9 de julio de 2015

San AGUSTÍN ZHAO RONG y 119 compañeros, mártires de China. M. 1648-1930.


Martirologio Romano: Santos Agustín Zhao Rong, sacerdote, Pedro Mártir Sans, obispo, y compañeros, mártires, que en varias épocas y lugares de China testimoniaron con coraje el Evangelio de Cristo con la palabra y con la vida y, cayendo víctimas de las persecuciones por predicar o profesar la fe, fueron partícipes del glorioso banquete del Cielo


Hasta 1583 no se inició una actividad misionera católica en China, gracias a la obra del jesuita Mateo Ricci, después de que en 1514 los portugueses, desembarcaran en Guangzhou (Cantón), comenzaron los primeros contactos comerciales. A la muerte de este jesuita en 1619, había unos 2.500 cristianos. Después de que la dinastía Ming fue sustituida por la Manchú (1644), comenzó una primera reacción contra los cristianos, exarcebada también por el desarrollo de la cuestión de los ritos. En la persecución de 1648, sufrió martirio, con la acusación de haber falsas doctrinas religiosas, el dominico san Francisco Fernández de Capillas, protomártir de China, que había empezado 15 años antes su trabajo apostólico en la provincia de Fujian.
san Agustín Zhao Rong
Bajo el reinado del emperador Kangxi (1654-1722) se siguieron dando condiciones favorables para la expansión del cristianismo (los jesuitas fueron llamados a Pekín en calidad de “doctos”), si bien, a menudo turbadas, una vez más, por la cuestión de los ritos, la misma que durante los sucesores de aquel soberano contribuirá a desencadenar entre 1726 y 1796 un largo período de persecuciones. Entre 1747-1748 sufrieron el martirio el obispo dominico Pedro Mártir Sans (1747), y cinco dominicos (1748): Francisco Serrano, Joaquín Royo, Juan Alcober y Francisco Díaz.
A comienzos de 1800, tras la represión de las revueltas instigadas por la secta del “loto blanco”, los cristianos fueron acusados de rebelión y hostilidad a la autoridad imperial y los misioneros proscritos del país. Entre los mártires de esta persecución se cuentan los catequistas chinos: Pedro Wu Goecheng (1814) y José Zhang-Dapeng (1815), el  Obispo de Tabranca Juan Gabriel Taurin Dufresne (1815), el sacerdote Agustín Zhao Rong (1815), el franciscano Juan Lantruda de Triora (1816), los sacerdotes José Yuan-Tsi-Te (1817) y Pablo Lieou-Han-Tso (c.1818), el paulista Francisco de Régis Clet (1820), el sacerdote Tadeo Liu (1823), el catequista Pedro Liu Ouen-Yen (1834).
En la nueva oleada de persecuciones que sobrevino en los años del conflicto anglochino, conocido como “la guerra del opio” (1839-1842), padeció martirio el catequista Joaquín Ho-Kai-Tche (1839). Otros muchos cristianos testimoniaron con la vida su fe, como el misionero oratoriano Juan Gabriel Perboyre (1840), el sacerdote de las Misiones Extranjeras Augusto Chapdeleine (1856), el laico chino Lorenzo Bai Xiaoman (1856), la catequista Inés Cao Guiying (1856). 
En 1858, por orden del mandarin MaoKou (en la provincia de Guizhou) fueron tres los catequistas asesinados, conocidos como los “Mártires de MaoKou”: Jerónimo Lou-Tigmey, Lorenzo Wang Bing y Águeda Lin-Tchao. A estos hay que añadirles el mártir José Tchong-ta-Pong. En 1860 el Tratado de Pekín admitió la libertad religiosa, y a pesar de ello continuó la persecución. 
En 1861 sufrieron martirio, dos seminaristas y dos laicos. Se les conoce como “Mártires de Qingyanzhen”: José Zhang Wenlan, seminarista. Pablo Chen Changpin, seminarista. Juan Bautista Lou Tingying, laico. Marta Wang-Luo Mande, laica. 
En 1862, fueron masacrados los “Mártires de Guizhou”, a saber: Juan Pedro Neel, Sacerdote de las Misiones Extranjeras. Los catequistas: Martín Wu Xuesheng, Juan Zhang Tianshen, Juan Chen Xianheng y Lucía Yi Zhenmei. 
Vino una época de relativa tranquilidad, Francia sustitutyó a Portugal como potencia protectora de las misiones, con lo cual se promulgó un decreto que se permitía a los chinos seguir el cristianismo. La Iglesia pudo vivir abiertamente y ejercer su labor misionera y se multiplicó la presencia de misiones y misioneros. 
En el período inmediatamente posterior a la guerra chino-japonesa de 1894-1895, que llevó a la división de China en zonas de influencia extranjeras, la emperatriz Cixi canalizó contra los occidentales, y sobre todo contra los misioneros europeos y los católicos chinos (considerados como una quinta columna que actuaba en favor de las potencias extranjeras), el odio del movimiento de los boxers. En los años 1900-1909 se produjeron numerosas matanzas de cristianos, en las que perecieron cerca de 30.000 personas, sobre todo en las provincias septemtrionales del país. Como resultado de esto tuvo lugar el martirio de algunos misioneros y de muchos chinos que se agruparon en los siguientes grupos.
a) Mártires de Shanxi, el 9 de Julio de 1900, que era Franciscanos: el obispo Gregorio Grassi, el obispo auxiiliar Francisco Fogolla, (Ver la entrada que hoy se celebra de estos santos con una referencia del Martirologio Romano aparte).  
b) Mártires del Hunan Meridional, el 7 de Julio 1900, también sacerdotes franciscanos: Antonio Fantosanti, José María Gambaro y Cesidio Giacomantonio (4 Julio). A los franciscanos se añaden siete Franciscanas Misioneras de María: María Ermelina de Jesús, María de la Paz, María Clara, María de Santa Natalia, María de San Justo, María Adolfina y María Amandina (9 Julio). 
* La rebelión de los bóxers se difundió al vicariato apostólico Xianxian, confiado a los jesuitas, los cristianos asesinados se cuentan por millares. Entre los misioneros jesuitas se encuentran: León Ignacio Mangin, Pablo Denn, Modesto Andlauer y Remigio Isoré. Hay que destacar el martirio de María Zhu que trabajaba en la misión y dio su vida para protejer a los misioneros. 
Martirizados por los Bóxers en 1900 y en otros años, la mayoría en la iglesia de del pueblo de Tchou-Kia-ho, donde se habían refugiado, junto con los dos primeros misioneros que a continuación se enumeran: 
He aquí los nombres de los laicos cristianos chinos: Ana An Xin, Ana An Jiao, Ana Wang, Andrés Wang Tianqing, Bárbara Cui Lian, Chi Zhuze, Isabel Qin Bian, José Ma Taishun, José Wang Kuiju, José Wang Yumei, Juan Bautista Wu Mantang, Juan Bautista Zhao Mingxi, Juan Bautista Zhu Wurui, Juan Wang Kuixin, Juan Wu Wenyin, José Yuan Gengyin, Lang Yang, Lucía Wang Cheng, Lucía Wang Wang, Magdalena Du Fengju, Marcos Ki-T’ien-Siang, María An Guo, María An Linghua, María Chi Yu, María Du Tian, María Du Zhao, María Fan Kun, María Fu Guilin, María Gou Li, María Wang Li, María Zhao Gou y sus hijas Rosa Zhao y María Zhao, María Zheng Xu, Pablo Ge Tingzhu, Pablo Lang Fu, Pablo Liu Jinde, Pablo Wu Anjyu, Pablo Wu Wanshu, Pedro Li Quanhui, Pedro Liu Zeyu, Pedro Wang Zuolong, Pedro Zhao Mingzhen, Pedro Zhu Rixin, Ramón Li Quanzhen, Rosa Chen Aijieh, Rosa Fan Hui, Simón Qin Cunfu, Teresa Chen Tinjieh, Teresa Zhang He, Zhang Huailu. Fueron canonizados por san Juan Pablo II, el 1 de octubre del 2000. MEMORIA FACULTATIVA.

