4 de diciembre de 2014

San JUAN DAMASCENO. (c.650 – c.750). Doctor de la Iglesia.


Martirologio Romano: San Juan Damasceno, sacerdote y doctor de la Iglesia, que resplandeció por su santidad y doctrina y luchó hasta la extenuación con la palabra y con los escritos contra el emperdor León el Isáurico en defensa del culto de las sagradas imágenes. Cuando se hizo monje en el monasterio de Mar Sabás en Jerusalén, se dedicó a la composición de himnos sagrados hasta su muerte. Su cuerpo fue depuesto en este día


Se llamaba Juan Mansúr y había nacido en Damasco, en el seno de una familia de origen sirio, y probablemente de religión cristiana ortodoxa calcedoniana. Hijo de un gran funcionario del califato de Damasco (su padre se llamaba Yahia Ibn Sargur Mansur; Constantino Coprónimo le cambió el nombre por el término infamante de "manzer", o sea, "bastardo", porque era el administrador económico del califato), apenas veinte años después de la muerte de Mahoma. Fue educado probablemente por un monje siciliano llevado prisionero por los sarracenos a Damasco. Al morir su padre, Juan le sucedió en el cargo, llegando gran visir, es decir, ministro de finanzas de la corte del califa, hasta que, por razones políticas, el soberano negó sus favores a la familia de Juan, de modo que tuvo alejarse de Damasco. Parece ser que tuvo un hermano adoptivo, san Cosme de Jerusalén, obispo de Mayuma. La leyenda dice que el emperador León III, falsificó una carta de Juan, en la que tramaba la entrega de Damasco traicionando de este modo al califa, éste le hizo cortar la mano derecha pero la Virgen se la restituyó íntegra por la noche. 
Juan recaló en Jerusalén, y aquí ingresó en la cercana laura de Mar Sabas. Su vida monástica fue al principio muy severa, por las pruebas a las que fue sometido. Allí tuvo como maestro a san Cosme, su hermano, quién le impuso no hablar, no escribir, no leer, no cantar, ... cuando el hegúmeno quedó convencido de que su obediencia era perfecta le liberó de estas prohibiciones y le instruyó para que escribiera. Ciertamente pudo dedicarse a sus estudios, componiendo obras (entre ellas la “Fuente del Saber”, primer compendio de dogmática e himnos litúrgicos, así como el primer escrito cristiano sobre el Islam, que los considera como una herejía cristiana). Tuvo una gran devoción por María a quién dedicó la mayoría de sus escritos. Fue ordenado sacerdote (726) por el patriarca de Jerusalén, Juan V, que se sirvió de él como predicador y escritor, especialmente durante la polémica iconoclasta suscitada por León III el Isáurico en el 730, tal vez influido también por el edicto del califa Yadiz del 720, en el que condenaba como idolatría el culto de las imágenes de los cristianos. Junto con san Germán, patriarca de Constantinopla, y con el papa san Gregorio II, Juan se convirtió en uno de los principales defensores del culto de las imágenes. Su defensa de este culto se resume en esta frase: "No es la materia lo que nosotros veneramos, sino lo que ella representa; el honor que se tributa a la imagen se transmite a su ejemplar". Escribió tres “Discursos en defensa de las imágenes”
 Es probable que muriera en su celda monástica, aunque otros biógrafos digan que recorrió las provincias de Oriente para fortificar a los cristianos contra los iconoclastas, hasta que sucumbió mártir por la fe. Fue el último de los Padres griegos y el primero de los cristianos aristotélicos. Los musulmanes lo confundieron con san Juan Bautista, por lo que veneran su tumba en la mezquita de los omeyas en Damasco, aunque sus restos desaparecieron en Constantinopla. MEMORIA FACULTATIVA. 

Santa BÁRBARA. M. c. 235.


Martirologio Romano: Conmemoración de santa Bárbara, de la cual se dice que fue virgen y mártir en Nicomedia.

