22 de septiembre de 2014

San MAURICIO y mártires de la Legión Tebana. M. c. 286.


Martirologio Romano: En Agauno (hoy Saint Maurice d´Agaune), en la región de Valais, en el país de los helvecios, santos mártires Mauricio, Exuperio, Cándido, que siendo soldados, al decir de san Euquerio de Lyon, fueron sacrificados por su fe en Cristo, en tiempo del emperador Maximiano, juntamente con sus compañeros de la misma legión Tebea y el veterano Víctor, ilustrando así a la Iglesia con su gloriosa pasión.


La Legión Tebana, oriunda de Tebaida de Egipto, (formada por 600 hombres) era muy aguerrida. Estando en Jerusalén, entraron en contacto con el obispo de aquella ciudad y todos los soldados se convirtieron al cristianismo. Fue destinada al norte de los Alpes, en Agaunum en Valais, hoy Saint-Maurice, para someter a una tribu rebelde. Antes de entrar en combate, todos los soldados debían tomar parte en un solemne sacrificio, con el que el emperador quería hacerse propicio a los dioses. Debían hacer un juramento de fidelidad, algunas prácticas idolátricas y otras imprecaciones. Unos tras otros, los batallones pasaron delante del altar. Mientras, la Legión Tebana, al mando de Mauricio, vivió un momento de fuerte tensión en el momento de sacrificar a los dioses: todos rehusaron obedecer. No participarían en el sacrificio ni prestarían el juramento. Obedecerían al emperador Maximiano en todo lo que no se opusiera a su fe. Se les trató de traidores y rebeldes. Puestos en fila, los sortearon de diez en diez y el que sacaba una decena era azotado y decapitado.
Esto no hizo mella en los legionarios. Realizada la ejecución, los supervivientes se mantuvieron fieles. Se les diezmó de nuevo. Recibieron la orden con alegría, dispuesto a morir, antes que renegar de Cristo: "Somos cristianos, -dijeron- y nunca sacrificaremos a los ídolos ni saldrán de nuestros labios juramentos impíos". Mauricio que era su jefe, y sus dos subalternos: Exuperio y Cándido, encendían el entusiasmo de todos y les animaban a la prueba. Siguió el tercer sorteo y finalmente la matanza general de todos aquellos legionarios. Víctor un soldado veterano que procedía de otra legión, se les unió también. Arrojaron las armas y no quisieron defenderse.
Entre los mártires se encontraban: a parte de Mauricio, Albano, Exuperio, Cándido, Vidal, dos Víctor (uno de los Víctor, murió en Xanten), Alejandro (venerado en Bérgamo), Gereón (murió en Colonia), Gregorio (venerado en Colonia); Inocencio, Urso (que murió en Soleure), Antonino, Constancio; Fortunato (venerado en Lonate Pozzolo (Varese)). No se conocen nada más que estos nombres. Morirán en Helvecia, y dejarán como insignia su emblema de la Legión Tebana, una cruz blanca sobre fondo rojo. Se puede aceptar esta historia, pero parece no muy creíble que toda la Legión fuera cristiana, sino que fuera una cohorte. Patrón del Piamonte italiano y de la Casa de Saboya.

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