Beata JUANA SCOPELLI. (1428-1491).


Martirologio Romano: En Reggio, de la Emilia, beata Juana Scopelli, virgen, de la Orden Carmelitana, que, con los donativos recibidos de sus conciudadanos, fundó un monasterio y con su oración consiguió proporcionar pan a sus hermanas en el refectorio.

Nació Reggio Emilia en el seno de una familia profundamente cristiana. Sus padres dieron a sus tres hijos una ferviente educación cristiana. Juana ayudó a sus hermanas para que afrontaran el matrimonio con auténtico espíritu cristiano. Se sentía gozosa de ayudar y servir a su familia. Se desvivió en atenderles y ayudarles en todas sus necesidades aunque careciera de tiempo para sí misma.
Se enteró de la existencia de jóvenes que, bajo la regla carmelitana, vivían encerradas en su casa, como si fuera un monasterio, sin vivir para ello en la vida claustral. Juana, con el permiso de sus padres, se entregó de lleno, siempre que la obligación no la llamaba a otra cosa, a su nueva vida: vida de oración, lectura de la Biblia y penitencia corporal (según la costumbre de la época). Pronto su ejemplo cundió, y una buena señora le ofreció su misma casa para que, juntamente con ella y sus dos hijas, formaran una especie de familia religiosa con la única finalidad de vivir íntegramente la vida cristiana y, si era necesario, también la caridad hacia el prójimo. Vivieron juntas desde 1480 a 1484.
Aquella comunidad fue creciendo y aquella casa no daba abasto. Juana pidió la iglesia de San Bernardo, propiedad de los hermanos Humillados, con el fin de fundar un monasterio y así vivir en mayor consonancia con sus deseos de entrega a Dios y a María, en 1485 comenzó el nuevo monasterio, que cambió el nombre de San Bernardo por el de Santa María del Popolo (después llamado “Le Bianche”). Desde un principio intentó agregarse a las carmelitas pues le atraía especialmente su gran amor a María y por su entrega a la vida de oración. En su tiempo florecía en la orden carmelitana una reforma que llegó a producir muchos frutos de santidad; se llamaba la "congregación Mantuana". A ella perteneció el nuevo monasterio que fundó Juana. Para sustentar el convento rechazó la dote, solamente admitía aquellas aportaciones nacidas de la caridad de sus vecinos, ya sea como ofrenda o como limosna. Sus paisanos se volcaron en esta nueva reforma. Fue priora y vivió una gran ascesis en la oración, que fue dedicada a sus vecinos que tanto la habían ayudado. Su culto fue confirmado en 1771.

