el Zelotas" (At 1,13; Mt 10,4). San Jerónimo creyó que nació en Caná, pero el dato no es fiable. Era llamado "el ferviente" por proceder de un partido religioso-político, extremadamente exigente, aunque esto no parece probable sino que fue "celoso" en cumplimiento de la Ley y de las tradiciones judías (Gal 1,14). Después de la Ascensión, predicó en primero en Samaria, luego en Abisinia, Egipto, Mesopotamia y Persia, junto al apóstol Judas. Otros dicen que fue apóstol en Inglaterra. 
Murió mártir (según la tradición junto a san Judas) aserrado en dos, y según otros, crucificado. Algunos confunden al apóstol Simón con el homónimo primo del Señor (san Simeón), hermano de Santiago el Menor, a quién sucedió como obispo de Jerusalén (62-106), fecha de su martirio en tiempos de Trajano, aserrado por medio. Está enterrado en la basílica de San Pedro de Roma. 

Judas, en el Evangelio, aparece como hermano (o hijo) de Santiago, Mc 3,18 (o también Tadeo, Mt 10,3); apodado "Tadeo" por confusión con Simón, fue llamado también él "zelotes". La palabra “Tadeo” significa “magnánimo”. Parece que estaba casado. Ha de excluirse que sea "hermano" (primo) de Jesús (Mc 6,13) y hermano de Santiago el Menor. Aparece en la última Cena, interrumpiendo a Jesús: “¿Cómo es que tienes que manifestarte a nosotros y no al mundo?”. Jesús le respondió: “El que me ama guardará mi palabra, mi Padre y yo vendremos a él y viviremos en él”. (Jn 14,22). 
Escribió una carta contra los primeros herejes doctrinales: "Estos son los que mancillan vuestro ágapes, cuando con vosotros banquetean sin recato, hombres que se apacientan a sí mismos, nubes sin agua que los vientos se llevan, árboles de otoño que fenecen desprovistos de fruto, dos veces muertos, arrancados de raíz".
 Se supone que tras la muerte de Cristo predicó el cristianismo en Palestina, después en Arabia, Siria y Mesopotamia y por úlitmo en Edessa, y quizás murió en Persia con san Simón, martirizado a golpes de mazo, otros dicen que murió asaetado mientras estaba crucificado. Por san Fortunato, obispo de Poitiers en siglo VI, sabemos que los dos apóstoles fueron enterrados en Persia. Santa Brígida cuenta en sus “Revelaciones”, que el Señor la exhortó a invocar a san Judas con toda confianza. FIESTA. 

Santos VICENTE, SABINA y CRISTETA. M. 304.


Martirologio Romano: En Ávila, ciudad de Hispania, pasión de los santos Vicente, Sabina y Cristeta, mártires, que, huyendo de Talavera a esa población, fueron asesinados cruelmente.

Habían nacido y vivían en Talavera (Toledo). La persecución de Diocleciano llegó a España de manos del Prefecto Daciano, hombre cruel, bárbaro y perverso, que odiaba sin límites el nombre cristiano. Llegó a Toledo y sus colaboradores buscaron en Talavera seguidores de Cristo.
 Allí es conocido un tal Vicente, que se desvive por la ayuda al prójimo y es ejemplo de alegría, nobleza y rectitud. Llevado a la presencia del Prefecto, se repite el esquema clásico, halagos por parte del poderoso juez pagano con promesas fáciles, y, por parte del cristiano, profesiones de fe en el Dios que es Trinidad, en Jesucristo-Señor y en la vida eterna prometida. De ahí se pasa al martirio descrito con tonos en parte dramáticos y en parte triunfales, con el añadido de algún hecho sobrenatural con el que se manifiesta la complacencia divina ante la fidelidad libre del fiel.
 Bueno, pues el caso es que a Vicente lo condenan a muerte por su pertinacia en perseverar en la fe cristiana. Lo meten en la cárcel y, en espera de que se cumpla la sentencia, es visitado por sus dos hermanas que, entre llantos y confirmándole en su decisión de ser fiel a Jesucristo, le sugieren la posibilidad de una fuga con el fin de que, sin padres que les tutelen, siga él siendo su apoyo y valedor. La escapada se realiza, pero los soldados romanos los encuentran en la cercana Ávila donde son los tres martirizados. Sus Actas no son dignas de fe.
 En Ávila, que no había una comunidad cristiana y que parece que a raíz de su martirio, el cristianismo comenzó a expandirse. Están enterrados en la catedral de Burgos. El Martirologio Romano celebra su festividad el 28 de octubre y en la ciudad de Ávila el 27 de octubre. Son los patrones de Ávila. 

