San Máximo de Nola. M. c. 250.
Martirologio Romano: En Nola, en la Campania, san Máximo, obispo, que rigió la Iglesia de esta ciudad en periodo de persecuciones y, después de una larga vida, descansó en paz.
Obispo de Nola que ordenó presbítero a san Félix de Nola. Durante la persecución de Decio huyó a las montañas, donde casi murió de miseria y hambre; falleció más tarde en Nola, agotado por los sufrimientos que había soportado por la fe.
San Teodoro "el Capitán". M. 319.
(Teodoro de Amasea, Teodoro de Heraclea).
Don de Dios.
Natural de Eukaita. Perteneciente a la milicia del Imperio Romano, era capitán de los soldados cuando gobernaba el emperador Licinio. Durante toda la vida estuvo entregado a multitud de combates y batallas, pero su disponibilidad y consagración total fue para el Señor. No en vano, libró mayor número de batallas contra el dragón maligno, para poner de manifiesto su fidelidad a Cristo y al Reino de los Cielos. También visitó a todos los soldados perseguidos por su Fe para animarles en el combate y estimularles en la tarea de servicio que desempeñaban en bien de Roma.
La ocasión de descubrirle como cristiano se presentó el día en que el soldado pidió al Emperador que le dejase llevarse las estatuas de los dioses a su casa. Como excusa alegó que quería limpiarlas y perfumarlas para que el suave aroma impulsase a los que se acercasen, a ofrecerles sacrificios y ofrendas. Pero tan pronto como estuvo a solas en su casa con aquellas falsas divinidades, las destruyó todas. Al enterarse Licinio, supo que Teodoro pertenecía a los cristianos, grupo considerado como enemigo de los intereses imperiales. Por eso, le hizo detener y encarcelar. Murió decapitado en Heraclea.
San Partenio de Lampsaco. s. IV.
(Patermio. gr.: Parthenios).
Virgen.
Martirologio Romano: En Lampsaco, en la región del Helesponto, san Partenio, obispo, que en tiempo del emperador Constantino fue un eximio propagador de la fe con su predicación y su ejemplo.
Obispo de Lampsaco en la región del Helesponto, hoy Turquía, que propagó la fe en tiempos del emperador Constantino, dando un intenso ejemplo de vida.
Salvado de las aguas. Regalo.
Martirologio Romano: En las montañas del Sinaí, en Egipto, san Moisés, que, después de haber llevado vida eremítica en el desierto, a petición de Mavia, reina de los sarracenos, fue ordenado obispo y logró imponer la paz entre aquellas gentes violentas y mantener intacta la vida cristiana.
Era un árabe que se retiró al desierto del monte Sinaí. Fue ordenado obispo a petición de la reina Mavia de los sarracenos; fue consagrado obispo por obispos fieles a la fe de Nicea. Desarrolló una gran labor apostólica entre una grey de nómadas árabes; fue tal su acierto pastoral y su humildad en el trato con los musulmanes entre los que convivía, que se ganó el respeto de todos y un alto grado de armonía entre las dos comunidades. Mantuvo la paz con el imperio romano.
Santa Juliana de Bolonia. M. 435.
Martirologio Romano: En Florencia, de la Etruria, santa Juliana, viuda.
Era una matrona de Bolonia; San Ambrosio de Milán elogió su piedad y caridad. El marido la dejó con su consentimiento para hacerse sacerdote, y ella se dedicó al cuidado de sus cuatro hijos a quienes formó para consagrarlos a Dios. Efectivamente, el varón, llamado Lucio, ingresó al clero, y las tres o cuatro mujeres (cuyos nombres parece que fueron Lucía, Perpetua, Victoria y Cándida) consagraron su virginidad a Cristo. Repartió su dinero entre los pobres al quedarse viuda y se consagró a la vida religiosa hasta su muerte.
Su cuerpo descansa en la antigua basílica de san Esteban, en Bolonia, donde recibió un culto tan extendido, que una bula que posiblemente se deba al papa Celestino III (1143-1144) otorga indulgencia de 100 días a quienes visiten su altar en la mencionada basílica.
La identificación entre Juliana de Bolonia y Juliana de Florencia no es segura, pero el Nuevo Martirologio Romano, al suplantar la Juliana de Bolonia que aparecía en el Martirologio Romano anterior por la de Florencia, la da por supuesta.
