12 de abril de 2015

DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA.


La Fiesta de la Divina Misericordia había sido, hasta el año 2000 una devoción privada. Pero ya el 5 de mayo de ese año la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede declaró el Segundo Domingo de Pascua, es decir, el domingo siguiente al Domingo de Resurrección, como “Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia”.



El Papa Juan Pablo II había dado la sorpresa al mundo de hacer ese anuncio el día en que canonizó a sor Faustina Kowalska, precisamente en el Domingo de la Divina Misericordia del año 2000. “En todo el mundo el Segundo Domingo de Pascua recibirá el nombre de Domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años venideros”.
Así, lo que era una devoción privada, muy extendida ya en muchas partes del mundo católico, pasó a ser Fiesta oficial de la Iglesia. El Papa dispuso que se conservaran los mismos textos tanto en el Misal Romano, como en la Liturgia de las Horas.
El texto evangélico de ese domingo (Jn. 20, 19-31) es elocuente en cuanto a la Misericordia Divina: narra la institución del Sacramento de la Confesión o del Perdón. Es el Sacramento de la Misericordia Divina.
"La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia" (Diario, 300)
La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia" (Diario, 723). En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones... "porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil" (Diario, 742).

Con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad, se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina Misericordia; confesarse -para la cual es indispensable realizar primero un buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia.

La esencia de la devoción
La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos fundamentales:
1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor.
Jesús, por medio de sor Faustina nos dice: "Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi misericordia. Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina".
2. La confianza es la esencia, el alma de esta devoción y a la vez la condición para recibir gracias.
"Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo y sobre ellas derramo todos los tesoros de mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en mi misericordia es la más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en mi bondad".
3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona.
"Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formar de ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la misericordia y es un testimonio indefectible del amor hacia mí. De este modo el alma alaba y adora mi misericordia".
4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir gracias.
"Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la misericordia anticiparía mi juicio".
5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia al día.
"Debes saber, hija mía que mi Corazón es la misericordia misma. De este mar de misericordia las gracias se derraman sobre todo el mundo. Deseo que tu corazón sea la sede de mi misericordia. Deseo que esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón. Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta misericordia mía que tanto deseo para las almas".

Palabras del Santo Padre Francisco
"La misericordia cambia el mundo, hace al mundo menos frío y más justo. El rostro de Dios es el rostro de la misericordia, que siempre tiene paciencia. [...] Dios nunca se cansa de perdonarnos. El problema es que nosotros nos cansamos de pedirle perdón. ¡No nos cansemos nunca! Él es el padre amoroso que siempre perdona, que tiene misericordia con todos nosotros" 

Palabras de san Juan Pablo II
"Yo le doy gracias a la Divina Providencia porque he podido contribuir personalmente al cumplimiento de la Voluntad de Cristo, a través de la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia. Yo rezo incesantemente para que Dios tenga misericordia de nosotros y del mundo entero." FIESTA.

San JULIO I. Papa (337 - 352). M. 352.

(Jules).
Velloso. Mes de Julio.

Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Calepodio, en el tercer miliario de la vía Aurelia, sepultura del papa san Julio I, quien, frente a los ataques de los arrianos, custodió valientemente la fe del Concilio de Nicea, defendió a san Atanasio, perseguido y exiliado, y reunió el Concilio de Sardica.