San FARÓN DE MEAUX. M. c. 675.


Martirologio Romano: En Meaux, también en Neustria, san Farón, obispo, que, siendo familiar del rey, su hermana santa Fara le invitó a dedicarse al servicio de Dios, y convenció a su esposa para recibir el velo de religiosa a fin de poder formar parte del clero, y, llamado a asumir la función pastoral, hizo grandes donaciones de sus propios bienes a la Iglesia, erigiendo parroquias y monasterios.

Hijo de una ilustre familia de Borgoña; hermano de santos Burgundofara y Cañoaldo. Fue educado en la corte de Teodoberto de Austrasia y de Clotario II. Casó luego con una ilustre dama franca; pero al poco tiempo los dos esposos se pusieron de acuerdo para abandonar el mundo, tomando ella el velo, y entrando él a formar parte del clero de Meaux. Renunció a su cargo en la corte de Dagoberto I y se hizo monje (Luxeuil o Rebais). 
Fue nombrado obispo de Meaux en el 626.  Se dice en su vida, que siendo ya obispo de Meaux, quiso ver a su esposa y la llamó; ella vino, pero vestida de cilicio y la cabellera cortada. Entonces se avergonzó de su flaqueza, se humilló delante de Dios y admiró la virtud de aquella mujer. Fue un gran promotor del monacato, hizo grandes donaciones de sus propios bienes a la Iglesia, erigiendo parroquias y monasterios. Hacia el 660 fundó la abadía benedictina de Sainte Croix donde fue enterrado, y que adoptó el nombre de San Farón. 

Santos FRANCISCO SERRANO FRÍAS, JOAQUÍN ROYO PÉREZ, JUAN ALCOBER FIGUERA y FRANCISCO DÍAZ DEL RINCÓN. M. 1748.


Martirologio Romano: En Fujian en China, santos mártires Francisco Serrano, obispo, y Joaquín Royo, Juan Alcober y Francisco Díaz del Rincón, sacerdotes de la Orden de Predicadores, que confirmaron su fe afrontando el martirio

Francisco Serrano nació en Hueneja o Huériya (Granada) en 1695. Ingresó en los dominicos en el convento de la Santa Cruz la Real de Granada; en 1725 llegaba a Filipinas, y trece años después se cumplía el sueño de su vida: fue a misiones a China. Permaneció 11 años en Fogan y fue arrestado junto a san Pedro Mártir Sans, mientras estaba prisionero en Futsheu fue elegido obispo titular de Tipasa. A últimas horas de la noche, los verdugos fueron en su búsqueda y captura. Francisco entendió que era su última hora y exclamó: “No es que me llamen los mandarines; es Dios quien me llama al cielo”. Le aplicaron un emplasto en la boca y le taponaron la nariz, con tanta precisión que sólo pudo dar seis palpitaciones y murió. 

Joaquín Royo nació en Hinojosa de Jarque (Teruel), en 1691, en el seno de una familia hidalga venida a menos. En 1708 tomó el hábito dominico en el convento de Nuestra Señora del Pilar en Valencia, y antes de terminar los estudios se ofreció para ir a las misiones. Era un hombre que dio muestras de una vida llena de Dios, dedicado a la oración y a la vida en común. En 1712, emprendió el viaje para Filipinas, en compañía de Pedro Mártir Sans, hasta que llegaron a Manila donde fue ordenado sacerdote y terminó sus estudios. 
En 1715, entró en China. Tras una breve estancia en Macao, llegó a su misión de Fogén, donde a base de oración y ejemplo de vida logró muchas conversiones. En 1717, fue enviado a las provincias de Kiang-Si y Che-Kiang, que estaban desatendidas tras la expulsión de los misioneros; estuvo aquí hasta 1722, año en el que fue nombrado vicario provincial de Fukien, en un momento en que la persecución llegaba a extremos preocupantes. Marchó a la misión de Ki-Tung, donde tuvo que desarrollar su misión en plena clandestinidad. 
Fueron 31 años de agotadores trabajos misionales, hasta que en 1746 fue apresado en casa de dos terciarias dominicas, Rosa y Juliana, mientras celebraba la Navidad. Estuvo en la cárcel durante dos años, sufriendo toda clase de torturas. Conducido al suplicio, decía a los que se disponían a asfixiarlo: “Seguir la religión cristiana, que a mi me lleva al cielo”. Uno de los que le escucharon expresaba así el martirio: “Le tendimos en el suelo, le tapamos los conductos respiratorios, y arrojando sobre su cara un saco lleno de cal, acabamos de asfixiarlo”. Fue estrangulado en la prisión de Fue-Tsheu. Murió un 28 de Octubre. Su memoria se celebra el 29 de Octubre.

