3 de enero de 2015

EL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS.


Martirologio Romano: El santísimo Nombre de Jesús, a cuyo solo nombre toda rodilla se dobla, en el cielo, en la tierra y en el abismo, para gloria de la Divina Majestad.


«Le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,21). El nombre se imponía a los niños hebreos, a los 8 días de su nacimiento, por medio de la circuncisión, realizada, la mayor parte de las veces por el padre de familia. Si contamos los días desde el nacimiento de Jesús (25 de diciembre) ocho días después sería el 3 de enero, por ello se ha puesto esta fecha como memoria litúrgica del Santísimo Nombre de Jesús.
El nombre de Jesús nos recuerda todo lo que está simbolizado en él: «Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre» (Flp 2,10-11), que es la cita evocada en el elogio del Martirologio. «Hablando de él, nos sentimos iluminados; pensando en él, recibimos el alimento de nuestras almas; invocándole, encontramos la paz», decía san Bernardo de Claraval, uno de los hombres que han hablado más sentida y profundamente del nombre de Jesús.
"IHS": monograma del nombre de Jesucristo. Desde el principio de la cristiandad, la “nomina sacra (nombre sagrado) de Iesous Christos” (Jesucristo) se abrevia de varias formas.
Las tres primeras letras de la palabra "Jesús" en griego son: IHC. Estas se transliteraron al latín como IHS. Sentido latino:  "I": Iesus (Jesús), "H": Hominum (de los hombres), "S": Salvator" (Salvador) =  Jesús, Salvador de los hombres.  Aunque esta no representa el significado original griego, felizmente se refiere y honra al mismo Jesucristo.
El Santísimo Nombre de Jesús fue siempre honrado y venerado en la Iglesia desde los primeros tiempos. El Concilio de Lyon prescribió en 1274 una devoción especial al nombre de Jesús, y el beato Gregorio X comisionó especialmente a la Orden de Predicadores para propagarla, pero sólo en el siglo XIV comenzó el culto litúrgico. San Benardino, ayudado por sus cohermanos, sobre todo de los beatos Alberto de Sarteano y Benardino de Feltré, difundió con gran fervor tal devoción que finalmente fue instituida como fiesta litúrgica. En el 1530 el papa Clemente VII autorizó a la Orden franciscana recitar el Oficio del Santísimo Nombre de Jesús. En 1721, se convirtió en fiesta universal de la Iglesia de occidente; pero pocos años después, la comisión encargada de la reforma del Breviario recomendó al Papa Benedicto XIV que la suprimiera del calendario general. El beato Juan Pablo II ha instituido el 3 de Enero el día de la memoria facultativa en el Martirologio Romano. MEMORIA FACULTATIVA.

San DANIEL DE PADUA. M. 168 o 304.


(it.: Daniele di Padova).

Martirologio Romano: En Padua, en la región de Venecia (hoy Italia), conmemoración de san Daniel, diácono y mártir.

