Martirologio Romano: En Paracuellos de Jarama, Madrid, España, beato José Vega Riaño, sacerdote profeso de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, muerto en tiempos de la Guerra Civil por venerar el nombre de Cristo.
Nació en Siero de la Reina (León). Hijo de una familia modesta de labradores. Profesó en 1922 en el noviciado de los Oblatos de Urnieta (Guipúzcoa) y en 1927 recibió la Ordenación Sacerdotal en Roma. Habiendo recibido doctorados en Filosofía, Teología y Derecho Canónico, fue enviado como profesor de Teología Dogmática al Seminario Mayor o Escolasticado de Pozuelo de Alarcón en 1930.
Fue detenido con toda la Comunidad el 22 de julio de 1936. Dos días más tarde, fue llevado a la Dirección General de Seguridad en Madrid y, puesto en libertad al día siguiente, 25 de julio, se refugió con algunos escolásticos en la casa de una familia amiga. Fue detenido el 10 de octubre de 1936. El siete de noviembre fue martirizado en Paracuellos del Jarama.
Según el testimonio de algunos “El comportamiento de los refugiados fue de no-actividad, excepto los Padres Francisco Esteban y José Vega que siguieron prestando auxilio espiritual a los Oblatos ocultos y a otras personas, especialmente religiosas, incluso jugándose la vida. El P. José Vega Riaño se encargó de proteger personalmente a tres escolásticos que estaban con fiebre buscándoles una familia conocida de él que pudiera acogerles. También se preocupó de su propia vida espiritual, procurando que el P. Mariano Martín, escondido en la pensión de la Carrera de San Jerónimo, les visitara para facilitarles el sacramento de la Penitencia. Otro hecho especial fue que en otra casa de acogida, el 12 de octubre, Fiesta de Ntra. Sra. del Pilar, alguien les llevó formas consagradas y pasaron todo el día en adoración al Santísimo. Al anochecer recibieron la comunión, que fue el viático para casi todos ellos, porque el día 15 todos fueron detenidos y conducidos a la Cárcel Modelo”. Fue beatificado por Benedicto XVI el 17 de diciembre de 2011.
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