19 de octubre de 2014

San PABLO DE LA CRUZ. (1694-1775).


Martirologio Romano: San Pablo de la Cruz, presbítero, que desde su juventud destacó por su vida penitente, su celo ardiente y su singular caridad hacia Cristo crucificado, al que veía en los pobres y enfermos. Fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de la Cruz y de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.


Nació en Ovada en Génova, en el seno de una modesta familia. Se llamaba Paolo Francesco Danei. Era hijo de una familia de mercaderes. Se enroló como soldado a los 19 años (1715); pero al año siguiente abandonó el ejército veneciano que luchaba contra los turcos. En 1718 vivió una experiencia de conversión, durante un sermón de un párroco sobre santa María Magdalena, y colaboró como catequista. Tras una vida de penitente, meditó la pasión de Cristo, y su primera vocación fue la vida contemplativa, por su gran resistencia a la oración. De la oración, le nació la necesidad de la predicación. Junto con el obispo de Alessandría (Francisco Gattinara), proyectó fundar una Orden religiosa que debía llevar una túnica negra con un signo especial: un corazón rematado por una cruz, en el cual estaban escritas las palabras "Jesu-Christi Passio" (JPC: Pasión de Jesucristo).
A los 26 años, con este hábito bendecido por el obispo (1720), se retiró para hacer una penitencia de 40 días en un aposento contiguo a la iglesia de San Carlo al Castellazzo, durante la cual redactó la regla de su nuevo Instituto, que conciliaba la vida eremítica con la predicación apostólica. Luego, con su hermano Juan Bautista y otros dos compañeros, se retiró al monte Argentario, para dedicarse a la vida de oración y a la penitencia. Su predicación apasionada y dramática, acompañada de sangrientas flagelaciones y ásperas penitencias, conmovieron a las gentes y pronto fue llamado para misiones en los pueblos más duros y refractarios. Convirtió delincuentes con su palabra y sus hechos y así fundó la Congregación de la Cruz y Pasión de Cristo (Pasionistas), para predicar en sus misiones, el recuerdo de los sufrimientos salvadores de Cristo y junto a Cristo. Muchas ciudades se disputaron el éxito de sus predicaciones: Gaeta (1724) y Roma durante el jubileo (1725). Ambos hermanos fueron ordenados sacerdotes en 1727, en San Pedro del Vaticano por Benedicto XIII. El papa Clemente XII les concedió poder para predicar las misiones (1731); pero Pablo no abusó nunca de este derecho, pidiendo siempre la autorización del obispo de la diócesis. 
Durante la guerra (1733) entre Austria y Francia (aliada con España), por el ascendiente que tenía, pudo permanecer en el monte Argentario (que era territorio austriaco), así como en Porto Empédocle (que era territorio de influencia española), donde podía pasar de un campo a otro para predicar a los mismos soldados de ambos frentes. Logró incluso persuadir a los españoles que no bombardearan la ciudad de Orbetello, que se rindió en sus manos. En 1735, Pablo fue a Nápoles, donde el rey Carlos III le permitió construir una casa (que fue llamada "Retiro") para su nuevo Instituto. En 1738, los dos hermanos recibieron el título de "misioneros apostólicos" con el privilegio de dar la bendición papal al terminar la predicación.
 A pesar de que tuvo la admiración de obispos, cardenales y papas, tuvo dificultades en la aprobación de su regla, a causa de su excesivo rigor. Muchos de sus primeros seguidores le abandonaron, porque no resistían las penitencias, que a él le parecían naturales en un pasionista. En 1741, el papa Benedicto XIV aprobó las constituciones, con algunas enmiendas. Pablo, con un rito sugestivo (ante el Santísimo Sacramento, llevando una cruz a hombros y una corona de espinas en la cabeza, a las palabras de la pasión según Juan: "tradidit spiritum"), hizo la profesión religiosa solemne, con la añadidura de un cuarto voto de propagar la devoción a la pasión de Cristo. Promovió la comunión diaria para el que vivía virtuosamente. También después de recomenzar la guerra (1741), Pablo (que se llamaba "de la Cruz") siguió predicando a los soldados; mientras se difundían las fundaciones, y en el Capítulo general de 1747, fue elegido Prepósito general. 
"Necesito un océano, -decía- quiero sumergirme en un océano de fuego y de amor; quiero convertirme en rescoldo de amor; quiero poder cantar en la hoguera del amor increado, precipitarme en la magnificencia de sus llamas, perderme en su silencio, abismarme en el todo divino" escribió en su diario personal. Durante 40 años vivió una gran soledad interior de tipo espiritual, que los estudiosos ven como una forma mística de vivir más intensamente la pasión de Cristo y contribuir a la conversión de los pecadores. Se le conoce como “el príncipe de los desolados”.
Pablo pidió al papa Clemente XIII que su Congregación pudiera ser una Orden con votos solemnes, pero Roma se opuso a ello. En los últimos años de su vida, aunque estaba enfermo, pudo predicar y visitar sus fundaciones y dirigir la fundación del primer monasterio de la rama femenina (1771) de pasionistas, en Corneto. En 1773, el papa Clemente XIV (que había suprimido la Compañía de Jesús) concedió a Pablo la iglesia de los Santos Juan y Pablo con el convento anejo. Aquí este místico penitente y apóstol (que tenía por confidente de sus éxtasis y de sus carismas extraordinarios de oración a una joven mística, Rosa Calabresi) expiró dulcemente en Roma. Su canonización tuvo lugar en 1867 por el beato Pío IX. MEMORIA FACULTATIVA. 

