5 de octubre de 2014

Santa MARIA FAUSTINA KOWALSKA. (1905-1938).


Martirologio Romano: En Cracovia, en Polonia, santa Faustina (Elena) Kowalska, virgen de las Hermanas de la Bienaventurada Virgen María de la Misericordia, solícita de anunciar el misterio de la divina misericordia.


Nació en Glogowiec (Polonia), en el seno de una familia campesina. Se llamaba Elena. A los 16 años abandonó la casa familiar para trabajar como criada en casas acomodadas de Aleksandrów, Lódz y Ostrówek, para poder mantener a su familia. 
Desde los 7 años tuvo vocación religiosa, pero sus padres se negaron a que entrara en un convento; pero una visión que tuvo de Cristo sufriente fue a Varsovia y allí, en 1925, ingresó en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, donde tomó el nombre de María Faustina. Trabajó en distintas casas de la Congregación, sobre todo en Cracovia, Plock y Vilna cumpliendo con sus deberes de cocinera, jardinera y portera. Su vida, aparentemente ordinaria, monótona y gris, se caracterizó por su profunda vida mística.
Cristo le manifestó que se celebrase en día de la Misericordia Divina. Le instó a que se celebrara el primer domingo después de Pascua, con unas gracias muy especiales. Confesando y comulgando, Jesús promete la remisión total de culpa y pena; es decir: indulgencia plenaria. También le manifestó construir una imagen de Jesús con la inscripción: “Jesús en ti confío”. Claro está que el cristiano ha de estar en continua gracia de Dios y por tanto confiar ciegamente en la Misericordia Divina. También le inspiró un movimiento apostólico de la Divina Misericordia que ha de proclamar y alcanzar la misericordia de Dios para el mundo y aspirar a la perfección cristiana, expresada en la caridad hacia el prójimo. Escribió un “Diario” sobre el amor misericordioso de Jesús. “Oh Jesús mío -escribió- cada uno de tus santos refleja en sí una de tus virtudes, yo deseo reflejar tu Corazón compasivo y lleno de misericordia, deseo glorificarlo. Que tu misericordia, oh Jesús, quede impresa sobre mi corazón y mi alma con un sello y éste será mi signo distintivo en esta vida y en la otra” (Diario 1242). 
Los años de su vida en el convento abundaron en gracias extraordinarias, en todos los aspectos de la fenomenología mística. Escribió: “Ni gracias, ni revelaciones, ni éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la hace perfecta, sino la comunión interior de mi alma con Dios. Estos dones son solamente un adorno del alma, pero no constituyen su sustancia ni la perfección. Mi santidad y perfección consisten en una estrecha unión de mi voluntad con la voluntad de Dios” (Diario 1107). 
Faustina extenuada físicamente por la enfermedad y los sufrimientos que ofreció, como sacrificio voluntario, por los pecadores, plenamente adulta y unida místicamente con Dios murió en Cracovia con apenas 33 años. Sus restos yacen en el Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia-Lagiewniki. Fue canonizada por san Juan Pablo II el 30 de abril de 2000.

San APOLINAR DE VALENCE. (c. 453 - c. 520).


Martirologio Romano: En Valence, en la región de la Galia Vienense, san Apolinar, obispo, hermano de san Avito, obispo de Vienne, que, hombre lleno de fervor por la justicia y la honestidad, supo restituir el vigor y el esplendor de la religión cristiana en esta sede, durante largo tiempo desprovista de pastor.


San Esiquio, obispo de Vienne, tenía dos hijos. El más joven de ellos fue el famoso san Avito de Vienne, el otro fue Apolinar de Valence. Apolinar se educó bajo la dirección de san Mamerto, obispo de Vienne. Fue consagrado obispo por su hermano, antes de cumplir cuarenta años. Como el predecesor de Apolinar en la sede de Valence llevó una vida muy desordenada y la sede había estado vacante varios años, la herejía y la corrupción de costumbres habían invadido la diócesis. Poco después del año 517, un sínodo condenó a un noble de la corte de Segismundo de Borgoña por haber contraído un matrimonio incestuoso. El culpable se negó a aceptar la decisión del sínodo. Segismundo le apoyó, y desterró a los obispos que habían participado en el sínodo. Apolinar pasó más de un año en el desierto. Según se dice, Segismundo le restituyó a su sede, cuando cayó víctima de una grave enfermedad. La esposa de Segismundo interpretó dicha enfermedad como un castigo divino por haber perseguido a los obispos y mandó llamar a Apolinar a la Corte; pero el santo se negó. Entonces, la esposa de Segismundo le mandó pedir que orase por su marido y que le prestase su manto. El rey sanó en cuanto le pusieron encima el manto. Inmediatamente envió un salvoconducto a Apolinar y le pidió perdón.
Se conservan todavía algunas cartas de Apolinar y san Avito, que dejan ver el cariño que se profesaban ambos hermanos y abundan en rasgos de buen humor. En una de las cartas, Apolinar se reprocha haber olvidado celebrar el aniversario de la muerte de su hermana Fuscina, cuyas alabanzas había cantado Avito en un poema. En otra carta san Avito acepta la invitación de asistir a la dedicación de una iglesia, pero sugiere que se eviten los festejos demasiado mundanos. Habiendo recibido aviso de que moriría pronto, Apolinar fue a Arles a visitar a su amigo san Césareo y a orar ante la tumba de san Genesio. Durante el viaje de ida y de vuelta  a lo largo del Ródano, disipó varias tempestades y exorcizó a varios posesos. 
El Martirologio Romano hace mención de esos milagros, pero los historiadores han puesto en duda la realidad del viaje de san Apolinar a Arles. El santo murió en Valence. Es el principal patrono de la ciudad; en Francia se le llama familiarmente "Aplonay".

