(it.: Riccardo Pampuri).
Rico de fuerza. Firme gobernador.
Nació en Trivolzio (Pavía). Se llamaba Herminio. Se quedó huérfano muy joven y sus abuelos lo llevaron a Turín, donde empezó a estudiar. Más tarde participó en grupos de Acción Católica, como joven cristiano seglar. Estudió Medicina en la universidad de Pavía gracias a su tío médico, Carlo Campari, y obtuvo, al licenciarse las máximas calificaciones en 1921. Durante su época universitaria, perteneció a las Conferencias de San Vicente de Paúl y a la Tercera Orden franciscana. Participó con heroísmo en la I Guerra Mundial como sanitario y aquella experiencia de cuerpos desgarrados le sirvieron para meditar sobre su vocación.
Vivió su profesión médica como una misión, y se dedicó a ella con diligencia, altruismo y espíritu de sacrificio en Marimondo (pueblo en el que ejerció durante seis años)y situado a 20 kms. de Milán. Al mismo tiempo cultivó de forma especial su vida espiritual, dedicando mucho tiempo a la meditación y a la oración, además de realizar numerosas obras de caridad. Participó en las iniciativas parroquiales y en la vida de las asociaciones, a las que entregaba parte del dinero que ganaba.
Aunque admiraba la Compañía de Jesús, vio que Dios le llamaba a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, en la que ingresó en 1927, tomando el nombre de Ricardo. Fue ejemplar en la observancia de la regla y en el cumplimiento de las misiones médicas que se le encomendaron. Su primer trabajo, como hermano Hospitalario, fue instruir a sus hermanos más jóvenes que debían graduarse como enfermeros; se le confió también el cuidado del dispensario de cirugía dental. A los 33 años se le declaró una hemoptisis (tuberculosis) sin solución. Murió en Milán y su fama de médico entregado y buen religioso se extendió enseguida por toda Italia. Fue canonizado por Juan Pablo II el 1 de noviembre de 1989.
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