29 de noviembre de 2014

Beatos DIONISIO DE LA NAVIDAD BERTHELOT y REDENTO DE LA CRUZ RODRÍGUEZ. M.1638.


Martirologio Romano: En Aceh en la isla de Sumatra, beatos mártires Dionisio de la Navidad (Pedro) Berthelot, sacerdote, y Redento de la Cruz (Tomás) Rodríguez, religiosos de la Orden de los Carmelitas Descalzos, que primero fueron esclavizados por los mahometanos y por último ejecutados en la orilla del mar a golpes de cimitarra

Dionisio de la Navidad había nacido en Honfleur (Calvados, Francia) y se llamaba Pedro Berthelot. Sus padres eran muy pobres, por ello Pedro, en cuanto tuvo 12 años, se enroló en la marina mercante para ayudar a la precaria situación económica de la familia. Durante siete años recorrió varios puertos de diferentes naciones: España, Inglaterra y hasta América.
A los 17 años salió una flota rumbo hacia las Indias Orientales. Sufrieron mucho durante la travesía, pero de todo salió ileso nuestro marino. Durante este tiempo demostró tantas cualidades, tanta seriedad y responsabilidad, que el capitán del navío, el señor Beailieux, le nombró primer piloto del navío, cuando todavía era un joven inexperto. Era el 1618, cuando piso tierra de las Indias, como piloto mayor y especialista como cosmógrafo de los reyes de Francia y Portugal, para estudiar cuantos países descubriesen y visitasen. Recuerdo de aquellos viajes y prueba fidedigna de su pericia y valor, es el testimonio de su obra “Tabulae maritimae” que se conserva en el museo Británico de Londres.
Mientras estaba en Goa, igual que en todas partes, procuraba llevar una vida de generosa entrega al Señor por medio de la oración y vida de sacrificio y caridad; sirviendo a sus hermanos en cuanto le era posible. Estos días, su director espiritual, Fernando de la Santísima Trinidad, le animó a dejar el mundo y hacerse carmelita descalzo. Así lo hizo emitiendo los votos en 1636 con el nombre de fray Dionisio de la Natividad. Dos años después fue ordenado sacerdote. Tanto durante el tiempo del noviciado, como durante sus estudios y el poco tiempo que pudo ejercer el sacerdocio, fue siempre modelo de todas las virtudes. El embajador del rey de Portugal, Francisco de Souza de Castro, quiso llevarse a Dionisio con él, como guía a Achén (Sumatra). Fray Dionisio tomó como compañero a Tomás Rodríguez, que es nuestro mártir Redento.

Redento nació en Paredes, Portugal, y se llamaba Tomás Rodríguez de Cunha. De muy joven se embarcó hacia las Indias Orientales y allí ingresó como hermano lego carmelita. Estuvo en varios conventos. En Goa, muchos años de sacristán. Allí conoció al padre Dionisio de la Navidad. Amó siempre la Cruz de Jesucristo y sus propias cruces. 
Llegaron a esta ciudad en 1638. Los recibieron con demostraciones de falsa alegría y muy pronto fueron hechos prisioneros. El intento era que renegaran de su fe católica y se hicieran musulmanes; los redujeron a la esclavitud. Los dos carmelitas fueron mucho más duramente torturados que los otros cautivos. Los dos se privaron de lo necesario para ayudar a los otros. Les alentaban para que no decayeran en la fe. Pasaron largas horas entregados a la oración. En varias ocasiones el Señor les premió con gracias especiales que dejaron a los demás admirados. Esto fue el estímulo para morir por Cristo. Dionisio quiso ser el último en morir para alentar a los demás. El primero fue el hermano Redento. Los mataron a golpes de cimitarra, que abrieron sus cabezas por la mitad. Fueron beatificados por León XIII en 1900. 

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