4 de marzo de 2015

San CASIMIRO. (1458-1484).


(Casimiro de Lituania, de Polonia. pol.: Kazimierz)
Que enseña la paz. 

Martirologio Romano: San Casimiro, hijo del rey de Polonia, que, siendo príncipe, destacó por el celo en la fe, por la castidad y la penitencia, la benignidad hacia los pobres y la devota veneración a la Eucaristía y a la Bienaventurada Virgen María, y, aún joven, consumido por la tuberculosis, descansó piadosamente en la ciudad de Grodno, cerca de Vilna, en Lituania.


Hijo segundo del rey Casimiro IV Jagellón e Isabel de Austria, nació en Cracovia; tuvo una vida breve y llena de esperanzas que humanamente no llegaron a cuajar. Tuvo una adolescencia inspirada en una gran piedad y austeridad moral. Su preceptor fue John Dugosz, llamado Longino, canónigo de Croacia, un hombre de extraordinarias dotes y conocimientos que le infundió el amor a los estudios, pero sobre todo a la piedad y un enorme sentido de responsabilidad moral, que presidió toda su vida. Casimiro renunció a todas las dignidades que se le presentaron; por ello fue elegido rey de Hungría por algunos magnates del reino como rival del monarca Matías Corvino, fue obligado, a los trece años apenas, a tomar posesión del reino a la cabeza de un ejército. Su espíritu de oración íntima y reposada, se acompañó del recuerdo continuo de la Pasión de Cristo, y así prefirió renunciar a la corona de Hungría, en 1471, antes que derramar sangre por conseguirla; su padre enfadado lo recluyó durante varios meses en el castillo de Dobzki. A partir de entonces, nada de lo que nadie pudiera decir o hacer consiguió nunca que inducirle a tomar de nuevo las armas.
Tras la reconciliación de los húngaros con su rey, aceptó que se le asociara al gobierno de Polonia como regente. Mientras su padre se hallaba en Lituania, él daba ejemplo de prudencia y de virtud. En Vilna, capital de Lituania, supo consolidar, mediante una vida ejemplar, repartida entre prácticas religiosas y rigurosa penitencia, el catolicismo introducido tardíamente en el gran ducado, ganándose el respeto y la admiración de toda la población. Humilde con todos, defensor de los pobres, generoso en la distribución de limosnas, era severo sólo consigo mismo. Rechazó incluso el matrimonio con la hija del emperador de Alemania, Enrique III, prefiriendo permanecer célibe, no tenía más que una dama: la virgen María. Para ella guardaba su ternura y sus poesías a la que dedicó el himno “Omni die” de san Bernardo de Claraval.  
En 1483 fue nombrado vicecanciller en Vilna (Lituania); pero poco después tuvo que ir a Grodno, donde se enfermó. Los médicos creyeron que todo se curaría con la compañía de una mujer. Cuando se lo fueron a comunicar al joven Casimiro, contestó con una sonrisa: "Gracias, pero mi vida es Cristo". Murió enfermo de tuberculosis cuando tenía 26 años en el castillo de Grodno, Lituania. Conforme a sus deseos fue enterrado dentro de la capilla de la Virgen en Vilna. 
Después de su muerte los polacos le atribuyeron la victoria de Polonia sobre Rusia en la batalla de Polozk en 1518. Fue canonizado en 1521 por León X. Patrón de Polonia y Lituania. MEMORIA FACULTATIVA. 

San PEDRO I DE LA CAVA. M. 1123.

(Pedro Pappacarbone).

Piedra firme. Roca


Martirologio Romano: En el monasterio de Cava dei Tirreni, en la Campania, san Pedro, que, habiendo seguido desde su juventud vida eremítica, fue elegido obispo de Policastro, pero cansado del clamor de la vida mundana, regresó al monasterio, donde, constituido abad, restableció admirablemente la disciplina.