Nació en Roma. Pertenecía al clero romano, cuando fue elegido Pontífice, sucediendo a san Marcos, que había tenido un breve pontificado, sucediendo  a su vez a san Silvestre. Su pontificado se desarrolló en la lucha contra los arrianos. 
Defendió a san Atanasio de Alejandría de sus acusadores arrianos y para ello convocó un sínodo en Roma que defendió al santo obispo. La carta que escribió a los orientales en aquella ocasión contiene una de las más importantes declaraciones de la sede romana. También convocó, a instancias del emperador, un sínodo en Sárdica, la actual Sofía, donde se reunieron los obispos occidentales y los orientales, y como legado envió a Osio de Córdoba, pero los orientales al saber que asistiría san Atanasio, abandonaron el sínodo, y los occidentales defendieron las tesis del sínodo de Roma y la primacía del obispo de Roma. Los orientales nunca han aceptado las conclusiones del sínodo de Sárdica, y se piensa que allí empezó la división entre las dos iglesias. 
Construyó muchas iglesias y está considerado uno de los más importantes obispos de la ciudad. Se dijo de él que durante su pontificado ejerció: “un vigor apostólico y una resolución templada con la caridad y la docilidad”. Estableció y organizó el colegio de los notarios eclesiásticos para la atención de las cuestiones administrativas y urgió la prohibición de emplazar a los clérigos ante los tribunales civiles, fomentando así el llamado “privilegio del foro”. Sus restos están en la iglesia de Santa María del Trastevere en Roma mandada construir por él.  

San ZENÓN DE VERONA. M. c. 372.

(it.: Zeno o Zenone di Verona).
De mucho vigor. Divino. Sacerdote.

Martirologio Romano: En Verona, en el territorio de Venecia, san Zenón, obispo, que con su trabajo y predicación llevó a la ciudad hasta el bautismo de Cristo.

Obispo de Verona (362-371). Se dice de él que "predicando condujo a Verona al bautismo". Fue obispo ejemplar durante 18 años. Vivió en la época de Juliano el Apóstata, de las herejías arrianas de las que fue un firme adversario, así como del pelagianismo; corrigió algunos abusos litúrgicos y animó a las jóvenes para que hicieran voto de virginidad, aunque permaneciesen en la casa paterna. 
Después de la batalla de Adrianópolis en el 378, los vándalos hicieron tantos cautivos, que convenció a sus diocesanos que ayudasen a sus hermanos de las provincias del norte, y así liberaron a muchos. Vivió la pobreza y la generosidad y grado sumo. Se conservan algunas de sus homilías sobre la Pascua y el bautismo.  Con frecuencia habla en sus sermones de la formación de su clero y de los regalos que sus hermanos en el sacerdocio recibían en Pascua. También hace alusión a las ordenaciones que llevaba a cabo en el tiempo pascual y a la solemne reconciliación de los penitentes, que tenía lugar en Semana Santa. San Ambrosio cuenta que san Zenón había formado en Verona un cuerpo de religiosas que vivían en sus casas y consagraban su virginidad a Dios. El santo obispo fundó y dirigió también un convento, de religiosas propiamente dicho, antes de que san Ambrosio hiciese lo propio en Milán.
El celoso obispo condenó los escandalosos abusos que se cometían en el «ágape» o fiesta del amor, así como la costumbre de interrumpir las misas de difuntos con lamentaciones. Los sermones del santo conservan el recuerdo de muchas costumbres de la época. Según parece, por lo menos en Verona, se practicaba todavía el bautismo de inmersión, pero se calentaba previamente el agua. San Zenón es el único escritor que menciona la costumbre de dar medallas a los bautizados. 
Sufrió tanto en las persecuciones contra los cristianos que se le consideró mártir. Su vida está llena de fabulosas leyendas. Se suele representar a san Zenón con el báculo episcopal del que cuelga un pescado; bien sea por la tradición de que el santo acostumbraba pescar en el río Adige, bien por que ha sido un eminente pescador de hombres. Patrón de Pistoya y Verona. 

San ALFERIO DE LA CAVA. (930 - 1050).

(Adalferico, Alpherius, Alfiero, Alfier, Alfierio)
De noble linaje.  

Martirologio RomanoEn el monasterio de Cava dei Tirreni, en la región de Campania, san Alferio, fundador y primer abad, que, después de ser consejero de Guaimario, duque de Salerno, se hizo discípulo de san Odilón en Cluny y se distinguió de forma excelente en la observancia de la vida monástica.

