(sir.: Aḇgar Ḥəmīšāyā ʾUkkāmā).
Rey de Edessa del 4 a. C al 7 d. C. y, nuevamente, del 13 al 50 d. C. Entorno a él floreció la leyenda sobre una supuesta correspondencia epistolar con Jesús. La primera noticia nos la da Eusebio (Hist. eccl. I, 13, 5), que dice que vio en los archivos de la corte real de Edessa el texto siriaco de tal correspondencia, en la que había una fiel traducción griega. El rey conocedor de los milagros de Jesús, le escribió para que fuera a su corte para curarlo de una enfermedad incurable, quizás la lepra. Jesús le respondió que le era imposible dejar Palestina, pero que después de la Ascensión uno de sus discípulos sería enviado a Edessa y lo curaría. Y el relato continua como realmente Tadeo, uno de los setenta discípulos, llegó a Edessa, devolvió la salud al rey y evangelizó la ciudad.
El mismo episodio se narra también en “La Doctrina de Addai”, escrito apócrifo del siglo IV-V, sólo que aquí Jesús responde oralmente al correo que le entrega la carta de Abgar. En recompensa este correo es un gran retratista y aprovecha la ocasión para transmitirnos el rostro de Jesús en la famosa “Imagen Edessana”. Este relato, parecido al anterior, suscitó grandes reservas en la antigüedad, sobretodo en Occidente y hoy se considera apócrifo. Se cree que se creó por la impresión de la conversión, no sin problemas, de Abgar IX, rey de Edessa del 179 al 216 d. C.
El mismo episodio se narra también en “La Doctrina de Addai”, escrito apócrifo del siglo IV-V, sólo que aquí Jesús responde oralmente al correo que le entrega la carta de Abgar. En recompensa este correo es un gran retratista y aprovecha la ocasión para transmitirnos el rostro de Jesús en la famosa “Imagen Edessana”. Este relato, parecido al anterior, suscitó grandes reservas en la antigüedad, sobretodo en Occidente y hoy se considera apócrifo. Se cree que se creó por la impresión de la conversión, no sin problemas, de Abgar IX, rey de Edessa del 179 al 216 d. C.
Este episodio ha dado mucho lustro hagiográfico al rey Abgar, que además se le ha dado el título de santo o beato. Los sirios le llaman «Ukkama» (el Negro). Por esto ha podido entrar, junto con el relato de la correspondencia con Jesús, en varias liturgias orientales, como la siria y la armenia. El Sinaxario de la Iglesia de Constantinopla lo recuerda el 19 de Junio, el 16 y el 21 de Agosto. Un culto menos oficial se le ha reservado a la carta de Jesús, que está considerada como un potente talismán contra gran número de males. Se han hallado rastros hasta en Inglaterra y en épocas muy cercanas a nosotros.
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