Nació en Salerno. Era sobrino de san Alferio, fundador del monasterio de Cava. Ingresó en la vida religiosa a muy temprana edad, bajo la dirección de san León I de Cava, el segundo abad. Pronto se distinguió por su piedad, sus abstinencias y su amor a la soledad. 
Hacia el 1062, fue enviado a Cluny. Los monjes de Cluny intentaron enviarle a la escuela, pero el abad san Hugo de Cluny les dijo que, a pesar de su poca edad, Pedro era ya maduro en las cosas de Dios. Pronto se confirmó esa opinión, pues, Pedro no desentonaba en aquel convento de santos monjes, en el que permaneció seis años, al cabo de los cuales fue llamado a Italia. 
 San Hugo le permitió partir, gracias a la intercesión del archidiácono de Roma, Hildebrando, que más tarde sería el papa san Gregorio VII. San Pedro fue el primer obispo de Policastro (1079), pero, como no se sintiese llamado por Dios al vértigo de obligaciones mundanas que le imponía su cargo, obtuvo licencia de renunciar a él y retirarse a Cava, donde san León le nombró abad-coadjutor y, un año después, le sucedió en el gobierno de la abadía. Fue demasiado severo y, a causa de las protestas de su comunidad, se retiró a otra casa. Después de un tiempo fue llamado de nuevo a La Cava y, bajo su dirección más paternal, la abadía prosperó muchísimo. Se dice que concedió el hábito a más de 3.000 monjes. San Pedro murió a edad muy avanzada. Cuando murió, La Cava era el centro de 29 abadías, 90 prioratos y más de 340 celdas. Su culto fue confirmado por León XIII el 21 de diciembre de 1893.

Beato HUMBERTO DE SABOYA. (1136-1188).


Destacado gigante. Soporte brillante

Martirologio Romano: En Chambery, en Saboya, beato Umberto, tercer conde de Saboya, que habiendo sido coaccionado a dejar el claustro para ocuparse del gobierno, volvió más tarde a la vida monástica, viviendo con fidelidad.

III Conde  de Saboya. Nació en el castillo de Avigliana en el Piamonte. Quiso ser religioso pero debía gobernar sus estados. Después de un matrimonio sin descendencia, se volvió a casar on Gertrudis de Flandes, parienta suya, y cuyo matrimonio fue declarado inválido, sin que hubiera tenido hijos. Se casó con Clementina de Zärhringen, de la que tendrá dos hijas. Por fin se casó con Gerarda de Maçon, que será la madre de su hijo y heredero Tomás de Saboya.
Como hombre político se buscó el engrandecimiento de su Casa, chocando con los intereses feudales de la época, del rey de Francia y de los objetivos imperialistas de Federico Barbarroja. También chocó con obispos y señores, el obispo el beato Antelmo de Chignin, lo excomulgó, pero Humberto recurrió al papa Alejandro III, que le declaró inocente. También chocó con los obispos de Turín. En las luchas entre el papado y el Imperio optó por el primero, aunque era vasallo del emperador, al final de su vida fue declarado rebelde por el Imperio. Aprendió el arte de gobernar de san Amadeo de Lausana, que era su pariente. Fue un hombre de oración y de gran piedad, con una estrecha conciencia en todos los asuntos y amante de la paz.
Cuando el nacimiento de su hijo, renunció a los honores del condado. Se retiró a la abadía de Hautecombe sin profesar, pero sus vecinos aprovecharon la ocasión para invadir sus estados, y tuvo que salir del convento para luchar contra ellos. Murió en paz en la abadía de Hautecombe. Su culto fue confirmado el 7 de septiembre de 1838 por Gregorio XVI.

Beatos CRISTÓBAL BALES, ALEJANDRO BLAKE y NICOLÁS HORNER. M. 1590.