Sin lamento. Fuego. Extranjero. Huésped.
Gobernó la diócesis de Vercelli en periodos turbulentos por el cisma de la Iglesia y por las invasiones de los bávaros que saquearon Vercelli. En esta ocasión Vedasto, consoló a su pueblo ayudándoles materialmente y espiritualmente. Cuando murió todos le lloraron como “la gloria de los sacerdotes, el más digno de los obispos, el santo” (Massa). Fue sepultado en la catedral de la ciudad.
Su nombre nunca se ha inscrito en el Martirologio Romano, pero en la última edición de éste último indica que es legítimo el culto de aquellos “santos” y “beatos” cuyos títulos han sido reconocidos en los calendarios y catálogos diocesanos.
Beato Guillermo de Leaval. s. VII.
(it.: Guglielmo de Morgex).
Que quiere proteger. Yelmo voluntarioso.
Presbítero, que vivió en el pueblo de Morgex en el valle de Aosta, Italia. Se le han atribuido algunos milagros como la conversión del agua en vino, la ayuda prestada a un hombre que se había caído por un precipicio y el canto de los ángeles durante un bautismo celebrado por el beato. Se distinguió por su castidad, espíritu de mortificación y profunda oración. Cuando murió, parece que las campanas tañeron solas, para anunciar su muerte. Sobre su tumba creció de forma milagrosa una planta leguminosa.
San Lucas "el Joven". M. c. 946/53.
Martirologio Romano: En Soterión, de Fócida, san Lucas el Joven, eremita.
También conocido como “el Taumaturgo”. Era un bracero griego, posiblemente originario de Gourianika, en el Peloponeso, que se hizo novicio en monasterio de Atenas y luego ermitaño en el monte Joannitza (Corintio). Tenía entonces dieciocho años de edad. Llevaba una vida de austeridad casi increíble; pasaba las noches en oración, privándose casi por completo del sueño. Sin embargo, estaba lleno de alegría y caridad, aunque a veces tenía que luchar violentamente contra las tentaciones. Recibió tantas gracias de Dios que por su medio se obraban milagros, tanto durante su vida como después de su muerte. Es uno de los primeros santos de quienes se cuenta que se le vio elevado del piso en oración. Hizo tantos milagros que el lugar se le conoce como "Soterion" (lugar de salvación). Fundó el monasterio de San Lucas en Fócide.
Beato Nivardo. (c.1100 - 1150).
Era el hermano más joven de san Bernardo de Claraval. Nació en el castillo de Fontaines, Francia. Se cuenta que estando jugando, uno de sus hermanos, le dijo, "-Nos vamos al Cister y te dejamos heredero de toda la hacienda de casa", pero Nivardo respondió: "¿Cómo? ¿Vosotros tomáis el cielo y me dejáis la tierra? No es un buen reparto", y poco después siguió a sus hermanos. Fue nombrado maestro de novicios en Vaucelles.
La infanta doña Sancha de Castilla quería fundar un monasterio cisterciense en Palencia; pidió ayuda a san Bernardo, que le envió doce monjes. Nivardo llegó como abad. Fundó el monasterio de la Santa Espina en Valladolid. Volvió a Claraval donde murió, lleno de méritos. Las informaciones que tenemos de su vida son muy confusas y su culto todavía no ha sido confirmado oficialmente.
Que quiere proteger. Yelmo voluntarioso.
Nació en Alessandria (Italia) en el seno de la familia Zucchi. Siendo muy joven llevó vida eremítica. Ordenado sacerdote, fue superintendente de la construcción de la catedral. Mostró gran celo y caridad. Nadie supo jamás como distribuyendo continuamente a los pobres todo lo que tenía, su bolsa siempre estuviese llena para obras buenas. Tanto que quien iba a importunarlo para pedirle limosna para los pobres, normalmente respondía: “yo no tengo la bolsa del beato Guillermo”. Murió en su ciudad natal. Su cuerpo se encuentra en la catedral, donde tiene culto local.
Beato Antonio de Stroncone. (1391-1461).
Floreciente. El defensor, el enemigo de los burros.
Martirologio Romano: En Asís, de la Umbría, beato Antonio de Stroncone, religioso de la Orden de los Hermanos Menores.
