Martirologio Romano: En el monasterio de Llandcarfan, en Cambria meridional, san Cadoc, abad, bajo cuyo nombre también fueron fundados muchos monasterios en la región de Cornualles, en Inglaterra, y en Bretaña Menor.
Hijo de san Gundleo, rey de Cambria meridional y de santa Gladys; hermano de san Petroc. Cuando era aún adolescente fue enviado al monasterio de Caerwent, en Monmouthshire, para que fuera educado por el santo irlandés Tathan. Cuando llegó a la edad adulta rechazó ingresar en el ejército de su padre prefiriendo entrar en la vida religiosa. Tuvo muchos discípulos en Gales y Bretaña.
En el 518 fundó la abadía de Llançarvon o Llancarfan, no lejos de Cardiff (Gales), que llegó a ser una casa de santos y centro de estudios y, de la que fue abad. Le son atribuídas muchas otras fundaciones: en Llanspyddid, iglesias en Dyfed, en Cornualles y Bretaña; también fundó el monasterio de Narcavan en la isla de Marbilicia. Hacia el 528, después de la muerte de su padre, parece que construyó un monasterio de piedra en Escocia, al pie del monte Bannauc. Se piensa que el monasterio estuvo donde ahora se encuentra la ciudad de Saint Ninians. Estuvo presente en el conflicto entre el rey Artú de Maelgwn del Gwyedd y el rey Rhain Dremrudd de Brychiniog.
Cadoc regresó a Gales con muchos discípulos irlandeses, entre ellos san Finiano de Clonard. Se establecieron en Llanspyddid, en Brycheiniog. Mientras se encontraban en este lugar apareció una sequía, pero Cadoc gracias a una intervención divina consiguió que sus discípulos no pasaran hambre. Su abuelo materno san Brychán, le donó la iglesia de Llanspyddid, donde Cadoc dejó a Brachan como abad, mientra él se marchó a Llangadog, en Dyfed. Aquí sufrió los acosos de un señor local y gracias a sus buenas maneras consiguió la conversión de san Iltuto, oficial del rey Pawl de Penychen.
Cadoc regresó a Llancarfan, donde se encontró el monasterio fundado por él, en ruinas y los monjes muertos o huidos. San Finiano y los demás reconstruyeron el lugar para su amigo. Entre tanto su padre, ya viejo, murió y Cadoc subió al trono. Pronto heredó las tierras de Penychen. Nuestro santo no permitió que sus responsabilidades seculares interfirieran con su modo de vivir religioso. San Gildo fue nombrado abad de Llancarfan durante un breve periodo, hasta que el rey decidió viajar al norte para difundir el Evangelio. San Gildo le pidió fundar un monasterio sobre la tumba del rey Caw en Cambuslang; Cadoc estuvo totalmente de acuerdo. Regresaron a Llancarfan y los dos se retiraron más allá del canal de Bristol: Cadoc a la isla de Barry y san Gildo en la isla de Flathom, los dos se encontraron a menudo para orar juntos. Al final Gildo se fue a Glastonbury y Cadoc, con algunos de sus compañeros, se fue a Bretaña, quizás para huir de una epidemia que asoló Gales.
Cadoc visitó a su tía, santa Keyna, en Mont-Saint-Michel, donde fundó una capilla en Harlyn. En Bretaña se estableció en la isla de San Cadou en el mar de Belz. Mientras estuvo ausente, en Gales se celebró el sínodo de Llandewi Brefi, en el que san David de Gales, fue nombrado arzobispo de Gales. Cadoc se enfureció y desde aquel momento las relaciones con los monjes de Dyfed fueron ásperas. Durante su estancia en Europa, Cadoc peregrinó a Roma y Jerusalén.
En pero pronto regresó a Britania, donde fue guía espiritual de sus compatriotas, en los condados orientales; fue nombrado abad mitrado de Bannaventa en Northamptonshire y durante la última batalla con los invasores sajones, fue martirizado en Weedon. Su cuerpo fue trasladado a Llancarfan.
Es el santo más popular del País de Gales después de san David de Gales. La leyenda dice que engañó al diablo que se había comprometido a construir un puente que uniera la isla de Batz con el continente, con la condición de quedarse con la primera criatura que lo atravesara, Cadoc hizo que pasara un gato. La leyenda dice que, junto a san Iltuto, fue uno de los tres caballeros que custodiaron el Santo Grial.
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