Santa Emérita. M. c. 260.
Martirologio Romano: En Roma en el cementerio de Commodilla en la vía Ostiense, conmemoración de santa Emérita, mártir.
Mártir en Roma. Otra versión dice que era hermana del rey san Lucio a quién siguió a Inglaterra y a Recia. Predicó el evangelio en Trimmis, cerca de Coira, donde fue quemada en una hoguera.
Martirologio Romano: En Roma, en la vía Salaria Antigua, sepultura de santa Basila, mártir, bajo Diocleciano y Maximiano.
Supuesta joven romana, prometida de un patricio pagano, al que rechazó cuando se hizo cristiana; obligada a elegir entre el novio y la muerte, eligió la segunda y por tanto fue martirizada. Martirizada en la vía Salaria Antigua de Roma, durante la persecución de Diocleciano.
San Florencio de Saumur. M. 390.
Martirologio Romano: En el monte Glonne, a orillas del Loira, en la región de Poitiers, en la Galia, san Florencio, presbítero.
Bávaro de nacimiento, fue discípulo de san Martín de Tours; que lo ordenó sacerdote y lo envió a Poitou; se retiró al monte Glonne (Anjou) para vivir como ermitaño, donde le siguieron muchos discípulos, entre ellos su hermano Floriano, que quizás sea una duplicación. Para ellos construyó el monasterio después conocido como Saint-Florentile-Vieaux; murió muy anciano. Se le atribuyen muchas leyendas. Está enterrado en Saumur.
San Silvano de Levroux. s. IV - V.
Martirologio Romano: En Levroux, en el territorio de Bourges, en Aquitania, san Silvano, eremita.
Apóstol legendario de Berry. La leyenda lo identifica con Zaqueo, el publicano del Evangelio. Habría sido enterrado en Levroux, donde vivió como ermitaño. Venerado en Brujas desde época muy antigua.
San Septimio de Iesi. M. 461.
Nació en Alemania. Se dedicó a los estudios liberales y a la vida militar. Se convirtió al cristianismo en contra del parecer de su familia y se trasladó a Italia con algunos amigos. Predicó en Milán, pero fue obligado a huir a causa de la persecución de Diocleciano, en el 303. Se marchó a Roma donde realizó numerosos milagros y conversiones hata tal punto que el papa Marcelo II lo consagró obispo de Iesi (Ancona).
En esta ciudad se encontró con el juez Florencio, éste le impuso realizar un sacrificio a los dioses, antes de cinco días, según el edicto imperial. Septimio siguió realizando conversiones y milagros, con lo cual, a finalizar el tiempo fijado por el juez, fue decapitado. Su cuerpo fue encontrado en 1469 y trasladado a la catedral. Se le venera como primer obispo de la diócesis de Iesi, de la que es patrón, está considerado el constructor de la primera catedral, dedicada al Santísimo Salvador. También es patrón de la ciudad de Iesi.
San Lautón o Laudo de Coutances. M. c. 568.
Martirologio Romano: En la Galia, en el territorio de Coutances, san Lautón o Laudo, obispo.
Nació en Briovere y renunció al esplendor familiar para servir a la Iglesia. Obispo de Coutánces en Normandía, lo consagró san Gildardo de Rouen. Intervino en los sínodos de Orleans desde el 536 al 541. Parece que fue uno de los más enérgicos prelados de aquella época. Tuvo dones taumatúrgicos. Sobre las tierras de su familia surgió el pueblo de Saint-Ló.
San Emerano de Ratisbona. M. 652/90.
Martirologio Romano: En Ratisbona (hoy Regensburg), en Baviera, san Emerano, obispo, martirizado por su fe en Cristo.
Nació en Poitiers, ciudad de la que fue obispo. Emigró a Baviera porque se lo pidió el rey; fue abad de un monasterio benedictino de Ratisbona y después elegido obispo de esta ciudad. No sabía la lengua alemana y utilizaba un intérprete para evangelizar a los bávaros. Invitado por el duque Teodosio para permanecer en Baviera, después de tres años de predicación decidió ir a Roma como peregrino. Mientras iba a Roma y a causa de una falsa acusación, fue atacado por unos asesinos, hijos del duque que lo torturaron cruelmente: lo extendieron sobre una escala y le cortaron los dedos de las manos y los pies, y murió a causa de las heridas. Su cuerpo, encontrado por san Garibaldo, fue trasladado a Ratisbona donde está el monasterio de su nombre. El duque Teodosio convencido de su inocencia permitió el entierro en la ciudad. Patrón de Ratisbona.