San PLÁCIDO. (507-542).


Martirologio Romano: Conmemoración de san Plácido, monje, que fue desde su infancia discípulo queridísimo de san Benito

Nació en Roma. Discípulo de san Benito de Nursia al que siguió a Montecasino y luego a Subiaco. Compañero de san Mauro de Glandfeuil. En relación a su vida encajaría aquí perfectamente la antigua leyenda de dos monjes del yermo. Lejos estaba la leña y todos los días cruzaba el monje el arenal. Y a mitad del camino, una fuente cristalina. Sus ganas de beber las reprimía y ofrendaba a Dios el sacrificio del agua. Entonces el Señor le encendía una estrella en el cielo... Una tarde le acompañaba un joven monje. Cargados con la leña cruzaban agobiados el arenal. El joven, silencioso, iba con los labios resecos. En esto, gritó con alegría: ¡Padre, mira, una fuente! Y el anciano reflexionó: Si yo no bebo, tampoco él se atreverá. Y se fue a la fuente, y se puso a beber y a beber. El joven, dichoso, bebía y bebía. ¿Me faltará hoy la estrella? sospechó el anciano. Al reanudar la marcha, vio que el Señor le había encendido dos estrellas. Esta escena volverá a reproducirse un día entre san Benito y sus discípulos.
Según el relato imaginario de la “Vita Placidii” de san Pedro el Diácono, Placido habría sido enviado por san Benito a Mesina, donde fundó una abadía y se dice que murió mártir en Sicilia, junto con su hermana santa Flavia por unos piratas paganos, pero no es cierto, sino una leyenda sin fundamento, que lo equivocan con un mártir siciliano del mismo nombre. Fray Justo Pérez de Urbel, dice de él que era "la alegría que canta, ... la joya del maestro, su más tierno amor."

San FROILÁN DE LEÓN. (c.832 - c.906).


Martirologio Romano: En León, ciudad de Hispania, conmemoración de san Froilán, obispo, que primero fue eremita y después, ordenado obispo, evangelizó las regiones liberadas del yugo de los musulmanes, propagando la vida monástica y distinguiéndose por su beneficencia hacia los pobres.

Froilán nació en Lugo en el seno de una noble familia. A los 18 años sintió la necesidad de vivir como anacoreta para que en la soledad discernir cuál era la voluntad de Dios, y tuvo la constancia que su misión era enseñar el evangelizó por los pueblos. Recorrió los caminos desde Lugo hasta León: Villafranca del Birzo, Cacabels, Ponferrada, Bembibre, Astorga..., o encrucijadas de vías romanas o caminos de humilladeros y albergues, como el de la Virgen del Camino, en Fresno de Dueñas o Villanueva del Carnero o la Valdoncina; también se acercó a Vegacervera, Aviados, Montmuerto o Morquera o San Salvador de Curueño. Fue un restaurador espiritual, reformador austero; fue la voz del desierto llamando a la penitencia. Quiénes convertía en sus predicaciones, le pedían un lugar donde hacer penitencia. Froilán los recogió a su lado, y así fueron naciendo muchos monasterios como el de Valdecesar, del que fue abad, que fue centro de espiritualidad benedictina y de cultura de todos los pueblos. 
El rey Alfonso III el Magno, le pidió que evangelizara las zonas reconquistadas a los árabes. Una de estas ciudades fue el de San Salvador de Tábara (Zamora) del que fue abad en el 880. San Atiliano fue su prior. También fundó el de Mareruela de Suso, bajo la advocación de Santiago, del que también fue abad, en el 885
No eran fáciles aquellos años de la reconquista: príncipes y nobles trataban de apoderarse de los bienes de la Iglesia y de los pobres. Obispos había que les interesaba muy poco el mensaje de Jesucristo y que bailaban al son del señor que más les amparaba. Muchos se entregaban a la barbarie y a la vagancia. Ante este cuadro desolador aparecieron estos dos hombres providenciales como elegidos por Dios para sanear aquel ambiente corrompido.
Froilán será el mentor que guíe... san Atiliano el que imite, el que ejecuta y hace que los demás también sigan su camino. Como quedasen vacantes las sedes de León y Zamora, Froilán fue nombrado obispo de León  por aclamación popular en el 900 y Atiliano de Zamora (aunque en un principio se negó, alegando que era un gran pecador); fueron ordenados juntos el día de Pentecostés. Restauraron la vida monástica de Castilla La Vieja. Su vida está plagada de leyendas piadosas. Patrón de Lugo. 

San ATILIANO DE ZAMORA. (850-915).


Martirologio Romano: En la ciudad de Zamora, también en Hispania, san Atilano, obispo, que, siendo monje, fue compañero de san Froilán en la predicación de Cristo por las tierras devastadas por los musulmanes.

