Martirologio Romano: En el lugar llamado El Saler, cerca de Valencia, en España, beato José Toledo Pellicer, presbítero y mártir, que configurado con Cristo, Sumo Sacerdote, imitó con su triunfo en el martirio a Aquél a quien había amado y adorado.
Nació en Llaurí, Valencia. Hijo de labradores muy católicos, hizo el bachillerato en los Escolapios de Alzira. Después ingresó en el seminario de Valencia. Ordenado en 1934, se entregó con ilusión al ministerio: orquesta, patronato, Acción Católica, círculos de estudios, catecismo y predicación, fueron sus actividades preferidas. Coadjutor de Banyeres.
Como desde febrero se rumoreaba que iban a quemar la iglesia, los coadjutores se llevaban el Santísimo a sus casas y así, cuando el 22 de julio de 1936 le exigieron las llaves de la iglesia, no fue profanado el sacramento. Seguidamente los sacerdotes y algunos fieles consumieron las hostias consagradas. El beato José se marchó con otro sacerdote a Bocairente pero allí fueron arrestados y devueltos a Bañeres, ingresando en la cárcel. El día 27 fue la quema de las imágenes de la iglesia y los sacerdotes esperaron el martirio; por ello se confesaron el uno al otro. Al otro sacerdote lo pusieron en libertad, y a José lo dejaron salir el 5 de agosto pero a condición de irse a su pueblo de Llaurí. A los dos días de estar allí salió un bando obligando a todos los sacerdotes a presentarse y fueron enviados a trabajar al campo. A José le asignaron cortar aliagas y malezas en el monte. Debió presenciar la quema de objetos sagrados y del archivo de la parroquia. El 10 de agosto por la mañana se le hizo subir a un camión; él vio claro que era su fin y dejó sus enseres a un amigo para que se los diera a su madre. Aquel mismo día fue fusilado en El Saler de Valencia.
Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II en la ceremonia conjunta de los 233 mártires de la persecución religiosa en Valencia de los años 1936-1939.
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