Santos MÁRTIRES DE GORKUM. M. 1572.


Martirologio Romano: En Brielle junto al Mosa en Holanda, pasión de los santos mártires Nicolás Pieck, sacerdote, y diez compañeros de la Orden de los Frailes Menores y ocho del clero diocesano y regular, que por defender de los calvinistas la doctrina de la presencia real de Cristo en la Eucaristía y la autoridad de la Iglesia de Roma, sufrieron mofas y torturas de distintos modos, concluyendo su martirio con el ahorcamiento

Es un grupo de 19 mártires a los que sometieron a un cruel martirio los calvinistas en Gorkum, cerca de Dordrecht en Holanda. Había un trasfondo político en este hecho, ya que Flandes en aquellos momentos pertenecía a la corona de española. El duque de Alba, gobernador de la región, fue derrotado por los calvinistas, y estos juraron vengarse no solo de todo lo que fuera leal a España, sino también a todos los católicos, sobre todos los religiosos, ya que se unía catolicismo con España.
Dordrecht y Gorkum, cayeron en manos del capitan calvinista Marino Brandt. La resistencia de las fuerzas leales al rey Felipe II, quedaron reducidas a una pequeña guarnición en la ciudadela de Gorkum. Allí habian buscado refugio el clero secular (3 sacerdotes: Nicolás Janssen, Leonardo Veckel, Godofredo van Duynen) y los religiosos varones de Gorkum; once franciscanos (Antonio de Hoornaer, Antonio de Weest, Cornelio de Wich, Francisco Rod, Jerónimo de Weerden, Nicolás Pieck, Godofredo de Melveren, Nicasio Jonson, Pedro Van Assche, Teodorico van der Eel y Willaldo de Dinamarca). Un canónigo regular de San Agustín (Juan de Oesterwich). Las dos comunidades femeninas –la de los monasterios franciscanos y agustino- se habían disuelto tiempo atrás, ante el peligro. 
Los religiosos presintiendo su final se prepararon con la penitencia y la eucaristía que les llevó el dominico alemán Juan de Colonia, párroco de Hoornaert, que venía de Colonia, y había perdido permiso a su prior provincial acudir en ayuda de los católicos holandeses. El conde de La Mark ordenó que los llevaran presos a Brielle. Medio desnudos fueron conducidos en una barca, que se detuvo en Dordrecht para que fueran insultados por el populacho. En Brielle fueron acogidos por el jefe de los "gueux" (mendigos) Lumey, que organizó un simulacro de procesión desde el puerto hasta el centro de la ciudad. Los religiosos sin perder la calma, daban gracias a Dios y cantaban el Te Deum. Llegaron a la cárcel y allí encontraron en prisión a otros tres sacerdotes: dos premostratenses (Adrián Beccan y Jacobo Lacops). Un sacerdote secular: Andrés Wonthers. Fueron interrogados y se les ofreció la libertad si renegaban de su fe, pero ninguno aceptó. Guillermo de Orange, dio la orden que se respetase su vida, pero Lumey se negó a obedecer. Fueron ahorcados en el viejo convento de Santa Isabel, de la ciudad holandesa de Brielle, fueron ahorcados desnudos para más escarnio, además los lazos de las sogas estaban mal hechos para que sufrieran más. Bajaron sus cuerpos y se ensañaron con ellos descuartizándolos y llevándolos por la ciudad como trofeos. Los diecinueve fueron canonizados por Pío IX el 29 de junio de 1867.

Santa VERÓNICA GIULIANI. (1660-1727).


Martirologio Romano: En Città del Castello, de la Umbría, santa Verónica Giuliani, abadesa de la Orden de las Clarisas Capuchinas, quien, dotada de singulares carismas, participó corporal y espiritualmente de la pasión de Cristo, siendo por ello encerrada y vigilada durante cincuenta días, dando siempre pruebas de admirable paciencia y obediencia.

Nació en Mercatello sul Metauro, cerca de Urbino. Se llamaba Úrsula. Hija de un intendente general de hacienda, que a la muerte de la madre se trasladaron a Piacenza. Manifestó desde niña un fuerte carácter que ella misma dirá: “Yo tendía por naturaleza a la cólera y cualquier nimiedad me enfurecía de tal manera, que enseguida empezaba a patalear”. A los 17 años, vistió en Città di Castello el hábito capuchino (1677) y tuvo su primer éxtasis místico. Era el paraíso que había anhelado. Pero la realidad le llegó en seguida cuando, pensando que un secreto jamás se revelaba, “perdí la confianza con la superiora, con la maestra y con el confesor”. Su idealismo vino abajo y se dio cuenta que convivía con personas normales. Su vida fue una inmolación para mostrar así su amor a su Esposo. Sus altos dones de oración se intensifican al cumplir 33 años. En 1694 fue nombrada maestra de novicias y desde 1716 hasta su muerte fue abadesa del convento.
Sufrió en sí misma los estigmas de la Pasión. El obispo de la diócesis y la Inquisición, de acuerdo con la abadesa y con la ayuda de un jesuita y de tres médicos estudiaron el caso con desconfianza. Las heridas se renovaban después de curadas, y al no poder aclarar los hechos se impuso a la monja una especie de severísimo castigo a manera de prueba: recluida en su celda, sin oír misa, ni comulgar y tratada como una impostora; pero los fenómenos persistían y, sobre todo, mantenía una actitud serena, confiada y alegre, de absoluta obediencia y humildad. 
Se la obligó a escribir un "Diario" con todas sus experiencia, pero que no podía releer, ni corregir, así nacieron 44 volúmenes, que son una de las paginas más importantes de la mística italiana (hay que decir que aprendió a leer y escribir a partir de los 33 años). Fue abadesa, y gobernó el convento con un espíritu práctico, siempre atenta los detalles de la vida cotidiana, una sensatez y un buen humor que desconcertaban a los que creían que la unión íntima con Dios incapacitaba para vivir en este mundo.  

