Martirologio Romano: En la Lombardía, san Roque, que, nacido en Montpellier, del Languedoc, en Francia, adquirió fama de santidad peregrinando piadosamente y curando por toda Italia a los afectados de peste.
Se dice que nació en Montpellier en el seno de una familia acomodada. A los 17 años quedó huérfano y repartió todos sus bienes entre los pobres, ingresó en la Tercera Orden de San Francisco y se hizo peregrino. Marchó a Roma en 1367 y allí estuvo hasta 1371.
Pero en su peregrinación hasta Roma se detuvo en Toscana, en la ciudad de Acquapendente, cuando estaba azotada por la peste, y se hizo enfermero, médico y taumaturgo; consolando, atendiendo y sanando milagrosamente; su fama se extendió por toda la región, por su cuidado a los apestados pero fue expulsado de la ciudad. Llegó a Roma donde curó al sobrino de un cardenal, quien lo habría presentado posteriormente al papa. Luego en el camino de regreso pasó a Cesaba, y por fin a Piacenza, siempre al cuidado de los apestados, a los que podía curar en nombre de Dios, y exponiendo su vida en los lazaretos. Estuvo en Rímini y Novara. En Piacenza, quedó contagiado por el mal, y entonces los habitantes de Piacenza lo echaron de la ciudad y tuvo que refugiarse en una choza del bosque, donde dicen que un perro le llevaba todos los días un pan para su sustento y le lamía las úlceras de la pierna. El extraño comportamiento del animal fue observada por un patricio llamado Gotardo Pollastrelli, de la ciudad, que lo siguió por el bosque y descubrió, lo acogió en su casa y lo atendió. Algún tiempo después, un ángel se apareció al enfermo y le curó milagrosamente.
Pero en su peregrinación hasta Roma se detuvo en Toscana, en la ciudad de Acquapendente, cuando estaba azotada por la peste, y se hizo enfermero, médico y taumaturgo; consolando, atendiendo y sanando milagrosamente; su fama se extendió por toda la región, por su cuidado a los apestados pero fue expulsado de la ciudad. Llegó a Roma donde curó al sobrino de un cardenal, quien lo habría presentado posteriormente al papa. Luego en el camino de regreso pasó a Cesaba, y por fin a Piacenza, siempre al cuidado de los apestados, a los que podía curar en nombre de Dios, y exponiendo su vida en los lazaretos. Estuvo en Rímini y Novara. En Piacenza, quedó contagiado por el mal, y entonces los habitantes de Piacenza lo echaron de la ciudad y tuvo que refugiarse en una choza del bosque, donde dicen que un perro le llevaba todos los días un pan para su sustento y le lamía las úlceras de la pierna. El extraño comportamiento del animal fue observada por un patricio llamado Gotardo Pollastrelli, de la ciudad, que lo siguió por el bosque y descubrió, lo acogió en su casa y lo atendió. Algún tiempo después, un ángel se apareció al enfermo y le curó milagrosamente.
La tradición asegura que después volvió a su pueblo de Montpellier; pero Roque, estaba tan demacrado, que nadie lo reconoció; lo tomaron por un espía y lo metieron a la cárcel en Anger o Voghera. Estuvo cinco años entre grilletes, y allí murió, sin darse a conocer a su tío, gobernador de la ciudad, que podía liberarlo. Otra tradición dice que murió atendiendo a los enfermos apestados todavía joven en Lombardía.
Tiene culto popular y litúrgico, reconocido por la Santa Sede. Su festividad en España se celebra popularmente el 16 de Agosto, pero en América se celebra litúrgicamente el 18 Agosto. Patrón de Montpellier.
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