Nació en Salerno, de la familia normanda Pappacarbone de Salerno. Eligió la carrera diplomática y era embajador para el duque Gisulf de Salerno, cuando fue enviado como embajador ante el rey de Francia, pero al atravesar los Alpes, en la abadía de Saint Michele della Chiusa, cayó enfermo y prometió hacerse monje si curaba. Sanó, y la Providencia le hizo encontrar a su paso un joven monje francés, llamado san Odilón. Alferio estuvo varios años en Cluny, hasta que fue llamado por el duque Gisulf lo llamó nuevamente a Salerno para reformar los monasterios en esa región y para predicar a los suyos, aunque en un principio no tuvo fortuna; nadie le escuchaba, porque nadie cambiaba su vida. 
Se volvió ermitaño en la Montaña Fenestra cerca de Salerno en el año 1011. Su reputación de santidad y sabiduría se extendió por toda la región, por lo que muchos estudiantes se acercaban a él, de entre ellos seleccionó doce, y fundó la abadía benedictina de la Santísima Trinidad de La Cava de los Tirrenos bajo la regla de Cluniacense. La abadía se volvió el modelo a seguir para otras fundaciones en la zona; esta red de casas se volvió una fuerza poderosa para la civilización y religión en Sicilia e Italia del sur. Pronto esta abadía contó con un centenar de casas afiliadas, y tuvo una gran influencia civilizadora en Italia meridional. Vivió hasta los 120 años de edad, y gobernó la abadía hasta el día de su muerte; ese día el celebro Misa y lavó los pies de sus hermanos, incluso el futuro Papa san Victor III. Se dice que Cristo se le apareció seis días antes de su muerte y que obró muchos milagros. León XIII confirmó su culto el 21 de diciembre de 1893.

Santa TERESA DE JESÚS FERNÁNDEZ SOLAR. (1900 - 1920).

(Teresa de los Andes, Teresa de Jesús de los Andes. Juana Fernández Solar).
De la isla de Tera. Cosechadora. Ardiente como el verano

Martirologio RomanoEn la ciudad de Los Andes, en Chile, santa Teresa de Jesús (Juana) Fernández Solar, virgen, que, siendo novicia en la Orden de Carmelitas Descalzas, consagró, como ella misma decía, su vida a Dios por el mundo pecador, muriendo de tifus a los veinte años de edad

Se llamaba Juana Fernández Solar. Nació Santiago de Chile, en el seno de una familia adinerada. El día de su primera comunión tuvo su primera experiencia mística y nos la relató: “No es para describir lo que pasó por mi alma con Jesús. Le pedí mil veces que me llevara consigo y sentía por primera vez su voz querida. Le pedí por todos, y a la Virgen la sentía cerca de mí. Por primera vez sentía una paz deliciosa”.  La inclinación natural hacia Dios, desde ese día se transformó en amistad, en vida de oración. Cuatro años más tarde recibió interiormente la revelación que determinó la orientación de su vida: Jesucristo le dijo que la quería carmelita y que su meta debía ser la santidad. Con la abundante gracia de Dios y con la generosidad de joven enamorada se dio a la oración, a la adquisición de las virtudes y a la práctica de la vida según el evangelio, de tal modo que en cortos años llegó a un alto grado de unión con Dios.
A los 15 años hizo privadamente votos religiosos y la promesa de no cometer nunca pecados queriendo. Se dedicó a las obras de misericordia y a la enseñanza del catecismo en la parroquia. A los 19, después de renunciar al matrimonio, en 1919, años ingresó en el carmelo de los Andes, recibiendo el nombre de Teresa de Jesús. Ofreció a Dios su vida por la salvación del mundo y un año después murió de tifus (la enfermedad duró diez días), haciendo sus votos religiosos "in articulo mortis", y murió diciendo: “Esposo mío”. 
Cuando supo que moriría pronto escribió: “Para una carmelita la muerte no tiene nada de espantable. Va a vivir la vida verdadera. Va a caer en brazos del que amó aquí en la tierra sobre todas las cosas. Se va a sumergir eternamente en el amor”. Dejó escrito un diario que se llama “Historia de la vida de una de sus hijas”. Después de muchas tribulaciones interiores e indecibles padecimientos físicos, causados por un violento ataque de tifus que acabó con su vida, pasó de este mundo al Padre al atardecer del 12 de abril de 1920. Aún le faltaban 3 meses para cumplir los 20 años de edad y 6 meses para acabar su noviciado canónico y poder emitir jurídicamente su profesión religiosa. Murió como novicia carmelita descalza.
Sus restos son venerados en el Santuario de Auco-Rinconada de Los Andes por miles de peregrinos que buscan y encuentran en ella el consuelo, la luz y el camino recto hacia Dios; se ha convertido en uno de los centros espirituales más concurridos de Chile. Fue beatificada en Santiago de Chile por Su Santidad Juan Pablo II, el día 3 de abril de 1987. Fue canonizada por el mismo Papa el 21 de marzo de 1993, en la Basílica Vaticana. Es la primera chilena canonizada. 

