Era hijo de los condes de Marsi o de Celano, Berardo y Margarita Gualtieri y nació en Celano (Italia). Recibió una excelente formación humanista con el estudio de las letras clásicas, de la Escritura y de los Padre de la Iglesia. En 1215, sintiéndose llamado por el Señor, profesó en manos de san Francisco la Regla de los Hermanos Menores. En la “Primera Vida de san Francisco”, el santo recuerda su experiencia: "Loado sea el buen Dios, que tuvo a bien, por su sola benignidad, acordarse de mí y de otros muchos: y es que, una vez que entró en España, se enfrentó con él, y, para evitar que continuara adelante, le mandó una enfermedad que le hizo retroceder en su camino. Volvióse a la iglesia de Santa María de la Porciúncula, y al poco tiempo se le unieron, muy gozosos, algunos letrados y algunos nobles..." (1Cel 56-57).
Después del fracaso de las expediciones misioneras por Europa, en 1221, durante el Capítulo general "de las esteras", fray Tomás fue uno de los 90 religiosos que se ofrecieron a fray Elías, vicario general de la Orden por enfermedad de Francisco, para ser enviado a Alemania, y uno de los 25 elegidos para fundar dicha provincia, con Cesáreo de Spira al frente de ellos. Gracias a la “Crónica” de uno de ellos, fray Jordán de Giano, sabemos que, en marzo de 1223, Tomás fue elegido Custodio de los conventos de Maguncia, Worms, Spira y Colonia. Al final del mismo año, el ministro provincial fray Cesáreo regresó a Italia para entrevistarse con san Francisco, dejando a Tomás en su lugar como vicario.
El Capítulo general de 1224 eligió como nuevo ministro de Alemania a fray Alberto de Pisa y éste, tras consultar a fray Tomás y a otros religiosos prudentes y sabios, convocó y celebró capítulo provincial el 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen. Al parecer, Tomás regresó en 1226 a Asís, a la Porciúncula, donde fue testigo de la muerte de san Francisco, como él mismo afirma y como lo demuestra su forma de relatar los últimos días del "Poverello". Dos años después, será también testigo excepcional de la canonización de san Francisco y de la fundación de una basílica en su honor, por obra de Gregorio IX.
A principios de 1230, después de haber escrito la primera biografía de san Francisco, fray Tomás fue enviado a fundar el convento de Tagliacozzo en la región del Abruzzo, no muy lejos de Celano, pero su permanencia allí debió de ser muy breve. Hacia el año 1256, después de haber redactado la “Segunda Vida de san Francisco” y el “Tratado de los Milagros”, a petición de las clarisas se trasladó a Val de Varri, en calidad de director espiritual, y allí permaneció hasta su muerte en el 1260. Su cuerpo reposa en una urna en la iglesia de San Francisco de Tagliacozzo.
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