Martirologio Romano: En Florencia, de la Toscana, beato Ángel Agustín Mazzinghi, presbítero de la Orden de los Carmelitas.
Nació en el seno la noble familia florentina de los Mazzinghi; A los 25 años fue atraído por la espiritualidad que se difundía del convento carmelita de Florencia (la recién iniciada “observancia de Las Selvas”) que intentaban vivir la regla carmelita en toda su pureza y donde vivía san Andrés Corsini, obispo de Fiésole. Esta observancia pronto se integró en la célebre Congregación Mantuana, que tan copiosos frutos de santidad produjo para la Iglesia y la Orden carmelitana.
Se ordenó sacerdote en 1415. Fue un fraile devoto y estudioso, predicador y escritor, maestro de teología y prior de los conventos de Las Selvas y de Florencia durante varios trienios. Fue celoso predicador, obrando ruidosas conversiones, como fruto de sus sermones. En el año 1434 obtuvo el título de Lector. Una de sus tribulaciones que tuvo que soportar fueron los amores de fra Filippo Lippi con la religiosa Lucrezia Buti. El "Necrológico del Carmen" de Florencia le recuerda en estos términos: “Fray Ángel Agustín, varón venerable sumamente virtuoso, insigne por su doctrina, consejero seguro, de gran fama y vida santísima, famosísimo por su predicación, el primer hijo de la observancia de Las Selvas”. El pueblo florentino le veneró siempre con el nombre de beato Angiolino. El culto al beato, muy antiguo y confirmado por numerosos milagros, fue aprobado oficialmente en 1761 por el papa Clemente XIII.
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