Martirologio Romano: En Londres en Iglaterra, beatos Cristóbal Bales, sacerdote, Alejandro Blake y Nicolás Horner, mártires, que durante la persecución de la reina Isabel I recibieron al mismo tiempo la corona de la gloria

Potro de tortura de Topcliffe
Cristóbal Bales o Bayles (que también tomó el nombre de Evers) (1564-1590). Nació en Coniscliff (Durham); y lo enviaron a estudiar a Francia donde conoció el catolicismo. Quiso hacerse sacerdote y estudió en Reims y Roma, pero la enfermedad de la tuberculosis se le agravó con el clima romano y tuvo que regresar a Reims. Terminados los estudios pidió dispensa de edad para ordenarse, y obteniéndola fue ordenado sacerdote en Laón en 1587. 
En el 1588, pasó a Inglaterra y dos años después fue capturado por el famoso Topcliffe. La miseria de su encierro agravó más su debilidad corporal, pues estaba tuberculoso, pero nada pudo superar su coraje y paciencia. Era atormentado cruelmente en la cárcel para obligarlo a admitir que él había dicho la misa y por quién había sido albergado; incluso en una ocasión quedó colgado por las muñecas durante veinticuatro horas.
Finalmente, fue llevado a juicio y declarado culpable de traición a la patria, por haber sido ordenado sacerdote más allá de los mares y por venir a Inglaterra a ejercer su ministerio sacerdotal. Cuando el juez le preguntó, según costumbre, si tenía algo que alegar en su defensa, Bayles respondió que quería hacer una pregunta: «¿Fue san Agustín [de Canterbury], el monje enviado por el Papa de Roma para predicar la fe católica en Inglaterra, culpable de traición en el cumplimiento de esa comisión?» El tribunal respondió en forma negativa. «¿Por qué, entonces» -les preguntó al mártir- «¿me acusan y condenan a mí como traidor por hacer lo mismo que él hizo, y a quien nadie objeta, pero lo mismo podría objetarse contra él?» Se le respondió que la diferencia radicaba en el hecho de que dicha acción se había convertido en tradición en el Derecho Inglés actual. Antes de ser ejecutado en el patíbulo de Fleet Street en Londres, habló a los presentes reconociendo que negaba la supremacía de la corona y encomendándose a sus oraciones. Fue ahorcado y descuartizado. 
El mismo día sufrieron martirio dos seglares relacionados con él: el beato Nicolás Horner que era natural de Grantley, Yorkshire, Inglaterra. Sastre en Londres. Fue detenido por el delito de encubrimiento de sacerdotes católicos. Durante mucho tiempo estuvo encerrado en una celda húmeda, donde contrajo gangrena en una pierna y fue necesario amputar. Se dice que durante esta operación Horner fue favorecido con una visión, que actuó como anestesia para sus sufrimientos. Fue posteriormente liberado.
 Más tarde fue detenido de nuevo por el mismo delito de ocultar a los sacerdotes católicos y haber confeccionado a Alejandro Bayles un jubón, y fue declarado culpable de delito grave y condenado a la pena capital. En la víspera de su ejecución, tuvo una visión de una corona de gloria que pendía sobre su cabeza, lo que le produjo gran arrojo para hacer frente a la prueba del día siguiente. La historia de esta visión se la contó a un amigo, que a su vez se la transmitió por carta al jesuita el beato Roberto Southwell. Fue ahorcado en Smithfield.
También fue ahorcado el beato Alejandro Blake que nació en Londres. Era dueño de una posada y fue ahorcado y descuartizado en Gray's Inn Lane, por haber albergado al sacerdote en su casa. Cristóbal Bales fue beatificado el 15 de diciembre de 1929 por Pío XI, y los dos seglares el 22 de noviembre de 1987 por san Juan Pablo II.

Beata MARÍA LUISA ISABEL DE LAMOIGNON. (1763-1825).

(Elisabeth de Lamoignon. fr.: Louise-Elisabeth de Lamoignon).

