15 de agosto de 2015

Beato JOSÉ MARÍA PERIS POLO. (1889-1936).


Martirologio Romano: En el pueblo de Almazora cercano a Castellón de la Plana en la costa española, beato José María Peris Polo, sacerdote de la Sociedad de Sacerdotes Operarios Diocesanos y mártir, que, ejecutado en el cementerio, consiguió en la misma persecución la palma del martirio

Nació en Cinctorres (Castellón) diócesis de Tortosa, en el seno de una familia humilde. A los 11 años ingresó en el colegio de vocaciones de la Hermandad de Sacerdotes Operarios diocesanos de San José de Tortosa en el que siguió todos sus estudios sacerdotales. En 1912 ingresó en la Hermandad, pero ya antes había sido nombrado prefecto de alumnos, cargo que desempeñó durante cuatro años. Ordenado sacerdote en 1914 y fue enviado a Valencia para perfeccionar sus estudios de música. 
En 1916 regresó a Tortosa como director del colegio y lo fue durante diez cursos. En 1926 marchó a Córdoba, como rector del seminario donde estuvo hasta 1932. En 1933 se le nombraron rector del seminario de Barcelona hasta su martirio. Hizo normal el trato personal con los seminaristas. Tenía fama de santo.
Se encontraba en su pueblo de Cinctorres, porque había ido a llevar a una sobrina que había estado hospitalizada en Barcelona; estando en su pueblo fue requerido por el Comité junto con su hermano Daniel, donde éste fue amenazado de muerte si el sacerdote desaparecía. Por ello se negó a irse al refugio que le tenía preparado su hermano por miedo a las represalias. Poco tiempo después fue detenido, pero su hermano consiguió huir. Como los milicianos tenían miedo de que si lo mataban allí, el pueblo se sublevara, se lo llevaron y fue fusilado, a los 46 años en el cementerio de Almanzora (Castellón). 

2 comentarios:

  1. Si te fijas en el nombre aparece entre paréntesis la fecha de su nacimiento y muerte... no la repito en el texto para no duplicar y así es más fácil la lectura... lees el nombre, ves el periodo histórico en el que vivió (1889-1936) y ya focalizas, la época en la que vivió, así lo hacemos los historiadores.
    Gracias por estar ahí.

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