Santos JUAN DE BRÉBEUF, ISAAC YOGUES y compañeros mártires. (1642-1649).


Martirologio Romano: Santos mártires Juan de Brébeuf e Isaac Yogues, presbíteros, y compañeros de la Compañía de Jesús, en el día en que san Juan de Lalande, religioso, fue asesinado por los paganos en el lugar llamado Ossernenon, entonces en territorio del Canadá (hoy Auriesville, estado de Nueva York), el mismo lugar donde algunos años antes había conseguido la corona del martirio san Renato Goupil. Son venerados conjuntamente sus santos compañeros Gabriel Lalemant, Antonio Daniel, Carlos Garnier y Natalio Chabanel, que en la región canadiense, en días distintos, después de fatigar en la misión del pueblo de los hurones para anunciar el evangelio de Cristo a aquellos pueblos, terminaron muriendo mártires


Son: Juan de Brébeuf, Isaac Yogues, Antonio Daniel, Carlos Garnier, Gabriel de Lalemant, Juan de Lalande, Natalio Chavanel y Renato Goupil

Son los llamados "Mártires Americano-Canadienses". Estos santos recuerdan la misión de los jesuitas en esta zona del territorio americano que comenzó de modo sistemático después del tratado de Saint-Germain-en-Laye (1632), cuando el impulso dado a las misiones de la Francia católica (en tiempos de Luis XIII), les permitió a los jesuitas fundar una estación misionera, que trataba de familiarizarse con las costumbres de aquellos pueblos primitivos (iroqueses y hurones). Su martirio fue consecuencia de una guerra que hubo entre iroqueses y hurones; los primeros exterminaron a los segundos entre los que se encontraban estos jesuitas. Sufrieron torturas prolongadas y sus cuerpos fueron comidos. El relato de tal martirio fue transmitido por un hermano lego que les acompañaba. Estos atroces martirios se sitúan entre los años 1642 y 1649. 
Los misioneros no quisieron marcharse cuando se inició la guerra, sino que prefirieron quedarse con los hurones para compartir su suerte. El sacrificio de estos misioneros no fue vano. A pesar del aniquilamiento de la nación hurona, los iroqueses, que fueron sus verdugos, se convirtieron más tarde y recibieron a otros misioneros. Además, esta pequeña colonia de lengua francesa, en medio de los protestantes anglosajones, logró hacer fecundar el germen de la Iglesia canadiense y americana. Fueron canonizados por SS. Pío XI el 29 de junio de 1930. MEMORIA FACULTATIVA. 

San Juan de la Lande. (c.1610 - 1649). 
Martirologio Romano: En la aldea de Ossenenon, entonces en el territorio de Canadá, martirio de san Juan de la Lande, religioso de la Compañía de Jesús, asesinado por los paganos; su memoria se celebra hoy mismo en conjunto con ´san Juan de Brébeuf y los mártires de la evangelización del Canadá.