San DAVID URIBE VELASCO. (1888 - 1927)

Predilecto. Amado de Dios. Amigo.  


Martirologio RomanoEn la aldea de San José, del territorio Chilpancingo, en México, san David Uribe Velasco, presbítero y mártir, que en tiempo de persecución contra la Iglesia padeció el martirio por confesar a Cristo Rey.

Nació en Buenavista de Cuellar (Méjico), hijo de una modesta familia; ingresó a los 14 años en el seminario de Chilapa, para que él pudiera estudiar. Sus hermanos tuvieron que dejar de estudiar y ponerse a trabajar, pero él pronto tuvo una beca por sus grandes cualidades. Ordenado sacerdote en 1913, el obispo de Tabasco se lo llevó como secretario particular.
Cuando se inició la persecución tuvo que huir con su obispo por mar en una barco que se hundió, donde se salvaron seis entre ellos, ellos dos, y pidieron auxilio en una casa, que al saber que eran clérigos, los denunciaron, pero una criada le avisó y pudieron huir no sin dificultades. Llegaron a Córdoba, y su obispo le animó a volver a su casa, que cuando llegó iba tan demacrado que su madre no le conocía. Vuelto a Chilapa, estuvo un año en Zirán y pasó luego a Guerrero y en seguida a Chilapa. Iba para allá cuando el general Díaz lo apresó y lo condenó a muerte, pero un tío suyo, oficial del ejército, lo liberó. 
Pasó a su pueblo natal como párroco y aquí estuvo hasta 1922 ayudando a los heridos de los dos bandos; después pasó a Teloloapán, pero cuando a comienzos de 1923, el obispo de Tabasco renunció a su diócesis y se hizo párroco de Iguala, el padre David estuvo con él como coadjutor. Prácticamente el párroco era él. Adornado de notables cualidades humanas, tuvo un trabajo pastoral muy fecundo. “Siempre procuró hacer ver a sus feligreses cómo se puede unir inteligentemente la vida social con la vida cristiana”. Su gran actividad apostólica le atrajo el odio de la masonería de Iguala, por lo que tuvo que abandonar su parroquia.
Cuando en 1926 se cerró la iglesia al culto público, permaneció en la casa rectoral hasta que tuvo que buscar refugio en una casa particular. Pero lo persiguieron de tal modo que se marchó a Méjico D.F., y desde allí escribía cartas a sus fieles. Decidió volver a Iguala y en el camino fue detenido. El militar que le arrestó le ofreció todas las garantías y libertades si aceptaba ser obispo de la iglesia cismática creada por el gobierno de la República, a lo cual se negó con gran coraje. Fue enviado a Cuernavaca y de aquí a San José Vidal donde murió de un tiro en la nuca bendiciendo a sus verdugos. Fue canonizado por Juan Pablo II el 21 de mayo de 2000.

