(fr.: Hugues de Fosses).
Inteligente, juicio, pensamiento.
Martirologio Romano: En el monasterio premonstratense de Fosses, cerca de Namur, en Lotaringia, beato Hugo, abad, a quien su maestro san Norberto, al ser elegido arzobispo de Magdeburgo, le encomendó la organización de la nueva Orden, que rigió prudentemente durante treinta y cinco años.
Nació en Fosses (Bélgica); fue ordenado sacerdote; y fue canónigo de la iglesia colegial de su ciudad. En el 1119, conoció a san Norberto, fundador de los premostratenses, del que se hará amigo y asistente, profesó en los premostratenses en Colonia en 1121. A partir de 1126 san Norberto, al ser nombrado obispo de Magdeburgo, dejó en sus manos el cuidado y gobierno de la Orden, como abad de Prémontré y superior general.
Cuando Hugo de Fosses tomó la dirección de la Orden, se encontraba ésta en un momento crítico. San Norberto se había basado en la Regla de San Agustín; había introducido costumbres y dictado ordenaciones; pero no había tenido tiempo para redactar los Estatutos definitivos. Rápidamente se puso Hugo a la obra, y ya en 1126 obtuvo del papa Honorio II la aprobación de las primeras ordenaciones. Pero su mérito principal consiste en haber dado la forma definitiva a los Estatutos de los premonstratenses. En ellos se resolvía claramente la cuestión sobre si la Orden de los premostratenses debía ser simplemente una reforma de los canónigos de Sa Agustín o una nueva Orden, con una finalidad nueva. Se trataba, pues, de una nueva Orden, que sobre la base de la vida común de los canónigos regulares, se dedicaba de lleno a la cura de almas. El segundo mérito de Hugo consiste en haber dado un poderoso impulso a la obra. Con el apoyo de la jerarquía, particularmente de los Romanos Pontífices, la Orden se propagó con relativa rapidez. Pío XI confirmó su culto el 13 de julio de 1927.
No hay comentarios:
Publicar un comentario