Salomón: Pacífico.
Martirologio Romano: En Córdoba, en Andalucía, pasión de los santos Rodrigo, presbítero, y Salomón, mártires. El primero, al negarse a aceptar a Mahoma como el verdadero profeta enviado por el Omnipotente, fue encarcelado. En el cautiverio coincidió con Salomón, que algún tiempo antes había pertenecido a la religión mahometana, y al ser decapitados ambos a la vez, finalizaron gloriosamente el curso de su combate.
Rodrigo era natural de Egabra (Cabra, Córdoba) y allí cursó estudios eclesiásticos y recibió la ordenación sacerdotal. Como tantas familias cordobesas tenía un hermano ferviente musulmán y otro ferviente cristiano. Un día que estaban peleándose, Rodrigo, ya sacerdote, quiso separarlos y poner paz entre ellos; el hermano musulmán después de propinarle un puñetazo, en venganza dijo que Rodrigo, viéndose a las puertas de la muerte, se había convertido al Corán, y fue proclamándolo por toda la ciudad de Córdoba. Rodrigo se retiró a una localidad vecina donde ejerció su ministerio. Un día marchó a Córdoba para hacer unas diligencias y allí se encontró con su hermano musulmán y al verle la tonsura eclesiástica fue arrestado por su hermano no porque fuera cristiano sino por haber traicionado el Corán al que se creía que se había convertido.
En la cárcel se encontró con Salomón, al que no conocía y se hicieron íntimos amigos. Salomón estaba en la cárcel por haberse hecho cristiano, ya que antes había sido musulmán. Rezaban juntos, se animaban el uno al otro, se ayudaban en todo. El cadí ordenó su separación en la cárcel y les impidió cualquier contacto, para minar así su fe, pero no consiguió nada. El juez quiso atraérselos con promesas, pero Rodrigo respondió "haz propuestas, así, a quiénes buscan antes conveniencia de esta tierra que felicidad eterna; nosotros sólo vivimos en Jesucristo; y morir por El es la mejor ganancia". Murieron en Córdoba, primero fue decapitado Rodrigo delante de Salomón, para que así abjurase, pero fue en vano y Salomón también murió decapitado y sus cuerpos fueron arrojados al Guadalquivir, pero sus restos fueron recuperados milagrosamente. Están enterrados en la basílica de los Santos Cosme y Damián de Córdoba. Rodrigo es patrón de Córdoba.
En la cárcel se encontró con Salomón, al que no conocía y se hicieron íntimos amigos. Salomón estaba en la cárcel por haberse hecho cristiano, ya que antes había sido musulmán. Rezaban juntos, se animaban el uno al otro, se ayudaban en todo. El cadí ordenó su separación en la cárcel y les impidió cualquier contacto, para minar así su fe, pero no consiguió nada. El juez quiso atraérselos con promesas, pero Rodrigo respondió "haz propuestas, así, a quiénes buscan antes conveniencia de esta tierra que felicidad eterna; nosotros sólo vivimos en Jesucristo; y morir por El es la mejor ganancia". Murieron en Córdoba, primero fue decapitado Rodrigo delante de Salomón, para que así abjurase, pero fue en vano y Salomón también murió decapitado y sus cuerpos fueron arrojados al Guadalquivir, pero sus restos fueron recuperados milagrosamente. Están enterrados en la basílica de los Santos Cosme y Damián de Córdoba. Rodrigo es patrón de Córdoba.
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