Un relato dice que era diácono de origen judío; ayudó a san Prosdócimo, primer obispo de Padua, en su apostolado en el norte de Italia y fue martirizado en dicha ciudad. 
Otra narración relata que, era diácono de la Iglesia de Padua, y que fue martirizado durante la persecución de Diocleciano, a inicios del siglo IV. 
Sin embargo, su existencia sólo se conoció tras haberse encontrado su cuerpo, en el 1075. Según la leyenda, difundida en esa época y poco después, y cuyo núcleo históorico parece cierto, el mártir se habría aparecido a un ciego de Viterbo invitándole a pedir la gracia de la vista en el oratorio de San Prosdócimo, en Padua. Allí estaba la tumba de san Daniel, completamente ignorada. A la milagrosa curación siguieron diligentes búsquedas, que culminaron con el descubrimiento de un arca de mármol. El mártir yacía en ella como había muerto: el cuerpo, extendido horizontal sobre una tabla de madera y cubierto de una lossa de mármol, estaba traspasado de largos clavos. Una inscripción decía: “aquí descansa el cuerpo de Daniel, mártir y diácono”.
El obispo Ulderico, presente en aquel primer reconocimiento, hizo transportar el 3 de enero de 1076 el arca a la nueva catedral de Santa María, dentro de los muros de la ciudad; y para aplacar la oposición de los monjes de Santa Justina -donde se había encontrado el cuerpo- y de los habitantes del lugar, hizo erigir un oratorio dedicado a San Daniel en el lugar donde ahora está la homónima iglesia parroquial. Los restos del santo fueron nuevamente trasladados en 1592 desde el altar mayor de la vieja catedral al sotocoro de la nueva. Cuando en 1953 el lugar fue acondicionado como oratorio de invierno, el arca de Daniel fue liberada de los mármoles y bronces que ocultaban la que originalmente se había descubierto: una antigua arca romana de mármol de Carrara, a la que, posiblemente en la época del descubrimiento, se le había quitado toda la antigua decoración pagana, y agregado una enigmática inscripción. Los encargados descifraron con distintas variantes la inscrpción de la leyenda. Se lo festeja en la diócesis de Padua como patrono secundario el 3 de enero, aniversario de la primera traslación.

San ANTERO. Papa (235-236).


Amor correspondido. Florido


Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Calixto, en la vía Apia, san Antero, papa, que tuvo un breve episcopado después del papa mártir san Ponciano.

Griego de la Magna Grecia. Hijo de Rufino, fue desde el yermo colocado en la silla de San Pedro el 21 de noviembre del año 235, por muerte de san Ponciano, la que ocupó con aplauso y bien de toda la Iglesia hasta el 3 de enero del año 236, en que fue martirizado por orden del emperador Maximiano I. 
Fue pontífice durante cuarente dias, antes que su antecesor hubiera muerto; no es cierto que muriera mártir, porque su nombre no aparece en el "Deposito Martyrum". Se le atribuye un decretal sobre la traslación de Obispos a otra sede, expedida a instancias de los prelados de Toledo y Sevilla. Se encargó de que todas las actas redactadas por los notarios, concernientes los mártires cristianos, fuesen copiados y guardados en las iglesias.
Empezó también una recopilación oficial de las actas de la Iglesia, que guardó en un lugar llamado "Scrinium". La recopilación fue quemada con Diocleciano, se volvió a seguir más tarde y luego desapareció de nuevo en tiempos de Honorio III (1225).
Fue papa durante pocos meses viviendo aún Ponciano. Fue el primer papa en ser enterrado en la cripta papal, su cuerpo fue trasladado en la cripta de los papas de las catacumbas de San Calixto. Las reliquias están guardadas hoy en la iglesia romana de San Silvestre en capite.

Santos TEOPEMPO y TEÓNAS. M. 300.



(Teopempto, Teopento, Teopompo, Topompo)
Enviado de Dios.
(Sinesio)
Poseedor de una mente divina

Martirologio Romano: En Nicomedia, de la provincia romana de Bitinia (hoy Turquía), santos Teopempo y Teónas, que sufrieron el martirio en la persecución llevada a cabo bajo Diocleciano.

Teopempo era obispo de Nertóbriga (hoy Frenegal de la Sierra) Cuando la persecución de Diocleciano se trasladó a Aragón, para burlar las leyes persecutorias, fue alcanzado y quemado en un horno encendido, pero salio indemne, fue de nuevo arrestado y le dejaron sin comer durante 21 días y después le sacaron un ojo, ante su fortaleza, se le pidió al mago Teónas que lo matase con sus hechizos, pero el mago se convirtió con el ejemplo del obispo y al bautizarse tomó el nombre de Sinesio, que también murió mártir como el obispo pero años después. Teopempo murió un 21 de Mayo después de ser decapitado en Almuña o Ricla de Aragón. 
Sus Actas son fantásticas, aunque los dos mártires son históricos. 
Según los Sinaxarios orientales se dice que Teopempo era obispo de Nicomedia. Teopempo fue arrestado en el 304, durante la persecución de Diocleciano y fue sometido a varios tormentos de los que salió ileso. El juez queriendo demostrar que estos milagros podían realizarlos también los no cristianos, llamó al famoso mago Teónas, célebre por sus prodigios. Pero en el reto Teónas fue derrotado y después de declararse vencido pidió adherirse al cristianismo. Teopempo le confirió el bautismo, poniéndole el nombre de Sinesio. Los dos fueron condenados a muerte, el obispo murió decapitado y Sinesio fue enterrado vivo. 