San JOSÉ MOSCATI. (1880-1927).

El acrecentará. Añadido. Crecimiento.


Martirologio Romano: En Nápoles, en Italia, san José Moscati, médico, entregado totalmente a la cotidiana e incansable asistencia a los enfermos sin reclamar a los pobres paga alguna, y, atendiendo a los cuerpos, curaba a la vez las almas con gran amor.
Nació en Benevento, era hijo de un magistrado. A los 23 años, después de un brillante doctorado, comenzó la carrera de médico y de apóstol, uniendo la ciencia con la fe activa. Logró plaza de médico en Nápoles y se entregó a su oficio con todo ahínco. En 1908 fue el asistente ordinario del instituto de química fisiológica; en 1911 fue ayudante ordinario en los Hospitales Reunidos; desde 1911 a 1923 enseño en el Hospital de los Incurables, donde se convirtió en médico jefe en 1919. Su carrera médica se alternó con la docencia de química fisiológica y química clínica, incluso en la facultad de medicina, pero rechazó la cátedra que le ofrecieron, pues dijo que “su lugar estaba al lado del enfermo”.
Los pobres fueron sus clientes favoritos y no aceptó de ellos ninguna recompensa, antes bien curaba a sus expensas y los ayudaba sin darlo a conocer. En la sala de espera de su consulta había un cestillo y un letrero que decía: “Si tienes, deja lo que quieras, si no tienes, toma de aquí”. Su jornada estaba llena de ocupaciones entre el hospital, las  visitas, y la universidad. Dijo: "El médico se encuentra muchas veces ante las almas, que están a punto de capitular y volver a los principios hereditarios de los antepasados, están ansiosas de encontrar un alivio, atenazadas por el dolor. Dichoso el médico que sabe comprender el misterio de estos corazones y enardecerlos de nuevo. Dichosos nosotros los médicos, muchas veces incapaces de alejar una enfermedad, dichosos nosotros, si nos acordamos que más allé de los cuerpos tenemos ante nosotros, almas inmortales, con los que urge el precepto evangélico de amarlos como a nosotros mismos".
Su caridad fue patente en la erupción del Vesubio (1906), en la peste del cólera (1911) y con los soldados heridos en la I Guerra Mundial. Tomó parte en varios congresos internacionales de medicina: Budapest (1911) y Edimburgo (1923). Publicó 23 estudios de medicina. La comunión diaria fue para él fuente de intensas gracias y si alguna vez no pudo acercase a la Misa lo lamentaba con estas palabras de su "Diario"; "¡Oh Señor, hoy he permanecido lejos de Ti! ¡Tampoco hoy, Jesús mío, has entrado en mi corazón!". Alguien le preguntó por qué no se hacía sacerdote. El dijo que el Señor le quería laico cristiano. "Este es mi sacerdocio" -dijo. Murió en Nápoles defendiendo la labor de los médicos frente a la injerencia de los políticos. Está enterrado en la iglesia de Gesú Nuovo de Nápoles. Fue canonizado por SS. Juan Pablo II el 25 de octubre de 1987 en la Plaza de San Pedro.

Beatos PEDRO ROCA TOSCAS y PEDRO RUIZ ORTEGA. M. 1937.

Piedra firme. Roca.

Pedro Roca Toscas (1916 - 1937). Nació en Mura (Barcelona). Religioso escolar de la Congregación de Hijos de la Sagrada Familia, teólogo de primer año. Tenía otro hermano religioso en el Instituto. Era de carácter jovial y muy alegre con todos. Con una gran afición por la literatura, especialmente catalana, por las obras de juventud que se conservan, puede colegirse que habría sido un poeta de primera categoría. 
El 19 de julio de 1936, fue forzado a abandonar el seminario de Barcelona, se refugió en una casa particular, pasando luego a su pueblo natal, Mura en casa de su familia y después se marchó a Manresa, siempre dando ejemplo de paz, paciencia y fortaleza. 
El día 4 de abril de 1937, con el deseo de terminar la teología, después de haber oído Misa, se puso en camino hacia los Pirineos, con la intención de llegar hasta Roma, junto con el beato Pedro Ruiz y su hermano Pablo Roca, José y Francisco. Detenidos en La Pobla de Lillet, fueron devueltos y encarcelados en Manresa, donde se les interrogó y torturó, hasta el día 12 del mismo mes en que fueron asesinados el mismo día en la carretera de Moià, en el municipio de Sant Fruitós de Bages (Barcelona). Sus restos mortales no han podido ser localizados. 