Beatas MELANIA DE GUILHERMIER y MARÍA ANA MARGARITA DE LOS ÁNGELES DE ROCHER. M. 1794. 


Martirologio Romano: En Orange en la Provenza en Francia, beatas Melania de Guilhermier y María Ana Margarita de los Ángeles de Rocher, vírgenes de la Orden de Santa Úrsula y mártires durante la revolución francesa

María Ana Magdalena De Guilhermier nació en Bolléne, Francia, el 29 de junio de 1733 en el seno de una familia noble. Inclinada a la vida religiosa, ingresó en 1750 en el monasterio de las ursulinas de su ciudad natal y profesó con el nombre de sor Santa Melania. Vivió más de cuarenta años en el monasterio, llevando vida ejemplar como religiosa, hasta que el monasterio fue disuelto y ella con las demás fue obligada a ir a Orange, donde padeció prisión y juicio. Se la acusó de negarse a prestar el juramento de libertad-igualdad y de poner obstáculos por su «fanatismo» a la marcha de la Revolución.

María Ana Margarita De Rocher nació en Bolléne, Francia, el 20 de enero de 1755 en el seno de una noble familia. Ingresó en el monasterio de ursulinas de su ciudad natal, donde profesó con el nombre de sor María de los Ángeles y donde pudo pasar veinte años llevando vida ejemplar como religiosa. Llegada la Revolución y habiendo de dejar el monasterio, permaneció con sus hermanas religiosas y con ellas fue arrestada y llevada a la cárcel en Orange. Fue juzgada bajo la acusación de no someterse a las leyes de la República y de propagar el fanatismo.
Fueron guillotinadas en Orange el 9 de julio de 1794 y beatificadas por SS. Pío XI el 10 de mayo de 1925, en un grupo de 32 religiosas mártires de la Revolución.

San JOAQUÍN HE KAIZHI (Ho-Kai-Tche). (1774-1839). 


Martirologio Romano: En la ciudad de Kouy-Yang, en la provincia de Guizhou, en China, san Joaquín He Kaizhi, catequista y mártir, estrangulado por mantener su fe en Cristo.

Nació en Tchao-Tso, provincia de Kouei-Tcheou (China), y a los veinte años conoció el cristianismo, se abrió a la fe y recibió el bautismo. Fue desde entonces un cristiano fervoroso que, en la persecución de 1814, fue arrestado, llevado a Kouy-Yang y sometido a terribles torturas para que apostatara, pero permaneció firme e inconmovible. Entonces fue desterrado a Mongolia, con los tártaros, donde vivió por espacio de 18 años y su fe no se quebró en ningún momento. Cumplida la pena, volvió a su casa y siguió siendo un cristiano ejemplar, al que se le encomendó la tarea de catequista, que él realizaba con gran dedicación y celo. Costeó la erección de un oratorio que sirvió de reunión de la comunidad cristiana, a la que exhortó a perseverar en la fe. 
Estas actividades provocaron un nuevo arresto y un nuevo juicio en 1839. Fue torturado cruelmente pero no consiguieron su apostasía. Estuvo unos meses en la prisión, donde siguió con su actividad, consolando a los cristianos arrestados y dando un sólido testimonio, que admiró hasta los paganos. Mientras iba al martirio en Kouei-Tcheou, un amigo le ofreció un vaso de vino, pero él no lo quiso acordéndose de los padecimientos de Cristo. Murió estrangulado. Fue canonizado el 1 de octubre de 2000 por Juan Pablo II, en el numeroso grupo de san Agustín Zhao Rong y compañeros, cuya memoria litúrgica celebramos también hoy.

Santos GREGORIO GRASSI, FRANCISCO FOGOLLA y 24 compañeros. M. 1900.


Martirologio Romano: En la ciudad de Taiyuan, en la provincia de Shanxi, también en China, pasión de los santos mártires Gregorio Grassi y Francisco Fogolla, obispos de la Orden de los Hermanos Menores, y de otros veinticuatro compañeros, todos ellos asesinados por odio al cristianismo, durante la persecución llevada a cabo por los secuaces del movimiento de los Yihetuan.