Santa GENOVEVA. (c.420 - c.502).


(Violante. fr.: Geneviève).
De buena estirpe. Blanca ola

Martirologio Romano: En París, ciudad de la Galia (hoy Francia), santa Genoveva, virgen de Nanterre, que a los quince años, aconsejada por el obispo Germán de Auxerre, tomó el velo de las vírgenes. Animó a los habitantes de la ciudad, temerosos por las incursiones de los hunos, y ayudó a sus conciudadanos en tiempo de hambre.

Nació en Nanterre, una pequeña aldea cerca de París, pertenecía a una familia acomodada, de la clase de altos funcionarios del Imperio. Según la leyenda, en el 429, cuando los santos Germán de Auxerre y Lupo de Troyes iban de camino a Inglaterra, para luchar contra el pelagianismo, pasaron por la aldea de Genoveva, y ya que sus enseñanzas la impresionaron muchísimo, Genoveva entregó desde muy temprana edad su vida y su virginidad, con la bendición de los santos citados; san Germán, que le predijo su vocación religiosa, le entregó una medalla que tenía una cruz gravada y que conservó siempre. 
Después de recibir el velo simbólico de la virginidad del obispo de París, Wilicus, hacia el 434, se dedicó a la penitencia y a la caridad. Al morir sus padres, se marchó con su madrina a París, donde su sóla presencia suscitó los recelos de sus conciudadanos, a pesar del apoyo reiterado de san Germán de Auxerre, en su segundo viaje hacia el 444. En el 451, durante la invasión de Atila, levantó el espíritu de la población con sus oraciones y consiguió que la ciudad no fuera ocupada, y que el rey huno se fuera hacia las llanuras de Châlons; no por ello tuvo la comprensión de sus ciudadanos, que la trataron de visionaria, hasta que se dieron cuenta de que sus visiones venían del Cielo y también gracias a un apoyo moral, de nuevo, a nivel póstumo de san Germán; más tarde durante la guerra con los francos del rey Childerico, obtuvo el abastecimiento de la ciudad. Su vida fue adornada con muchas leyendas durante el medioevo. 
Su fama y sus milagros llegaron muy lejos hasta el mismo san Simeón Estilita el Joven que desde lo alto de su columna en el desierto asirio, al ver a los galos entre la multitud que iba a visitarle, les preguntaba por Genoveva, de la que había oído hablar. Fue muy venerada por los reyes francos Clodoveo y santa Clotilde. Durante la Revolución francesa, su sepulcro fue saqueado, y sus restos fueron públicamente quemados. Patrona de París. 

San CIRIACO ELÍAS CHAVARA. (1805-1871).


(Kuriakos. sir.: Kuriakose Elias Chavara).

Martirologio Romano: En el monasterio de Mannanam, en Kerala, estado de la India, san Ciriaco Elías Chavara, presbítero, fundador de la Congregación de los Hermanos Carmelitas de María Inmaculada.

