Guerrero, marcial, belicoso.
Martirologio Romano: En Braga, ciudad de Portugal, san Martín, obispo, oriundo de Panonia, conocido por el sobrenombre de «Dumiense» por haber regido primero la sede de Dumio, desde la cual pasó después a la de Braga, donde, con su celo y predicación, abandonaron los suevos de esa diócesis la herejía arriana y abrazaron la fe católica.
Natural de Panonia (Hungría). Llegó a Galicia hacia el 550, después de haber cursado estudios teológicos y helenísticos en Palestina, donde estuvo como monje y donde debió familiarizarse con la espiritualidad de los padres del desierto. Fue estimado por san Gregorio Magno como el hombre más docto de su siglo, dominaba el griego y el latín y a los autores paganos. Tuvo inquietudes itinerantes y se piensa que primero estuvo en Roma, y luego visitó en la Galia, la tumba de san Martín de Tours, (donde conoció a san Gregorio Magno). Su campo de apostolado fue el reino suevo de Galicia. Se instaló en Braga. Pronto tuvo discípulos deseosos de imitar su vida de soledad y penitencia. Les organizó, les instruyó en lenguas clásicas y en teología, y así nació la abadía de San Martín de Dumio, centro de influencia religiosa y fuente de cultura, y del que fue abad y en el 561 fue elegido obispo de Dumio.
En el 570 fue nombrado obispo de Braga y metropolitano de Galicia, desplegó una intensa actividad. Reunió concilios, como el Lucense y Bracarense, purificó la doctrina de los errores arrianos, promovió la formación del clero para renovar la vida del pueblo, logró la conversión de su rey Teodomiro que era arriano. Fue considerado el apóstol del pueblo suevo. En el I Concilio provincial, celebrado en Braga en el 561, fue testigo el fin de la herejía arriana. Dijo: "¿Qué importa que no estés en tu patria? Tu patria es el lugar donde has encontrado tu bien interior, y la causa del bien interior, no radica en el lugar, sino dentro del hombre mismo". Escribió "Las Costumbres". "Capítulos". "La corrección de los rústicos". "Vencer la jactancia". "Fórmula de vida honesta". Considerando que la extensión de la diócesis de Braga era muy extensa, la dividió en dos, creando la de Lugo, con cinco sufragáneas, aunque manteniendo los derechos metropolitanos de Braga. Su cultura y generosidad espiritual le permitió llegar a todas las clases sociales como un auténtico pastor de almas. Fue uno de los hombres más ilustres de su tiempo. Tiene culto local.
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