Natural de Tarazona (Zaragoza). Hijo de una familia de mozárabes nobles se educó entre los monjes benedictinos de Fayos. Ingresó en esta Orden. Pasado algún tiempo quiso probar la vida retirada como anacoreta. Eran tiempos difíciles aquellos para los anacoretas, que no gozaban de muy buena fama por culpa de muchos que abrazaban aquel género de vida, no por vocación, sino para llenar sus estómagos y entregarse a la vagancia y al pillaje. Atiliano se dio cuenta pronto de ello, y parece que no duró mucho tiempo su vida en aquellas soledades. Más tarde marchó a la abadía benedictina de Moreruela durante el mandato como abad de san Froilán, que lo eligió como prior; otras fuentes dicen que Atiliano, como obispo de Zamora fundó los monasterios de Tábara y Moreruela. Como quedasen vacantes las sedes de León y Zamora, san Froilán fue nombrado obispo de la primera y Atiliano de la segunda en el 901; fueron ordenados juntos el día de Pentecostés. Restauró la vida monástica de Castilla. A la muerte de Froilán se dice que fue obispo de León. Parece que después de una nueva revisión de las fuentes, hay un segundo san Atiliano, obispo de Zamora por los años 990-1009, que estaría ligado con san Froilan, pero todavía no hay una crítica exaustiva de estas fuentes y se han unido a los dos Atilianos. 
Sus reliquias, defendidas largos siglos, son muy veneradas en la parroquia arciprestal de San Pedro y San Ildefonso, de Zamora, que lo declaró Patrono de su diócesis, de la que fue restaurador ilustre, o acaso fundador, y el único santo de su glorioso episcopologio. En Milán, en fecha incierta del s. XI, y en una de las primeras declaraciones de santidad heroica hechas por un Papa, fue canonizado, junto con el mártir san Herlembardo, por Urbano II. Patrón de Zamora. 

Santa FLORA DE BEAULIEU. (1309 - 1347).


Martirologio Romano: En Beaulieu, en la región de Cahors, en Francia, conmemoración de santa Flora, virgen de la Orden de San Juan de Jerusalén, que se dedicó a atender a los enfermos pobres en un hospital y vivió íntimamente unida con el corazón y el cuerpo a la Pasión de Cristo.

Natural de Maurs, Auvernia en Francia. A los 14 años ingresó en la Orden hospitalaria de San Juan de Jerusalén en Beaulieu. Las pruebas espirituales que debió afrontar y los fenómenos místicos que le acompañaron despertaron mucho interés
Allí recibían a los enfermos y a los peregrinos. Desde su ingreso Flora tuvo que hacer frente a toda clase de pruebas espirituales. En una época le asaltó el deseo insidioso de volver al mundo. A consecuencia de esto sufrió una depresión nerviosa, y la tristeza que se revelaba en su rostro enfadaba a sus compañeras, las cuales insistían en tratarla como demente. Sin embargo, bajo la ayuda de un confesor que sí creyó en ella, la santa hizo grandes progresos en la vida espiritual, y Dios le concedió al fin las más extraordinarias gracias místicas. Tal vez, la más curiosa de estas experiencias fue la sensación que tenía la santa de que llevaba dentro de su cuerpo una cruz de madera de la que prendía el cuerpo del Salvador. Los brazos de la cruz le perforaban las axilas y le producían hemorragias. Unas veces eran bucales y otras, la sangre manaba de una herida que tenía en el costado. Sus éxtasis duraban a veces desde la misa de la mañana hasta las vísperas del mediodía. 
Murió a los 38 años de edad. En su tumba se dieron numerosos milagros. Durante toda su vida, Flora fue colmada de gracias y de sufrimientos, en igual medida.

Beato RAIMUNDO DE CAPUA. (1330-1399).


Martirologio Romano: En Nüremberg, de Baviera, beato Raimundo delle Vigne o de Capua, presbítero de la Orden de Predicadores, que fue prudente moderador espiritual de santa Catalina de Siena, de la cual compuso una fiel biografía.