Nació en Dieppe. Estuvo unido a los jesuitas en calidad de oblato, y nunca hizo votos religiosos, por eso era un seglar, compañero de los jesuitas en su tarea misionera. Ofrecido para la misión iroquesa, fue designado como compañero de Isaac Yogues en su regreso a América, y declaró que era el amor a Dios lo que le llevaba a estas tierras. 
Declarada la guerra entre los iroqueses, se dirigían los misioneros al fuerte Richelieu, cuando fueron sorprendidos por una horda iroquesa y fueron llevados a la aldea de Andagorón, donde ya antes había sufrido el padre Yogues. Unos iroqueses quisieron salvarlos y otros querían matarlos, y con traición, estos últimos, los mataron, abriendo la cabeza de Juan de la Lande.

San PEDRO DE ALCÁNTARA. (1499-1562).


Martirologio Romano: En la villa de Arenas, en la región española de Castilla, san Pedro de Alcántara, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que adornado con el don de consejo y de vida penitente y austera, reformó la disciplina regular en los conventos de la Orden en España, siendo consejero de santa Teresa de Jesús en su obra reformadora de la Orden de los Carmelitas.


Juan de Sanabria nació en Alcántara (Cáceres) en el seno de una familia burguesa. Estudió Filosofía en Salamanca tres o cuatro años sin llegar a graduarse. A los 16 años se hizo franciscano en el convento de San Francisco de Majaretes, cerca de Valencia de Alcántara (1515), donde cambió su nombre por el de Pedro. Por aquellos días se estableció la reforma de los franciscanos descalzos. A ellos pertenecerá nuestro novicio. Llamó siempre la atención ya que la gracia de Dios le asistió de un modo especial. Durante sus tiempos de estudiante sus compañeros cambiaban de conversación -si no era suficientemente edificante- cuando veían venir a Pedro, y, decían: "Callad, que viene el de Alcántara". Fue ordenado sacerdote en 1524. Parece que fue guardián de Nuestra Señora de los Ángeles de Robledillo y de San Onofre de la Lapa. Durante toda su vida quiso llevar la Orden al rigor de la primera regla; llegó a definidor provincial en 1535 y en 1538 le nombraron provincial. Con la fuerza fervorosa de su palabra, fue santificando las tierras de Extremadura, Portugal y Castilla. Fundó los conventos de Villanueva del Fresno, Santa Cruz de Tabladilla (Navaconcejo) y Valverde.
Reformó su provincia franciscana; sobre todo, con el ejemplo de una pasmosa penitencia y pobreza, fruto de su oración edificante: la reforma alcantarina. "Hemos hecho un pacto mi cuerpo y yo; que mientras viva en este mundo, nunca ha de tener intermisión en el padecer; pero, en llegando al cielo, le dejaré para siempre descansar". Se dice que llevó la pobreza a tal extremo que nunca se hizo un hábito nuevo. Como provincial de San Gabriel marchó al capítulo general de los observantes de Mantua (1541), pero enfermó en Barcelona y no pudo seguir su camino. Esto fue ocasión para que entablase amistad con san Francisco de Borja, entonces virrey de Cataluña. Su fama fue tanta que fue requerido por el rey de Portugal y allí marchó en 1537, después volvió en 1542 donde edificó el convento de Palhaës, del que fue guardián y maestro de novicios hasta 1544. Volvió de nuevo a Portugal en 1550 para elevar a provincia aquella fundación. Escribió el “Tratado de la Oración y de la Meditación” en 1554, que compuso inspirándose en el “Libro de la Oración” de fray Luis de Granada. 
Carlos V lo quiso como confesor y él le dijo "Vuestra Majestad buscará de hacer la voluntad de Dios. Si yo no regreso más, querrá decir que Dios no ha querido que yo aceptase este encargo". Se marchó y no volvió más. Fue visiblemente perseguido por el diablo y para defenderse de él acudía al sagrario de la iglesia. En 1554 le propusieron ser de nuevo provincial, pero ni los frailes ni Pedro quisieron, entonces solicitó hacer vida eremítica, asistido por un compañero y se estableció en un eremitorio cerca de San Marcos de Altamira, en la aldea de Santa Cruz de Paniagua o de las Cebollas, donde entabló amistad con el obispo de Coria; y esta amistad le trajo investigaciones por parte de la Inquisición, porque el obispo estaba emparentado con una familia filoluterana, pero no pudo probarse nada contra su ortodoxia. 
Después de varias visicitudes e incomprensiones por parte de algunos superiores y frailes, Pedro marchó a Roma, donde el general Julio Magnano le nombró definitivamente comisario. Volvió a España donde continuó fundando conventos, donde destaca el de El Palancar. Erigió la provincia de San José y publicó unas “Ordenaciones provinciales” donde quedó plamado el espíritu del franciscano alcantarino. Murió en Arenas de Ávila (hoy Arenas de San Pedro) una de sus fundaciones más queridas. Santa Teresa de Jesús dirá de él: "En oración tenía grande ímpetus de amor... Con toda esta santidad, era muy afable, aunque de pocas palabras; en éstas era muy sabroso porque tenía muy lindo entendimiento...". Pedro de Alcántara es uno de los grandes místicos españoles y fue muy querido por san Francisco de Sales. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales. Patrón de la diócesis de Coria y de Extremadura, de Arenas de San Pedro. Fue canonizado en 1669 por el papa Clemente IX. MEMORIA FACULTATIVA (en España).