Esta santa virgen y mártir es respetada con particular devoción en los calendarios: latino, griego, moscovita y siriaco, pero su historia está oscurecida por una variedad de hechos falsos. Baronio prefiere aquellos que sufrió martirio en Nicomedia durante el reinado de Maximino el Tracio, quién levantó la sexta persecución general en el 235. 
Pero José Assemani demuestra que los hechos que se narran en Metafraste y Mombritus parecen ser más exactos y sinceros. A través de ellos, sabemos que santa Bárbara sufrió en Heliópolis, en Egipto, al rededor del año 306. Esta versión concuerda con la “Menología” del emperador Basilio y con la “Synaxary” griega. 
Una versión legendaria de su vida (la de Simeón Metafraste en el siglo X, la pasión de esta santa oriental se popularizó en Occidente en el siglo XIII, gracias a la “Leyenda Áurea” del arzobispo de Génova, Santiago de La Vorágine) Bárbara nació en Nicomedia, a orillas del mar Mármara. Era hija del sátrapa Dióscoro, un riquísimo pagano. Para sustraerla del proselitismo cristiano, su padre la encerró en una torre iluminada solo por dos ventanas, y en la que sólo él y una vieja sirvienta tenían acceso. A pesar de todo, la muchacha, una floreciente doncella de singular hermosura, gracias a un subterfugio encontró el medio de recibir las enseñanzas de un sacerdote enviado por Orígenes, que se hacía pasar por médico, y quién, después de haberla instruido en el cristianismo le administró el bautismo. 
Cuando su padre tuvo que ausentarse por algún tiempo, ella le pidió como regalo de despedida la construcción de un cuarto de baño. Al regreso, el padre comprobó que, contra sus planes, ella había hecho instalar tres ventanas en lugar de las dos. Además, de la pared colgaba una cruz. Indignado, supo por ella misma que se había hecho cristiana y con las tres ventanas quería tener siempre ante sus ojos el misterio de la Trinidad. Enfurecido, desenvainó la espada y se abalanzó sobre su propia hija. Bárbara, sin embargo, pudo huir. Mientras él la perseguía, una roca se abrió ante la muchacha y se volvió a cerrar ente el perseguidor.
Pero un pastor delató su escondite, y por ello fue castigado con la metamorfosis de sus corderos en langostas. Dióscoro irrumpió en la cueva y llevó a su hija a casa arrastrándola por los pelos, para que se casara con un pagano, a lo que nuestra santa se negó. Al ver que ni amenazas, ni golpes, ni el hambre podían nada contra su firmeza, él la entregó personalmente al juez. Éste ordenó que la azotaran con toda crueldad, pero por la noche se le apareció un ángel, la fortaleció con el cáliz y la santa forma, y curó sus heridas. Al día siguiente, los esbirros la encontraron más encantadora que nunca. Entonces el juez hizo que, tras infligirle las más terribles torturas: fue estirada en el potro, azotada con vergajos, desgarrada con peines de hierro, rodada sobre fragmentos de cerámica, quemada con hierros candentes y al fin los verdugos le cortaron los pechos con tenazas. 
Otra mujer piadosa llamada Juliana vio el martirio de Bárbara y la dominó un intenso deseo de sufrir igualmente por Cristo. En voz alta proclamó su fe cristiana. El juez, sin titubeos, hizo que la azotaran inmediatamente y le sajaran igualmente los pechos. A continuación ambas muchachas fueron exhibidas desnudas ante la muchedumbre como si fueran animales, y condenas a muerte; pero un ángel les cubrió el cuerpo martirizado con un velo. En aquel momento el padre se adelantó y solicitó que se le permitiera ejecutar personalmente a su hija. Y así sucedió: Dióscoro cortó con la espada la cabeza de su hija. Pero poco después aquel lugar, fue carbonizado por un rayo, muriendo fulminado, "fue asaeteado y consumido de tal manera que de su cuerpo no quedaron polvo ni cenizas"  
Pero tenemos que decir que su festividad fue eliminada del calendario romano universal en 1969 y ahora se limita a los calendarios locales. Se la invoca contra las tormentas y es la patrona del arma de artillería de los ejércitos. 

San HERACLAS DE ALEJANDRÍA. M. 247.


Martirologio Romano: En Alejandría, en Egipto, san Heraclas, obispo, famoso como discípulo de Orígenes, de quien fue colaborador y sucesor en la escuela, y elegido después para regir esta sede.

Obispo de Alejandría. Hermano de san Plutarco. Discípulo de Orígenes que los bautizó a él y a su hermano. Con el tiempo, Orígenes se vio tan ocupado con la escuela de catequesis, que eligió a Heraclas como asistente, para los cursos a principiantes. Heraclas fue ordenado sacerdote por el obispo san Demetrio. Cuando en el 231 éste condenó a Orígenes -que tuvo que permanecer en Cesarea- Heraclas quedó al frente de la escuela. Sucesor de san Demetrio en el episcopado de Alejandría (231). Estuvo al frente de la escuela catequética de Alejandría, que dirigía el padre de Orígenes, san Leónides.  
Según puede deducirse de algunos testimonios bien apoyados, le tocó a Heraclas condenar y separar del sacerdocio a quien había sido su maestro, Orígenes. San Dionisio, sucesor de Heraclas, afirma que era práctica del santo recibir a los herejes que querían volver a la Iglesia sin necesidad de que recibieran de nuevo el bautismo (este punto de doctrina fue discutido mucho tiempo, hasta que se impuso esta práctica, que es la vigente en la actualidad), pero no sin hacer un público examen de su conducta. 
Heraclas fue inscripto en el martirologio de Usuardo el día 14 de julio, y en esa fecha permaneció también en el Martirologio Romano, aunque coptos y etíopes, que son naturalmente mayor autoridad en este aspecto, lo celebraron siempre el 4 de diciembre. La última edición del Martirologio Romano corrigió la inscripción.