Nació en Capua, en la Campania italiana, entonces reino de Nápoles. Era hijo del canciller de Roberto de Anjou. Estudió Derecho en Bolonia y mostró una especial atracción por la persona y obra de santo Domingo de Guzmán, cuyos restos se conservaban en la ciudad. A los 25 años entró en los dominicos, estudió Teología y en 1355 fue ordenado sacerdote. Fue profesor de los conventos dominicos de Bolonia y Roma. Por culpa de su mala salud, tuvo que interrumpir su labor docente, pero su don de gentes y profundidad espiritual fue enviado como maestro y prior en el monasterio femenino de Santa Inés de Montepulciano, donde escribió la vida de la fundadora la beata Inés. Los frailes del convento de Santa María sopra Minerva de Roma lo eligieron prior para el trienio 1367-1370.
 En el 1374, fue nombrado confesor de santa Catalina de Siena, pero sus primeros contactos fueron difíciles, pues él no se fiaba de las experiencias místicas de la santa, hasta que enfermó de peste y Catalina lo curó totalmente, entonces se dio cuenta que su penitente tenía una importante vivencia mística. De este modo llegó a ser su secretario y fue su embajador ante el papa Gregorio XI en Aviñón. Con ella vivió los momentos más importantes de la vida de la santa, así como los aconteceres históricos y turbulentos del Cisma de Occidente. En 1379 fue elegido prior provincial de la Lombardía superior. 
Cuando Catalina murió en el 1380, fue nombrado maestro general de la Orden de Predicadores, y comenzó así una reforma de los dominicos, como hubiera querido Catalina. Sus dos prioridades programáticas fueron: la fidelidad absoluta al verdadero papa el beato Urbano V y la renovación de la vida religiosa regular, y pronto añadirá un punto más: la promoción del culto a Catalina de Siena. Escribió la vida de la santa sienense conocida como “La Leyenda Mayor”. Desde 1382 su preocupación se centró en Alemania, donde consigue, después de muchos viajes por el Imperio atraer a las universidades a la obediencia romana. En Bolonia comenzó su reforma en 1389, dedicada a la observancia de las “Constituciones”. Contó con la ayuda de san Juan Doménico. Y en sus misiones diplomáticas que le confió el papa Bonifacio IX, contó con la ayuda de san Ambrosio Sansedoni. Fue presidente del capítulo general de Frankfurt y en 1399 se fue a reformar el convento de Nüremberg, pero lleno de dolencias murió en este convento cuando proyectaba reformar los conventos de Polonia. Se le conoce como el "segundo fundador de la Orden de Predicadores". Fue beatificado en 1899 por SS León XIII.

Beato MATEO CARRERI. M. 1471.


Martirologio Romano: En Vigevano, de la Lombardía, beato Mateo (Juan Francisco) Carreri, presbítero de la Orden de Predicadores, que fue vehemente y fecundo predicador de la Palabra de Dios en su tiempo.

Juan Francisco nació en Mantua, en el seno de la nobilísima familia de los Carreri. Desde niño parecía un ángel por la belleza de su cuerpo y la bondad de su corazón. No le faltaron insidias y tentaciones, pero él, con la gracia de Dios, las superó todas, saliendo victorioso. Deseoso de abrazar la vida religiosa pedía al Señor que le indicase cual era su voluntad, y un día, entrando en la iglesia de Santo Domingo en Mantua, se sintió atraído por la salmodia de los frailes y pidió ingresar en la Orden de Predicadores.
Ingresó en los dominicos y cambió su nombre por el de Mateo. Su noviciado fue uno de los más fervientes, y a menudo el Padre Maestro debía moderar su excesivo ardor. La oración, el estudio, la penitencia fueron los medios con los que preparó su portentosa predicación. Fue ordenado presbítero y pasó toda su vida predicando por toda Italia. El principal tema de sus sermones fue la paz del Señor.
Lombardía y Toscana se removieron por su ardiente palabra y por los prodigios que le acompañaban. Combatió sin descanso la profanación de los días festivos y diversiones ilícitas. Llevó un espíritu nuevo a varios conventos, especialmente el de Soncino, en el que introdujo una completa reforma. Cuidó mucho la Tercera Orden. Antes de morir ansiaba saborear alguna gota de la pasión del Señor, y la obtuvo. Tuvo una visión en el que Cristo crucificado le traspasó el corazón con una aguda espina. Su muerte estuvo rodeada de muchos milagros y su cuerpo se venera en la iglesia de San Pedro Mártir. 

Beatos GUILLERMO HARTLEY, JUAN HEWETT y ROBERTO SUTTON. M. 1588.


Martirologio Romano: En Londres en Inglaterra, beatos mártires Guillermo Hartley y Juan Hewett, sacerdotes, y Roberto Sutton, que por su fidelidad a la Iglesia católica fueron ahorcados en distintos lugares en los límites de la ciudad bajo la reina Isabel I

Ahorcados y descuartizados...
Guillermo nació en Wilne, Derby, (Inglaterra), en 1557, en el seno de una familia campesina que se hizo anglicana. Estudió en Saint John's College de Oxford y fue pastor anglicano, alcanzando el puesto de capellán, que perdió en 1579 por obra del vicecanciller de la universidad. 
Pasó a Francia, y en Reims se convirtió al catolicismo y optó por el sacerdocio que recibió en Châlons en 1580. Regresó a Inglaterra y aquí colaboró con san Edmundo Campion, difundiendo el catolicismo de forma impresa. Estaba en la imprenta clandestina cuando fue arrestado en 1581 y enviado a la Torre de Londres, donde no dejaría de predicar entre los presos y visitantes, logrando varias conversiones. Enterado el obispo de Londres, fue a visitarlo a la cárcel con el objeto de discutir con él, al no lograrlo lo abofeteó y su prisión fue más onerosa. 
Tres años después fue juzgado y condenado al destierro (1584), pero regresó a Inglaterra de nuevo y fue arrestado en 1588 juzgado y condenado. Para desanimar a los católicos se difundió que había apostatado. Perseveró en su fe católica, y fue ahorcado y descuartizado en Shoredith junto al teatro. Al suplicio asistió su propia madre, que rezaba por él y lo tuvo por mártir. 

