Martirologio Romano: En Biville, cerca de Cherbourg, en Normandía, beato Tomás Hélye, presbítero, que pasaba los días en el ejercicio de su ministerio y las noches las dedicaba a la oración y a la penitencia.

Tomás hizo una peregrinación a Roma y otra a Compostela antes de terminar sus estudios en París. Cuatro años después, recibió la ordenación sacerdotal en 1236. Desde entonces, empezó a llevar una vida más austera. Pasaba gran parte de la noche en oración y, durante el día, se dedicaba a los ministerios pastorales y la predicación, para la que tenía un don especial. Pronto fue nombrado párroco de Saint. Maurice, pero, como su vocación fuese propiamente misional, nombró a un vicario para la parroquia y él continuó con sus prédicas, su enseñanza del catecismo, sus visitas a los enfermos y a los pecadores, su ayuda a los pobres y oprimidos y sus exhortaciones a los tibios e indiferentes, no sólo en Coutances, sino también en las diócesis vecinas de Avranches, Bayeux y Lisieux. Agotado por el trabajo, el beato Tomás cayó enfermo en el castillo de Vauville, en La Manche, donde murió.
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