Martirologio Romano: En Campugliano, de la Toscana, san Alucio, pacífico hacedor de bien hacia los pobres y peregrinos y liberador de cautivos.
Nació en Campugliano en Val di Nievole, en la Toscana, de familia campesina. Cuando era joven se le confió el cuidado de los aperos de labranza; se dieron cuenta de su existencia, por episodios extraños, que testimonaban lo poco común de su espiritualidad. Crecido en años, se le confió el cuidado del hospicio de su pueblo, que estaba en ruinas. Lo llevó muy bien, junto con un grupo de gente acomodada, que pusieron a su disposición el dinero y, que hoy se les conocen como Hermanos de San Allucio.
Para poder asistir mejor a los pobres, fundó otro hospicio sobre monte Albano. Un tercero lo construyó junto a la orilla del río Arno, sobre el que construyó un puente, para la comodidad de los peregrinos, cuya construcción le costó no pocos problemas; no fueron sólo problemas técnicos sino que tuvo que convencer y pacificar a los albañiles del lugar, que el puente traería grandes ganancias haciendo pasar de una orilla a otra a los viajeros.
Fue tanta su fama que hizo de mediador entre las ciudades rivales de Rávena y Faenza. Tuvo fama de taumaturgo y de asceta severo consigo mismo por sus ayunos y penitencias. Murió sereno y activo hasta su último instante. Inmediatamente fue objeto de un vivo culto popular. Sus reliquias se encuentran en la catedral de Pescia.
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