Se llamaba Antonio Vici. Nació en Stroncone (diócesis de Narni) Italia. A los 12 años ya estaba en el convento franciscano de la Observancia de Fiesole en Toscana, allí tuvo como director espiritual al beato Tomás Belacci de Florencia. Juntos trabajaron en la enseñanza a los jóvenes y en importantes misiones con la Santa Sede, y polemizaron con los "fraticelli" que minaban con su conducta y doctrina el espíritu de obediencia a la iglesia franciscana.
Fue enviado a la isla de Córcega donde fundó muchos conventos, y luego al convento de Carceri de Asís donde vivió por 30 años, una vida de penitencia y humildad hasta su muerte. En este convento fue limosnero, pero su humildad le llevó a realizar los trabajos más duros y humildes. Sus penitencias corporales fueron durísimas. Murió en el convento de San Damiano con 80 años y lleno de méritos. Aprobó su culto Inocencio XI el 28 de junio de 1687.
Beato Tomás Sherwood. (1550-1578).
Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beato Tomás Sherwood, mártir, el cual, siendo mercader de tejidos, había ya decidido dirigirse a Douai para iniciarse en el sacerdocio, pero al permanecer en Londres para asistir a su padre anciano y enfermo, fue arrestado mientras paseaba por la calle, y conducido al suplicio bajo la reina Isabel I.
Nació en Londres, en el seno de una familia católica, a los que ayudaba en su comercio. Se preparaba para marchar a Douai, donde intentaba estudiar para ser sacerdote, cuando fue traicionado por Georges Martin, un apóstata, al reconocerlo en la calle, en 1577; arrestado y torturado en Gatehause, para que revelase el lugar donde había participado en la misa y dijera los nombres de otros católicos, su negativa le llevó a la Torre de Londres donde fue cruelmente torturado. Juzgado en Queen’s Bench, fue condenado a muerte como traidor a la reina. Fue ahorcado y descuartizado en Tyburn, Londres.
Su madre, Isabel Tregian, arrestada tras el martirio de su hijo, fue detenida en la cárcel y allí murió de inanición tras muchos años de prisión. Fue beatificado por el Papa León XIII el 13 de mayo de 1886.
San Juan de Triora Lantrua. (1760-1816).
Dios es misericordioso. El que está en gracia de Dios. Admirable.
Martirologio Romano: En la ciudad de Changsha en la provincia de Hunan en China, san Juan de Triora (Francisco María) Lantrua, sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que, después de padecer muchas y largas torturas en una dura cárcel, murió estrangulado.
Natural de Triora (Liguria), se llamaba Francisco María Lantrua; a los 16 años ingresó en los franciscanos; después de ser guardián del convento de Velletri (Roma), marchó como voluntario a China, donde en aquel tiempo arreciaba una feroz persecución.
Llegó al país en el 1799 y trabajó con éxito a pesar de los obstáculos que encontraba. Durante largos años, ayudado por catequistas generosos y por antiguas familias cristianas que habían sobrevivido, ejerció un intenso apostolado, recorriendo incansable inmensos territorios de las provincias de Hunan y de Chensi, predicando y bautizando. Se entregó a una intensa vida de oración y de penitencia. En 1815 se exacerbó la persecución contra la Iglesia y Juan fue hecho prisionero. Sufrió largos meses de cárcel y torturas, y murió estrangulado Ch'angsha Fu (Huanan). El 1 de octubre de 2000 fue canonizado por san Juan Pablo II.
Beato Pedro Verhun. (1890-1957).
Piedra firme. Roca.
Martirologio Romano: En el campo de concentración cercano a la ciudad de Angarsk, en la región rusa de Siberia, beato Pedro Verhun, presbítero y mártir, que en tiempo de persecución religiosa alcanzó la vida eterna con una muerte fiel.
Nació en Horodok (región de Lviv). Fue ordenado sacerdote en 1927. Desempeñó su ministerio, al prinicipio, como responsable de los católicos ucranianos residentes en Alemania. En 1937 Pío XII le confirió el título de “monseñor”, y en 1940 lo nombró visitador apostólico para los ucranianos residentes en Alemania.
En 1945 los servicios secretos rusos lo detuvieron en Berlín. Fue condenado a 8 años de trabajos forzados. Recuperó la libertad en 1952. Gravemente enfermo, murió en Angarsk (Krasnoyarsk, Siberia), a los 67 años. Fue beatificado por SS Juan Pablo II el 27 de junio de 2001, junto con otras víctimas del régimen soviético de nacionalidad ucraniana.
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