Martirologio Romano: En Vannes, Morbihan, beata María Luisa Isabel De Lamoignon, Madre San-Luis, viuda, fundadora de las Hermanas de la Caridad de San Luis de Vannes.

Elisabeth nació en la mansión de Lamoignon en París  en el seno de una familia de la nobleza francesa. Tuvo una educación adecuada a su posición. Estuvo influenciada por Bourdaloue que era el director espiritual de la familia. En 1779 se casó con Édouard François Mathieu Molé, asesor del Parlamento de París. Tuvo 5 hijos; dos de ellos alcanzaron la edad adulta.
Con un grupo de señoras de la parroquia de Saint-Sulpice, ayudaron a los pobres del vecindario en el crudo invierno de 1788-1789. Durante un retiro, sintió la llamada de Cristo. Luego vino la Revolución y la familia, en 1791, huye a Bruselas, aunque al año siguiente está de regreso por la ley del 9 de noviembre de 1791 con los emigrantes. Sin embargo son detenidos y encarcelados en la Conciergerie. Ella fue liberada a causa de su salud, pero su marido fue guillotinado en 1794.
Este suceso y la muerte de su hija de cuatro años, le hacen pensar ingresar en una Orden contemplativa. Tenía 30 años, renueva su pacto con la cruz de Cristo. Es expulsada de su casa. Pierde a su hermano en una batalla. Su confesor M. de Pancemont, que lo es secretamente, la alienta para entrar en religión,  pero ella se desalienta. Su confesor vuelve del exilio y se convierte en obispo de Vannes.
Se establece en Vannes con algunas compañeras y su madre. Abre un colegio para niñas de familias pobres y funda la Congregación de las Hermanas de la Caridad de San Luis en 1803. El Concordato entró en vigor en los últimos meses, y la libertad religiosa puede establecerse en Francia. Fundó el noviciado independiente en 1810. Fueron reconocidas civilmente en 1816. En 1824 compró el antiguo convento de San Gildas de Rhuys y abrió una escuela gratuita y retiros de trabajo. Murió en Vannes agarrada al crucifijo que nunca se fue desde su juventud. Está enterrada en esta ciudad en la capilla de la comunidad. Fue beatificada por Benedicto XVI el 27 de mayo de 2012.

Beata PLÁCIDA VIEL. (1815-1877).

(Eulalia Viel. fr.: Eulalie Placide Viel, Victoire Eulalie Viel).
Sosegada, apacible.

Martirologio Romano: En el cenobio de Saint-Sauveur-le-Vicomte, de Normandía, en Francia, beata Plácida (Eulalia) Viel, virgen, que brilló por su celo y humildad, dirigiendo la Congregación de las Escuelas Cristianas de la Misericordia.