Beato TOMÁS HELYE. (c.1187 - 1257).


Martirologio Romano: En Biville, cerca de Cherbourg, en Normandía, beato Tomás Hélye, presbítero, que pasaba los días en el ejercicio de su ministerio y las noches las dedicaba a la oración y a la penitencia.

Nació en Biville en Normandía, en el seno de una familia de cierta importancia en la región. Llevó una vida ascética en casa de sus padres, dedicando parte de su tiempo a la enseñanza del catecismo a los pobres, dirigió con éxito una escuela para niños. El éxito de su enseñanza llegó a oídos de los habitantes del pueblo vecino, Cherburgo, quienes le invitaron a abrir ahí otra escuela. Tomás aceptó, pero la mala salud le obligó a retornar a Biville. Ahí vivía, en casa de su padre más como un monje que como un laico. Con el tiempo, conoció al obispo de Coutances, quien le ordenó diácono. 
 Tomás hizo una peregrinación a Roma y otra a Compostela antes de terminar sus estudios en París. Cuatro años después, recibió la ordenación sacerdotal en 1236. Desde entonces, empezó a llevar una vida más austera. Pasaba gran parte de la noche en oración y, durante el día, se dedicaba a los ministerios pastorales y la predicación, para la que tenía un don especial. Pronto fue nombrado párroco de Saint. Maurice, pero, como su vocación fuese propiamente misional, nombró a un vicario para la parroquia y él continuó con sus prédicas, su enseñanza del catecismo, sus visitas a los enfermos y a los pecadores, su ayuda a los pobres y oprimidos y sus exhortaciones a los tibios e indiferentes, no sólo en Coutances, sino también en las diócesis vecinas de Avranches, Bayeux y Lisieux. Agotado por el trabajo, el beato Tomás cayó enfermo en el castillo de Vauville, en La Manche, donde murió.

San FELIPE HOWARD. (1557-1595).


Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, san Felipe Howard, mártir, que, siendo conde de Arundel y padre de familia, perdió gracia ante la reina Isabel I por haber abrazado la religión católica, a causa de lo cual fue encarcelado, llevando una vida de oración y penitencia, en la pobreza y en las pruebas, hasta alcanzar la corona del martirio.

Conde de Arundel en Surrey. Nació en Londres, en el seno de una familia anglicana; su padre era el duque de Norfolk, que murió decapitado acusado de favorecer la causa de María Estuardo. Felipe se casó con 14 años con Ana Dacre; cuatro años más tarde entró en la corte, y gozó de los favores de la reina. Llevó una vida disipada hasta el punto de encerrar a su esposa en el castillo y abandonarla durante seis años.
Después de asistir a la disputa entre san Edmundo Campión y los ministros anglicanos, quedó impresionado por los argumentos del jesuita y decidió cambiar de vida; dejó la corte y regresó a su castillo de Arundel con su mujer. Comenzó el rumor que se había hecho católico y la reina ordenó que se le vigilara. Fueron tres años de fuertes dudas, hasta que en 1584, marchó a Londres, y fue recibido en la Iglesia católica por el jesuita Guillermo Weston. 
En 1585, fue encarcelado en la Torre de Londres, mientras intentaba huir de Inglaterra, y, en el 1589, condenado a muerte por favorecer la causa de María Estuardo y otras falsedades; la sentencia nunca se cumplió, pero él estuvo preso hasta que murió a los 38 años, consumido por las penalidades, en la pared de su prisión había escrito: “Cuanto más se padezca por Cristo en este siglo, tanto mayor gloria se tendrá en el futuro”. Fue canonizado por SS Pablo VI en 1970.