San SIGIRAMNIO. M. 657/95.


Martirologio Romano: En la región de Bourges, en Aquitania, san Sigiramnio, peregrino y abad de Longoret.

Hijo de un noble de Berry. Se gano la protección del maestro copero de palacio de la Corte del rey de Borgoña, Clotario II y, de este modo, fue introducido en palacio. Un día lo dejó todo, se fue a Tours, y se hizo eremita; más tarde fue ordenado archidiácono. Cuando su padre, el obispo de Tours, murió: Sigiramnio distribuyó el patrimonio familiar entre los pobres, pero el nuevo obispo, le consideró loco y lo hizo encerrar. No salió de la cárcel hasta que no murió el prelado; pero, a pesar de ser inocente, no fue aceptado por sus conciudadanos y se unió a la comunidad del obispo Flavio, que recorría todos los monasterios de Europa, y así llegó a Roma. 
Más tarde regresó a Francia, y fundó un monasterio en la localidad de Lonrey (Saint-Cyran), cerca de un río lleno de peces. La nueva fundación creció bajo la regla benedictina y... los peces del río. Según la leyenda, todas las mañanas, se acercaba a pescar para su comunidad, y siempre pescaba el número justo de peces para todos sus hermanos y para los pobres del lugar. Un día pescó uno de menos, y supo que alguno de sus monjes había murmurado; en efecto, un joven monje confesó que no le gustaba la dieta tan monótona. El abad procuró atenderle; pero otro grupo de monjes le calumnió alegando que se aprovechaba de la pesca para enriquecerse personalmente, Sigiramnio no desmintió la calumnia sino que prefirió alejarse, volviendo a su antigua vida de monje errante. Años más tarde fue elegido abad de los monasterios de Lonrey y Meobecq que él había fundado.

San ANNÓN DE COLONIA. (1010-1075).


Martirologio Romano: En el monasterio de Siegburg, de Renania, en Alemania, san Annon (o San Anón), obispo de Colonia, hombre de agudo ingenio, que fue tenido en gran honor, tanto en la Iglesia como en los negocios civiles, en tiempo del emperador Enrique IV, y para aumentar la fe y la devoción, procuró la fundación de muchas iglesias y monasterios.

Nació en SteuBlingen. Hijo de los condes de Sonnenberg de Suabia, que habían venido a menos. Fue destinado a una carrera secular, pero un tío suyo, canónigo de Bamberg, lo encaminó a la carrera eclesiástica. Recibió la formación en el monasterio local de San Esteban de Bamberg donde ejerció la docencia. En 1054 fue prepósito del monasterio palatino de los Santos Simón y Judas en Goslar. 
Fue elegido arzobispo-elector de Colonia (1056-1075); su grey le tuvo una gran hostilidad por que se retenía que su linaje era muy bajo para el cargo que ocupaba. Fue canciller y confesor del emperador Enrique III. Luchó por extender los territorios de su diócesis e introdujo la reforma cluniacense en su diócesis. Su relación con Roma fue muy difícil: durante el papado de Nicolás II, fue castigado con otros obispos por motivos desconocidos. Y empeoró cuando el cisma (1061-1064) entre el papa Alejandro II y antipapa Honorio II, y en su calidad de regente del Imperio consiguió terminar con el cisma. A la muerte del emperador, gobernó el Imperio (1062) en nombre de Enrique IV, hasta que fue destituido, por su vida poco edificante. También tuvo que dejar el obispado por una revuelta del pueblo por su excesiva rigidez. 
En 1072, se retiró de la Corte a la abadía benedictina de Siegburg, que había fundado, donde pasó los últimos meses de su vida. Colaboró con los papas Gregorio VI y Esteban IX en lo relativo al celibato eclesiástico. Fue un obispo de su tiempo que se ocupó de de aumentar los intereses de su familia y el poder del arzobispado de Colonia. Cuesta mucho observar en él signos de santidad, si no es por las reformas que hizo en su diócesis y su entrega a los más pobres. 

