Martirologio Romano: En una vieja embarcación anclada en el mar, frente a Rochefort, en Francia, beato Florencio Dumontet de Cardaillac, presbítero y mártir, que condenado durante la Revolución Francesa por ser sacerdote, completó el martirio víctima de enfermedad, atendiendo con celo y caridad a los enfermos concautivos.

Arrestado a comienzos de 1793, fue llevado a la casa de reclusión de sacerdotes del departamento de Haute-Vienne. Al no haber sido nunca funcionario público no se creía comprendido en la ley de prestar el juramento constitucional y así lo alegó, pidiendo su libertad. El Consejo departamental estudió su petición el 6 de abril de 1793 pero la rechazó. Volvió a la carga dos meses después y se le concedió la libertad pero a condición de que se presentara cada vez que fuera requerido. Sin embargo, en noviembre es nuevamente arrestado y llevado a Limoges, a la prisión de La Regle. Su familia volvió a insistir en pedir su libertad pero fue en vano, y en abril lo enviaron a Rochefort y fue embarcado en “Les Deux Associés”. Aceptó con plena entrega la voluntad de Dios y siguió siendo la persona piadosa, cortés y amable que había sido siempre. Prestó cuantos servicios pudo como enfermero a sus hermanos de detención, a los que consolaba con mucha unción espiritual. Sucumbió a las penalidades de su detención el 5 de septiembre de 1794. Fue beatificado el 1 de octubre de 1995 por el papa Juan Pablo II.
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