san Gregorio Grassi
 Sus nombres son: Elías Facchini, Teodorico Balat, presbíteros, y Andrés Bauer, religioso, de la Orden de Hermanos Menores; María Ermelina de Jesús (Irma) Grivot, María de la Paz (María Ana) Giuliani, María Clara (Clelia) Nanetti, María de Santa Natalia (Juana María) Kerguin, María de San Justo (Ana Francisca) Moreau, María Adolfina (Ana Catalina) Dierk, María Amandina (Paulina) Jeuris, Religiosas del Instituto de Franciscanas Misioneras de María; y también Juan Zhang Huan, Patricio Dong Bodi, Felipe Zhang Zhihe, Juan Zhang Jingguang, Juan Wang Rui, seminaristas franciscanos; Tomás Shen Jihe, Simón Chen Ximan, Pedro Wu Anpeng, Francisco Zhang Rong, Matías Feng De, Santiago Yan Guodong, Pedro Zhang Banniu, Santiago Zhao Quanxin y Pedro Wang Erman, laicos.
san Francisco Fogolla
Después de la guerra chino-japonesa de 1894-1895, que dividió China en zonas de influencia extranjera, la emperatriz orientó contra los occidentales y sobre todo contra los misioneros europeos y los chinos convertidos al catolicismo, el odio de los miembros de la sociedad secreta china, de carácter al mismo tiempo religioso y político, conocida con el nombre de revolución de los  boxers. Era una corriente nacionalista y xenófoba, en la que se mezclaron motivos políticos, económicos, militares y religiosos, amparada en los decretos imperiales contra los europeos. 
El Vicario Apostólico de Shanxi estaba regido por san Gregorio Grassi, ayudado por un obispo coadjutor, san Francisco Fogolla, que ya antes de su nombramiento espiscopal era vicario general y estrecho colaborador del prelado y pertenecíam ambos a la orden franciscana.
Ellos habían cuidado mucho de promocionar las vocaciones nativas, para que poco a poco, consolidada la Iglesia en el país, estuviera regida pastoralmente por miembros de la propia comunidad local, ordenados sacerdotes y obispos, una jerarquía autóctona definitiva.
Misioneros y nativos cristianos prefirieron morir antes de renegar de su fe. Corria el año 1900, y en la misión de Shanxi, donde se encontraban ambos obispos con otros sacerdotes y religiosos, más un grupo de seminaristas y criados de la misión, el día 4 de julio se llegó a la certeza de que morirían mártires. Manifestaron su temor a las religiosas, que pertenecían las siete a las Franciscanas Misioneras de María, y exclamaron simplemente que se cumpliera la voluntad de Dios. Todos los de la misión se entregaron en manos de Dios, si esa era su voluntad. 
Los soldados chinos los enviaron a la casa del mandarín: las hermanas y las niñas son encerradas en una habitación húmeda, y los demás en otra no menos incómoda.
Pudo celebrarse la misa en un altar portátil. El obispo Grassi da la absolución a los que le rodean. Y a las 3 de la tarde del 9 de Julio los bóxers se lanzan sobre los detenidos y luego de maltratarlos los llevan hasta el tribunal del virrey de Yu-shien. Empezó el interrogatorio, en el que los mártires no apostataron ninguno. Exasperado el virrey hincó su puñal en el pecho del obispo Grassi, y con si fuese una señal, en el patio donde los demás aguardaban se produjo una terrible carnicería: los atacantes hieren, mutilan, descuartizan, matan… Se levanta un cántico: las religiosas entonan el Te Deum y se abrazan fraternalmente y continuan cantando hasta que las matan. Todos murieron. 
Tres años más tarde, el 24 de marzo de 1903, pasada la tempestad por la enérgica reacción de los gobiernos europeos ante las matanzas, el ejercito chino rindio homenaje, en el mismo patio en el que fueron sacrificados, a los mártires, diciendo el nuevo virrey que glorificaba su firmeza.

Santa PAULINA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS AGONIZANTE. (1865-1942).


Martirologio Romano: En Paulópolis, ciudad de Brasil, santa Paulina del Corazón de Jesús Agonizante (Amábilis) Wisenteiner, virgen, la cual, habiendo venido de Italia al Brasil siendo aún niña, abrazada la vida religiosa fundó la Congregación de Hermanitas de la Inmaculada Concepción, para atender a enfermos y pobres, a los que, pasando muchos trabajos y penalidades, sirvió con gran humildad y en asidua oración.

Se llamaba Amabile Lucia Visintainer. Nació en Vigolo Vattaro (Trento, entonces territorio austriaco), en una familia de agricultores. Sus padres emigraron al Brasil, al poco de su nacimiento; ella no volvió nunca a su tierra de origen. La familia, con otros tridentinos, fundaron la localidad de Vígolo (en el actual municipio de Nueva Trento en el estado de Santa Catarina). 
Amabile fue una muchacha reservada pero de corazón generoso. Al quedarse huérfana de madre, atendió a su familia. A los 25 años comenzó su obra social, cuando encontró tirada en la calle a una enferma de cáncer, que no había encontrado puesto en el hospital. La choza en la que la hospedó fue la cuna del hospital San Virgilio. Conquistó las simpatías y benevolencia de la sociedad civil que la ayudó en su obra de caridad. 
Fundó la Congregación de las Hermanitas de la Inmaculada Concepción, estableciendo su casa madre en Nova Trento, pero dejó esta ciudad al poco tiempo y se estableció en Iparanga, (Sao Paulo) donde cuidó a los huérfanos, hijos de los antiguos esclavos. En 1909 fue destituida de su cargo por decisión del arzobispo de Sao Paulo, que cedió a las presiones de la congregación y de la sociedad local. Paulina, se arrodilló... se humilló... respondió que estaba totalmente dispuesta a entregar la Congregación... se ofreció espontaneamente para servir en la congregación como súbdita.
Durante diez años vivió en una casa muy pobre, dedicándose a los trabajos más humildes. Trabajó con los enfermos de la Santa Casa y con los ancianos del asilo de San Vicente de Paulo en Bragança Paulista, sin poder ocupar ningún otro cargo en su Congregación. Fueron años de oración, trabajo y sufrimiento: haciendo y aceptando todo para que la Congregación siguiera adelante. y “nuestro Señor fuera conocido, amado y adorado por todos en todo el mundo”. En 1918 fue llamada por su sucesora como superiora general a la casa generalicia, donde permaneció hasta su muerte, en una vida retirada, de intensa oración, dedicada a las hermanas enfermas. Murió en Sao Paulo diabética, ciega, con un brazo amputado por efecto de la gangrena producida por un pinchazo de aguja. Fue beatificada por SS Juan Pablo II y canonizada por el mismo Pontífice el 19 de mayo de 2002.