San OSMUNDO DE SALISBURY. M. 1099.


Martirologio Romano: En Salisbury, en Inglaterra, san Osmundo, obispo, que junto con el rey Guillermo se trasladó de Normandía a Inglaterra y, promovido enseguida al episcopado, consagró la iglesia catedral, proveyendo a la administración de la sede y al culto divino.

Era un noble normando, hijo de Enrique conde Séez, y sobrino de Guillermo el Conquistador, junto al cual marchó a Inglaterra donde el rey le nombró canciller. Tomó parte activa en la recopilación del “Domesday Book”
En el 1072, fue elegido obispo de Salisbury, donde terminó la construcción de la catedral e instituyo el capítulo de canónigos seculares, con constituciones propias, que fueron más tarde modelo para todos los capítulos ingleses, fundados sobre los usos de Bayeux en Normandía. 
Fue, como obispo, no sólo un hábil administrador, sino también un hombre con profundo interés por la cultura. Amaba copiar y encuadernar libros; se le atribuye, la perdida “Vita de San Adelmo”. Presidió la traslación de los restos de san Aldelmo a Malmesbury en 1078.  
Por algunos estudiosos se le atribuye la institución del “Sarum Rite”, una variante del rito romano muy difundido en la Inglaterra medieval, pero los historiadores modernos sostienen que la institución definitiva de este rito es solamente del obispo Ricardo Poore (1217-1228). Si bien no se le puede dar a Osmundo el mérito total de esta recompilación, es necesario reconocerle que lo inició y contribuyó a difundirlo en Irlanda, Escocia e incluso en la misma Inglaterra.
Guillermo de Malmesbury apreció a Osmundo por su cultura y pureza, juzgándolo eminente por su falta de ambición y avaricia. Fue rígido con los otros, pero también consigo mismo. Fue sepultado en la catedral de Old Sarum. 

San BERNARDO DE PARMA. (c. 1060 - 1133).


Martirologio Romano: En Parma, de la Emilia, san Bernardo, obispo, el cual, siendo monje, se aplicó a una vida de perfección, y después, como cardenal, buscó el bien de la Iglesia, para, finalmente, ya obispo, procurar la salvación de las almas.

Nació en Florencia, en el seno de la noble y rica familia de los Ubertos; cuando murió su padre heredó todas sus posesiones. Ingresó en la Orden de Vallumbrosa e hizo su profesión en el monasterio de San Salvi en Florencia. Donó sus bienes a sus parientes, amigos y al monasterio. Fue nombrado abad de San Salvi, después general de la Orden de Vallumbrosa; durante su gobierno la Orden tuvo una gran expansión, saliendo de los límites de la Toscana y estableciendose en Emilia y Lombardía con la autoridad abacial fuertemente centralizada, autoridad confirmada en uno de los primeros capítulos del año 1100.
El papa san Urbano II lo creó cardenal (1097), confirmando de esta forma la importancia del abad mayor; fue nombrado legado pontificio en Alta Italia, y como tal pacificó Emilia y Lombardía. Viajó por Milán, Monza, Pavía, Brescia, Módena, Mantua, y a los dominios de la condesa Matilde de Canossa, que gracias a su mediación, la condesa en 1102, renovó la donación de todos sus bienes a la Santa Sede. Sólo en Parma, Bernardo, encontró resistencia a su trabajo, de tal modo que en 1104, mientras hablaba al pueblo en la catedral, hubo un tumulto en el que fue agredido y encarcelado, para liberarlo intervino la condesa Matilde; dos años después la situación había cambiado hasta tal punto que Parma pidió como obispo al propio Bernardo (1106); en aquel tiempo esta ciudad era el centro de los partidarios del antipapa. Fue legado pontificio y obispo y mantuvo durante algunos años, hasta el 1109, que sólo fue obispo de la ciudad. Participó en la lucha de las investiduras, y en el 1111 fue arrestado junto al papa por el emperador Enrique V.  
Su mayor empeño fue la reforma monástica, y mientras fue obispo vistió el hábito monástico, y vivió en común con los monjes, y obtuvo para los vallumbrosianos el privilegio de la protección imperial. Estuvo envuelto en la difícil sucesión del difunto emperador y apoyó al candidato del papa Honorio II; algunas misiones de confianza papal, le llevaron a la prisión y a un largo exilio de la diócesis. En el cisma de 1130, entre el papa Inocencio II y el antipapa Anacleto II, se puso al lado del legítimo papa con todos los vallumbrosianos y los camaldulenses. Era ya muy anciano y enfermo, cuando acogió en Verona al emperador Lotario y lo acompañó a Roma para la coronación. Murió en Parma. Patrón de Parma. 