Nació en Kainakary (Malabar, Estado de Kerala en la India). Su familia era católica del rito sirio-malabar. Ingresó en el seminario de Palipen o Pallipuram a los 13 años y fue ordenado sacerdote en 1829. Cuando era diácono había entrado en contacto con dos sacerdotes de rito malabar, los padres Tomás Palakar y Tomás Palukara, que proyectaban la fundación de una congregación religiosa de su rito. En 1831 fue destinado a Mannanam para dirigir los trabajos de un convento que pertenecía a la nueva fundación dedicada a la formación sacerdotal en su ámbito apostólico y contemplativo. En 1844 obtuvo el grado de doctor en Ciencias eclesiásticas. 
A la nueva comunidad se fueron añadiendo nuevos miembros y pronto recibieron la aprobación eclesiástica. Hizo los votos religiosos en 1855 y cambió su nombre por el de San Elías, y fue nombrado superior cuando murieron los dos fundadores de la nueva congregación. El vicario apostólico les dio las constituciones de los carmelitas descalzos, con algunos cambios, aunque en el 1860, fueron afiliados definitivamente como Tercera orden de los carmelitas descalzos, el nombre que le dan es el de Terciarios de María Inmaculada del Monte Carmelo de Malabar, hoy se les conoce como “Carmelitas de la Inmaculada”. En 1866, junto con el padre Leopoldo Beccaro, fundó una congregación religiosa para mujeres, denominada Tercera Orden de Carmelitas Descalzas. La nueva congregación recibe el nombre de Religiosas Carmelitas de María Inmaculada. 
Kuriakos, reformó y trabajó mucho por la iglesia sirio malabar, en todos sus campos. Escribió varios libros, tanto en prosa como en verso, para la formación de los fieles. Fue un hombre que se caracterizó por su continua presencia de Dios, junto con su gran actividad apostólica. Evitó un cisma dentro de su iglesia, provocada por un obispo intruso. Fue canonizado el 23 de noviembre de 2014 por el papa Francisco.

OTROS SANTOS DEL DÍA:



San Gordio. M. 304. 
(Gordo, Gordón).
Martirologio Romano: En Cesarea de Capadocia (hoy Turquía), san Gordio, centurión y mártir, al que san Basilio consideró émulo del centurión que estuvo junto a la Cruz, por cuanto confesó a Jesús, Hijo de Dios, durante la persecución bajo Diocleciano.
Soldado en Cesarea de Capadocia; fue expulsado del ejército a causa de su religión, se retiró al desierto, pero durante la persecución Diocleciano, mientras se celebraban los festivales en honor a Marte, regresó a Cesarea, y en el anfiteatro tomo asiento en lugar visible y, poco antes de que diera comienzo la carrera de carros, se puso de pie declarándose públicamente cristiano. Sus Actas las escribió san Basilio de Cesarea, que dice “era un hombre de aspecto descuidado, con el cabello sucio y revuelto, la barba hirsuta y enmarañada, la ropa desgarrada, flaco y demacrado todo su cuerpo”. Sin embargo irradiaba una dignidad que regocijaba el espíritu de los cristianos. El prefecto lo hizo comparecer e intentó por todos los medios, amenazándolo y sobornándolo, para que se retractara. Pero Gordio se mostró inquebrantable, aceptando con la alegría la muerte por la espada. 

Santa Imbenia. s. IV. 
Virgen sarda que sufrió el martirio por la fe en Cristo durante la persecución de Diocleciano. Sus reliquias fueron descubiertas en 1628 en la iglesia de San Lussorio y fueron trasladadas a la Basilica Insigne Colleggiata di Santa Maria della Neve en Cuglieri, diócesis de Bosa en Cerdeña, donde se conservan y son muy veneradas.