Beata MARÍA DE JESÚS CRUCIFICADO PETKOVIC. (1892-1966).


Martirologio Romano: En Roma, beata María de Jesús Crucificado Petkovic, virgen, que habiendo nacido en Blato, en la isla de Korcula, en Croacia, se dedicó a la oración y a las obras de misericordia, y para servir especialmente a los pobres, enfermos y abandonados, fundó la Congregación de las Hijas de la Misericordia, que agregó a la Tercera Orden de San Francisco.

Nació en Blato, en la isla de Korkula (Croacia). Desde muy joven al ver el sufrimiento, el hambre y la penuria de la gente, decidió esforzarse por los pobres. En 1906, se asoció a las Hijas de María, de la que llegó a ser presidenta. Leyendo las palabras del "Joven rico" sintió la vocación religiosa. Formó parte de la Tercera Orden Secular de San Francisco.
Impulsada por un vivo deseo de ayudar a los necesitados, y siguiendo las orientaciones del obispo de Dubrovnik, en 1919 fundó la Congregación Franciscana Hijas de la Misericordia, para "la educación e instrucción de la juventud femenina". En 1956 la Congregación llegó a ser de derecho pontificio y fueron aprobadas sus constituciones. Trató de transmitir a todas sus hijas a "seguir a Cristo, escuchar a Cristo, humillarse en Cristo, sufrir silenciosamente en Cristo, arder en Cristo, perdonar en Cristo, amar en Cristo, sacrificarse en Cristo... porque no hay verdadero amor sin sacrificios y sufrimientos por la persona amada. Cristo con la cruz y el sufrimiento ha salvado al mundo entero".
La madre Petkovic estuvo siempre entregada a los pobres, marginados y despreciados, porque reconocía en ellos el rostro de Jesús doliente. Su vida se puede resumir en dos palabras: "Oración y apostolado". La fama de santidad, de la que gozó durante su vida, se confirmó también después de su muerte acaecida en Roma. Fue beatificada en Croacia el 6 de junio de 2003.

OTROS SANTOS DEL DÍA:



San Eusanio. s. III. 

Una Passio legendaria y muy reciente, relacionada con la de los santos Florencio y Félix, narra que Eusanio, presbítero de la ciudad de Siponto (la actual Manfredonia), para huir del honor del episcopado se marchó como peregrino a Roma. Durante el viaje, paró en los territorios de Chieti, Valva, Furcia, Amiterno, Antrodoco y Rieti. De regreso, en el territorio de los Vestini, se paró en Avea, donde desarrolló un fecundo apostolado, pero el prefecto del lugar, Prisco, en tiempos de Maximiano, lo encarceló y lo torturó; liberado, retomó su actividad hasta que murió y fue sepultado en la iglesia de Santa María delle Monache, en la localidad de Quinque Vallae.
santa Faustina


Santas Floriana y Faustina. s. III. 
Virgenes y mártires con otras compañeras en Roma en la X o XII milla de la Vía Latina.

Adrián Fortescue. Beato. (1476-1539).
Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beato Adrián Fortescue, mártir, padre de familia y caballero, que, habiendo sido acusado calumniosamente de traición, fue encarcelado dos veces y finalmente decapitado, siendo rey Enrique VIII.
Nació en Punsbourne, en Hertfordshire. Era primo hermano de Ana Bolena. En 1499, se casó primero con Ana Stonor y luego con Ana Rede, y tuvo de ellas cinco hijos. Era miembro de los caballeros de San Jorge y el más fiel en el cumplimiento de sus deberes. Entre sus servicios al país se cuenta su presencia en las campañas de Francia de 1513 y 1523. Juez de Paz y caballero de la Orden de Malta; profesó en la orden tercera dominicana laical en Oxford. 
Entre las normas ascéticas que se impuso están: tratar de seguir en todo el beneplácito divino, ser siempre dócil a las mociones del Espíritu santo en el obrar, renovar todos los días los buenos propósitos, cumplir con diligencia todas las cosas e impetrar de Dios la perseverancia. 
Pese a su actitud prudente y reservada hacia los asuntos reales, fue arrestado en 1534, pero fue liberado al poco tiempo. Pero como todos los caballeros de Malta, su fidelidad al Papa era notoria, él siguió siendo sospechoso al monarca que volvió a arrestarlo en 1539 y fue encerrado en la Torre. Rechazó el juramento de supremacía del soberano inglés ante la iglesia romana y por esta causa fue decapitado en Tower Hill, Londres, por orden de Enrique VIII. Fue beatificado en 1895 por SS León XIII.