Juan era natural de Tollerton, Yorkshire, nació hacia el 1555; estudió en Cambridge en el Caius College y después en Reims, para hacerse sacerdote; fue ordenado diácono en 1583 pero enfermó gravemente y volvió a Inglaterra a reponerse, pero fue delatado como católico y arrestado en el calabozo de Kingston-upon-Hull en 1585. Desterrado, volvió a Reims donde recibió la ordenación en 1586.
Regresó a Inglaterra con el nombre falso de John Weldon. Durante un año pudo ejercer su ministerio pero en 1587 era nuevamente detenido y desterrado.
Pasó a Holanda, donde fue nuevamente arrestado, esta vez por orden del conde de Leicester, y enviado a Inglaterra, donde fue condenado a muerte por haberse introducido en el país con intención de fomentar el catolicismo. Fue ahorcado y descuartizado en Mile End Green en Londres.

Roberto Sutton nació en Kegwell, en el seno de una familia protestante. Era maestro de escuela en Londres, donde tenía una escuela en Paternoster Row. No se sabe como se hizo católico, pero por ello fue arrestado y llevado a juicio donde se le prometió la libertad si renegaba de su nueva fe a lo que se negó. Fue ahorcado y descuartizado en Londres. No lo debemos equivocar con el beato Roberto Sutton, que murió un año antes, también mártir, y cuya festividad se celebra el 27 de julio.

Santa ANA SCHÄFFER. (1882-1925).


Martirologio Romano: En el lugar de Mindelstetten, en el territorio de Ratisbona, en Alemania, santa Ana Schäffer, virgen, la cual, a los diecinueve años, en su oficio de sirviente, se abrasó con agua hirviendo y, después, agravándose su estado de salud, vivió con ánimo sereno en espíritu de pobreza y oración, ofreciendo su dolor por la salvación de las almas

Nació en Mindelstetten, Baviera, en el seno de una familia modesta. Era muy reservada de carácter. Estudió en diversas escuelas de Ratisbona y Landshut, y recibió la dote para ingresar en una congregación religiosa. Pero en 1898, sintió que María le llamaba por otro camino, y que el Señor quería que se santificase en medios de grande sufrimientos. Sintió miedo pero acepto la voluntad de Dios. Renunció a su puesto de trabajo y esperó ver más claro la voluntad divina. 
En 1901, en ela casa forestal de Stammal, un accidente doméstico, que la dejó inválida de las dos piernas, y que la obligó a guardar cama. Se vió pobre y enferma. Tuvo un momento de rebeldía, pero pronto lo aceptó ofreciendo su dolor por la Iglesia y los sacerdotes. Su vida espiritual se hizo cada vez más intensa, ayudada por la Eucaristía y la dirección espiritual del sacerdote Karl Rieger. 
Su etapa mística empezó en 1910 con diferentes apariciones de san Francisco y de Cristo crucificado y con la estigmatización, que ella pidió que fuera absolutamente mística sin que se le vieran los estigmas en el cuerpo. Desde la cama desarrolló una gran actividad pastoral, ya se por carta como hablando con las personas que iban a verla. Su ideal se concretizó en esta frase suya: “Para mí lo más importante es orar y sufrir por la santa Iglesia y sus pastores....”. 
Dos años antes de su muerte, su enfermedad se agravó, sufriendo intensos dolores, pero ella permaneció en la oración continua. Se quedó afásica y antes de morir pudo balbucerar: “Jesús, yo vivo para tí”. Murió en Mindelstetten. Fue canonizada por SS Benedicto XVI el 21 de octubre de 2012.

Beato BARTOLOMÉ LONGO. (1841-1926).


Martirologio Romano: En Pompeia, cerca de Nápoles, en Italia, beato Bartolomé Longo, que, hombre de leyes, preocupado por el culto a María y la formación cristiana de los campesinos y de los niños, fundó el santuario del Rosario, en el valle de Pompei, y también una congregación de Hermanas con el mismo título, con los bienes que, generosamente, le dio su piadosa esposa.

Nació en Latino, Italia. Estudió Derecho en la Universidad de Nápoles, cuyo ambiente secular hizo mella en él, dejándose llevar por el anticlericalismo y llegando a practicar el espiritismo. Un amigo suyo le hizo reflexionar para volver a la práctica religiosa.
Hizo amistad con la condesa Mariana de Fusco, de cuyos hijos fue preceptor, además de administrador de sus bienes. Se casó con ella por indicación del papa León XIII para evitar murmuraciones, aunque de común acuerdo mantuvieron continencia durante toda su vida. Seglar de la Tercera Orden de Santo Domingo.
Intentó establecer la devoción del rosario en la antigua ciudad de Pompeya, pero todos sus intentos fracasaron. Tuvo entonces la idea de llevar hasta dicha  ciudad una imagen de María del Rosario, pero la única imagen que pudo encontrar era muy mala. No le ayudó mucho que la única forma que tuvo para hacérsela enviar fuera en un vagón de estiércol. La condesa María de Fusco, creyó que el cuadro era horrible y dijo: “Debe haber sido pintado a propósito para destruir la devoción a Nuestra Señora”. Sin embargo una vez restaurado, se convirtió en un foco de numerosas peregrinaciones y el centro de un importante santuario: el de la Madonna de Pompeya. Se ofreció a la Santa Sede la propiedad del santuario y su administración.
Bartolomé al quedarse viudo fundó la Congregación dominicana de Hijas del Santísimo Rosario, que cuidaban de un orfanato para niñas y un colegio para niños presos encomendados para los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Abanderó el rezo del Rosario, difundiendo la devoción desde el santuario con una revista y otros varios medios. Honrado por la Santa Sede con diversas condecoraciones, procuró en todo momento ser un hijo de la Iglesia y un buen cristiano. No le faltaron dificultades, dolores, incomprensiones y fuertes ataques que sobrellevó con gran fortaleza de almal. Murió en Pompeya y fue enterrado en el propio santuario.  

