Ágata: Buena. Teresa: De la isla de Tera. Cosechadora. Ardiente como el verano.
Ágata Yi era una joven de Seúl, nacida en 1823, de 17 años, hija de san Agustín Yi Kwang-ho. Sus padres fueron mártires, el año anterior. El ministro Tsio Tieng-bien-i, tomando como pretexto la edad, quiso librarla de la muerte, consiguiendo para ella la prisión; pero en la cárcel padeció horribles torturas, no solo por soportar el hambre y la sed, sino por tener que defenderse de los intentos de violación por parte de los carceleros.

Las dos mujeres soportaron con paciencia las vejaciones, latigazos y todo género de torturas durante 11 y 7 meses de prisión, respectivamente, hasta que fueron estranguladas o decapitadas en la cárcel de Seúl. Sus restos son venerados en la cripta de la catedral de Seúl.
Fueron canonizada por san Juan Pablo II el 6 de mayo de 1984.
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