Juan Alcober nació en Granada en 1694. En el convento de Santa Cruz la Real de Granada profesó en la Orden de Predicadores, y se preparó para la misión de China. En 1725 partió para Filipinas, su primer destino misionero, después en 1728 y durante 16 años trabajó en la provincia china de Fochien. En 1741 fue nombrado Vicario General de la misión de China. Fue arrestado en 1746 y encarcelado en la cárcel de Fu-Tsheu. Murió asfixiado

Francisco Díaz nació en Écija, Sevilla, en el seno de una familia modesta y piadosa en 1713. En 1730 ingresó en los dominicos del convento de Écija, donde estudió humanidades, y manifestó sus deseos de ser misionero. En 1735 se embarcó para Nueva España y luego pasó a Manila, donde fue ordenado presbítero. Aprendió el chino y compuso un catecismo en este idioma. En 1738 marchó a Macao y, propagó el evangelio en Fogan. Su labor en la misma estuvo acompañada de continuos peligros de ser descubierto y, por ello, hubo de sufrir toda clase de privaciones, sobresaltos, desamparo, hambre, sed y frío..., trabajando por la noche y escondiéndose durante el día. Esta labor extenuante duró ocho años, durante los que se entregó por entero a la misión evangelizadora; de allí pasó a Kitung donde sufrió martirio, junto con Francisco Serrano, después de ser delatado por un apóstata. 
Fue traslado a la cárcel de Focheu,  ...recibió toda clase de tormentos, y compartió la celda con Juan Alcober. Un testigo declaraba: “Nos acercábamos a ellos y vimos que seguían orando muy contentos y nos exhortaban a seguir la ley de Cristo. Los arrojamos al suelo atados con cordeles y, después de darles varias vueltas, tirando fuertemente uno de una punta y otro de la otra, los estrangulamos. Yo les vi con gran gozo orando a su Dios”. Sus restos fueron incinerados, pero pudieron ser recuperados por los fieles. Fueron canonizados por SS Juan Pablo II en el 2000.

San JUAN DAT. (1765-1798).


Martirologio Romano: En la región de Cho-Ra, en Tonquín, san Juan Dat, presbítero y mártir, degollado por su fe en Cristo.

Nació en Dong-Chuoi, Tonkin. Se crió en la casa de la misión católica de su pueblo, más tarde fue al colegio católico de la provincia donde se cualificó como catequista, estudiando para sacerdote. Sacerdote vietnamita en el 1798; le fue encomendada la misión de Than-Phu.
Sólo pudo ejercer su ministerio durante cuatro meses, porque era buscado por la policía, y aunque los fieles cristianos lo quisieron ocultar en las montañas, él se negó pues prefería quedarse en el pueblo, en medio de sus fieles. Fue arrestado después de que se entregase, porque los soldados maltrataron a una familia para que revelaran dónde se encontraba y para evitar que les hicieran más daño se entregó. Encadenado fue llevado junto con cuatro catequistas y dos niños de su escuela a Dinh-Dang. 
Pocos días después, con las cadenas y la canga al cuello, comparecieron ante el tribunal que les conminó a pisar la cruz. La custodia de los presos estaba en mayos de un capitán cristiano clandestino que dejaba libre a Juan durante el día y por la noche lo regresaba a prisión, donde animaba a los demás a perseverar. Un sacerdote nativo pudo visitarlos y darles la absolución. De nuevo ante el tribunal fue condenado a muerte y, sus compañeros fueron liberados. Fue conducido a las inmediaciones del poblado de Trinh-Ha. El mandarín permitió que los cristianos asistieran a la ejecución y lo saludasen por última vez. Ellos le llevaron una estera para que se colocara encima. Así lo hizo. Se sentó en ella, cruzó los brazos sobre el pecho y estando en oración lo decapitaron. Fue canonizado el 19 de junio de 1988 por el papa Juan Pablo II.