San TRANQUILINO UBIARCO ROBLES. (1899-1928).


Martirologio Romano: En el lugar de Tepatitlán, en México, san Tranquilino Ubiarco, presbítero y mártir, que en la persecución contra la Iglesia no dejó de cumplir con sus funciones ministeriales, por lo cual fue colgado de un árbol, terminando así su glorioso martirio.

Nació en Ciudad Guzmán en Jalisco (Méjico), en el seno de una familia modesta. En 1909 ingresó en el seminario auxiliar de Ciudad Guzmán, y, cerrado éste, tuvo que proseguir sus estudios recibiendo clases particulares en casa de un sacerdote. Organizó un círculo obrero y tras su fracasado traslado a la diócesis de Sinaloa, por la muerte de su obispo, ingresó en el seminario de Guadalajara, ordenándose sacerdote en 1923.
Primero fue coadjutor de Moyahua, donde hizo una gran labor social promoviendo círculos obreros, cajas de ahorros, semanas sociales, escuelas dominicales… fundó el periódico “Orión” y organizando catequesis por todas las rancherías de la parroquia. Luego se trasladó a Lagos de Moreno, donde repitió su labor anterior. Y comenzada la persecución, fue nombrado vicario con funciones de párroco en Tepatitlán. Fue un infatigable y abnegado ministro en tiempos difíciles de las persecuciones. Ayudó a los campesinos cuanto pudo y organizó para ellos un comedor público donde daba hasta cien comidas diarias. Sabiendo que su parroquia estaba en peligro, no la abandonó.
Deseaba el martirio y les pidió a los niños del catecismo que rezasen por esa intención. Pero no se expuso imprudentemente, sino que procuraba pasar desapercibido y no poner en peligro a las familias que lo acogían. Dormía en una casa en la que iba a bendecir un matrimonio, cuando esa noche fue arrestado. Llevado a la municipalidad lo unieron a otros presos a los que consoló y animó e incluso confesó a algunos y con ellos rezó el rosario. Vino más tarde por él el coronel Lacarra y se lo llevó, rodeado de soldados, a la calzada de acceso a la población de la Alameda de Tepatitlán.
Viendo que lo iban a matar preguntó quién era el encargado de hacerlo. Guardaron todos silencio y añadió: “Todo está dispuesto por Dios: el que es mandado no es culpable”. Y al saber que iba a ser ahorcado, bendijo la soga; fue ahorcado y un soldado se negó a participar en el crimen; el le dijo las palabras de Cristo al buen Ladrón: "hoy estarás conmigo en el Paraíso". Su cadáver fue velado por su hermana Teodora. Una feligresa se llevó el cadáver y lo enterró en su propiedad. Hoy sus restos reposan en su parroquia. 

Beato ALBERTO MARVELLI. (1918-1946).


Martirologio Romano: En Rímini, Italia, beato Alberto Marvelli, laico.

