9 de octubre de 2014

San DIONISIO DE PARÍS. M. c. 260/72.


Martirologio Romano: San Dionisio, obispo, y compañeros, mártires, de los cuales la tradición quiere que el primero, enviado por el Romano Pontífice a la Galia, fuese el primer obispo de París, y que junto con el presbítero Rústico y el diácono Eleuterio, padeciesen en las afueras de la ciudad.


Según san Gregorio de Tours en la “Historia de los Francos”, Dionisio había nacido en Italia, y de Roma, junto con otros cinco obispos, fue enviado a predicar a las Galias  por el papa san Fabián. Hacia el 250, fue consagrado primer obispo de Lutecia (París). Allí construyó la primera iglesia y convirtió a multitud de personas. Los sacerdotes paganos se indignaron  y por ello fueron denunciados. 
Junto con su diácono Rústico y su presbítero Eleuterio, murieron decapitados en el lugar que hoy se conoce como Montmatre (Monte de los Mártires), después de "padecer diversos sufrimientos por el nombre de Cristo", durante la persecución de Decio. En su tumba se construyó la abadía de Saint-Denis, panteón de los Reyes de Francia y lugar de peregrinación. Se dice que gracias a él y sus discípulos se erigieron las sedes de Chartres, Selins y Meaux.
Su vida está revestida de leyenda. Lo equivocan con san Dionisio el Areopagita, el filósofo que san Pablo convirtió en el Aéropago de Atenas, y con el pseudo Dionisio Aeropagita, célebre místico del siglo V. Así en la “Leyenda Dorada” se dice que fue convertido por san Pablo en Atenas que lo consagró obispo de la ciudad. Habría ido a París a predicar el Evangelio. Por orden del emperador Domiciano o Valerio, el prefecto romano lo hizo arrestar y conducir al pretorio en compañía de sus acólitos, Eleuterio y Rústico. Padeció todos los tormentos reservados a los mártires, y puesto que sobrevivió a todas las torturas, fue devuelto a la cárcel, donde el mismo Jesús se le apareció y le administró la comunión, al día siguiente fueron decapitados; Dionisio cogió su cabeza y caminó tres millas hasta que le salió al encuentro la devota matrona Cátula o Catalla, y entonces se desplomó y ese fue el lugar de su tumba. Otras biografías dicen que sus cuerpos fueron arrojados al Sena y allí recuperados. Después de su muerte realizó fantásticos milagros. Es patrono, junto con santa Genoveva, de la diócesis de París. MEMORIA FACULTATIVA. 

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