Pequeño, débil. El que descansa.
Martirologio Romano: En la ciudad de Seúl, en Corea, san Pablo Ho Hyob, mártir, que, siendo soldado, fue encarcelado por confesarse cristiano y, sometido a tormento, sus fuerzas cedieron y pareció que se retractaba, pero, arrepentido, él mismo se presentó ante el juez confirmando su fe en Cristo, por lo cual, encarcelado de nuevo, después de largo tiempo falleció a consecuencia de los golpes recibidos.
Nació en Seúl y era un soldado de 45 años, y cristiano junto con su esposa, Clara Ni. Atrapado entre su deber de fidelidad militar y el de su fidelidad a la fe, prefirió esta, y fue encarcelado junto con su mujer, y cuatro compañeras más: Cecilia Ham, Ana Min, Teresa Nam y Teresa Son.
Las torturas y vejaciones no se hicieron esperar, y cedieron los seis a la apostasía. Sin embargo, de Pablo consta que se arrepintió y volvió a la confesión de la fe; otra versión dice que estuvo a punto de apostatar al faltarle las fuerzas, pero con la gracia de Dios reaccionó y confeso abiertamente ante el juez que era cristiano por lo que fue enviado de nuevo a la cárcel. Lamentablemente, de las cinco mujeres no consta su vuelta a la fe, aunque se supone, ya que los seis siguieron en prisión, y fueron estrangulados juntos, en extrema debilidad, el 30 de enero de 1840, aunque el supuesto no es suficiente para la elevación a los altares, por lo que, a falta de pruebas, sólo pudo ser canonizado Pablo, a quien el decreto de canonización llama "valiente defensor de la fe". Fue canonizado, con otros 103 mártires coreanos, el 6 de mayo de 1984.
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