Martirologio Romano: En la orilla del Rin, san Goar, presbítero, quien, oriundo de Aquitania, con la aprobación del obispo de Tréveris construyó un hospital y un oratorio, para recibir a los peregrinos y procurar la salvación de sus almas.
Oriundo de Aquitania o Gascuña, nació en el seno de una familia ilustre. Anacoreta en Tréveris, que con la protección del obispo de Tréveris, construyó un hospital y oratorio en el que colocó algunas reliquias de los santos.
Ordenado presbítero ejerciósu ministerio en Aquitania, hasta su traslado en Oberwesel (Alemania) donde vivió más de 70 años en una ermita, dándose a la oración, ayunos y penitencia, y a ejercitar la hospitalidad con los pobres y peregrinos. Había aún muchos gentiles en aquélla tierra, los cuales con la vida tan ejemplar y con la predicación y milagros del santo presbítero se convirtieron a la fe. Su celda se convirtió en lugar de peregrinación y dio origen a la población de Saint Goar.
Su historia es una leyenda en la que narra las persecuciones que sufrió por las calumnias vertidas sobre él, por el obispo san Rústico, que al final tuvo que arrepentirse y reconocer su inmoralidad personal. Se dice que era ciego y que recuperó la vista milagrosamente. Se dice que el rey Sigiberto le quiso nombrar obispo de Tréveris a lo que nuestro santo se negó. Fue sepultado en la misma iglesia que había edificado.
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