San RODRIGO AGUILAR ALEMÁN. (1875-1927).


Martirologio Romano: En la localidad de Ejutla, en México, san Rodrigo Aguilar, presbítero y mártir, que durante la persecución fue colgado de un árbol por los soldados, alcanzando gloriosamente el martirio que deseaba.

Nació en Sayula (Jalisco). Estudió en el seminario auxiliar de Ciudad Guzmán, y fue ordenado sacerdote en 1903. Sacerdote poeta de fina sensibilidad. Consagró su sacerdocio a la Virgen de Guadalupe. Con todo su corazón imploró: "Señor, daños la gracia de padecer en tu nombre, de sellar nuestra fe con nuestra sangre y coronar nuestro sacerdocio con el martirio; ¡Fiat voluntas tua!". 
Fue enviado como vicario a San Pedro Analco en La Yesca, donde bautizó a muchos indios huicholes. En 1909, fue nombrado coadjutor de Lagos de Moreno, Jalisco, y luego capellán de Las Margaritas en Atotonilco el Alto, capellán de Palomar y Vizarra en Cocula y en 1923, párroco de Sayula.
Hizo una peregrinación a Tierra Santa y escribió un libro con sus experiencias. En 1925 pasó como párroco a Unión de Tula. En 1927 se vio obligado a dejar su parroquia, y como el mismo que lo acogió lo denunció, tuvo que huir, llegando a Ejutla, en cuyo colegio de San Ignacio se refugió y donde clandestinamente siguió ejerciendo su ministerio. 
En este año, asaltaron el convento, mientras él estaba examinando a un seminarista. Todos pudieron huir menos él, un seminarista y varias religiosas. Llevado al seminario intervino en su contra un hombre casado, que había pretendido que Rodrigo lo casara de nuevo, y lo odiaba por su negativa. 
En la madrugada lo llevaron a la plaza del pueblo de Ejutla, para ahorcarlo allí. Él tomó la soga con sus manos y la bendijo y regaló su rosario a uno de los verdugos. Le pusieron la soga al cuello y le preguntaron: “¿Quién vive?” Y él contestó: “Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe”. Tiraron de la soga y quedó colgado. Lo bajaron antes de que muriera y le preguntaron lo mismo y repitió lo mismo. Esta tortura se la hicieron tres veces más. Permaneció colgado hasta las 5 de la tarde. Unos amigos lo bajaron y lo enterraron con la soga. Cinco años más tarde sus restos fueron inhumados y llevados a la parroquia de la Unión de Tula. Fue canonizado por san Juan Pablo II el 21 de mayo de 2000.

Beato JOSÉ RUIZ BRUIXOLA. (1857-1936).


Martirologio Romano: En la aldea de Gilet, en Valencia, España, beato José Ruiz Bruixola, presbítero y mártir, que durante la misma persecución obtuvo ante Dios omnipotente la palma de la victoria.

Nació en Foios, Valencia, en el seno de una familia de labradores. Estudió en el Seminario de Valencia. Ordenado en 1882, fue coadjutor de Quart de Poblet y después estuvo en varias parroquias de la capital. Destacó por sus atenciones a los pobres y enfermos. Amigo de don José Bau, formó con él una escuela de espiritualidad para el clero. Párroco de San Nicolás de Valencia, su trabajo pastoral se centró en la catequesis y la promoción del apostolado seglar, fundando la Acción Católica, tuvo el amor sincero de su feligresía. 
Llegada la revolución en 1936, tuvo que irse a su pueblo, donde clandestinamente continuó el ejercicio de su ministerio. En octubre fue arrestado con otras personas y llevado a un chalet de la misma localidad, donde levantaba el ánimo de los demás detenidos para que aceptasen el martirio. Se confesaron todos y rezaron el rosario, que no había concluido cuando se lo llevaron. Llegados al cementerio de Gilet a las doce de la noche, pidió como gracia que mataran primero a los demás para, de este modo, pudiera exhortarlos y animarlos. Así fue y mientras continuaba rezando el rosario fue fusilado, no sin que antes les dijera a sus verdugos que los perdonaba. Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II.

