San Birilo de Catania. M. c. 90.
(Berilo, Berillo).
Piedra preciosa.
Se dice que fue ordenado primer obispo de Catania por san Pedro, junto al cual había llegado de Antioquía, el cual, habiendo convertido muchos gentiles a la fe, en su última edad murió en el Señor. Murió muy viejo.
(Berilo, Berillo).
Piedra preciosa.
Se dice que fue ordenado primer obispo de Catania por san Pedro, junto al cual había llegado de Antioquía, el cual, habiendo convertido muchos gentiles a la fe, en su última edad murió en el Señor. Murió muy viejo.
San Serapión "el Escolástico". M. c. 370.
Del dios Serapis.
Martirologio Romano: En Egipto, san Serapión, anacoreta.
Estuvo al frente de la escuela catequística en Alejandría de Egipto y fue muy admirado por su ciencia teológica. Pero deseando llenarse solo de Dios, en la vida religiosa contemplativa, se retiró al desierto, e imitó a toda esa pléyade de ascetas que habitaba en aquellos lugares solitarios, también fue un gran observador de las criaturas: “No hay criatura alguna de la que no se pueda hacer buen uso”. Martirologio Romano: En Egipto, san Serapión, anacoreta.
Vivió la oración, la penitencia, la soledad más absoluta y mantuvo amistad con san Antonio “Abad”, del que fue su discípulo. Se acercaron las gentes a oír sus consejos, y su soledad se vio truncada. En el 339, fue elegido obispo de Thumis en el Bajo Egipto. Luchó junto con san Atanasio contra el arrianismo y, como todos los santos de esta época, fue perseguido ya sea por paganos como por los arrianos y enviado al exilio por el emperador Constancio II en el 362. Escribió diversas obras: su “Sacramentario”, es una preciosa fuente para la liturgia, y otros textos contra los maniqueos.
San Justiniano de Vercelli. M. 452.
Justo.
Parece que fue discípulo de san Martín de Tours y fue acogido por los habitantes de Vercelli como un padre. Obispo de Vercelli (435-452). Gobernó su iglesia con santidad de vida, fidelidad a la justicia, dedicado a la vida apostólica y contemplativa. Fue un obispo insigne y guía de los monjes-clérigos. Su firma se lee en la epístola sinodal del 451, con la que los obispos de la provincia milanesa se adhirieron a la doctrina católica contra la herejía de Eutiques.
Durante su episcopado, en el 448, pasó por la ciudad, san Germán, obispo de Auxerre, que iba a Rávena donde al poco tiempo murió. El féretro del santo obispo fue transportado de regreso a su sede, y se paró brevemente en Verecelli, y se dice que cuando ingresó en la catedral, que todavía debía ser consagrada, las velas se encendieron milagrosamente para indicar que el santo, aunque difunto cumplía el rito de la consagración.
Parece que fue discípulo de san Martín de Tours y fue acogido por los habitantes de Vercelli como un padre. Obispo de Vercelli (435-452). Gobernó su iglesia con santidad de vida, fidelidad a la justicia, dedicado a la vida apostólica y contemplativa. Fue un obispo insigne y guía de los monjes-clérigos. Su firma se lee en la epístola sinodal del 451, con la que los obispos de la provincia milanesa se adhirieron a la doctrina católica contra la herejía de Eutiques.
Durante su episcopado, en el 448, pasó por la ciudad, san Germán, obispo de Auxerre, que iba a Rávena donde al poco tiempo murió. El féretro del santo obispo fue transportado de regreso a su sede, y se paró brevemente en Verecelli, y se dice que cuando ingresó en la catedral, que todavía debía ser consagrada, las velas se encendieron milagrosamente para indicar que el santo, aunque difunto cumplía el rito de la consagración.
San Lupicino. M. 480.
Lobezno.
Martirologio Romano: En Lauconne, en la región de Lyon, muerte de san Lupicino, abad, que, junto con su hermano san Romano, observó en los bosques del Jura las reglas monásticas.
Hermano de san Román de Condat. Después de la muerte de su esposa, Lupicino ayudó a su hermano en evangelización de la zona de Lyon y los Alpes, donde fundó las abadías de Condat (Saint-Oyend), Saint-Cloud en el Jura, y la de Lauconne. Los dos hermanos dirigieron al mismo tiempo la comunidad, pero Lupicino, por sí mismo más austero, se mostró más rígido que Román en el mantenimiento de la disciplina y la observancia de las reglas, y más severo en el reclutamiento de monjes. A la muerte de Román, hacia el 460, Lupicino asumió el gobierno de los dos monasterios como abad. Famoso por su vida interior. Fue protector de los pueblos vecinos y, en especial, asumió la defensa del conde Agripino contra el rey de Borgoña.