Fidel ChijnackiBeato. (1906-1942). 
Martirologio Romano: En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, de Baviera, en Alemania, beato Fidel Chijnacki, religioso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, mártir, el cual, expatriado de Polonia en tiempo de guerra, fue internado en dicho campo por haber confesado a Cristo, siendo martirizado con terribles tormentos, por lo que mereció la gloria eterna.
Jerónimo nació en Lóde, Polonia. Terminados los estudios primarios, trabajó primero en una compañía de seguros y luego en Correos en Varsovia. Era un joven de vida cristiana fervorosa y miembro de la Acción Católica. A los 27 años, en 1933, ingresó en la Orden Capuchina en Nowe Miasto, tomando el nombre de fray Fidel al comenzar el noviciado. Hecha la profesión estudia filosofía en el convento de Zakroczym y teología en el de Lublín, haciendo en el curso del estudio los votos perpetuos (1937). 
Cuando estalla la II Guerra Mundial hubo de interrumpir los estudios, siendo arrestado el 25 de enero de 1940 y llevado al campo de concentración de Sachsenhausen y seis meses más tarde al de Dachau. Se contagió de tuberculosis, y las durísimas condiciones del campo lo llevaron a la muerte el 9 de julio de 1942. Al ser transferido a la sección de los «inválidos», se despidió diciendo: «¡Alabado sea Jesucristo! Hasta que nos veamos en el cielo». Fue beatificado por SS. Juan Pablo II el 13 de junio de 1999.

NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ.


Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá es una de las advocaciones con que se venera a la Virgen María en el catolicismo. 
Es la patrona y reina de Colombia.


HISTORIA:

Cuenta la tradición que en 1560, entre los primeros conquistadores de la hoy Colombia, el español Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, era especialmente devoto de la Virgen del Rosario. Por este motivo fabricó en el pueblo de Suta su dormitorio y pequeña capilla, como obligaba las leyes de la encomienda. Un fraile dominico, colaborador en las misiones, fray Andrés Jadraque vio la necesidad de dotar la capilla con un lienzo o cuadro de la Virgen del Rosario, advocación difundida por la Orden Dominicana a la cual pertenecía el religioso. De esta forma le pidieron al pintor español Alonso De Narváez que vivía en la ciudad de Tunja, cercana a la región para pedirle que pintara a la Virgen del Rosario. 
La pintura fue realizada sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por 49 de ancho, se usó colores al temple, con pigmentos naturales tomados de la composición mineral de la tierra y del zumo de hierbas y flores de la región, realizó una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y para que no quedasen en blanco los campos que quedaban a ambos lados de la Madre de Dios, todos acordaron poner al lado de la Virgen a sus santos de devoción, san Antonio de Padua y san Andrés por ser el primero patrono del encomendero que solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que la había mandado a hacer. Luego que recibió la imagen, acomodó el lienzo en un bastidor de madera y lo expuso en el altar de la capilla.
Para el año de 1562 la pintura ya estaba en la capilla. Pasaron algunos años y el desaseo y la humedad  de la capilla que tenía el techo de paja, deterioraron el lienzo, que apareció roto por varias partes y la pintura estaba casi borrada. En 1578 el cuadro está tan borroso y deteriorado que el párroco, P. Leguizamón, lo hace quitar del altar y lo envía a una finca que el Sr. Santana tiene en Chiquinquirá, finca llamada "Aposentos" palabra que significa "casa grande para dar alojamiento a indios y campesinos)y se coloca en una habitación que tiempo atrás había sido utilizada como oratorio. Se dice que incluso el lienzo sirvió para secar granos al sol.
La crónica histórica (elaborada al año siguiente de los acontecimientos) señalan que en el año 1586, vino a aquel lugar una piadosa mujer llamada María Ramos, nacida en Sevilla (España) y cuñada Santana, y se va a trabajar como doméstica a la casa de ellos en Chiquinquirá. Allí en el ranchejo que hace de Capilla encuentra María Ramos el cuadro que es agujero y mugre.
La piadosa mujer lo observa y al ser informada de que en un tiempo fué una imagen de María, se dedica a quitarle el polvo y la mugre y lo cuelga en una especie de marco. María Ramos pasaba largos ratos de rodillas allí ante el borroso cuadro pidiendo a la Virgen que la consolase porque extrañaba su casa y su patria, y le rogaba que por favor se dignase hacerse un poco más visible porque allí en aquella tela casi no se notaba nada.
Pasan los meses, y María Ramos suplicaba: "Rosa del cielo ¿cuándo te pondremos contemplar bien?".