Santos LUCAS ALONSO GORDA y MATEO KOHIOYE. M. 1634.



Martirologio Romano: En Nagasaki, de Japón, santos mártires Lucas Alfonso Gorda, presbítero, y Mateo Kohioye, religioso, los dos de la Orden de Predicadores. El primero trabajó antes en las Islas Filipinas y pasó después al Japón, donde fue ardiente ministro del Evangelio durante diez años, y el segundo, de dieciocho años de edad, fue su compañero en propagar y testimoniar la fe cristiana.


Lucas del Espíritu Santo nació en Carracedo de Vidriales (Zamora). Ingresó en los dominicos en el convento de Benavente y estudió en Trianos (León). Se alistó para las misiones del Extremo Oriente y, a su paso por Méjico, recibió la ordenación sacerdotal. Llegó a Filipinas donde trabajó en el valle de Cagayán y enseñó artes en el colegio -luego universidad- de Santo Tomás de Manila. 
Salió para el Japón con el padre san Domingo Ibáñez de Erquiza en 1623. Jovial e intrépido, tras estudiar el japonés con el padre san Luis Bertrán, recorrió numerosas provincias del imperio, llegando hasta Kyoto en un viaje que duró seis meses y que dedicó a atender a los cristianos perseguidos, para ello se vio obligado a esconderse, disfrazarse y huir. En 1633 fue presentado ante la Santa Sede para obispo, pero siguió trabajando en la clandestinidad en un intenso y azaroso apostolado. Fue capturado en Osaka y conducido a Nagasaki donde fue encarcelado. Murió en el tormento del agua ingurgitada y de la horca y la hoya, cuando acababa de cumplir 39 años de edad.

Mateo Kohioye del Rosario nació en el feudo de Arima, en la isla de Kyûshû (Japón). En fecha desconocida ingresó como hermano cooperador dominico, pero anteriormente, desde 1632, ya acompañó al padre Lucas del Espíritu Santo en el ministerio pastoral. Llegado a Kyoto para encontrarse con el padre Lucas, le acompañó hasta Osaka, donde fueron capturados. 
Compareció ante el tribunal de Osaka, donde los jueces le ofrecieron suculentos regalos si apostataba, pero él y los demás catequistas contestaron que no pensaban apostatar ni delatar a otros cristianos. Fue trasladado a Nagasaki donde llegó después de un largo calvario. Murió con alegría en el tormento de la horca y la hoya, sus restos fueron reducidos a cenizas. 

Beato JORGE POPIELUSZKO. (1947-1984).


Martirologio Romano: En Wloclawek, Polonia, beato Jorge Popieluszko, sacerdote de la diócesis de Varsovia y mártir.

Jorge nació en Okopy provincia de Bialystok (Polonia). Fue ordenado sacerdote por el cardenal Stefan Wyszynsky en 1972. Fue destinado a la parroquia de san Estanislao de Kostka, además de su trabajo parroquial, desarrollaba su ministerio entre los obreros organizando conferencias, encuentros de oración también para médicos y enfermeras, asistía a los enfermos, los pobres, los perseguidos y junto a Don Teofilo Bogucki celebraba mensualmente misas con la predicación por la patria.
Jerzy Popieluszko era un sacerdote carismático que fue primero enviado a los huelguistas en la fábrica de acero de Varsovia. Luego, se asoció con trabajadores y sindicalistas del movimiento Solidaridad, quienes se oponían al régimen comunista polaco. Era un acérrimo anticomunista y, en sus sermones, intercalaba exhortaciones espirituales con mensajes políticos que criticaban el sistema comunista y motivaban a las personas a protestar. Durante el periodo de vigencia de la ley marcial, la Iglesia Católica fue la única fuerza que pudo tener una voz de protesta comparativamente abierta, con la celebración regular de misas que presentaban oportunidades para las reuniones públicas en las iglesias.
Los sermones de Popieluszko eran normalmente transmitidos por Radio Free Europe, con lo cual se volvió famoso a lo largo de toda Polonia por su postura intransigente contra el regimen. La Siulba Bezpieczezstwa trató de silenciarlo o intimidarlo. Cuando estas técnicas no funcionaron, fabricaron evidencia contra él. Así, fue arrestado en 1983, pero fue pronto liberado por la intervención del clero y perdonado por una amnistía.
Se escenificó un accidente automovilístico para asesinar a Jerzy Popieluszko el 13 de octubre de 1984, pero logró escapar con vida. El plan alternativo era secuestrarlo y fue llevado a cabo el 19 de octubre de 1984. El sacerdote fue golpeado y asesinado por tres oficiales de la policia de seguridad. Luego, su cuerpo fue lanzado al interior del Reservorio del rio Vístula, cerca de Wloclawek, desde donde fue recuperado el 30 de octubre de 1984.
Las noticias del asesinato político causaron una conmoción en toda Polonia y los asesinos y uno de sus superiores fueron condenados por el crimen. Más de 250.000 personas asistieron al funeral del sacerdote, incluyendo a Lech Walesa, el 3 de noviembre de 1984. A pesar del asesinato y de sus repercusiones, el regimen comunista permaneció en el poder hasta 1989.
El conocido compositor polaco Andrzej Panufnik escribió su “Bassoon Concerto” (1985) en memoria de Popieluszko. El documental de Ronald Harwood “La muerte deliberada de un sacerdote polaco” fue estrenado en el teatro Almeida en Londres en octubre de 1985, como un escenificación del juicio a los asesinos de Popieluszko. Beatificado por SS. Benedicto XVI el 6 de junio de 2010.