Las reliquias de Lupicino se encuentran en la iglesia del capítulo de Saint-Cloud. Lupicino, Román y Oyend son reconocidos como santos benedictinos porque sus monasterios, en realidad anteriores a san Benito, adoptaron más tarde la Regla benedictina. En la actualidad Lupicino y Román se celebran en la diócesis de Besançon y de Belley en la misma fecha, el 28 de febrero. Patrón de Saint-Cloud.
San Elías. s. V.
Mi Dios es Yahvé.
Según la Vita de san Julio de Novara dio sepultura al joven senador Audencio, que los familiares quisieron que fuera enterrado junto a la tumba del santo, y se dedicó al cuidado de la Iglesia edificada por el mismo Julio como su sucesor en la obra de evangelización de la tierra cusiana.
Elías aparece como el segundo obispo de Sión que vivió al inicio del siglo V que, por motivos desconocidos, dejó su sede episcopal, se marchó para vivir como sacerdote o eremita en la isla de Orta.
San Jacobo "el Confesor". M. 824.
El que engañará. Suplantador.
Martirologio Romano: En Constantinopla, pasión de san Jacobo, por sobrenombre de “Confesor”, que luchó valientemente por el culto de las santas imágenes y terminó su vida con un glorioso martirio.De él no tenemos una narración completa de su vida, pero sí contamos con el encendido elogio que escribe sobre él san Teodoro Estudita apenas se entera de la muerte del monje -y cuando estaba él mismo en la cárcel-. En ese elogio, que expresa en su Epístola catalogada con el número 100, alaba a Jacobo no sólo como confesor y mártir, sino también como un monje modelo, cuya santificación comenzó mucho antes que en la muerte, y a la cual vino la santa muerte en defensa del verdadero culto, a coronar y elevar.
En los menologios griegos se lo tuvo como obispo, aunque el mencionado elogio de Teodoro no menciona ese aspecto, y puesto que se trata de un testimonio muy directo, en la actualidad se ha quitado del Martirologio el carácter de obispo que se le atribuía.
San Juan de Valence. M. 1146.
Dios es misericordioso. El que está en gracia de Dios. Admirable.
Martirologio Romano: En Valence, en la región de Vienne, san Juan, obispo, que primero fue abad de Bonnevaux, y luego, elegido para la sede episcopal, padeció muchas contrariedades en defensa de la justicia y ayudó generosamente a los pobres y a los mercaderes arruinados.
Natural de Lyon; era canónigo de esta ciudad; después de una peregrinación a Compostela ingresó en el monasterio de Claraval durante el abadiato de san Bernardo. En el 1117, se le envió a fundar el monasterio de Bonneval en el Loira, donde demostró ser un abad excelente; en el 1141, fue elegido obispo de Valence, pero tuvieron que llevarlo a la fuerza al altar para recibir la ordenación porque se negaba a ella. Entre muchas adversidades, trabajó con gran caridad en defensa de la justicia a favor de los agricultores, de los pobres y mercaderes. Su hagiógrafo anónimo resume en tres palabras su vida de pastor: dar gloria a Dios, salvar su alma, cuidar su rebaño.
Su fecha de celebración en la diócesis de Valence y en la tradición cúltica es el 26 de abril, aniversario de su consagración episcopal. Fue sepultado en la catedral, y su tumba se convirtió en meta de peregrinación, hasta que en 1562 la tumba y reliquias fueron profanadas por los hugonotes, y ya no han quedado restos de ellas. Su culto fue confirmado el 9 de diciembre de 1903 por san Pío X.
Parece que nació en Verona hacia el año 1514. Siendo muy joven demostró una gran caridad y una coherente fe. Revestida con el hábito de Terciaria de la Orden de los Siervos de María, vivió en su casa como si viviese en un monasterio, consagrándose a Dios en el mundo su virginidad. Profundamente devota de la Pasión de Cristo y de María tuvo siempre una gran atención hacia los que sufrían.
Ningún enfermo quedó sin ser atendido por su caridad; cada día se acercaba al hospital de la Misericordia donde pasaba muchas horas con los enfermos, consolándolos, curándolos..., sin importarle lo repugnantes que pudieran ser las llagas. Iba acompañada de su hermana Bárbara, también Terciaria servita, y juntas fueron, en Verona, una referencia para los enfermos, especialmente ella que demostró un gran heroísmo.
Mayormente esto se demostró en el grave contagio de la peste que se abatió en Verona. Ella jamás se cansó de ir por todos los sitios ayudando y animando... y toda Verona vio en esta humilde Terciaria consolar a los apestados a costa de su vida. Se contagió de la enfermedad y murió de ella y sus devotos tienen experiencia de su potente intercesión sobre las enfermedades contagiosas.
San Benito de Nursia. (c.480 - c.560). Patrón de Europa y Padre del monacato occidental. Fundador de los Benedictinos.
Martirologio Romano: En Montecasino, muerte de san Benito, abad, cuya memoria se celebra el día once de julio.
(Ver) 11 de julio.
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