Martirologio Romano: Beata María Virgen del Monte Carmelo, donde durante algún tiempo el profeta Elías condujo al pueblo de Israel al culto del Dios viviente y después se retiraron los eremitas buscando la soledad, instituyendo una Orden de vida contemplativa bajo el patrocinio de la santa Madre de Dios.
"Las Sagradas Escrituras celebran la belleza del Carmelo, donde el profeta Elías defendió la pureza de la fe de Israel en el Dios vivo. En el siglo XII algunos eremitas se retiraron a aquel monte, construyendo más tarde una Orden dedicada a la vida contemplativa, bajo el patrocinio de la Virgen María". Con estas palabras presenta la liturgia de este día el libro oficial de la Iglesia.
Y el Martirologio anterior a 1993 de este día, reza así: "Conmemoración solemne de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, a la cual la Familia carmelitana consagra este día por los innumerables beneficios recibidos de la misma Santísima Virgen, en señal de servidumbre".
Esta festividad se celebra el día en que, según la tradición carmelitana tardía, la Virgen entregó en una visión el popular escapulario del Carmen (que, según una bula de Juan XXII, llamada Sabatina, estaría dotado de virtudes sorprendentes) a san Simón Stock, que en el siglo XIII dio una orientación más activa a los carmelitas. Según la tradición la Virgen del Carmen le dijo al santo: "Recibe, amado hijo mío, este escapulario para ti y para tu Orden, en prenda de mi especial protección, que sirva de privilegio a todos los carmelitas".
La conmemoración fue establecida hacia el año 1380 en recuerdo de la aprobación de la regla de la Orden por parte de Honorio III, dictada para los carmelitas por el patriarca Alberto de Jerusalén a un piadoso hermano calabrés y a sus compañeros, que habían erigido, sobre las ruinas de una capilla anterior, una pequeña iglesia a María en el monte Carmelo. Entró en el calendario romano sólo en 1726. Se la puede catalogar entre las fiestas verdaderamente marianas. MEMORIA FACULTATIVA.
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