San Teógenes. M. 320. 
Parium
(Teógeno, Teágenes).
Casta divina.
Martirologio Romano: En Pario en el Helesponto, hoy Turquía, san Teógenes, mártir: bajo el imperio de Licinio, enrolado entre los reclutas, rechazó prestar el servicio militar por su fe cristiana, fue encarcelado, torturado y, por último, ahogado en el mar
Se dice que era obispo de Parium en Asia Menor, durante el gobierno del emperador Licinio, el tribuno Zalininthius le pidió que renunciara a su condición de sacerdote y a Cristo y que entrara en el ejército. Ante su firme negativa, fue despiadadamente azotado con varas, encarcelado sin comida y sentenciado a morir ahogado en el mar. En su ejecución, oró y una luz extraordinaria iluminó a los asistentes. Los marineros y algunos soldados se convirtieron, pero otros soldados le ahogaron, cumpliendo así la sentencia. Su cuerpo fue recuperado del agua por los cristianos y sepultado bajo las murallas de la ciudad; en este lugar se produjeron numerosas curaciones.
Según añade su biografía, entre los soldados que murieron con él se encuentran los santos Primo y Cirino, asociándolos así a unas supuestas Actas de estos mártires que murieron en Cízico en el Helesponto heleno. 

San Florencio de Vienne. M. c. 377. 
catedral de Vienne
(Eustadio Florencio, Florente. fr.: Florent de Vienne).
Martirologio Romano: En Vienne, en la Galia Lugdunense (hoy Francia), san Florencio, obispo, que participó en el concilio celebrado en Valence.
El antiguo Martirologio dice que fue el cuarto obispo de Vienne, martirizado durante el gobierno de Galieno hacia el 275. Se dice que participó en el concilio de Valence (374), porque su firma aparece en las Actas. 
En el Martirologio Jeronimiano, en la fecha del 3 de enero, dice escuetamente: «En Vienne, sepultura de Florencio.». Además, la “Crónica de Adón” (siglo IX) -que quiso establecer una cronología de los obispos de Vienne, pero resultó carente de valor histórico-, situó a Florencio bajo el imperio de «Gordiano, Filipo, Decio, Gallo y Volusiano», tal como explica el libro episcopal de Leodegario; y lo hace también morir mártir en el exilio. Estas leyendas habían sido recogidas en el Martirologio Romano, que hasta su edición renovada en 2001 decía: “En Vienne, en la Galia, san Florencio obispo, quien, en tiempos de Galieno emperador [no Gallo], enviado al exilio, consumó allí su martirio”. El Martirologio Romano actual ha retenido la inscripción del santo, pero ha dejado sólo el dato que puede ser históricamente accesible: su participación en el sínodo de Valence, cien años más tarde que el imperio de Galieno.

San Luciano de Lentini. s. V. 
Martirologio Romano: En Lentini, de Sicilia (hoy Italia), san Luciano, obispo.
IXº Obispo de Lentini (Siracusa, Italia), sucesor del obispo iconoclasta Crescente. Estuvo al frente de la diócesis siciliana durante 27 años, atrayendo al pueblo a la verdadera fe, beneficiándolo con diversos prodigios. Favoreció el culto de los santos mártires Alfio, Filadelfio y Cirino, según la devoción de los lentinenses. Oró, junto al pueblo, durante una epidemia de peste, para que los santos mártires intercedieran ante el Señor, liberando a la ciudad de la enfermedad. Fue sepultado en la iglesia dedicada a los santos mártires, a los que admiró y veneró.
                                                    
San Fintano de Doone. M. 597. 
(ing.: Fintan of Doon, Fintan of Limerick).  
Fue hermano de san Finlugh; hijo de Diman, que era descendiente de Mured Manderig, rey del Ulster, y de Alinna, perteneciente a una noble familia de Limerick. Fue discípulo de san Congal en la abadía de Bangor. En esta época los piratas asaltaban frecuentemente los monasterios y se le atribuye algunos milagros con respecto a ellos, que no tienen certeza histórica y otros muchos milagros típicos de los santos irlandeses y celtas. También se dice que enseñó a un leproso a plantar un campo de maíz, con lo que el leproso pudo subsistir. Es honrado como patrón de Doon en Limerick, donde se venera todavía su pozo sagrado. En esta localidad fue recibido con gran hospitalidad por Columbano, hijo de Kynchadhe.