Beato SALVADOR DAMIÁN ENGUIX GARÉS. (1862-1936).


Martirologio Romano: En Alcira, en la región de Valencia, en España, beato Salvador Damián Enguix Garés, mártir, padre de familia, que durante la persecución consumó el combate por la fe.

Nació en Alzira, Valencia. Viudo y padre de cinco hijos, tuvo que encargarse de la educación de sus hijos pequeños. Era veterinario de su pueblo, cargo que ejerció con gran honradez. Estaba afiliado a las Conferencias de San Vicente de Paúl, para la ayuda a los pobres a los que socorría en todo lo que podía. Colaboraba con las Hermanitas de los Pobres en el aseo de los ancianos. Fue socio activo de la Acción Católica, de la Adoración Nocturna y Terciario Franciscano. 
Al proclamarse la República, pidió a sus hijos que no inscribieran a sus hijos en la escuela laica. Cuando se inició la guerra civil tuvo que dimitir de su cargo de veterinario municipal, y luego fue detenido, pero se le puso en libertad a las pocas horas. Fue detenido nuevamente y llevado al colegio de los escolapios, convertido en cárcel, allí perseveró en la oración. Fue fusilado en Alzira, pero no murió en el acto con lo cual se arrastró a una casa vecina, y cuando los milicianos volvieron para enterrar los cuerpos, al no hallarlo fueron a la casa, donde lo remataron. Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II.

Beata ASUMPTA GONZÁLEZ TRUJILLANO. (1881-1936).


Juliana nació en El Barco de Ávila (Ávila, España). La Congregación de "Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor", fundada por la beata María Ana Mogas y Fontcuberta, se instaló en el año 1900 en El Barco de Ávila, regentando un colegio para la educación de la niñez y juventud, y atendiendo, con preferencia, a los más necesitados, según el estilo y carisma de su Fundadora. Juliana, sin duda, tuvo conocimiento y trato con las religiosas que allí fueron a ejercer su apostolado, y los contactos que a nivel humano y espiritual mantuvo con ellas, le ayudaron en su decisión vocacional.
Inició el noviciado en la Casa General del Instituto, calle Santa Engracia 140, en Madrid, el 18 de febrero de 1903. En esa ceremonia era costumbre en el Instituto cambiar el nombre de bautismo por el de religión, con el que sería nombrada y conocida en adelante. Juliana recibe el nombre de Hna. Asumpta. Realizó su profesión temporal en 1905 en la Casa Madre y pronunció sus votos perpetuos en 1910 en la casa que el Instituto tiene en La Coruña.
Junto con la Hna. Asunción, la Hna. Asumpta fue a fundar el Colegio de Arenas de San Pedro y allí permaneció tres años como profesora de labores. Destinada a la Casa General, desempeñó el oficio de sacristana. Quienes la conocieron personalmente coinciden en resaltar su exactitud en el deber, su capacidad de sacrificio por un gran ideal, sus valores espirituales, acentuando su intimidad con Cristo.
Fidelísima a la Congregación y a las consignas recibidas de sus superiores, en la persecución religiosa, se refugia en una casa de la calle Barquillo de Madrid junto con la entonces Superiora General, Madre María de las Victorias Lage. De allí, en un intento por salvar los depósitos de las dotes y el escaso capital de la Congregación, sale por encargo de dicha Madre para llevar estos valores a una embajada, es detenida por los milicianos y encerrada en la checa de Fomento.
Testigo de sus días de prisión es la entonces Superiora Provincial de las Escolapias, también encarcelada; de ella son estas palabras: «Tanto me ha maravillado la manera de conducirse sor Asumpta, su espíritu de fortaleza ante el sacrificio y ese amor tan entrañable a la Congregación lleno de respeto para los Superiores e Instituto, que en mis ratos de conversación con mis religiosas se lo describo». Edificante en su cautiverio, no piensa en la suerte que correrá su persona, sufre porque la Congregación se ha quedado despojada de lo poco que tenía, mas luego la luz se hace en su alma y encuentra algo de más valor que ofrecer: su propia vida. La religiosa escolapia, antes citada, se admira de la entereza con que nuestra Hermana espera la sentencia de muerte.
Su detención ocurre sobre el 28 de octubre de 1936, y su martirio, quizá, no mucho tiempo después; no sabemos dónde ni cómo... tampoco el lugar de su tumba... sólo sabemos que su vida y gloriosa muerte han dejado una estela que habla de fidelidad a un ideal, a un AMOR. Fue beatificada por el papa Francisco el 13 de octubre de 2013.

