30 de agosto de 2015

Beato DIONISIO ULLÍVARRI BARAJUÁN. (1880-1936).


Nació en Vitoria (Álava). Huérfano a los pocos años, entró en el colegio salesiano de Sarriá-Barcelona en 1894, donde aprendió el oficio de encuadernador. Pasados dos años, inició allí mismo el noviciado, profesando como salesiano en San Vicenç dels Horts (Barcelona) en 1901. La profesión perpetua la realizó tres años después en Sarriá, casa que desde 1894 será la suya hasta 1916. Durante estos años su principal actividad estuvo centrada en la administración. Colaboraba, además, en la banda, en el canto y en el teatro. 
En 1916 fue destinado a Cuba, pero dos años después regresó a España, siendo enviado, para hacerse cargo del taller de encuadernación, a la madrileña casa de la Ronda de Atocha, donde residió hasta que, en 1933, le destinaron al colegio salesiano María Auxiliadora de Salamanca con el cargo de administrador laico, por exigencia de las leyes del Gobierno republicano. Y estando el 18 de julio de 1936 en Madrid, en el colegio San Miguel Arcángel del Paseo de Extremadura, por motivos de su cargo, le sorprendió la revolución. Durante sus 42 años de vida salesiana, don Dionisio se mostró siempre ejemplar e irreprensible en su piedad, puntualidad y amor a la Congregación. En su cargo de administrador fue cumplidor exacto del voto de pobreza. Su gran celo por la salvación de la juventud le llevaba a dedicarse plenamente a los antiguos alumnos.
Don Dionisio Ullívarri acompañaba al beato don Germán Martín el 30 de agosto, día que ambos fueron detenidos en el domicilio de la familia Serrano. De allí los condujeron, primero, a la checa de Fomento y, luego, al cementerio de Aravaca, Madrid, donde, el mismo día 30, de madrugada, los fusilaron. 

1 comentario:

  1. ¡Saludos!
    Gracias por prestar atención a mi aviso.
    Por su importancia, este aviso está subvencionado para que llegue a la persona adecuada.
    Soy Ana María, de Tarragona, almirante jubilada, en cuidados intensivos por enfermedad.
    Por esta enfermedad y por lo que revelan mis exámenes médicos, mi supervivencia es limitada.
    Al no tener familia, mi padre eclesiástico y guía espiritual me recomienda dar mi herencia para obtener el favor divino por las actividades en las que me he involucrado durante mi carrera.
    Para ello, deseo colocar a mi bichón Mila, que ha sido la alegría de mi vida durante los últimos años, con una familia, y una suma de 317.000 euros que, además de proporcionar los cuidados necesarios a Mila, se utilizará para ayudar a los niños pobres y a las personas sin hogar.
    Para ayudarme a cumplir esta misión, me gustaría pedir a quien esté interesado que se ponga en contacto conmigo por correo electrónico para mantener una conversación franca y honesta.
    Muchas gracias.
    anamariajulio38@gmail.com

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