Floreciente. El defensor, el enemigo de los burros.
Nació en Abramowszczyzna (Vilna), Lituania. Estudió el bachillerato en San Petersburgo y pasó luego al seminario diocesano donde concluyó los estudios sacerdotales y se ordenó presbítero el 13 de abril de 1914. Seguidamente fue destinado al ministerio parroquial y estuvo en Irkucz, Czyta y Harbin, todas estas parroquias en Manchuria, distinguiéndose por su celo apostólico tanto en su calidad de párroco como en la de profesor de religión. En 1937 marchó a Polonia; allí ingresó en la Congregación de Padres Marianos de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Vírgen María, y realizó la profesión religiosa el 13 de junio de 1939. En agosto de ese mismo año los superiores le encomendaron la dirección de un centro pastoral en Druja, Bielorrusia.
Tras la ocupación rusa, vino la ocupación alemana, que al principio no implicó persecución contra la Iglesia. Se organizó un equipo misionero, al frente del cual estaba el P. Antonio, y que desarrolló una vasta labor para sostener la fe de la población católica. Pero se supo que los nazis iban a tomar represalias contra los agentes de esta misión y se les advirtió a los sacerdotes componentes que abandonaran la región. El P. Antonio y su compañero el Rvdo. Kaszyra decidieron quedarse y correr el riesgo, y así el beato fue quemado por los nazis por su fe en Cristo, en Rzeszow (Polonia), durante la ocupación de los alemanes. Ha sido beatificado como mártir por Juan Pablo II el 13 de junio de 1999.
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