Martirologio Romano: En Londres, san Juan Jones, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, mártir, el cual, oriundo de Gales, abrazó la vida religiosa en Francia, y por haber entrado en Inglaterra como sacerdote, siendo reina Isabel I, fue condenado a pena capital, consumando el martirio en la horca.
Nació en Clynog Fawr (Gales) en el seno de una familia católica. Ingresó en los franciscanos, donde se distinguió por su sencillez y espiritualidad. Tuvo que exiliarse a Francia, donde recibió la ordenación sacerdotal. Luego fue enviado a Roma al convento de Ara Coeli, y pidió volver a Inglaterra, justo en el momento en que la reina Isabel I había promulgado una ley que prohibía cualquier tipo de misión religiosa que no fuera la anglicana.
En Londres bajo el nombre de Juan Buckley, ejerció su misión y ejerció el ministerio sacerdotal en diversas regiones hasta 1596. En dicho año, fue arrestado por orden del famoso perseguidor Topcliffe, quien le sometió a crueles torturas. Durante los dos años que pasó en la prisión, el P. Juan consiguió reconciliar con la Iglesia a san Juan Rigby.
Finalmente condenado a la horca, con la acusación de ser sacerdote ordenado en el extranjero e intento de soliviantar al pueblo. En su proceso dijo: "soy sacerdote y he venido a Inglaterra para conquistar el mayor número de almas para Cristo. Si esto es un delito yo me acuso el primero". El sitio que se designó para la ejecución fue Saint Thomas Waterings, en el antiguo camino de Kent. El condenado fue conducido hasta ahí en una jaula, pero el verdugo había olvidado la cuerda, y la ejecución se retrasó una hora. El P. Juan la aprovechó para elevar sus plegarias y declarar a la multitud que todos los días oraba por la reina. La cabeza del mártir fue expuesta en Southwark, y sus miembros en los caminos de Lambeth y Newton. Dos jóvenes fueron apresados por haber intentado rescatar las reliquias, pero otros lo consiguieron.
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