Beato GUIDO DE SELVENA. (1200-1287/8).


Nació en Selvena (Grosseto, Italia). Ingresó en los franciscanos y vivió una vida de mortificación, de renuncia, de abnegación, de hambre, por el amor a todas las criaturas, del prójimo y sobre todo de Dios y obrando milagros. Según las crónicas y tradiciones escritas existentes en distintos conventos, se dice que cuando todavía era novicio “mereció hablar dulcemente con Cristo”. 
Parce que después de pasar una temporada en Siena, fue llevado, junto a otros jóvenes, ante la presencia del beato Pettinaio, para que todos escucharan sus palabras sobre cosas espirituales y entonces narró como se desarrollaron sus primeros coloquios con el Niño Jesús. 
Por su gran devoción por Dios, se relata, que cuando ya era anciano y enfermo, Dios le envió un gato que todos los días cazaba en el bosque un pajarillo, de esta forma fray Francisco de Montalcino, lo cocinaba y se lo daba a comer a su compañero. En aquella época era su única comida. El mismo día en el que nuestro beato murió, también lo hizo el gato que expiró a sus pies. Murió en el convento del Colombaio (Seggiano).
La fecha de su muerte no es segura, se puede establecer el 21 de abril de 1287 o del 1288. Las gentes de Selvena, aunque no hay tradición litúrgica sobre el beato Guido, lo respeta y mantiene cierta veneración ante su posible tumba en la iglesia de San Bernardino del Colombaio. Los mineros que antaño existían en la zona le adjudicaban el hecho de no morir en la mina. Se festeja en el Calendario Franciscano

Beatos FRANCISCO GÁLVEZ, JERÓNIMO DE ANGELIS y SIMÓN YEMPO. M.1623.


Martirologio Romano: En la localidad de Edo en Japón, beatos mártires Francisco Gálvez, sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores, Jerónimo de Angelis, sacerdote, y Simón Yempo, religioso, ambos de la Compañía de Jesús, muertos en la hoguera por odio a la fe


Francisco Gálvez nació en Utiel (Ciudad Real), en 1574, e ingresó en los franciscanos descalzos alcantarinos en el convento de San Juan de la Ribera de Valencia (1591), donde había estudiado Filosofía y Teología en la universidad de Valencia. Ordenado sacerdote en 1601, fue destinado a las misiones de Filipinas. Durante ocho años estuvo en Méjico atendiendo la consolación de aquella floreciente comunidad. En 1609 pasó a Manila, Filipinas y allí aprendió la lengua japonesa en el convento de Dilao. 
En 1612, pasó a Japón, trabajando en la conversión de los nativos. Dos años después, durante la persecución regresó a Manila (1614), donde tradujo a la lengua nipona una explicación de la doctrina cristiana y tres volúmenes sobre la vida de los santos y en Macao se oscureció la piel, como un esclavo negro, para poder volver al Japón, lo que hizo en 1618. Predicó con mucho coraje y en la ciudad de Yeddo. Reanundó la predicación en medio de grandes peligros. Traicionado por un bonzo, que había simulado hacerse cristiano, fue encarcelado contros 51 cristianos y fueron quemados vivos. En medio de las llamas demostró una invencible constancia y no cesó de predicar el evangelio mientras tuvo fuerza para ello. 

Jerónimo de Angelis nació en Enna (Sicilia) en 1567. Se preparaba para estudiar leyes cuando, a través de unos ejercicios espirituales despierta su vocación a la vida religiosa. Ingresa en la Compañía de Jesús en 1585, se ofrece para las misiones y es destinado al Japón. Parte para allí en compañía del beato Carlos Spínola. El viaje fue muy accesidentado y duró seis años: parten de Lisboa, llegan a Brasil y luego a Puerto Rico, donde unos piratas ingleses los obligan a ir a Londres y de aquí vuelven a Lisboa, de donde reemprenden el viaje, llegando por fin a Japón en 1602. Allí es ordenado sacerdote, trabaja en Suxini, y funda la cristiandad de Sarunga. 
Llega en 1614 la orden de salida del Japón, pero él se queda secretamente en Nagasaki. Recorre varias regiones en las que no estaba establecida aún ninguna comunidad cristiana y logra crear varias. Visita el acantonamiento de Zugaru, donde estaban recluidos muchos confesores de la fe, condenados a una vida de fatigas y privados de los sacramentos. Evangeliza también en la isla de Yeso. En 1622 se le nombra superior de la misión de Edo, donde se establece. Se dice que había logrado convertir unas diez mil personas. Puso empeño en convertir personas escogidas e influyentes pensando que así el evangelio se expandiría con mayor fuerza. Su detención se debió a que oyó decir que el beato León Takeya, su hospedador, sería puesto en libertad si el padre De Angelis se entregaba. En el interrogatorio se negó a decir quién lo hospedaba.