La Renovación: Dice la crónica de aquel tiempo: así las cosas el día 26 de diciembre de 1586, a eso de las 9 de la mañana pasaba una india cristiana llamada Isabel que llevaba en la mano a su hijo de 4 años llamado Miguel y al pasar por frente a la Capilla le dijo: "Madre mía, mire a la Madre de Dios que está en el suelo" volvió la india hacia el altar y vió como la imagen de la Madre de Dios estaba en el suelo despidiendo de si un resplandor celestial que inundaba toda la Capilla. Quedó asombrada la india y muy despavorida le dijo en altas voces a María Ramos: "mire señora que la Madre de Dios se ha bajado del sitio donde estaba y parece que se está quemando".
Volvió María Ramos el rostro y vió que la imagen de la Virgen estaba de la manera que decía la india y admirada de ver tan estupendo portento, llena de asombro y pasmo, dando goces y derramando lágrimas fué corriendo hasta el sitio donde estaba la imagen y arrodilándose se quedó mirándola y rezándole con gran fe y devoción.
A los clamores de María Ramos y de la india, acudió Juana de Santana, (la viuda del enconmendero) y juntas, las tres piadosas mujeres, postradas de rodillas estuvieron largo rato contemplando gozosas aquellos resplandores de Gloria que llenaban de luz la Capilla y de alegría los corazones.
Y sigue diciendo la crónica de aquel tiempo: "Estaba la milagrosa imagen en el suelo recostada e inclinada hacia el altar en el mismo sitio en el que acostumbraba hacer oración María Ramos. La pintura se había vuelto tan renovada y de celestiales colores y que era una gloria el verla. Cesaron los resplandores que despedía la milagrosa imagen de la madre de Dios y después de un rato, con respeto y devoción levantaron de aquel sitio el milagroso cuadro y lo colocaron en el puesto que había ocupado antes, sobre el altar.
"Apenas estuvo colocado el cuadro en su sitio, llegaron otro tanto de mujeres del servicio y viendo la bendita imagen en aquella hermosura nunca vista y con el rostro tan encendido, renovada de colores toda la imagen, se quedaron asombradas y postrándose de rodillas todos los presentes hicieron adoración y todo aquel día estuvo llena de gente la humilde Capilla, pues muchos venían a dar gracias a Dios y a contemplar la maravillosa imagen y la celestial hermosura que se ve al presente.
La fama de tan impresionante suceso corrió rápidamente por todo el vecindario. Indios y españoles comenzaron a acudir de todos los alrededores, y en un par de meses todo el territorio del virreinato Nueva Granada, estaba informado el acontecismo, y los milagros empezaron a duplicarse.
A los 15 días llegó el párroco de Suta a comprobar el hecho. Se quedó admirado de la renovación milagrosa. Habiendo reverenciado a la Virgen con mucha devoción, llamó a los testigos que habían presenciado la Renovación y ante un escribano les hizo hacer declaraciones juramentadas de lo que habían visto, con todos sus detalles. Todos declararon bajo la gravedad del juramento lo que acabamos de narrar, y el 10 de enero de 1587 en sobre cerrado y sellado fueron enviadas estas declaraciones al Arzobispo de Santa Fe de Bogotá.
El Sr. Arzobispo ante la noticia de que de todas partes se dirigen peregrinos a rezar ante el famoso cuadro, envía a unos investigadores especiales a indagar todos los detalles y después de mil averiguaciones, los especialistas concluyeron que lo acontecido era algo excepcional, algo divino. Entonces el Sr. Arzobispo en persona se fue a visitar el cuadro y no le quedó más que repetir las palabras que dijo Jacob en la Biblia: "Verdaderamente Dios está en este sitio, y yo no lo sabía" (Gn. 28, 16).
Las gentes acudían de todas la regiones y la Madre bendita comenzó a obrar curaciones y conversiones en favor de devotos.Desde entonces empezó la devoción a la advocación conocida como "Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá".
Desde 1897 un grueso cristal protege la pintura de las inclemencias del tiempo y del roce con los devotos peregrinos.

RECONOCIMIENTOS Y EXPANSIÓN:

La devoción de la gente por esta imagen se evidencia en múltiples acontecimientos, que van desde las tradicionales "romerías" o grandes peregrinaciones hechas al lugar, pasando por la música popular, hasta hechos históricos protagonizados por personajes como virreyes, obispos y políticos, comenzando con el mismo Simón Bolívar, quien no sólo recibió para su campaña libertadora los tesoros y joyas del cuadro, sino que él mismo fue en varias ocasiones a orar por el éxito de su empresa. 
Pío VII la declaró patrona de Colombia en 1829 concediéndole fiesta litúrgica propia. El 9 de julio de 1919, las autoridades civiles y religiosas (Msr. Herrera, Arzobispo de Bogotá y don Marco Fidel Suárez, Presidente de la República) coronaron solemnemente a nuestra señora de Chiquinquirá como Reina de Colombia.
El 3 de julio de 1986 el Papa Juan Pablo II visitó el santuario y oró por la paz de Colombia a los pies de la Virgen María. 
En algunas ocasiones la imagen ha sido trasladada con gran pompa, a la ciudad de Bogotá (unos 120 km al sur) con el fin de pedir a Dios por el fin de guerras, catástrofes o epidemias. El 9 de julio de 1999 el lienzo visitó por última vez la ciudad de Bogotá para presidir la oración por la paz. ....
También es patrona del Estado Zulia en Venezuela, y de la ciudad de Caraz, en el departamento de Ancash en Perú.
Una imagen de la Virgen de Chiquinquira de Venezuela descansa en la Basílica de Maracaibo. En esa ciudad, cada año, el 18 de noviembre, se celebra la tradicional "Feria de La Chinita" y se realizan misas y procesiones en honor a la Virgen.