Pedro Ruiz Ortega (1912-1937).  Nació en Vilviestre de Muñó (Burgos). Religioso escolar de la Congregación de Hijos de la Sagrada Familia, teólogo de tercer año y minorista. Satisfecho de su vocación religiosa, soñaba ya con la ordenación sacerdotal. En la casa de verano de Mosqueroles era el viceprefecto de los religiosos jóvenes de filosofía. 
Allí les sorprendió la revolución, sufriendo hambre y frío en aquellos parajes. Acompañó al beato José Vila hasta Vic. Estando lejos de su familia, aceptó el ofrecimiento de Casimiro Roca y se refugió primero en Mura y después en Manresa. Aquí trabajó con entusiasmo en las “Escoles del Poble”,  con el beato Magín Morera, formando una verdadera comunidad religiosa.
El día 4 de abril de 1937, con el deseo de terminar la teología, después de haber oído Misa, se puso en camino hacia los Pirineos, con la intención de llegar hasta Roma, junto con el beato Pedro Roca y otros tres jóvenes. Detenidos en La Pobla de Lillet, fueron devueltos y encarcelados en Manresa hasta el día 12 del mismo mes en que fueron asesinados el mismo día en la carretera de Moià, en el municipio de Sant Fruitós de Bages (Barcelona). Sus restos mortales no han podido ser localizados. Fueron beatificados por el papa Francisco el 13 de octubre de 2013.

OTROS SANTOS DEL DÍA:


Santa Visia de Fermo. M. 250. 
Fuerza.
Martirologio Romano: En Fermo, en el Piceno, santa Visia, virgen y mártir
Joven mártir en Fermo, en la Marca de Ancona en el Piceno, durante el imperio de Decio. Sus restos, junto con los de santa Sofía (30 de abril) se conservan en la catedral de Fermo donde es venerada.

San Sabas "el Godo". M. c. 372. 
Descanso. Venerable.
Martirologio Romano: En Capadocia, san Sabas Godo, mártir, que durante la persecución contra los cristianos bajo Atanarico, rey de los godos, por haber rechazado tres días después de la celebración de la Pascua los alimentos inmolados a los ídolos, tras crueles tormentos fue arrojado a un río.
Lector del que se nos dice que "no era elocuente en las palabras". En el curso de una persecución decretada por Atanarico, rey de los godos, fue apresado en Tirgoviste (Rumanía) por negarse a comer carne sacrificada a los ídolos, y fue dejado en libertad porque no era una persona relevante,  además parece que no tenía muchas luces. 
Fue detenido por segunda vez: "le llevaron desnudo por lugares ásperos y espinosos, dándole muchos palos y azotes" pero su actitud era de mansedumbre y de alegría, esto exasperó a sus verdugos, que le torturaron hasta darle por muerto. Una piadosa mujer le cuidó y le curó, pero otra vez fue apresado y ahogado en el río Buzau, en Capadocia, junto con varios cristianos. Sus Actas han sido poco retocadas. 