OTROS SANTOS DEL DÍA:


Joel. s. IV a. C. (Antiguo Testamento).
Martirologio Romano: Conmemoración de san Joel, profeta que aparece en el Antiguo Testamento, que anunció el día grande del Señor y el misterio de la efusión del Espíritu sobre toda criatura, lo que Dios tuvo a bien hacer llegar a su pleno cumplimiento en la persona de Cristo el día de Pentecostés.
Nació probablemente en Jerusalén, después del exilio de Babilonia. Fue un hombre que vivía de cara al templo y conocía el ritmo de los sacrificios litúrgicos y posibiblemente estuvo cercano al ambiente sacerdotal. Autor de un libro que profetiza el día del las langostas, el día de Yahvé y el día del Juicio Final. En el día de las langostas, que asolan la tierra, e impiden los sacrificios en el templo, Joel invita a la penitencia del pueblo. En el día de Yahvé, Dios invita al pueblo a la conversión, no es un día de desastres sino de bendición y prosperidad. En el día del Juicio, el profeta anuncia un nuevo mundo de paz y justicia. Joel marca el paso del profetismo a la apocaliptica. 

Santos Ptolomeo, Lucio y otro compañero. M. c. 160. 
Emperador Antonino Pío
Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de santos Ptolomeo, Lucio y otro compañero, que, como refiere san Justino, reconocidos como cristianos por atacar las costumbres licenciosas y la injusticia de las sentencias, fueron condenados bajo el emperador Antonino Pío por el prefecto Lolo Urbico
Ptolomeo es un mártir junto con Lucio y otro compañero que no se conoce el nombre, en Roma, durante la persecución de Antonino Pío. Se le conoce como "el Filosofo", ya que tenía las ideas muy claras. Fue arrestado acusado por un marido furioso, porque su mujer se había hecho cristiana, gracias a su predicación. En todos los interrogatorios se declaró cristiano.  
Lucio asistía al proceso de Ptolomeo, cuando viendo las razones que exponía éste para su defensa gritó: "¡que buena razón!. Este hombre no es ni adúltero, ni borracho, ni asesino, ni malhechor, ni ladrón; no ha hecho nada malo: ha solamente reconocido su calidad de cristiano. ¿Y tu lo castigas? - Me pareces cristiano también tu, dijo el prefecto de Roma. - Cierto, dijo él". Y fue condenado a la pena capital. San Justino nos habla de su martirio. 
Iglesia de San Asterio. Ostia

San Asterio de Ostia. M. c. 223. 
Martirologio Romano: En Ostia Tiberina, san Asterio, mártir.
Presbítero de Roma bajo el papa san Calixto I, de quién sepultó secretamente su cuerpo; por esta razón fue arrojado al Tíber en Ostia, por orden del emperador Alejandro. Los cristianos recuperaron su cuerpo y lo sepultaron en Ostia, donde ahora se venera en la catedral. 