OTROS SANTOS DEL DÍA:


San Cirilo. M. 253. 
El cuerpo santo que se conserva en la parroquia de San Lorenzo de Cellio en el norte de Italia, hacen referencia a este mártir, aunque no se tienen datos sobre el origen y vida de este cuerpo santo, sólo que procedía de las catacumbas romanas.

Santa Cirila de Roma. M. 268/70. 
Hija del emperador Decio y santa Trifonia. Colaboraba en las buenas obras de su madre. Una leyenda dice que sus parientes paganos le quisieron dar un esposo, y ella se negó, siendo ésta una de las causas de su martirio, durante el imperio de Claudio II.  

San Ferrucio de Maguncia. M. c. 300. 
Martirologio Romano: En Maguncia, de la Galia Bélgica, san Ferrucio, mártir, del que se cuenta que, habiendo abandonado el servicio militar para servir a Cristo mejor y más libremente, termino su vida en el martirio.
Era un soldado romano que estaba en Maguncia, cuando pidió ser licenciado del ejército antes que participar en los ritos paganos, fue arrestado y murió de hambre y maltratos. 

San Fidel de Como. M. 304. 
Martirologio Romano: Cerca de Como, en la Galia Cisalpina, san Fidel, mártir.
Soldado romano, mártir cerca de Mont-Blanc, en Como, durante la persecución de Maximiano Hercúleo. Según una versión, san Materno, obispo de Milán, le habría enviado a predicar a los idólatras en las regiones prealpical. Otra versión dice que era soldado que fue arrestado y condenado. Sus reliquias fueron llevadas a Milán por san Carlos Borromeo.  

San Diómedes "el Joven". s. IV. 
Nació en Leucópolis (Chipre). Fue educado por el obispo san Trifilio. Creció virtuoso y dotado del don de los milagros. Se narra que estando Chipre asaltada por los sarracenos, nuestro santo con un signo de la cruz no dominó a aquellos bandidos pero les convirtió al cristianismo. Murió con fama de santidad y en su honor se construyó una iglesia que todavía es meta de peregrinos.

iglesia de Saint-Genes en Thiers
San Genesio de Thiers. s. V - VI. 
Martirologio Romano: En Thiers en Aquitania, hoy Francia, san Genesio, que se narra dejó este mundo como mártir, envuelto en blancas vestiduras
Hijo de Mamen (Carmen), que llegó a Tours con 9 hijos, para recibir el bautismo. Genesio fue decapitado por el rey de los godos, junto con sus ocho hermanos, tomo su cabeza en las manos y caminó con ella hasta la iglesia de Blanc. Su culto ha sido suprimido y su vida es una leyenda y un desdoblamiento de la de Ginés de Arles. 

San Salvio de Amiens. M. 625. 
Martirologio Romano: En Amiens, de Neustria, en la Galia, san Salvio, obispo, dedicado a las ciencias divinas desde su juventud y adornado por la integridad de costumbres.
Salvio, que fue famoso por sus milagros, sucedió a Ado en la sede de Amiens, durante el reinado de Teodorico II. Fundador del monasterio de Notre Dame en Montrenil-sur-Mer. Parece que su vida es una leyenda sin fundamento. 

San Germán de Montfort. (906-1018). 
Martirologio Romano: En Annecy, de Saboya, conmemoración de san Germán, abad, que, insigne por su amor a la soledad, fundó y dirigió el cenobio de Talloires.
Nació en Montfort, estudió en París donde fue ordenado sacerdote. Fue preceptor de san Bernardo de Aosta, el futuro fundador de dos célebres pasos alpinos que llevan su nombre. San Bernardo había nacido en el castillo de la familia, en la orilla oriental del lago de Menthon. Con él Germán regresó a París para dirigir el estudio de su joven alumno. 
Después, Germán se hizo benedictino en la abadía de Savigny; y se retiró a Talloires para llevar vida solitaria. Il Martirologio Romano dice que era abad, quizás porque dirigió una comunidad de discípulos. Otros autores dicen que fue elegido prior del monasterio de Talloires. Terminó su vida como recluso. La localidad de Saint-Germain-des-Joux hace memoria del nombre del santo.