San Constantino de Gap. M. c. 455. 
(fr.: Constantin de Gap). 
Firme. Constante, perseverante. 
Martirologio Romano: Cerca de Gap, en la provincia romana de la Galia, san Constantino, obispo.
IVº obispo de Gap (Vapingum) en la Galia Narbonese. Se dedicó en alma y cuerpo en revitalizar la diócesis, el cuidado pastoral e impulsó la creación de nuevas parroquias rurales. Asistió al concilio de Riez. El papa san León I Magno lo citó en una de sus cartas como oficiantes de la consagración del obispo que sucedió a san Hilario de Arles. 
Broletto y duomo de Pavía

San Damián de Pavía. M. c. 710. 
(it.: Damiano di Pavia). 
Manso. Mano de Dios. Domador. 
Martirologio Romano: En Pavía, ciudad de Lombardía, san Damián, obispo, cuya carta sobre la recta fe, referente a la voluntad y al obrar de Cristo, fue leída en el III Concilio de Constantinopla.
Nació en Oriente. Presbítero de la Iglesia milanesa, escribió una epístola sobre la fe católica contra la herejía monotelita, que el sínodo de Milán, en el 679, envió al emperador Constantino Pogonato. Obispo de Pavía, Lombardía, en el 680. Se destacó por su ardor apostólico y trabajó por la conversión de los lombardos, entonces paganos o arrianos. Trabajó para que se terminara el cisma de Aquileya, conocido como “de los Tres Capítulos”, y que gracias a él finalizó en el Concilio de Pavía en el 698. 
Se hizo famoso por su caridad hacia los pobres y los enfermos, y en particular los leprosos. Una carta suya sobre la recta fe acerca de la voluntad y las acciones de Cristo fue leída en el III Concilio de Constantinopla. Se cuenta que cuando comenzó la peste en Pavía, obtuvo de Roma una reliquia del mártir san Sebastián, al que consagró un altar en la iglesia de San Pietro in Vincoli: entonces la epidemia cesó. Su cuerpo se venera en la catedral de Pavía.

San Basilio de Pario. M. 735.
Rey
Martirologio Romano: En Pario, en el Helesponto, san Basilio, obispo, que, por defender el culto de las sagradas imágenes, padeció azotes, cadenas y exilio.
Obispo de Misia (Asia Menor). Por defender el culto de las imágenes sagradas, sufrió azotes, cadenas y destierro quizás en tiempos de León Isaúrico. De las escasas noticias que tenemos parece que prefirió abandonar su sede episcopal de Pario y marchar de ciudad en ciudad, antes que someterse a los enemigos de las sagradas imágenes. Murió en este voluntario exilio. Tiene culto local.

San Erkembodone de Thérouanne. M. 742. 
(Erquembaldo de Saint Omer, Erkembodo, Erquembodo). 
Sincero, valiente. Mando del guerrero franco.
Martirologio Romano: En la región de Calais, en la Galia, san Erkembodone, abad de Sithiu y, a la vez, obispo de Thérouanne.
Natural de Irlanda. Después del 707, ingresó como benedictino de Sithin en Saint-Omer; transcurridos 16 años, sucedió como abad al fundador san Bertino, y finalizó la reforma columbana de la regla benedictina. Los soberanos Chilperico II y Tierry IV le confirmaron los privilegios de inmunidad acordados con la abadía por el rey Clodoveo y sus sucesores. Erquembaldo fue un gran administrador y aumentó sensiblemente las tierras de la abadía. 
En el 723, fue elegido obispo de Thérouanne, durante 26 años, aunque continuó gobernando la abadía. Su tumba está en la catedral de Saint Omer. Tiene culto local.
claustro del monasterio jerónimo
de Belem

Beato Lorenzo de Lisboa. s. XIV. 
Laurel. Laureado.  
Martirologio RomanoEn el monasterio de Belem, cerca de Lisboa, en Portugal, beato Lorenzo, presbítero de la Orden de San Jerónimo, cuya eximia piedad atrajo a muchísimos penitentes a este cenobio.
Presbítero de la Orden de San Jerónimo, en el monasterio de Belem, Lisboa. Fue admirable por su dedicación a recibir a los penitentes en el sacramento del perdón. Tiene culto local.