Victoria Eulalia Jacqueline Viel, nació en el pueblecito normando de Val-Vacher, en el seno de una familia de agricultores. Era seria y tímida por temperamento. Hasta los diecisiete años, vivió la existencia tranquila y ordenada de una hija de agricultor, encargada de hacer casa a su hermano. A esa edad fue a visitar a una tía suya, que era religiosa en el convento de santa María Magdalena Postel, en Saint-Sauveur-le- Vicomte. La visita impresionó tanto a la joven, que decidió ingresar en la comunidad. Fue admitida y tomó el nombre de Plácida.
La madre Postel, que tenía ya ochenta años, vio en la joven religiosa a una sucesora ideal para el gobierno de la congregación. Así pues, cuando Plácida terminó sus dos años de noviciado, asistió a unos cursos intensivos en la escuela normal de Argentan y después fue nombrada profesora en un pensionado. Al mismo tiempo, la santa fundadora la iba iniciando en los deberes y responsabilidades de la administración y aun la mandó a abrir algunas nuevas casas. A los cinco años de vida religiosa, Plácida fue nombrada maestra de novicias, pero bien pronto tuvo que dejar el cargo para ir a París a reunir fondos para la restauración de la iglesia en la abadía de Saint-Sauveur y a arreglar otros asuntos de importancia.
 Después de la muerte de santa María Magdalena Postel. El capítulo general de las Hermanas de las Escuelas Cristianas escogió a Plácida para sucederla. La hermana María, su tía, esperaba ser elegida y, aunque la nueva superiora le dio mucha autoridad y responsabilidades, la hermana María, que ya desde antes se había mostrado hostil a su sobrina, obstaculizó mucho el gobierno de la madre Plácida durante los diez años siguientes. Para evitar esa dificultad, la beata residía el menor tiempo posible en la casa matriz y, mientras vivió su tía, gobernó la congregación "desde los abruptos y tortuosos caminos y senderos del centro y el oeste de Francia." En efecto, durante esa época, viajó mucho por Francia para recoger fondos y visitar los conventos de la congregación, que crecía rápidamente. Trabajó con particular empeño por obtener la aprobación oficial de la congregación. Las negociaciones fueron muy laboriosas y en una ocasión, la beata tuvo que hacer un viaje secreto a Viena para ver al conde de Chambord.
 La madre Plácida fue superiora general durante treinta años y la congregación prosperó mucho bajo su gobierno; se multiplicaron los orfanatos, las casas de cuna, los talleres y las escuelas primarias gratuitas. Una de las más famosas fundaciones fue el orfanato del Sagrado Corazón de María, en París, donde en 1877, había ya 500 niños. La beata pudo también llevar felizmente a término la reconstrucción de la gran iglesia de la casa matriz, emprendida por la fundadora. El cardenal Guibert, arzobispo de Burdeos, hablando de la situación de Francia en 1870, aplicó a la madre Plácida lo que se había dicho de la beata Ana María Javouhey: "Sólo conozco a una persona capaz de restablecer el orden en Francia: la madre Plácida, del convento de Saint-Sauveur-le-Vicomte". La impresión que dejan la vida y las realizaciones de la beata es la de que fue una religiosa de gran encanto personal y buen humor, serenamente decidida a hacer por las niñas lo que san Juan Bautista de la Salle había hecho por los niños. Durante su gobierno, se abrieron en Normandía treinta y seis colegios para niñas pobres y se suprimió como libro de lectura "Les ordonnances de Louis XIV". Su trabajo de organización durante la guerra franco-prusiana fue heroico.  
 La vida de la beata fue muy sencilla en todos sentidos. No tuvo pruebas espirituales especiales ni gracias místicas. Sin embargo, no faltaron algunos hechos milagrosos, que ella atribuía a la intercesión de la madre Postel por cuya beatificación trabajó mucho. Su muerte ocurrió, cuando tenía sesenta y dos años de edad. 
 Bajo su gobierno, el número de conventos de la congregación aumentó de treinta y siete a ciento cinco y el número de religiosas, de ciento cincuenta a más de mil. Fue beatificada el 6 de mayo de 1951 por Pío XII.

San JUAN ANTONIO FARINA. (1803-1888).



Martirologio Romano: En Vicenza, ciudad de Italia, san Juan Antonio Farina, obispo, cuyo trabajo en el campo de la pastoral fue intenso. Fundó el Instituto de Hermanas Maestras de Santa Dorotea Hijas de los Sagrados Corazones, para la formación de las jóvenes pobres y de todas las personas afligidas por la marginación.

