Martirologio Romano: En Londres, Inglaterra, santos Edmundo Campion, Rodolfo Sherwin y Alejandro Briant, presbíteros y mártires durante el reinado de Isabel I, eximios por su fortaleza y carácter.

Pero Edmundo no pudo acallar la voz de su conciencia, y en 1568, prefirió dimitir antes que renovar en publico su adhesión a la reina; huyó a Irlanda y se fue a vivir a Dublín, frecuentando de forma clara las iglesias católicas. Sintiéndose espiado marchó a Douai, donde abjuró del anglicanismo e ingresó en el colegio inglés en 1569 donde se doctoró en Teología. Aquí conoció la paz y frecuentó la amistad de antiguos colegas de Oxford. Recibió las órdenes menores y el subdiaconado con la intención de hacerse sacerdote, pero sintió entonces la vocación religiosa y se marchó a Roma donde ingresó en la Compañía de Jesús.
Hizo su noviciado en Brno (Bohemia), sus primeros votos en Brunn (Moravia) en 1575 y fue profesor de Retórica y Filosofía en Praga donde fue ordenado sacerdote en 1578, dirigió la Congregación mariana y fue predicador latino. Solicitó volver a Inglaterra y para ello lo llamaron a Roma y en compañía de un grupo comandado por el padre Robert Persons, decidieron marchar a Inglaterra.
Disfrazado de joyero y en compañía del coadjutor Ralph Emerson, en 1580 llegó a las costas de Dover, allí se enteraron de la detención del beato Lucas Kirby, pero entre peripecias, desplegó su fructífero apostolado, teniendo como base la universidad de Oxford. Con sermones como "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, no mis iglesias de Inglaterra o de Gales" y con escritos como “Diez razones en la causa de la fe”, despertó muchas conciencias de los neoconversos anglicanos. Todo esto llegó a los oídos de la reina, y se intensificó su persecución, y concretamente la de los jesuitas.
Fue detenido en Oxford, junto con Emerson, por la delación del espía George Elliot, un ex católico que, condenado por homicidio, había sido absuelto bajo la promesa de delatar a los sacerdotes papistas. Fue llevado ante la propia reina y se hizo circular el falso rumor de que había abjurado de su fe católica. En el proceso público lo negó todo, y se les acusó de alta traición en un juicio amañado. Tuvo el consuelo de convertir a su delator George Elliot, y de recibir en la Compañía, mediante un subterfugio, al joven Alejandro Briant.
En 1581, fue ahorcado y descuartizado en Tyburn, Londres, junto con Alejandro Briant y Rodolfo Sherwin; no sin antes haber predicho "Con nosotros condenáis a vuestros antepasados, a todos los que han sido la Iglesia de Inglaterra. Pero la posteridad nos juzgará rectamente".
Mientras el verdugo descuartizaba a Campión, un chorro de sangre salpicó la casaca del joven poeta san Enrique Walpole, que tuvo una profunda conversión, que se hizo jesuita y luego años más tarde murió mártir.

En 1580 comenzó su viaje de regreso a Inglaterra junto con Edmundo Campion, Persons y otros, participando en la disputa que tuvieron en Ginebra con un ministro protestante. Llegado a Reims supo que sus nombres habían sido entregados ya a la policía inglesa, que no restó nada del celo que le animaba. Decidió proseguir solo hasta Inglaterra, allí se dedicó a un intenso trabajo, tuvo muy pronto un éxito pastoral notable. Meses después fue arrestado en Londres mientras predicaba; encerrado en la cárcel de Marshalsea, logró la conversión de varios presos. Fue llevado a la Torre donde le torturaron. Se le preguntó sobre todo sobre su relación con san Edmundo Campion, pero el nada respondió. La reina Isabel le ofreció un alto cargo eclesiástico si volvía al anglicanismo, pero él lo rechazó, por esta causa fue martirizado en Tyburn, Londres, después de besar la mano ensangrentada de su verdugo. Es el protomártir del venerable colegio Inglés de Roma.

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