José Marchandon. Beato. (1745-1794).
Martirologio Romano: Frente a Rochefort, en la costa norte de Francia, beato José Marchandon, presbítero y mártir, que, en días de la Revolución Francesa, fue embarcado en sórdida nave por razón de su condición sacerdotal, muriendo consumido de hambre y enfermedad para volar al Padre.
Nació en Bénèvent (La Creuse). Su padre era el juez de aquel pueblo. En su familia había numerosos eclesiásticos. Hechos los estudios sacerdotales y ordenado sacerdote, se adhiere a la Compañía de San Sulpicio, pero no mucho después la deja y pasa al clero parroquial. En 1780 es nombrado párroco de Marsac, donde dio pruebas de ser un sacerdote muy responsable y celoso.
Llegada la Revolución, se niega firmemente a prestar los dos juramentos que se exigieron al clero, y por ello perdió su parroquia. Se quedó en el mismo departamento de La Creuse y fue arrestado. El 23 de abril de 1793 fue condenado a la deportación, siendo encarcelado en Guéret. Aunque su salud hizo dudar de su aptitud para la deportación, por fin el 24 de marzo de 1794 parte para Rochefort. Embarcado en “Les Deux Associés”, enfermó y murió el 22 de septiembre de 1794, siendo enterrado en la isla Madame. Fue beatificado el 1 de octubre de 1995 por el papa Juan Pablo II.
María de la Purificación Vidal Pastor. Beata. (1892-1936).
Martirologio Romano: En el pueblo de Corbera cercano a Valencia, beata María de la Purificación Vidal Pastor, virgen y mártir, que mereció acceder a las bodas eternas con Cristo Esposo.
Nació en Alzira. Soltera. Pertenecía a la Acción Católica, a la Adoración Nocturna, las Hijas de María y otras asociaciones. Ejerció su apostolado en la Escuela de Obreras, y en muchas conferencias que pronunció gracias a su buena formación. Su devoción central fue la Eucaristía y su amor a la Iglesia. No dudaba en decir que estaba dispuesta a dar la vida por Cristo.
Fue encarcelada en el colegio de las escolapias de su pueblo junto con sus hermanas Antonia y Emilia. Antes de matarla simularon que la enterraban viva, y mientras le echaban tierra ella repetía vivas a Cristo Rey. Finalmente fue fusilada junto con sus hermanas en Alzira.
Vicente Pelufo Corts y Josefina Moscardó Montalvá. Beatos. M. 1936.
Martirologio Romano: En Alzira en la provincia de Valencia en España, beatos mártires Vicente Pelufo Corts, y Josefina Moscardó Moltalvá, virgen, que, siempre durante la misma persecución contra la fe, merecieron llevar la palma de la victoria delante de Dios omnipotente.
Vicente nació en Alzira, Valencia. Estudió en el seminario de Orihuela. Ordenado sacerdote en 1894, fue párroco de San Vicente de Raspeig y en 1904 pasó a su ciudad natal. Destacó como consiliario del Círculo Católico de Obreros y propagandista de la doctrina social de la Iglesia en charlas y conferencias. Capellán de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Alzira. Martirizado en Alzira, por ser sacerdote.
Josefina nació en Alzira. Soltera, comprometida en las obras de apostolado de su parroquia. Era de carácter sencillo y amable. Era muy devota de María, y por ello fue terciaria carmelita, pertenecía a la Adoración Nocturna y a las Marías de los Sagrarios. Recogía las limosnas para la Obra de la Propagación de la Fe. Era una fervorosa militante de la Acción Católica.
Llegada la revolución, al ir a detener a su hermana Antonia, ella se dio a conocer y por ello fue arrestada. En la cárcel consoló y animó a los demás presos, insistiendo en que morir por Cristo era una gran gloria. Murió fusilada en Alzira gritando vivas a Cristo Rey.
Dionisio Pamplona de Santa Bárbara. Beato. (1868-1936). Escolapio y mártir. (Ver) 25 de Julio.
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