Santos Sabiniano y Potenciano de Sens. M. c. 300. 
Martirologio Romano: Cerca de Sens, en la Galia Lugdunense, hoy Francia, conmemoración de los santos Sabiniano y Potenciano, considerados como los dos primeros pastores de esa ciudad que completaron su confesión de fe con el martirio.
Sabiniano era el primer obispo de Sens, y Potenciano, quizás fuera su sucesor. Sabiniano fue apóstol de los tricasos. Ambos fueron martirizados y son venerados como patronos de su diócesis. La leyenda dice que fueron discípulos de san Pedro, todo para hacer de Sens una sede apostólica. La "Leyenda Aurea" lo identifica con san Sabiniano de Troyes. 
De Potenciano sabemos que llegó a Sens procedente de Chartres, con Sabiniano. Habría conseguido numerosas conversiones y fundado una iglesia sobre el emplazamiento de la catedral actual. Sucedió  a Sabiniano como obispo de Sens. Denunciado por el gobernador, fue encarcelado, y en prisión recibió la visita de santa Modesta. Liberado, regresó a Sens donde fue decapitado. En realidad la evangelización de los carnutos habría sido realizada por sus discípulos san Altino y Eodaldo. Patrones de Sens y su diócesis.

San Varo. M. 307. 
Martirologio Romano: En Egipto, san Varo, soldado, que, bajo el emperador Maximiano, al visitar y ayudar a seis santos eremitas encarcelados, sabiendo que un séptimo había muerto en el desierto, quiso ocupar su lugar, y con ellos, después de varios tormentos, adquirió la palma del martirio.
Soldado romano que estaba en el Alto Egipto. Fue guardián de un grupo de monjes condenados a muerte; cuando vio que uno de ellos moría en la celda pidió ocupar su puesto, y fue ahorcado en un árbol. Sus Actas son auténticas.

Santa Cleopatra. M. 319. 
Viuda palestina que consiguió llevar el cuerpo de san Varo, martirizado durante la persecución de Diocleciano, y lo enterró en su propia casa en Deraá en Siria. En el día de la dedicación de la iglesia de San Varo se murió su hijo de 12 años, que para confortarla se le apareció en una visión junto al santo.  

San Grato de Oloron. M. c. 506. 
Martirologio Romano: En la ciudad de Oloron, junto a los Pirineos, en Aquitania, conmemoración de san Grato, obispo, que, en tiempo de Alarico, rey arriano de los godos, participó en el Concilio de Agde para restaurar la Iglesia en esa región de la Galia.
Fue el primer obispo de una sede ya suprimida llamada Oloron, junto a los Pirineos, en Aquitania, en Francia. En tiempo de Alarico, rey arriano de los godos, participó en el Concilio de Agde para restaurar la Iglesia en esa región de la Galia.

San Lupo de Soissons. M. c. 535. 
Obispo de Soissons. Sobrino de san Remigio, obispo de Reims, que le recordó en su testamento, como su heredero. 

San Verano de Cavaillon. M. c. 590. 
Martirologio Romano: En la ciudad de Caivallon, en la Provenza, san Verano o Verónico, obispo, que gozaba de gran autoridad, sobre todo por las curaciones de enfermos.
Primero fue ermitaño de Vaucluse, luego obispo de Covaillón en Francia. Asistió al concilio de Mâcon en el 585. Murió en Arles. 

San Etbino. M. c. 600. 
Martirologio Romano: En Bretaña Menor, san Etbino, monje, que llevó vida solitaria.
Era un bretón educado en Francia por san Sansón de Dol; al ser diácono se retiró a la abadía de Taurac (554) donde fue elegido abad, allí estuvo hasta que la comunidad no fue dispersada por una excursión de francos (556); entonces marchó a Irlanda donde llevó vida eremita cerca de Kildare. 