Simón Yempo había nacido en Notzu, en el reino de Findo (Japón) en 1580. Inclinado a la vida interior ingresó en su juventud en un monasterio budista. Pero su superior se hizo cristiano y él se interesó entonces por el cristianismo y se convirtió también. En 1598 entró en una escuela de catequistas que tenían los jesuitas y fue catequista a lo largo de veinticinco años con mucho celo, trabajando sin cansancio y viviendo con mucha austeridad. Fue admitido como hermano en la Compañía de Jesús. Acompañó mucho tiempo al P. Jerónimo de Ángelis en sus correrías apostólicas. Encarcelado con él, trabajó en la cárcel por la conversión de otros presos, y fue condenado a muerte por su condición de cristiano y propagandista de la religión.

Fueron beatificados junto a los franciscanos Vicente de San José, Luis de Sotelo y Bartolomé Díaz “Laurel” y junto al grupo de Francisco Morales y compañeros por Pío IX el 7 de julio de 1867. Tras estos mártires los cristianos del Japón quedaron privados de sacerdotes y reducidos al silencio. Sobrevieron en la clandestinidad hasta que fueron descubiertos en 1865, año en el que se permitió a los misioneros católicos entrar en Japón. 

Beato JUAN HARA MONDO SUKE. (1587-1623).


Martirologio Romano: En Edo, Japón, beato Juan Hara Mondo No Suke, samurai, que por no querer renunciar a su fe, recibió la orden de destierro, pero se ocultó para poder propagar el cristianismo, y fue finalmente quemado en la cruel persecución.

El samurai Juan Hara Mondo es el único que pudo ser escogido, entre los cuarenta y siete laicos que, junto con tres religiosos, fueron quemados vivos en la colina de Shinagawa, a la entrada de Tokio, en la presencia de una inmensa muchedumbre y de numerosos "daimyós", que acudieron a Edo (Tokio) de todo Japón, para celebrar el inicio del gobierno del nuevo shôgun, Tokugawa Yemitsu, que había dado la orden de eliminar a todos los cristianos. Era el 4 de diciembre de 1623. Además de los cuarenta y siete laicos, de los que se destaca como representante Juan Hara Mondo, había en el mismo grupo tres religiosos: un franciscano y dos jesuitas, que ya fueron beatificados en 1867, juntamente con otros doscientos cinco.
El samurai Hara Mondo procedía de familia enlazada con el emperador Kammu (782-805). Servía como paje del shôgun Tokugawa, se bautizó en Osaka cuando tenía unos trece años. En su primera juventud fue acusado de faltas graves dentro de la corte, pero luego consta que vivió una vida cristiana ejemplar. Se han documentado los detalles más importantes de su vida. El shôgun Tokugawa Ieiasu, hacia 1612 había iniciado abiertamente la persecución, intentando hacer apostatar a sus vasallos cristianos.
Ya en 1612, Juan Hara Mondo, por no querer renunciar a su fe, recibió la orden de destierro, pero se ocultó para poder propagar el cristianismo. En 1615 fue descubierto, encarcelado y condenado. Le imprimieron en la frente con hierro candente una cruz y le mutilaron los dedos de manos y pies. Pudo todavía vivir oculto y sirviendo espiritualmente a la comunidad cristiana, desde una leprosería. En 1623 fue delatado y, junto con otros cristianos, condenado a morir en la hoguera. Todos murieron "invocando los santísimos nombres de Jesús y María" y "no hubo entre ellos quien se moviese". 

Beato ADOLFO KOLPING. (1813-1865).


Martirologio Romano: En Colonia, de Renania, en Prusia, beato Adolfo Kolping, presbítero, quien, ardientemente solícito para con los trabajadores y la justicia social, fundó una sociedad de jóvenes obreros, que difundió en muchos lugares.

