Volverse famoso.
Martirologio Romano: En Ajustrel, cerca de Fátima, en Portugal, beata Jacinta Marto, la cual, siendo aún niña de tierna edad, aceptó con toda paciencia la grave enfermedad que le aquejaba, demostrando siempre una gran devoción a la Santísima Virgen María.
Nació en Aljustrel (Portugal). Niña vidente de Fátima con su hermano el beato Francisco. Era un niña vivaracha, activa, incluso caprichosa e hipersensible, cambió radicalmente a raíz de la eperiencia de las apariciones y se dedicó por entero a la oración y la penitencia, llena de celo por la conversión de los pecadores y haciendo el bien a su alrededor con sus palabras y su ejemplo, siendo muchos los que decían que sentían algo especial estando a su lado.
El 23 de diciembre de 1918, 14 meses después de la última aparición, ella y Francisco se ven afectados por la "gripe española", pero mientras que el segundo se cura en pocos meses, para Jacinta se vuelve un calvario, ya que le sobreviene una pleuresía purulenta, que soporta y ofrece «para la conversión de los pecadores y para reparar los ultrajes que se realizan al Corazón Inmaculado de María». Se le pide un último gran sacrificio: separarse de los suyos, y sobre todo de su prima Lucía, para pasar un tiempo de recuperación en un hospital de Lisboa. Donde se prueba todo, incluso una cirugía sin anestesia para intentar arrancarla de la muerte. Murió después de que días antes comulgara por primera vez. Fue beatificada, junto a su hermano Francisco, el 13 de mayo de 2000 por san Juan Pablo II.
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