Nació en Ferrara en el seno de una familia cristiana. Se formó en los salesianos y en la Acción Católica con una opción decisiva “mi programa de vida se resume en una palabra: santidad”. Alberto reza con recogimiento, enseña la catequesis con convicción, demuestra celo apostólico, caridad y serenidad. Posee un carácter fuerte, decidido, voluntarioso y generoso y un fuerte sentido de la justicia, por ello influye moralmente entre sus compañeros. Es deportista y dinámico; ama el tenis, el fútbol, la natación, las excursiones en la montaña, pero su gran pasión será la bicicleta, en la que descubre un medio privilegiado para su apostolado y su acción caritativa. Maduró su formación cultural y espiritual en la Federación Universitaria Católica Italiana (F.U.C.I.), eligiendo como modelo juvenil al beato Pedro Jorge Frassatti. 
Al terminar sus estudios de Ingenieria mecánica en 1941, fue llamado a filas, aunque el condenó la guerra. Fue dado de baja en el ejército por tener hermanos en el frente y trabajó durante un breve período de tiempo en la FIAT de Turín. Después de la caída del fascismo y de la invasión de Italia por los alemanes en 1943, regresó a su casa de Rímini con la idea de transformarse en un obrero de la caridad.
A su alrededor hay no sólo ruinas sino también tanta hambre. Alberto distribuye a los pobres colchones, frazadas, ollas y todo lo que logra recoger. Va donde los campesinos y comerciantes, compra alimentos y después, en su bicicleta cargada de provisiones, sale en busca de los que tienen hambre. Muchas veces regresa a su casa sin zapatos e incluso sin bicicleta: había dado a quien tenía más necesidad que él. Después de cada bombardeo Alberto es la primera persona en ayudar a los heridos, a dar valor a los sobrevivientes y a asistir a los moribundos, a sacar de las ruinas a los sepultados vivos. Durante el período de la ocupación alemana Alberto logra salvar a muchos jóvenes de la deportación. Con una acción heroica consigue abrir los vagones del tren que partía desde la estación de San Arcángel y libera a hombres y mujeres que iban destinados a los campos de concentración. 
Después de la liberación de la ciudad el 23 de septiembre de 1945, al constituirse la primera junta del Comité de liberación, entre los asesores figura Alberto Marvelli, a pesar de no estar inscripto en ningún partido político ni pertenecer a los "partigiani". Todos han reconocido y valorado el gran trabajo realizado por él a favor de los sin techo. Tiene 26 años, es joven, pero afronta concretamente los problemas, con aptitud y competencia. Posee coraje en las situaciones más difíciles y una disponibilidad sin límites. Le confían el cargo más arduo: ocuparse de poner orden en la concesión de viviendas en la ciudad. Después le encargan el área de la reconstrucción, como colaborador del Ente de Ingenieros Civiles. 
Alberto escribió: "Servir es mejor que hacerse servir. Jesús sirve". Se afilió a la Democracia Cristiana, y vivió su compromiso político como un servicio a la sociedad organizada. El obispo le llamó para dirigir a los Profesionales Católicos. Su compromiso se sintetizó en dos palabras: cultura y caridad. Convencido de que "no es necesario llevar la cultura sólo a los intelectuales sino a todo el pueblo", funda una Universidad popular. Abre un comedor para pobres. Los invita a misa y reza con ellos; después, en la mesa sirve la comida y escucha sus necesidades. Su actividad a favor de todos no conoce descanso. Como cofundador de la A.C.L.I. (Asociación Católica de Trabajadores Italianos), forma una cooperativa para los que se dedican a la construcción; es la primera cooperativa "blanca" en la "roja" región italiana de la Romaña. 
La intimidad con Jesús Eucarístico lo lleva a no encerrarse en sí mismo, a no desatender su compromiso con la historia. Por el contrario, cuando se da cuenta de que el mundo que lo circunda está bajo el signo de la injusticia y del pecado, la Eucaristía le da fuerzas para realizar su trabajo de redención y liberación, capaz de humanizar la faz de la tierra. Al anochecer del 5 de octubre de 1946, mientras se dirige en bicicleta a un comicio electoral, siendo uno de los candidatos para la elección de la primera administración comunal, un camión militar lo atropella y le provoca la muerte. Tenía 28 años. Toda Italia lloró su muerte. Fue beatificado por SS Juan Pablo II en Loreto, el 5 de septiembre de 2004.

OTROS SANTOS DEL DÍA:



San Elián de Cágliari. s. I/II.

Obispo de Cágliari del que no tenemos noticias sobre su vida pero que sabemos que vivió en los primeros siglos del cristianismo en Cerdeña.

Santos Mártires de Tréveris. M. 287. 
Tréveris
Martirologio Romano: En Tréveris en la Galia belga, en el territorio de la actual Alemania, conmemoración de los santos mártires, que se cree que consiguieron la palma del martirio durante la persecución de Diocleciano
En el nuevo Martirologio Romano, el grupo de los mártires: Crescencio, Constancio, Justino, Majencio y otros compañeros, que sufrieron el martirio en Tréveris en Alemania, bajo el prefecto Riziovaro, durante la persecución del emperador Diocleciano y estan puestos como celebración el 5 de Octubre. 
En el anterior Martirologio Romano eran recordados el 12 de Diciembre solamente los cuatro; cuando el historiador Cesar Baronio, en el siglo XVI, los dividió de sus otros compañeros y no se sabe por qué los colocó el 12 de Diciembre. 
Los nombres de estos cuatro mártires aparecen en una lápida de plomo, encontrada en el 1072 en la cripta de la iglesia de San Paulino en Tréveris, en una inscripción latina que allí estaban las reliquias además de la de ellos, también las de Palmacio, Bonifacio, Leandro, Sotero, Alejandro, Hormisdas, Papirio, Constante y Joviano
De este segundo grupo de mártires, no se sabe nada cierto y preciso, venían celebrados el 5 de Octubre. Ahora la memoria litúrgica ha sido unificada para el 5 de Octubre. 

Santa Caritina. M. c. 304. 
Martirologio Romano: En la ciudad de Gorgos, en Cilicia, santa Caritina, mártir.
Joven mártir, probablemente en Amisa (mar Negro), durante la persecución de Diocleciano. Murió bajo tortura al arrancarle los dientes y las uñas de los pies. Su culto se ha restringido a los calendarios locales. 

Santa Mamlaca. M. c. 343. 
Martirologio Romano: Conmemoración de santa Mamlaca, virgen y mártir, que, oriunda de la región de Beth Garmay, se trasladó a Persia, donde fue condenada a muerte por el rey Sapor II.
También se dice que era una sacerdotisa persa del templo de Artemisa que abrazó el cristianismo gracias a su hermana; el mismo día que recibía el bautismo, los paganos, furiosos por perder a una de sus sacerdotisas, se abalanzaron sobre ella y la apedrearon hasta que murió con el vestido blanco de los neófitos.