Nació en Kerpen (Alemania), dentro de una familia muy humilde. Debido a la escasez de medios económicos no pudo estudiar y comenzó a trabajar desde los 12 años como aprendiz de zapatero. 
Quiso hacerse sacerdote y tuvo que vencer la oposición de su párroco. Fue ordenado en Colonia en 1846. Fue coadjutor en Wuppertal-Elberfeld, donde entró en contacto con la organización de trabajadores del profesor Johann Gregor Breuer, de la que el 1847, fue su asistente espiritual; el lema de esta asociación de jóvenes artesanos era: "orar, aprender, trabajar: con seriedad, pero también con alegría". En el año 1849, siendo vicepárroco de la catedral de Colonia, fundó la Asociación Mundial "Kolpingwerk", para la promoción religiosa y cultural, que llegó a ser el centro de todas las organizaciones de jóvenes trabajadores artesanos de Europa y América del Norte. El objetivo de esta Asociación es hacer del artesano y del obrero católico un ciudadano responsable, presente en la vida civil de su patria, buen padre de familia, trabajador capacitado y maduro, y católico convencido, hombre de conciencia, solidario con la suerte de los demás trabajadores.
La fe, la confianza en Dios y la oración fueron los fundamentos de su vida sacerdotal, que para él, era la imitación de Cristo vivida de manera autentica. Se sentía sostenido por su Creador y Salvador en los días fáciles y en los difíciles. Confiaba en la oración y en su efecto salvífico. Su norma de vida fue su mejor ejemplo. No elaboró ninguna teoría, y sólo quería que los jóvenes se sintieran integrados en la iglesia de la que formaban parte. Abrió en la Iglesia el diálogo sobre la cuestión social, partiendo de los mismos interesados. Escribió muchos artículos periodísticos y algunos libros, convencido que la opinión pública se formaba en la prensa escrita. Fue también capellán universitario, pues creía que la Iglesia no debía estar alejada del mundo universitario. Murió en Colonia. El Papa Juan Pablo II lo beatificó el 27 de octubre de 1991 en Roma.

San JUAN CALABRIA. (1873-1954).


Martirologio Romano: En Verona, en Italia, san Juan Calabria, presbítero, quien fundó la Congregación de Pobres Siervos y Siervas de la Divina Providencia

Nació en Verona en una buhardilla. Era pobrísimo y a los 12 años se quedó huérfano de padre, de manera que tuvo que ganarse la vida. Ayudado por un sacerdote hizo los estudios eclesiásticos, que tuvo que interrumpir para hacer el servicio militar, donde cogió el tifus en el hospital militar donde prestaba servicios. Para él fueron los “dos años más hermosos de su vida” donde se distinguió por su entrega y amor. Siendo seminarista fundó la "Piadosa Unión para la asistencia de los enfermos pobres". En 1901 fue ordenado sacerdote.
 Durante su ministerio pastoral se interesó por los deshollinadores y de noche, su casa se llenaba de soldados, que encontraban en él un amigo, y un guía espiritual. Fue coadjutor en la parroquia de San Esteban de Verona, pasando luego a la de San Benito del Monte. En 1907, puso en marcha la "Casa Buoni Fanciulli" para los huérfanos y marginados, donde les daba alojamiento y formación. Su obra en 1908 pasó a radicar en San Zenón del Monte desde donde se difundiría a otras partes. 
Fundó la Congregación de los Pobres Siervos de la Divina Providencia, en sus dos ramas masculina y femenina, dedicados a los más pobres y marginados. Creo también "Familia de los hermanos externos" integrada por laicos, con la finalidad de vivir la vida religiosa con sus familias y en su profesión. Se ofreció como víctima al Señor, sufriendo penas indecibles y misteriosas. Tuvo el apoyo de su amigo del cardenal arzobispo de Milán, el beato Alfredo Ildefonso Schuster. En 1954, el papa Pío XII estuvo en trance de muerte, y nuestro santo se ofreció a la Providencia morir en su lugar, de forma que cuando el papa superó la crisis, don Juan falleció y el papa viviría cuatro años más. Fue canonizado por el Papa Juan Pablo II el 18 de abril de 1999.

OTROS SANTOS DEL DÍA:

ruinas en el Ponto

San Melecio. M. c. 295.
Martirologio Romano: En Sebastopol, del Ponto, san Melecio, obispo, el cual, aunque ya famoso por su erudición, fue aún más famoso por su virtud y sencillez de vida.
Era un obispo del Ponto, Bitinia (Turquía) que soportó muchos sufrimientos durante la persecución de Diocleciano; Eusebio lo conocía personalmente dice que su nombre derivaba de la palabra "mel atticus" (miel ática) una expresión usada para describir su elocuencia. Si es así no conocemos su verdadero nombre.