Nació en Gambellara, Vicenza (Italia). En 1827 recibió la ordenación sacerdotal y después obtuvo el diploma de maestro de primaria. Fue profesor del seminario durante 18 años, capellán en la parroquia de San Pedro en Vicenza, durante 10 años; participó en distintas instituciones culturales, espirituales y caritativas de la ciudad, entre las cuales fue director de la escuela pública primaria y superior. 
En 1836 fundó la Congregación de las Maestras de Santa Dorotea, Hijas de los Sagrados Corazones, dedicadas a la educación de niñas pobres, sordomudas, ciegas, también niñas de la alta sociedad, y luego extendió su labor en el cuidado de los enfermos en los hospitales, en los asilos y en sus domicilios. 
En 1851 fue nombrado obispo de Treviso en Italia. En esta diócesis desarrolló una auténtica labor pastoral, con la visita pastoral, la organización de las parroquias y ayuda a los pobres, de manera que se le conoció como “el obispo de los pobres”. Los diez años de su episcopado estuvieron marcados por el sufrimiento debido a cuestiones jurídicas con el Cabildo de la Catedral, que le impidió llevar a cabo el sínodo diocesano. 
En 1860 fue nombrado obispo de Vicenza, donde pusó en práctica un amplio programa de renovación y desarrollo de la formación espiritual y cultural de sus feligreses y del clero. Convocó el sínodo diocesano, que no había sido celebrado desde 1689. Realizó su visita pastoral, sin importarle las dificultades de los caminos. Instituyó numerosas confraternidades para socorrer a los pobres y a los sacerdotes ancianos. Promovió la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, de María y la Eucaristía. Participó en el Concilio Vaticano I. Los últimos años de su vida estuvieron marcados ya por el reconocimiento público de su labor apostólica y de caridad, pero también con las calumnias, a las que siempre respondió con el silencio, la paz interior y el perdón. Murió de un ataque de apoplejía. Fue beatificado por SS Juan Pablo II el 4 de noviembre de 2001 y canonizado por SS Francisco el 23 de noviembre de 2014.

Beatos MIECISLAO BOHATKIEWICZ, LADISLAO MACKOWIAK y ESTANISLAO PYRTEK. M. 1942.


Miecislao: El que difunde la fama.  
Ladislao: Señor glorioso. Buen soberano
Estanislao: Gloria militar

Martirologio Romano: En el pueblo de Berezwecz cerca de la ciudad de Glebokie en Polonia, beatos Miecislao Bohatkiewicz, Ladislao Mackowiak y Estanislao Pyrtek, presbíteros y mártires, que en tiempo de guerra fueron encarcelados por la fe de Cristo y fusilados

Miecislao Bohatkiewicz (1904-1942). Nació en Krikaly, (Dunilowicze-Vilna), Lituania. Después de estudiar en el seminario de Pinsk, fue ordenado sacerdote en 1933. Fue profesor y prefecto de liceo de Luniniec hasta que se produjo la ocupación alemana. Marchó con su hermano sacerdote a Puszki; fue nombrado párroco de Pelikany en el distrito de Braslaw. Cuando supo la necesidad de los fieles de Dressa, acudió a atenderlos, lo que le costó la prisión por parte de los nazis. Fue arrestado en 1941 y llevado a Glebokie junto con los padres Ladislao Mackowiak y Estanislao Pyrtek. 

Ladislao Mackowiak (1910-1942). Nació en Sykty, en la diócesis de Vilna. Después de estudiar en el seminario de Vilna, fue ordenado sacerdote en 1939. Fue destinado a la parroquia de Ikazn, primero como coadjutor y luego como párroco. Al producirse la ocupación alemana, llevó a cabo una profunda labor apostólica junto con su coadjutor, Estanislao Pyrtek. Un empleado les advirtió que podían ser fusilados, acudieron a su obispo que les dijo que actuaran en conciencia. Ambos decidieron quedarse. Fue arrestado en 1941 y llevado a Glebokie junto con los padres Miecislao Bohatkiewicz y Estanislao Pyrtek. Fue torturado, y sus parroquianos solicitaron su liberación, pero no sirvió de nada. 