San Aquilino de Evreux. (620-695). 
Martirologio Romano: En Evreux, también en la Galia, san Aquilino, obispo, del cual la tradición dice que era soldado y que practicaba buenas obras, y que, con el consentimiento de su esposa, hizo voto de continencia y fue elegido obispo.
Natural de Bayeux; estuvo durante 40 años al servicio de Clodoveo II. Al regresar de la guerra contra los visigodos, su esposa salió a encontrarle en Chartres y ambos decidieron quedarse ahí y consagrase al servicio de Dios y de los pobres. Aquilino tenía entonces alrededor de cuarenta años. Más tarde, se trasladaron a Evreux, donde vivieron en paz por espacio de diez años. 
A la muerte del obispo san Eterno, el pueblo consideró a Aquilino como el hombre llamado a sucederle en el gobierno de la sede de Evreux. Aquilino, angustiado por las distracciones inevitables en el desempeño de tan alto cargo, se construyó una especie de celda de ermitaño, dentro de su catedral y solía retirarse a ella siempre que tenía ocasión, para orar y hacer penitencia por su grey. Durante los últimos años de su vida, el santo quedó ciego, pero siguió gobernando su diócesis con el mismo celo que antes. Dios le concedió el don de obrar milagros. Patrón de la abadía de Evreux y Cluny.  

Santa Frideswida de Oxford. (680-735). 
Martirologio Romano: En Oxford, en Inglaterra, santa Frideswida, virgen, que, siendo de estirpe regia, fue elegida abadesa de un monasterio doble de monjes y de monjas.
Según una biografía del siglo XII, era hija de Didan, príncipe de una región del Támesis. Habiendo dedicado su virginidad a Dios en el estado monástico, Algar, príncipe de Mercia, prendado de su belleza, determinó robarla. La santa burló sus acechanzas escondiéndose, y se dice que el príncipe quedó milagrosamente ciego al entrar en la ciudad, y luego recobró la vista con su arrepentimiento y a intercesión de la santa.
Fue abadesa fundadora del convento benedictino de Saint Mary, en el lugar donde hoy está Oxford, gracias a las donaciones de su padre. Tuvo fama por sus dones taumatúrgicos. Se dice que desde su infancia su lema fue: "Cualquier cosa que no sea Dios, es nada". La Iglesia en que fue sepultada se hizo famosa por el tesoro de sus reliquias. Es la patrona de la ciudad y universidad de Oxford. 

Santa Laura de Córdoba. M. 864. 
Nació en Córdoba, en el seno de una noble familia; se casó con un alto cargo dentro de la burocracia de la jerarquía estatal cordobesa; al quedarse viuda fue abadesa en el monasterio de Santa María de Cuteclara en Córdoba. Hacia el 824 un grupo de cristianos, encabezados por Laura, blasfemaron contra el profeta Mahoma y el Islam, además de proclamar las bienaventuranzas y la eternidad para quienes siguiera a Cristo. El cadí, ante los despropósitos de este grupo, ordenó azotarlos a todos hasta que renegaran de su fe. Laura se mantuvo firme en sus creencias, y fue golpeada con varas de hierro en la espalda, después arrojada a un horno en medio de la plaza pública, y luego la decapitaron en tiempos del emir Mohamed I.  
san Justo

Santos Justo, Flaviano y compañeros. M. c. 906. 
Parece que fueron monjes de la gran abadía de Novalesa, que murieron mártires por los sarracenos en Oulx, en la Val di Susa (Turín). No escaparon a Turín con el abad y los otros frailes, pues prefirieron quedarse para prestar auxilio a los caminantes y a los moradores, oprimidos por las violentas incursiones sarracenas provenientes de Provenza. Patrón de Susa.

Inés de Jesús GalandBeata. (1602-1634). 
Martirologio Romano: En Langeac, junto al río Allier, en Francia, beata Inés de Jesús Galand, virgen de la Orden de Predicadores, que, siendo priora de su monasterio, se distinguió por su ardiente amor hacia Jesucristo y su preocupación por el bien de la Iglesia, ofreciendo continuas oraciones y penitencias por sus pastores.
Era una monja dominica francesa. Entró en el monasterio en Langeac que todavía existe hasta el día de hoy. En 1627 Inés fue elegida para servir a su comunidad como Priora. Durante aquel tiempo, Francia estaba padeciendo una autentica falta de vocaciones sacerdotales. 
En 1631, Jesús y María interiormente invitan a Inés a interceder y orar por un sacerdote a quien ella no conocía. Tres años después, en el locutorio del monasterio ella se encontró con Jean-Jacques Olier, fundador del Seminario Mayor de San Sulpicio y ella comprendió que él era el sacerdote por quien ella estaba ofreciendo su vida de oración y sacrificio. Ella murió un año después y deja a sus hermanas su vocación particular de orar por los sacerdotes. Fue beatificada por san Juan Pablo II el 20 de noviembre de 1994.