Placa conmemorativa |
Carlos de Brandino, hijo de los condes de Romena, nació en el condado de Montegranelli (Romaña Fiorentina); como sus abuelos feudatarios fieles al Emperador, comenzó la carrera militar. En plena juventud, sintió la vocación eclesiástica y, abandonando las armas, fue ordenado sacerdote en Florencia, donde vivía por aquel entonces, llevando una vida ejemplar y apostólica.
Pero no estaba satisfecho, quiso alejarse de fragor del mundo, que entonces se sentía por las luchas entre el Papado y el Emperador, entre el poder en decadencia de los feudatarios y el comienzo del poder de las Señorías; Carlos decidió, en 1360, retirarse a vivir entre las ruinas de la muralla que circundaba la ciudad de Fiesole. Probablemente, Cosme de Médicis el Viejo, le donó el terreno donde se refugió y aquí construlló una celda y un oratorio dedicado a san Jerónimo, vivió así una vida de ermitaño. Allí vivió muchos años en austeridad y pobreza que le granjearon fama de santo y atrajeron a muchos jóvenes que quisieron compartir con él su vida. Así la ermita se convirtió en un eremitorio, ya que fue necesario añadir más celdas.
Por indicación de su obispo y de eminentes frailes dominicos, fundó una Orden religiosa y en 1405, nació en Fiesole y después se difundió por toda Italia; el papa Inocencio VII erigió la Congregación de Ermitaños de San Jerónimo bajo la regla de San Agustín. Los ermitaños vestían una basta túnica con capucha, escapulario de color gris y zuecos en los pies. Para atender a la devoción de los peregrinos florentinos, que en particular los sábados, subían a Fiesole, fundó la Compañía de San Jerónimo, además instituyó junto al hospital de Santa María della Scala, una Congregación para adolescentes conocida como San Miguel Arcángel, que fue aprobada en 1427; fundó diversos conventos en ciudades de la Italia centro-septemtrional. Dirigió la congregación hasta su muerte en Montegranelli.
Deseando ir a Tierra Santa se fue a Venecia para embarcarse, pero mientras esperaba a la nave que debía transportarlo, enfermó y murió. Fue sepultado en la iglesia de Santa María delle Grazie. La Congregación de los Ermitaños de San Jerónimo en Fiesole, fue suspendida por el papa Clemente IX en 1668, a pesar de que fue floreciente con 40 conventos de ermitaños que fue unida a la Compañía de San Felipe Benizi (Servitas).
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