(María Magdalena Merten. al.: Blandine Merten).
Suave, dulce, cariñosa.
Martirologio Romano: En Mergentheim, en Alemania, beata Blandina (María Magdalena) Merten, virgen de la Orden de Santa Úrsula, que unió a la vida contemplativa el cuidado de la formación humana y cristiana de niñas y adolescentes.
Nació en Düppenweller de Saarland (Tréveris, Alemania). Fue bautizada con el nombre de María Magdalena. Recibió la primera comunión en 1886 y pocos días después la confirmación. Desde este momento la comunión y la piedad eucarística fueron el fundamento de su vida de fe. Estudió para maestra en el Instituto Magisterial de Marienau, donde recibió su título profesional. Mientras estudiaba magisterio fallecieron sus padres.
Inició su labor pedagógica en Tréveris. Enseñó en diversas escuelas desde 1902 hasta 1907. Siempre se distinguió por su misticismo y devoción a la Eucaristía, a la Pasión del Señor y a María. En el magisterio unía la formación intelectual con la espiritual. A las alumnas les instruía con notable afecto. Dedicaba especial cuidado a la educación de pobres, a quienes les procuraba alimento y vestido.
En 1908 ingresó en las ursulinas de Calvarienberg y tomó el nombre de sor Blandina del Santísimo Corazón de Jesús. Se le ordenó ir a la escuela de Saarbrucken, donde al poco tiempo se enfrentó con la enfermedad que le ocasionará la muerte: la tuberculosis. A causa de su mal regresó a Tréveris, donde -con la admiración de sus discípulas y hermanas- continuó su ardua y fecunda labor docente hasta su muerte. Por disposición médica fue trasladada a Tréveris, donde emitió la profesión perpetua en 1913. De 1913 a 1916 trabajó en la enseñanza. Murió de tisis, sin haber perdido nunca la sonrisa y transcurrió su vida en continuo coloquio con Dios. Fue beatificada el 1 de noviembre de 1987 por Juan Pablo II.
Nació en Düppenweller de Saarland (Tréveris, Alemania). Fue bautizada con el nombre de María Magdalena. Recibió la primera comunión en 1886 y pocos días después la confirmación. Desde este momento la comunión y la piedad eucarística fueron el fundamento de su vida de fe. Estudió para maestra en el Instituto Magisterial de Marienau, donde recibió su título profesional. Mientras estudiaba magisterio fallecieron sus padres.
Inició su labor pedagógica en Tréveris. Enseñó en diversas escuelas desde 1902 hasta 1907. Siempre se distinguió por su misticismo y devoción a la Eucaristía, a la Pasión del Señor y a María. En el magisterio unía la formación intelectual con la espiritual. A las alumnas les instruía con notable afecto. Dedicaba especial cuidado a la educación de pobres, a quienes les procuraba alimento y vestido.
En 1908 ingresó en las ursulinas de Calvarienberg y tomó el nombre de sor Blandina del Santísimo Corazón de Jesús. Se le ordenó ir a la escuela de Saarbrucken, donde al poco tiempo se enfrentó con la enfermedad que le ocasionará la muerte: la tuberculosis. A causa de su mal regresó a Tréveris, donde -con la admiración de sus discípulas y hermanas- continuó su ardua y fecunda labor docente hasta su muerte. Por disposición médica fue trasladada a Tréveris, donde emitió la profesión perpetua en 1913. De 1913 a 1916 trabajó en la enseñanza. Murió de tisis, sin haber perdido nunca la sonrisa y transcurrió su vida en continuo coloquio con Dios. Fue beatificada el 1 de noviembre de 1987 por Juan Pablo II.
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