(fr.: Lothaire de Sees, Lohier, Loyer).
Ejército glorioso.
Martirologio Romano: En Séez, lugar de Neustria, san Lotario, obispo, que, depuesto de sus funciones, se afirma que esperó su final viviendo como ermitaño.
Segun las tradiciones de la diócesis de Sées (antiguamente Séez), Lotario nació de una familia noble, y sirvió un tiempo en la corte. Casó con Tarenta, hija de del rey lombardo, Astolfo. A la muerte de su mujer, toma conciencia de la fugacidad de la vida, y decide abandonarlo todo e ir a vivir en la soledad y el olvido de sí y del mundo. Se internó en el bosque de Argentan, cerca de la población que hoy lleva su nombre (Saint-Loyer) y allí vivió como ermitaño.
Pero la santidad de su vida no quedó oculta, y su lugar de oración fue pronto atracción de peregrinos del lugar que venían a pedir un consejo, un milagro, o una ayuda espiritual. A la muerte del obispo de Séez Aunoberto, Lotario fue elegido como sexto o séptimo obispo de la sede. Su figura de obispo aparece evocada en la vida del abad Ebremundo, de Fontanelle, al cual Lotario brindó unas fastuosas exequias, y nombró, contando con el parecer de los monjes, a Evroult en su lugar. Asistió al Concilio de Orleans. Durante 32 años fue obispo de Séez, fue depuesto de cargo y esperó la muerte en soledad. Fue inhumado en el oratorio donde estaba su ermita, y su tumba fue enriquecida por Dios con milagros, por lo que se convirtió inmediatamente en meta de peregrinación. Algunos autores le hacen fundador de la abadía benedictina de Saint-Loyer-des-Champs. Tiene culto local.
Segun las tradiciones de la diócesis de Sées (antiguamente Séez), Lotario nació de una familia noble, y sirvió un tiempo en la corte. Casó con Tarenta, hija de del rey lombardo, Astolfo. A la muerte de su mujer, toma conciencia de la fugacidad de la vida, y decide abandonarlo todo e ir a vivir en la soledad y el olvido de sí y del mundo. Se internó en el bosque de Argentan, cerca de la población que hoy lleva su nombre (Saint-Loyer) y allí vivió como ermitaño.
Pero la santidad de su vida no quedó oculta, y su lugar de oración fue pronto atracción de peregrinos del lugar que venían a pedir un consejo, un milagro, o una ayuda espiritual. A la muerte del obispo de Séez Aunoberto, Lotario fue elegido como sexto o séptimo obispo de la sede. Su figura de obispo aparece evocada en la vida del abad Ebremundo, de Fontanelle, al cual Lotario brindó unas fastuosas exequias, y nombró, contando con el parecer de los monjes, a Evroult en su lugar. Asistió al Concilio de Orleans. Durante 32 años fue obispo de Séez, fue depuesto de cargo y esperó la muerte en soledad. Fue inhumado en el oratorio donde estaba su ermita, y su tumba fue enriquecida por Dios con milagros, por lo que se convirtió inmediatamente en meta de peregrinación. Algunos autores le hacen fundador de la abadía benedictina de Saint-Loyer-des-Champs. Tiene culto local.
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