Santos Firmato y Flaviana. M. 484. 
Mártir con su hermana Flaviana. Firmato era diácono. Mártires en Autisiodorum (Auxerre), durante la invasión bárbara de Eurico. 

Santa Tulia. s. V. 
Hija del obispo de Lyon, san Euquerio. Junto con su hermana santa Consorcia ingresaron en un convento donde se santificaron en la oración y la humildad desde muy jóvenes.  

San Galo de Aosta. M. 546.
Los datos esenciales de su episcopado se encuentran en su epitafio que se conserva en la iglesia de San Urso de Aosta. “Hic requiescit in pace s[an]c[ta]e memori[ae] Gallus qui vixit in episcopatu annos XVII menses II dies XX d[efunctus] p[ie] d[ie] III nonas octobr[is] duodecies p[ost] c[onsulatum] Paulini iunior[is] v[iri] c[larissimi] indictione nona.” Porque el año 12º del consulado de Paulino el Joven, que tuvo el cargo en el 534, corresponde al 546, año en que comenzó la novena indición, y que Galo murió y fue consagrado obispo de Aosta en el 528.

El "sanglier" de Nevers
San Jerónimo de Nevers. M. 816. 
Martirologio Romano: En Nevers, de Neustria, hoy en Francia, san Jerónimo, obispo, que enriqueció a su Iglesia con su munificencia y su solicitud pastoral.
Lo consagraron obispo de Nevers (Francia) hacia el año 795. Fue hombre de oración y muy caritativo, se hizo pobre para aliviar a los pobres. Restauró monasterios y la catedral. Fundó el monasterio de San Salvador. Construyó algunas iglesias. Participó en el Concilio de Tours del 813. 

San MeinulfoM. c. 859. 
Martirologio Romano: En Paderborn, de Sajonia, san Meinulfo, diácono, que construyó y enriqueció el monasterio de Böddeken, confiándolo a una comunidad de vírgenes.
Ahijado de Carlomagno; era diácono cuando fundó la abadía de Bödeken en Westfalia, y que cedió a una comunidad de vírgenes.

Pedro de Imola. Beato. (c.1250-1320). 
Martirologio Romano: En Florencia, de la Toscana, beato Pedro de Imola, caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, que se distinguió por su caridad en el cuidado de enfermos.
Nació en Imola (Italia) en el seno de la familia de los señores de Linasio. Fue un abogado capaz, mediador entre güelfos y gibelinos en Romagna en 1297. Se convirtió en caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén y fue elegido Gran Prior en Roma. Se dedicó mucha energía a cuidar de los enfermos en Florencia (Italia), donde murió. Fue enterrado en la Iglesia de San Giacomo en el Campo Corbolini. 

Santos de Cori. Beato. M. 1392. 
Martirologio Romano: En Cora, del Lacio, beato Santos, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, al que seguían las multitudes cuando predicaba la Palabra de Dios.
Nació en Cori (Velletri) en la primera mitad del 1300. Siendo joven ingresó en los agustinos después de la Gran Unión de los grupos eremíticos, allí recibió una formación de intensa santidad de vida, de amor por el estudio, sobre todo de la Sagrada Escritura, de empeño en la evangelización y en la formación espiritual y cultural, de busca de la soledad, ascesis, oración y penitencia. Fue prior de Cori, se dedicó en forma especial al estudio de la Teología y fue un magnifico misionero obteniendo grandes frutos por su predicación y ascesis. 
Sobre él su paisano y pariente Ambrosio Massari, Prior General de la Orden agustina (1476-1485), nos ha dejado un breve, pero vivo elogio. Su culto fue aprobado por León XIII el 1 de febrero de 1888.

Mariano Skrzypczak. Beato. (1909-1939). 
Martirologio Romano: En la aldea de Plonkowo, también en Polonia, beato Mariano Skrzypczak, presbítero y mártir, que, durante la ocupación de Polonia por un régimen contrario a Dios, por su invicta fe recibió el martirio al ser fusilado ante la iglesia del lugar.
Nació en Janowiec, Polonia, en el seno de una familia burguesa. La familia se trasladó a Gniezno, donde las posibilidades de estudios de sus hijos eran mayores. En 1930 ingresó en el seminario diocesano, y fue ordenado sacerdote en 1935. Fue enviado a Rugowo como auxiliar del párroco enfermo y en 1936 se le confió la administración de una pequeña comunidad parroquial en Glinno. Construyó la casa rectoral, y mientras tanto se hospedó en la de Plonkowo.
Comenzada la guerra y viendo que los sacerdotes estaban siendo arrestados se escondió en las cercanías de Inowroclaw, hasta que tranquilizadas las cosas, volvió a su parroquia. Pero se encontró que el templo había sido incendiado y los alemanes ocupando su casa. Se marchó a Plonkowo y los familiares del párroco, que había huido, lo acogieron. Aquí se encontraba cuando un grupo de alemanes, aliados a los nazis asaltaron la casa parroquial y lo asesinaron. Mariano había sido un buen pastor. Cordial y disponible, muy sensible a las necesidades de los pobres, buen catequista, buen compañero como sacerdote y muy cumplidor de sus deberes. Fue beatificado el 13 de junio de 1999 por el papa Juan Pablo II.