Martirologio Romano: En el pueblo de Benisoda en el territorio de Valencia en España, beatos mártires Vicente Galbis Gironés, padre de familia, y Manuel Torro García, que, unidos a la pasión de Cristo, imitaron con el triunfo del martirio a aquel al que habían venerado.
Vicente nació en Onteniente. Abogado. Tenía 12 años cuando se adhirió a la Juventud Católica, fundada en la parroquia de Santa María, y convertida luego en Acción Católica; aquí desempeñó el cargo de bibliotecario. También pertenecía a la Adoración Nocturna y al Apostolado de la Oración, así como a las Conferencias de San Vicente de Paúl, visitando a muchos necesitados para llevarles auxilio. Durante un viaje a Valencia un viajero dijo en el vagón que había que matar a todos los sacerdotes y a todos los beatos, Vicente le dijo que empezaran por él, puesto que su mayor honra era ser católico.
Se casó con María de los Desamparados Bonastre Oltra en 1935 y de cuya unión nació un hijo en 1936. Cuando se inició la guerra civil, su casa fue registrada varias veces y se le propuso que renegase de sus ideas y que fuese abogado de los amos de la nueva situación. Respondió que no podía ser abogado de quienes profanaban las iglesias. Cuando supo que lo iban a detener le dejó a su mujer una medalla de María. Fue fusilado junto con Manuel Torro García en Benissoda. Antes de su muerte, rezaron el rosario y entonaron la Salve, así como gritaron vivas a Cristo Rey.
Manuel nació en Onteniente. Era aparejador y en 1926 se casó con Rosario Romero Almenar, con la que no tuvo hijos. En sus tiempos de estudiante en Valencia fundó un turno de la Adoración Nocturna y se inscribió en varias organizaciones religiosas. De regreso a Onteniente fue uno de los fundadores del centro de Acción Católica de la parroquia de San Carlos y era el presidente de la Adoración Nocturna.
Al llegar la persecución religiosa impidió el incendio de su parroquia y el párroco le confió el copón con las formas consagradas. Con sus familiares se iban todos los domingos al campo donde leían la Biblia y comulgaban. Su esposa le rogó que se marchara, pero él le contestó que sería una gracia morir mártir. Al llegar al lugar del martirio, le dio lo cigarrillos que llevaba a uno de los milicianos y le dijo que le perdonaba. Fue fusilado junto con Vicente Galbis Jironés en Benissoda. Antes de su muerte, rezaron el rosario y entonaron la Salve, así como gritaron vivas a Cristo Rey.
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