Porta S. Felice en Bolonia
San Félix de Bolonia. M. c. 432.
Martirologio Romano: En Bolonia, de la Emilia, san Félix, obispo, que fue diácono de la Iglesia de Milán con san Ambrosio
Diácono de la iglesia de Milán durante el episcopado de san Ambrosio. Del epistolario ambrosiano se sabe que fue elegido para una delicada misión ante el emperador Teodosio en el 394: “Merecidamente a llevar mi carta he enviado al diácono Félix, mi hijo, para que en mi nombre presente un memorial por aquellos que han recurrido a la Iglesia madre pidiendo misericordia de vuestra piedad”. 
Fue elegido séptimo obispo de Bolonia (c. 397 -432), le sucedió san Petronio de Bolonia. Trabajó contra los arrianos y contra los estragos de los godos, hasta que murió santamente. Su cabeza se conserva en la catedral de Bolonia.

Santa Adrehildis. M. c. 692. 
Martirologio Romano: En Cenómano (hoy Le Mans), de Neustria, santa Adrehildis, abadesa del monasterio de Santa María, murió hacia el año 692.
Se cree que era originaria de Soissons. Sobrina de san Alderico, obispo de Le Mans. Ella y su familia eran muy devotas. De ella el autor del libro “Gesta de San Alderico” dice: "Ada, a petición del obispo san Inocencio, vino al monasterio de Santa María de Soissons, en la ciudad de Le Mans, para enseñar la regla de San Benito al monasterio de Santa María que está en los suburbios de la ciudad". Fue abadesa de Saint Julien-des-Prés en Le Mans. De esta animadora de la regla benedictina no quedan ni las reliquias. Es la santa patrona de las mujeres religiosas y monjas en Francia.

San Apro. s. VII. 
Martirologio Romano: En Vienne, de la Galia Lugdunense, san Apro, presbítero, el cual, abandonando su patria, se construyó una celda en donde llevó una vida solitaria y penitente.

San Juan "el Taumaturgo". M. d. 750. 
Martirologio Romano: En Poliboto, de Frigia, san Juan, llamado el Taumaturgo, obispo, que, contra el dictamen del emperador León el Armenio, trabajó intensamente en favor del culto de las sagradas imágenes.
Obispo de Polybotos (Frigia) Turquía, fue uno de los más claros defensores de la ortodoxia contra el emperador iconoclasta León el Armenio; su fama de taumaturgo era tanta que el emperador no se atrevió a interferirse en su actividad.  

San Sola. M. 794. 
Martirologio Romano: En el monasterio de Ellwangen, en Baviera, san Sola, presbítero y eremita.
Benedictino anglosajón, que siguió a san Bonifacio a Alemania donde fue discípulo del santo y recibió la ordenación sacerdotal de sus manos. Al sentirse llamado por el Espíritu Santo a la vida solitaria, su maestro le aconsejó que se retirase a un sitio próximo a Fulda. Después, se trasladó a las riberas del Altmuhl, cerca de Eichstätt, donde vivió en una reducida celda, entregado a la penitencia y a la oración. 
 Después del martirio de san Bonifacio, los santos hermanos Wilebaldo, obispo de Eichstät y Wunibaldo, sacerdote, le exhortaron a convertir su celda, en centro religioso de la región. Para ello le regalaron unas tierras, en las que se erigió más tarde la abadía de Solnhofen, que dependía de la de Fulda. 
 San Sola pasó al Señor el 3 de diciembre de 794, y se construyó una capilla en el sitio que el santo había tenido su oratorio. El pueblecito de Solnhofen, al oeste de Eichstätt, perpetúa la memoria del nombre de san Sola. 

Pedro PettinarioBeato. (c.1180 - 1287). 
Martirologio Romano: En Siena, de la Toscana, beato Pedro Pettinario, religioso de la Tercera Orden de San Francisco, insigne por su peculiar caridad hacia los pobres y los enfermos, y por su humildad y silencio.
Nació en Campi, cerca de Siena. En Siena aprendió el oficio de fabricante de peines (pettinaio). Era un comerciante honesto y, buscaba sobre todo, la paz de su conciencia, de manera que cuando veía que un peine no era adecuado lo rompía. En cada ocasión, buscó la perfección y la caridad. Su matrimonio fue ejemplar y no tuvo hijos. 
Cuando se quedó viudo lo repartió todo y se hizo Terciario franciscano, y ayudado por otros compañeros, visitaba a los enfermos de los hospitales, pedía limosna para los pobres, edificando a todos. Fue favorecido con varios dones y carísmas místicos. Estuvo en contacto con movimientos laicales de su ciudad, así como de Florencia y Pistoya, y a través de ellos pidió a estas ciudades mayor sentido de la responsabilidad cristiana. Dante lo incluyó en la "Divina Comedia" en el Purgatorio. Murió en Siena. El municipio lo consideró enseguida beato, aunque la confirmación del culto no vino hasta el 2 de enero de 1802, por obra del papa Pío VII.