Estanislao Pyrtek (1913-1942). Nació en Bystra Podhalanska, diócesis de Vilna. Después de estudiar en el seminario de Vilna, fue ordenado sacerdote en 1940. Primero fue enviado a la parroquia de Dukszty Pijarskie, cerca de Vilna y en 1941 fue enviado a Ikazn, donde multiplicó su actividad en los breves meses de su ministerio, atendiendo sobre todo la catequesis de los niños. Cuando su párroco, Ladislao Mackowiak fue encarcelado, marchó a Braslaw para interceder por él, siendo con él arrestado. Fue detenido en 1941 y llevado a Glebokie junto con los padres Miecislao Bohatkiewicz y Ladislao Mackowiak. Fue torturado, y sus parroquianos solicitaron su liberación, pero no sirvió de nada.

En el bosque de Borek, cerca de Berezwecz (Lituania) fueron fusilados por los ocupantes nazis estos tres sacerdotes el 4 de marzo de 1942. No habían valido de nada las firmas y presiones de los fieles de sus parroqulas para salvar sus vidas, que enfrentaron el peligro de interceder por ellos con tal de conseguir que los dejaran con vida. Los tres fueron llevados al bosque de Borek, cerca de Berezwecz, donde fueron fusilados. Antes de morir, gritaron "Viva Cristo Rey". Fueron beatificados por por san Juan Pablo II el 13 de junio de 1999.

Beato ZOLTAN LAJOS MESZLENYI. (1892-1951).


Martirologio Romano: En Kistarcsa, Hungría, beato Zoltan Lajos Meszlenyi, obispo auxiliar de Esztergom, y mártir de un régimen contrario a Dios.

Zoltan Lajos nació en Hungría en el seno de una familia de sólida tradición católica. Llamado al sacerdocio, consiguió en la Pontificia Universidad Gregoriana el doctorado en Filosofía y en Teología y el título en Derecho Canónico. El 28 de octubre de 1937 fue ordenado obispo y nombrado auxiliar de la archidiócesis de Esztergom en Hungría. Su preparación y su celo pastoral le permitieron una notable laboriosidad pastoral y cultural. Inmediatamente después de la II Guerra Mundial, el régimen comunista húngaro inició un encarnizado ataque contra la Iglesia católica, aplicando a sus integrantes formas de intolerancia que a menudo desembocaron en violentas y sanguinarias persecuciones. Acontecimiento emblemático de este período de terror y real opresión fue la detención del Primado de Hungría, el arzobispo Jozsef Mindszenty.
En el 1950, en oposición al deseo gubernativo, los canónigos de la catedral de Esztergom-Budapest eligieron al beato Meszlényi como nuevo Vicario capitular, reconociendo así su rectitud y firmeza. Mons. Meszlényi, consciente de los riesgos, aceptó el nombramiento con prontitud y disponibilidad. La represión del régimen no se hizo esperar. Diez días después, el obispo fue detenido y, sin ningún proceso, fue internado en el establecimiento penal de Recsk y luego deportado al campo de concentración de Kistarcsa, cerca de Budapest, donde lo mantuvieron en total aislamiento. Iniciaron así ocho meses de cruel reclusión, en los que tuvo que sobrevivir casi sin comida y ni calefacción, jornadas de trabajo forzado y de violencias e inexplicables torturas, cosas en que los opresores de todos los tiempos son muy expertos. Frente al dilema ´fidelidad-traición´, Mons. Meszlényi confirmó con fortaleza su fidelidad al Evangelio, pese a vivir la perversidad de los acontecimientos, nunca perdió su fe en la misericordia y providencia divina. Soportó todo con amor. Murió agotado de privaciones. La reclusión inhumana literalmente lo mató. El móvil de su martirio fue el odio de los verdugos hacia Jesús, hacia Evangelio y hacia Iglesia. Fue beatificado por Benedicto XVI el 31 de octubre de 2009.

