Gervasio: Sostén de la ancianidad. Lanza servicial. Atractivo, bello.
Protasio: El primero ante Dios.
Martirologio Romano: En Milán, santos Gervasio y Protasio, mártires, cuyos cuerpos fueron encontrados por san Ambrosio, que en este día los trasladó solemnemente a la nueva basílica que había edificado.
No se puede dar crédito a las llamadas «actas» de estos dos santos, ya que están fundadas en una carta que, si bien pretende haber pertenecido a san Ambrosio, está universalmente considerada como espuria.
Según la leyenda: mártires en Rávena o Milán; eran hijos de santos Vidal y Valeria y habían nacido en Milán y eran gemelos. Al morir en el martirio sus padres, vendieron su patrimonio y repartieron el dinero entre los pobres y se hicieron bautizar. Fueron martirizados durante la persecución de Nerón o Antonino: Gervasio murió a latigazos y Protasio fue decapitado.
San Ambrosio de Milán al exhumar sus cenizas, en el 386, comprobó que obraban muchos milagros, pero no se ha conseguido todavía saber quienes eran; su descubrimiento impidió la salida de Ambrosio de la sede milanesa, y que la tomaran los arrianos. San Agustín fue testigo de algunos de estos milagros como la curación de un ciego y que citó en los libros de las “Confesiones” y en “La Ciudad de Dios”. La mayoría de los hagiógrafos modernos los consideran como auténticos mártires que perecieron durante el reinado del emperador Antonino, o en época anterior, y cuya historia se desconoce. Su culto se ha limitado a los calendarios locales desde 1969. Patrones de Milán.
No se puede dar crédito a las llamadas «actas» de estos dos santos, ya que están fundadas en una carta que, si bien pretende haber pertenecido a san Ambrosio, está universalmente considerada como espuria.
Según la leyenda: mártires en Rávena o Milán; eran hijos de santos Vidal y Valeria y habían nacido en Milán y eran gemelos. Al morir en el martirio sus padres, vendieron su patrimonio y repartieron el dinero entre los pobres y se hicieron bautizar. Fueron martirizados durante la persecución de Nerón o Antonino: Gervasio murió a latigazos y Protasio fue decapitado.
San Ambrosio de Milán al exhumar sus cenizas, en el 386, comprobó que obraban muchos milagros, pero no se ha conseguido todavía saber quienes eran; su descubrimiento impidió la salida de Ambrosio de la sede milanesa, y que la tomaran los arrianos. San Agustín fue testigo de algunos de estos milagros como la curación de un ciego y que citó en los libros de las “Confesiones” y en “La Ciudad de Dios”. La mayoría de los hagiógrafos modernos los consideran como auténticos mártires que perecieron durante el reinado del emperador Antonino, o en época anterior, y cuya historia se desconoce. Su culto se ha limitado a los calendarios locales desde 1969. Patrones de Milán.
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