23 de octubre de 2014

Beato JUAN BONO. (1169-1249).


Martirologio Romano: En Mantua, ciudad de la Lombardía, beato Juan Bono, eremita, que, siendo joven, abandonó a su madre y vagó por diversas partes de Italia, haciendo de malabarista y comediante. A los cuarenta años, con motivo de una enfermedad, prometió a Dios abandonar el mundo para darse a Cristo y a la Iglesia en el amor y la penitencia, fundando una congregación a la que dio la Regla de san Agustín.

Nació en Mantua, en el seno de una familia probablemente aristocrática. A los 15 años quedó huérfano de padre y tuvo una juventud desordenada, dedicándose a la profesión de juglar, hasta los 40 años, con gran preocupación de su madre, que siempre rezó por su conversión. Hacia el 1208, a causa de la curación de una grave enfermedad, por consejo del obispo de Mantua se hizo ermitaño. Decidió retirarse al eremitorio de Bertinoro, cerca de Forlí, y después a Botriolo, en las cercanías de Cesena, donde llevó una vida ascética y de oración. 
 Durante 40 años vivió una existencia de durísimo ascetismo. Fundó varios monasterios bajo la regla de San Agustín, pero de ascetismo más riguroso (los Bonitos); esta fundación se la conoce como la Orden de los ermitaños y dio lugar a los eremitas de San Agustín. Combatió y convirtió a muchos herejes patarinos. Su fama de santidad le llevaron a que fuera elegido como mediador en un conflicto entre Rávena y Cervia. Abrió en vida 26 eremitorios en Romaña y Lombardía y de todas las fundaciones fue el superior general, hasta su renuncia en 1238. Obró muchos milagros atestiguados en vida. Viendo cercana su muerte se retiró al eremitorio de Santa Inés de Mantua, donde murió poco tiempo después. Su cuerpo se conserva incorrupto. El papa Sixto IV confirmó su culto en 1483.

No hay comentarios:

Publicar un comentario