OTROS SANTOS DEL DÍA:


Santos Focio, Arquelao, Quirino y 17 compañeros. s. III - IV. 
20.000 mártires de Nicomedia
(Foción). Iluminado, resplandeciente. Foca
Arquelao: Caudillo del pueblo
Quirino: Lanza. Señor
Martirologio Romano: En Nicomedia, en Bitinia, los santos Focio, Arquelao, Quirino y otros diecisiete, mártires.
El testimonio acerca de estos mártires es muy antiguo y muy bien representado en distintas fuentes orientales; por ejemplo, el “Breviario Siríaco” del 411 inscribe el 4 de marzo a Arquelao, Quirino y Focio, con dieciseis compañeros, decapitados en Nicomedia. Lamentablemente, no es posible deducir de esta inscripción ni de otras semejantes la persecución concreta en la que perecieron. Podría ser la de Decio (mediados del siglo III), que fue importante en la Bitinia; como la de Diocleciano, que también lo fue. Aunque en la mayoría de las inscripciones aparecen los tres cabeza de grupo juntos -Focio, Arquelao y Quirino-, el número de mártires que los acompaña varía tanto como 16 o 17 hasta 152, y en algunos de estas memorias se inscribe también a una mártir, santa Heraidis o Herodías.
Ante la evidente antigüedad del recuerdo, junto con la vaguedad de su contenido, el Martirologio Romano actual ha optado por rescatar lo que es común a casi todas las inscripciones (los tres cabeza de grupo y un número mínimo de compañeros), lo que no implica que en una edición furtura no se llegue a una mayor certeza sobre este punto. En la iglesia de San Esteban, en Bolonia, había unas reliquias de un Arquelao y un Quirino o Cirilo, no identificados en otras persecuciones, pero es imposible saber si corresponden a los conmemorados hoy.

San Basino de Tréveris. M. c. 705. 
(Basín de Tréveris. al.: Basin von Trier). 
Martirologio Romano: En Tréveris, de Renania, en Austrasia, san Basino, obispo, de la familia de los duques del reino de Austrasia, que primero fue monje, después abad de San Máximo de Tréveris, y elevado finalmente a la sede episcopal de la ciudad, aprobó la fundación del monasterio de Echternach, realizada por santa Irmina.
Descendiente de los duques de Austrasia. Abad benedictino de San Maximino de Tréveris, sucedió a san Numeriano como obispo de Tréveris; como tal ayudó a los misioneros ingleses, especialmente a san Willibrordo. Aprobó la fundación del monasterio de Echternach, realizada por santa Irmina de Tréveris. Las diversas inscripciones martirológicas evocan su fama de santidad, especialmente en cuanto a la buena administración de la sede. Murió en su antiguo convento, donde se había retirado en su ancianidad. Tiene culto local.

San Apiano de Comacchio. M. c. 800. 
(Apio, Apuano. it.: Appiano di Comacchio)
Martirologio Romano: En Comacchio, en la provincia de Flaminia, san Apiano, monje, que, enviado desde el monasterio de Pavía, llevó en esta ciudad vida eremítica
Natural de Liguria. Fue monje en la abadía de San Pedro in Ciel d'Oro en Pavía. A sus hermanos dio ejemplo de austeridad, al mismo tiempo de dulzura y caridad. Implacable en las penitencias -las tenía escondidas para no aparecer ostentoso-. Fue administrador del monasterio. Murió como ermitaño en Comacchio. Tiene culto local.

Beato Ruperto de Ottobeuren. M. 1145. 
Famoso
Prior de la abadía benedictina de San Jorge en la Selva Negra; en el 1102, fue nombrado abad de la abadía de Ottobeuren en Baviera; durante 43 años gobernó esta abadía que prosperó y conquistó gran influencia; introdujo la observancia cluniacense. Bajo su gobierno la abadía alcanzó tanta expansión que mereció que se le llamara el segundo fundador de Ottobeuren. Murió con fama de santidad, su tumba fue meta de peregrinaciones por las curaciones milagrosas que se le atribuyen. Sus reliquias reposan en el monasterio en una capilla dedicada a él.